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08. planes y frambuesas

Las tardes para JiMin se basaban en un gran agotamiento, puesto que había conseguido empleo en una bodega encargándose del cargamento pesado, los gastos del transporte los consideraba innecesarios, así que se levantaba muy temprano para irse caminando, a veces los mismos trabajadores de allí cerca le daban un aventón, aunque esto fuera mayormente en la noche, cuando regresaba. Cada esfuerzo que hacía lo motivaba, porque algunos pagos los utilizaba para llevarle pequeños gustos a su novio y al botoncito, mismos que eran inmensamente felices cuando lo veían llegar con algo en manos.

A JiMin no le importaba que sus manos recibieran rasguños, o que su espalda no soportara la frialdad del suelo, porque cuando sus ojos enfocaban la tranquilidad con la que dormía el rubio, toda esa pesadez desaparecía de inmediato, motivándolo para despertar un día más.

Ese día era sábado por la mañana y JiMin ayudaba al menor a tomar un baño, permanecía sentado en un banquito mientras su cabello era acariciado por el pelinegro, su cuerpo estaba cubierto de espuma y jugaba con ella formando una carita en su abdomen, sonriendo apenas, YoonGi no dejaba de preguntarse qué era su bebé, si una niña o niño, había escuchado de la anciana que a veces los sueños revelaban estas cosas, que así descubrió que tendría una niña. Ciertamente YoonGi tenía una vaga ilusión, de hacer peinados con moños y colitas, comprar fragancias de flores.

ㅡ¿En qué piensas tanto?

ㅡSolo pensaba si nuestro botoncito será un niño o una niña, tengo muchas ganas de saberlo. A veces le digo bonita, otras que es lindo.

El pelinegro esparció el agua tibia por el cuerpo de su novio, borrando todo rastro de jabón y colocando una toalla alrededor de él junto a un besito en la frente ㅡYa lo sabremos, en unos meses.

YoonGi le sonrió agradecido, levantándose para salir a cambiarse, querían salir a caminar un poco en especial el rubio, decía que eso lo ayudaría y con ayuda de algunas prendas flojas pasaría desapercibido, JiMin terminó de bañarse y observó al menor peinar su cabello con mucho cuidado, recordando vagamente cuando lo veía arreglarse con cada cosa que mantenía en su habitación, cremas y perfumes que lo hacían brillar, YoonGi volteó hacia él con un sonrojo en sus mejillas al verlo semidesnudo, esa vergüenza que seguía vigente sin importar qué.

Finalmente salieron de allí, JiMin llevaba una gorra y también una sombrilla porque el clima cambiaba constantemente, YoonGi iba a su lado con su ropa ancha y también una gorra, pensando en lo que podrían hacer en ese pueblito, quizás ir al mercado o a una plaza para comer algo ligero, YoonGi tenía algo guardado y quería usarlo para comer con su novio.

ㅡ¿Vamos por un helado JiMinie? Tengo muchas ganas de uno.

JiMin asintió hacia él con una sonrisa ㅡ. También podemos ir a un parque, tiene un pequeño lago cerca donde hay patos, paso por ahí cuando me dirijo a la bodega.

ㅡEntonces vayamos al parque, en los parques suelen haber vendedores.

Esperaron el autobús y fueron hasta allá entre una conversación tranquila y amena, hablando de tantas cosas y el rubio veía todo con atención. Pocas veces había viajado en autobús, odas esas eran con JiMin porque tenía un chofer que lo llevaba hasta donde necesitara, esas costumbres de niño mimado como solían molestarlo se sentían lejanas y se convencía de que debía dejarlas, parte de su madurez era entender en qué posición se encontraba ahora, así que ahora solo se acostumbraba con lo que JiMin había crecido. Finalmente llegaron al famoso parque y sorprendentemente, no estaba lleno, pocas personas se veían a pesar de que era fin de semana.

ㅡOh, YoonGi miraㅡ señaló el pelinegro, a una distancia había un carrito de helados y fueron hasta el, el rubio pidió uno de frambuesa y el mayor de chocolate ㅡ. Ahora vamos a buscar el lago, sé que hay bancas cerca para apreciarlo, vamos.

A pasos lentos y seguros se tomaron de la mano, disfrutando el agradable clima. El lago como tal era pequeña, una laguna donde nadaban patos y las bancas al rededor estaban vacías por lo que tomaron asiento para terminar el helado y descansar, porque YoonGi se sentía agotado.

ㅡParece que son una familiaㅡ comentó con dulzura a lo que el pelinegro estuvo de acuerdo.

ㅡUna bonita familia, como nosotrosㅡ le dijo, haciendo sonreír al rubio.

Un suspiro escapó de los labios del menor, acariciando su abdomen y pensando nuevamente en aquello que lo molestaba desde la mañana. Era cierto que con la pequeña ayuda que había recibido de su prima y los pagos de JiMin podía darse un mayor lujo, fuera de sopas instantáneas y cereales sin sabor, también había aumentado un poquito más de peso y las sopas que la anciana le preparaba lo hacían sentir más fuerte, aunque quisiera ayudar económicamente no podía, porque tenía miedo de lastimarse y lastimar a su bebé.

Su pequeño bebé, el ser que crecía día con día dentro de él, ansiaba saber cómo se encontraba, si era tan saludable como él y también, su identidad, la curiosidad y preocupación carcomía su corazón, pero no podía ir a un hospital recurrente porque temía por su integridad, no quería ser tomado como un ser antinatural o que lo tomaran como experimento, eran tanos pensamientos pesimistas que abrumaron en segundos su mente que no notó cuando su helado se derritió, hasta que JiMin lo limpió con cuidado.

ㅡOh, lo siento lo siento.

ㅡNo te preocupes, puedes comerte el míoㅡ YoonGi abultó sus labios cuando sostuvo el helado contrario, sintiendo sus lágrimas amenazar con salir ㅡ¿No te gusta el chocolate? No veo al señor para pedirle otro de frambuesa, espérame aquí.

JiMin hizo el ademán de levantarse, pero YoonGi lo detuvo con su mano comiendo del postre mientras negaba, le encantaba el chocolate ㅡ. JiMinie, quiero ir a un doctor y saber cómo está nuestro bebé. Sé que eso es imposible, pero quería decirlo.

El pelinegro se quedó estático en su lugar, con la mente en blanco ante las palabras del rubio. Realmente no sabía qué hacer en ese momento, así que solo se acomodó en la banca y observó todo a su alrededor, la forma en la que las hojas bailaban con el viento, el reflejo de la laguna y los patos que nadaban en ella, esas sensaciones que le recordaban que estaba vivo. Suspiró. Su atención se centró en su pareja que había dejado de llorar, ahora solo mantenía una mirada perdida mientras comía del helado, las decisiones precipitadas ahora formaban parte de él.

ㅡDe acuerdo, vamos a conocer al bebé y así podremos llamarle por un nombre, aunque siempre será nuestro botoncito ¿De acuerdo?

YoonGi se levantó de su asiento bastante confundido, volteando hasta el pelinegro que lucía despreocupado ㅡ¿Qué estás diciendo?

ㅡAhorremos durante dos meses, estás por cumplir seis meses, antes de que lleguen los nueve ya habremos conseguido un hospital donde puedan atenderte a ti y al bebé. Solo esperemos un poco más ¿Estás de acuerdo, mi amor?

Los brazos del rubio rodearon al pelinegro que no podía estar más de acuerdo, la paciencia era una virtud más y saber que ahora había un plan de por medio, lo hacía aún más feliz, haría todo lo que estuviera en sus manos para darle apoyo a JiMin, porque ambos eran un equipo.

Las cosas podrían ir mejorando poco a poco.

La tarde cayó y decidieron pasar por un mercado, encontrando muchas cosas que les llamaron la atención, compraron un poco de fruta para la señora Sun, como manzanas y mandarinas porque decía que contenían mucha vitamina C. A pasos muy lentos tenían conversaciones vagas, señalando y comentando, compraron tres prendas para YoonGi de segunda mano, algo que el mismo nunca imaginó que haría, también un pantalón para el pelinegro que usaba los del instituto para ir a trabajar, pero hubo algo que llamó por completo la atención de YoonGi, era la sección de ropa para bebés, ropa tan pequeña que era del tamaño de su meñique, sus lágrimas volvían a aparecer cuando imaginaba sostener a ese pequeño cuerpo contra su pecho, pero cayó rendido ante un traje de color amarillo que colgaba de una cercha.

ㅡJiMinie miraㅡ el pelinegro desvió su mirada de unos zapatos hasta donde le indicaba el rubio ㅡEs tan bonito ¡Disculpe!ㅡ  llamó a la mujer que atendía ㅡ¿Cuánto vale ese traje para bebé?

La mujer revisó la prenda, evidentemente nueva, luego la dejo sobre el escritorio de vidrio ㅡ20 mil wones.

YoonGi buscó de inmediato en una de sus carteras, sacando la cantidad exacta que pedía, JiMin se sorprendió al ver tal acción, volviendo su atención a los pequeños zapatos que posaban en un clavito —Por favor, agregue esto también.

ㅡ40 mil con los zapatosㅡ respondió la mujer, sin mucha emoción, aún así JiMin entregó el resto.

Una bolsa de color verde protegía el traje y los zapatos, ambos no podían ir más felices porque esa era la primera ropa que compraban para él o ella, completamente nueva y que usaría cuando estuvieran juntos de eso no había duda. Un fugaz beso fue depositado en su cabeza, riendo de emoción al sostener el dedo meñique de su novio.



La puerta de la casa sonó repetidas veces, toquecitos suaves, pero insistentes. YoonGi reconocía ese sonido así que cuando abrió la puerta se encontró a la mujer sosteniendo dos grandes bolsas negras, entrando con esa sonrisa que tanto la destacaba.

ㅡBuenas tardes abuela Sun, me alegra que haya venido porque JiMinie y yo compramos fruta para usted el fin de semana.

ㅡPero que regalo tan dulce, no se tomen esas molestias con esta anciana.

ㅡNo es ninguna molestia, es mi forma de agradecer toda su ayuda, me encuentro muy sano por sus comidas tan deliciosas— le dijo, a lo que la mujer le sonrió con alegría, recibiendo el vaso de agua que le ofrecía —¿Qué es lo que trae en esas bolsas?

ㅡQue curioso eres YoonGiㅡ le respondió la mujer palmeando lo que había dentro de aquellas bolsas ㅡMi hija vino a visitarme este fin de semana y le dije que tenía a una pareja en espera viviendo aquí, ella ya tuvo a sus hijos y había mucha ropa que ya no usará, crecen muy rápido... Así que quiero regalarte todo esto.

YoonGi tomó aire, tragando el nudo formado en su garganta ㅡAbuela ¿Usted sabía que estoy... embarazado? ¿No está asustada o asqueada?ㅡ preguntó temeroso, recibiendo una de las bolsas.

Ella negó de inmediato, tomando su mano que había empezado a temblar.

ㅡNo fue casualidad que los haya encontrado, los escuché en la tienda de convivencia y recordé esta casita, sentí que podría haber sido mi hija y les di alojamiento, sin cobrar. Mi hija y sus pequeños viven lejos asi que los veo muy pocas veces, mi esposo es un ermitaño, así que me da mucho gusto venir y pasar las tardes contigo, cocinarle a alguien y cuidarlo con lo que tengo, soy feliz de esa forma. Además, alguien que crea vida en su interior es muy importante, sigue cuidándote, tu novio trabaja muy duro.

YoonGi observó la pequeña nevera en una esquina, que permanecía llena con cosas saludables ㅡ. Él es muy responsable y valiente, me prometió que veríamos a un doctor para saber cómo está nuestro bebé y conocerlo, solo tengo que esperar unos meses, quizás hasta pueda tenerlo en una clínica.

Las manos de Yeonsung cubrieron su boca, soltando un sonido de emoción que hizo reír al rubio, mucho más confiado mostrando su abdomen bajo aquél suéter.

ㅡ¡Que maravillosa noticia! Ya veras que será un bebé muy saludable, oh oh, espera, hay una clínica muy buena, lo sé porque el esposo de mi hija trabaja como enfermero ahí, el doctor que la atendió era muy encantador y amable ¿Qué te parece si lo hablas con tu novio? Y mañana vendré a darte la información que quieres, por la seguridad de ambos, puedes confiar en mí YoonGie.

Los brazos del menor rodearon con un inmenso cariño a la mujer que lo recibió de igual forma, pasando su mano por su espalda teniendo mucho cuidado. El cariño que les había tomado a ambos adolescentes era muy grande, considerándolos como hijos propios que estaban buscando su camino, si en sus manos estaba ayudarlos, lo haría con lo que pudiera.

ㅡMuchas gracias abuela Sun, realmente le agradezco mucho.

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