"Delilah, has progresado mucho y estoy extremadamente orgullosa de tu posición".

"Se viene un pero".

"Pero... todavía hay muchos sentimientos sin resolver por tu padre. No creo que realmente vayas a mejorar si no hablas con tu padre, una vez que lo hagas, estarás un paso más cerca de un nuevo tipo de paz."

Delilah miró por la ventana sin querer decir nada más. Observó las hojas volar con el viento hasta que vio el auto de Euphemia y saltó del sofá corriendo hasta que llegó.

Luego miró por la ventana subiendo el volumen de la música y desconectándose del mundo.

Dejó la realidad viviendo en el mundo de sus sueños, toda aturdida por pensamientos abrumadores.

"¡Delilah!" La mujer mayor llamo. "Vamos".

Abrió el auto tropezando y subió al porche abriendo la puerta, los chicos estaban sentados en el comedor y les sonrieron. La joven no fue a la mesa no comió esa noche, pasó junto a todos y subió las escaleras y no fue a la habitación de James, fue a la de Remus, esperándolo.

☆☽︎

Remus subió las escaleras agarrado de la mano de Sirius listo para ir a la cama y leer su libro. Pero cuando vio a su hermana supo que esta noche era algo de gemelos, que algo sucedió en la terapia que solo Remus podía saber.

Sirius se fue captando la pista y caminó hacia la habitación de James metiéndose en la cama con el chico de pelo rizado y molestándolo como la mierda.

"¿Quieres escabullirte e ir a una aventura conmigo?" preguntó Delilah.

"¿Puedo saber el destino?".

"Nop. Tienes que confiar en mí".

"Vamos."

Remus asintió tomando una mochila y llenándola con dinero, agua y abrigos. Treparon por la ventana y bajaron por las enredaderas, corriendo por el césped hasta la parada de autobús. Remus iba a ciegas, pero no le importaba, amaba a su hermana y cualquier cosa que ella necesitara hacer sería importante.

"Te amo De, pero realmente quiero saber a dónde vamos".

"Voy a ver a papá. Mi terapeuta cree que necesito un cierre y lo pensé y creo que realmente necesito hablar con él".

"Pero De finalmente eres feliz, ¿Por qué, por qué tienes que hacer esto?".

"Es algo que sé que tengo que hacer".

Remus y Delilah viajaron en el autobús durante horas, hasta el final de la fila cuando los obligaron a bajar. Caminaron el resto del camino sintiendo más frío que nunca.

"¿Dede? Ahí está." Remus señaló su casa. Las luces estaban encendidas y podían ver a su papá mirando televisión con una cerveza en la mano.

Delilah se acercó y llamó, dio un paso atrás, aferrándose a Remus y rezando para que responda, o no, no sabía lo que quería.

Abrió y el olor a humo invadió sus sistemas. "¿Qué diablos están haciendo ustedes dos aquí?".

"Mi terapeuta cree que necesito hablar contigo. Cree que necesito perdonarte".

"Adelante."

Los dos niños siguieron sintiendo que el calor los acogía. "Cometiste muchos errores y lo sé, pero no fueron mi cuál".

El hombre se burló. "Tú eres la razón por la que mi hijo se convirtió en un monstruo. ¡ERES UNA PERRA DELILAH! Desearía que tu madre te hubiera abortara y solo Remus estuviera aqui".

"¡Vete a la mierda papá! Vete a la mierda en serio porque no sería quien soy hoy sin ella, ella es la razón por la que estoy jodidamente aquí porque no importa lo que hubieras dicho en el trabajo y él habría venido tras de mí solo y si no estuviera vivo, habría ido por mamá. Esto no es culpa nuestra, el único culpable eres tú".

"Lo sé." Su voz era casi inaudible, pero estaba allí. Las dos simples palabras que sostienen el peso del mundo. "Lo siento."

Remus estaba furioso, "¡Llegas demasiado tarde!" Remus gritó, el sonido de un automóvil se había detenido en el camino de entrada y sonó una bocina familiar, Delilah miró el collar que James le había regalado la última Navidad. El collar que le decía a James si estaba en problemas y viceversa. Su collar brillaba, pero ¿Cuándo empezó? ¿Cuándo lo presionó?".

Remus salió de la casa con furiosas pisadas.

"Sé que sabes que siempre fue tu culpa, pero me echaste la culpa a los cuatro años. Me rompiste y necesitaba que mi papá y mi mamá me abrazaran y me dijeran que todo iba a estar bien y me fui. ¡A través de la mierda por tu culpa! Me rompiste y no creo que pueda arreglarme nunca. ¡Dios! ¿Por qué me odias tanto?.

"Nunca te odié, me odié a mí mismo y saqué ese odio contigo y siempre me odiaré por eso".

"Bueno."

"Lo siento, Delilah".

La niña miró a su papá y por un momento quiso pedir perdón pero en cambio no dijo nada, se dio la vuelta y se alejó sintiendo que por fin, repsueraba aire en paz, aire por primera vez en años.

Salió por la puerta y caminó extremadamente rápido hacia el auto subiendo. Peter se sentó en la parte de atrás y la chica se movió en su asiento delantero.

"Hola Pete, ¿recuerdas cuando me preguntaste si era feliz?".

"Sí, dijiste, eh..."

"Uno no necesita felicidad, solo la fuerza suficiente para sobrevivir hasta que todo el dolor haya pasado y la felicidad sea posible".

"Bastante poético". Peter le sonrió a la chica y todos los demás la miraron confundidos.

"¿Adinen qué?".

"¿Qué?".

La chica sonrió con una sonrisa genuina al niño. Sus ojos se movieron para mirar a James, cuyo rostro se iluminó cuando sus ojos se encontraron.

"La felicidad finalmente es posible".