CHAPTER TWENTY-THREE༄*•☆•*☽︎

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-𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐖𝐈𝐋𝐋𝐎𝐖 𝐒𝐄 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐓𝐎, estaba confundida por el calor familiar en su costado.

"¿Paul?" Susurró aturdida en la oscuridad de su habitación.

La figura que la sostenía se movió levemente y sus brazos se apretaron alrededor de la morena. "Oye, estoy aquí. Está bien, solo vuelve a dormir", le susurró en tono tranquilizador.

Ya dormitando una vez más, se recostó en sus brazos, susurrando una última cosa antes de dejar que el sueño la venciera. "Te extrañé".

Él sonrió en respuesta y la besó suavemente en la frente. "Te extrañé más".

-CUANDO DESPERTÓ de nuevo, se encontró sin el calor de Paul contra ella.

Se sentó abruptamente cuando la comprensión entró de lleno en su cerebro aturdido por el sueño y miró alrededor de su habitación en busca de pruebas de que no había inventado su presencia antes.

Justo cuando su mano aterrizó al otro lado de la cama, sintió el calor de las sábanas y suspiró aliviada. Él estaba allí.

Y como si supiera que Willow estaba pensando en él, entró en la habitación con una suave sonrisa en el rostro. Rápidamente se dio cuenta de que estaba despierta y se acercó.

Y como si supiera que Willow estaba pensando en él, entró en la habitación con una suave sonrisa en el rostro. Rápidamente se dio cuenta de que estaba despierta y se acercó a saludarla con un suave beso en la frente.

"Buenos días, cariño. ¿Dormiste bien?"

Willow tarareó en una mezcla de confirmación y satisfacción, mientras disfrutaba de la sensación de los labios de Paul presionados contra su piel.

"Bien"

Él se apartó un poco para mirarla a los ojos y arqueó las cejas. "¿Quieres contarme qué pasó anoche?"

Ella desvió la mirada penetrante mientras murmuraba: "En realidad, no".

Pero él se limitó a sonreír. "En realidad no te lo estaba preguntando, cariño".

Estúpida audición de lobo.

Suspirando, se inclinó y se acercó a Paul para buscar consuelo.

"Anoche hablé con Edward por teléfono" Empezó a decir, pero se detuvo cuando sintió que Paul se tensaba contra ella. Cuando él no dijo nada, continuó.

"Casi hizo estallar mi teléfono con la cantidad de mensajes de texto con los que me bombardeó antes de que finalmente respondiera. Y cuando me dijo que tenía razón sobre lo que había dicho en la reunión, no pude evitar querer oírlo admitirlo verbalmente y no solo a través de mensajes de texto".

Ella se burló: "Y luego me contó lo que se decidió en la reunión: prepararse para la batalla. ¿Y que él tenga la audacia de no participar y ponerse del lado de todos los demás a pesar de ser la mitad de la razón por la que la batalla está sucediendo en primer lugar? ¿Y que la otra mitad vaya Dios sabe a dónde con él cuando huyen juntos?".

Ella sacudió la cabeza mientras tomaba aire. "Me volví loca por él y me encantaría volver a hacerlo".

Paul suspiró profundamente mientras le acariciaba el brazo con un gesto reconfortante. "Aunque yo también lo odie, cariño... creo que podría tener razón".

Willow se giró para mirarlo a la cara con atención. "¿¡Qué!?".

Él asintió mientras intentaba apaciguarla una vez más. "Lo sé, lo sé, pero piénsalo. Si Edward es lo que la sanguijuela quiere, cuanto más lejos esté de nosotros, mejor. El resto de nosotros... podemos enfrentarnos al ejército. De eso estoy seguro. Pero Victoria es buena. Su habilidad la mantendrá con vida. Pero Edward todavía puede leer su mente. Si está solo con ella, podría ser capaz de tomarla desprevenida y matarla de una vez por todas".

Dejó caer los hombros y suspiró derrotada, moviéndose para apoyarse en Paul una vez más. "¿Desde cuándo te volviste tan estratega?", se quejó en su pecho.

Él solo se rió como respuesta. "Desde que encontré una razón para seguir con vida". Y como para asegurarse de que ella supiera que estaba hablando de ella, la besó suavemente en la parte superior de la cabeza y la abrazó con más fuerza por la cintura.

La manada tenía un largo día de entrenamiento con los Cullen mañana, y Willow quería pasar el resto del día juntos simplemente haciendo eso: estando juntos.

Ella comprendía que Paul tenía deberes con la manada que debía atender y priorizar, pero extrañaba a su novio. Aprovechaba cualquier oportunidad que tuviera para pasar tiempo con él. Y ahora más que nunca.

Diablos, si hubiera sabido que podía lograrlo, habría secuestrado a Paul y a Embry y habría huido lo más lejos posible de Forks.

Mientras se acurrucaba más profundamente en los brazos de Paul, hizo una nota mental de llamar a Embry más tarde.

Sus amigos necesitaban seguir con vida. Ella no aceptaría nada más.