Matteo tenía su brazo envuelto alrededor de la cintura de la chica mientras caminaban hacia el gran salón. Las conversaciones terminaron y las miradas de la gente se dirigieron a ellos. Siguió acercándola más y caminando hacia la mesa de Slytherin.

Delilah le dedicó a su hermano una rápida sonrisa tranquilizadora, pero él no le devolvió ninguna. Parecía enojado y había este tono de ''Sé lo que estás haciendo'' en sus ojos.

Delilah necesitaba llenar un vacío, un vacío donde su corazón estaba destrozado y Matteo la abrazó de la manera correcta y dijo las cosas correctas, estaba demasiado ciega para ver lo que realmente iba a pasar. Estaba demasiado ciega para notar la lástima en los rostros de sus amigos que se sentaban alrededor de la chica con la sonrisa brillante que finalmente se estaba recomponiendo.

La chica que trabajó tan duro para llegar a donde fue empujada de nuevo a ese agujero y pronto sería cavado más profundo hasta que cayera de la faz de la tierra.

"Miren, esta es Delilah Lupin, ella se  sentara con nosotros hoy". Le sonrió a la chica y ella les dio a todos una tímida sonrisa.

"Soy Barty, este es Regulus, es mi novio".

Delilah pareció sorprendida por un momento y Regulus se puso rígido. "Eso es bueno, almas valientes que son, desearía que mi hermano fuera asi". Se relajó.

"Soy Narcissa, ella Bella y ese es Severus".

"Encantada de conocerlos a todos, aunque ya sabía quiénes eran todos ustedes". Delilah les sonrió y todos le devolvieron la sonrisa sintiendo lo amable que realmente era, eso pareció lastimarlos a todos aún más.

Sabían el objetivo de Matteo con la chica, sabían lo que haría y por más que querían decirle que corriera, no podían. Tenían demasiado miedo del chico sentado al otro lado de su mesa.

"Lilah, ¿vendrás conmigo?" Preguntó el chico y ella asintió siguiéndolo. Sus dedos se entrelazaron con los suyos y ella sintió que sus mejillas se calentaban, caminaron por el pasillo hasta que él la empujó contra la pared y la besó.

Sus ojos se abrieron como platos una vez más pero se calmó hundiéndose en el beso y colocando suavemente sus manos sobre sus hombros. Si beso fue rudo y se encontró comparándolo con James. Él fue suave y la sostuvo cerca, no queriendo asustarla, pero Matteo era rudo y agarraba su cuerpo con fuerza.

Era diferente pero a veces lo diferente era mejor.

"Eres mía."

"De acuerdo." Delilah le sonrió antes de que la besara de nuevo.

Ella lo conoció hace apenas una hora y ya estaba diciendo que sí a ser su novia, pero así era como Matteo lo planeó. No quería esperar y si no quería, no tenía por qué hacerlo y Delilah dijo que sí porque James se le estaba escapando lentamente de la cabeza y eso era lo que necesitaba.

Pero James, estaba enojado, la vio entrar con él y sintió que le hervía la sangre al verlo. Quería caminar hasta allí y agarrar a Delilah y llevarla de regreso a ese día cuando ella se sentó en su regazo debajo de las sábanas. La extrañaba, la extrañaba más de lo que jamás había extrañado a nadie.

Luego miró a Lily, quien le sonrió y él le devolvió la sonrisa recordando que se suponía que debía estar feliz. Está con la chica a la que ha estado buscando durante años, pero entonces, ¿Por qué no se siente feliz o afortunado o... enamorado?.

Salió del gran salón pero cuando lo hizo, vio a Delilah y Matteo besándose. Sintió que su corazón se rompía más de lo que nunca antes, esta vez le dolía más que nunca en su vida y el dolor era insoportable.

Caminó directamente a su dormitorio y encontró a Sirius, el que todavía estaba allí planeando dormir todo el día, pero el golpe de la puerta lo despertó y los sollozos entrecortados de James lo hicieron saltar de la cama y atrapar a su amigo.

¿Por qué se había dado cuenta ahora? ¿Por qué, cuando es demasiado tarde?.