Ya se habían ido para conseguir la comida. Jacob había hecho una clase de trampa para los lobos, para que los Cullen salieran sin miedo.

Rosanna estaba sentada en el sofá, leyendo un par de libros sobre medicina que Carlisle le había dejado por si ella debía atender el parto. Sin duda la medicina no era su fuerte, todo era confuso y el lenguaje era muy elevado. Ella era más de negocios, de una mente más calculadora.

Suspiro y pasó las manos sobre su rostro, intentando tranquilizarse, esperando a que Carlisle volviera.

—Debemos pensar en algo más clásico.–Empezó a hablar Rosalie, quien hablaba con Bella sobre el nombre del bebé.

—¿Ya decidiste algo?–Preguntó Rosanna para cambiar el tema.

El lobo entró por la puerta, no dejándolas terminar con la conversación, Jacob entró viendo a su amiga terriblemente embarazada con una sonrisa.

Rosalie y Alice la ayudaron a levantarse del sillón donde se encontraba.

—Hola.–Saludo Bella.–¿Estás bien?

—Si, no soy yo quien carga un demonio.

—Sutil.–Murmuró Rosanna, aunque todos la escucharon.

—Esto es importante. Bella, dile a Jacob el nombre que decidiste.–Le pidió Rose.

—¿Y ahora que?–Cuestiono el lobo algo asustado.

—Rose quiere que Bella cambie su elección de nombres.–Informó Edward con diversión.

—Los odia.–Aseguró Bella.

—Pues yo aceptaré el nombre que tú le quieras poner.–Jacob sonrió.

—No está tan mal. Si es niño AJ, J por Jacob.

—Okey, eso no es horrible.–Admitió la rubia.–Ahora diles el de niña.

—Quiero algo con los nombres de nuestras mamás; Rene y Esme. Estaba pensado "Renesmee".

—Renesmee.–Repitió Jacob sin creerlo y Edward rio en el fondo.

—¿Es raro?

—No, no es raro.–Aseguró Edward, aunque Jacob no le pudo contestar.–Es hermoso. Y es único. Le va bien a la situación. Me gusta Renesmee.

Rose le pasó su vaso con sangre a Bella, quien la miró con diversión.

—Le gusta.–Rose rodó los ojos. Justo cuando Bella estaba por tomar el vaso no lo alcanzo y cayó al piso. Bella se quebró la espalda y se me empezó a retorcer en cámara lenta hasta caer de rodillas.

Todos se apresuraron para que ella no cayera por completo.

—Mierda.–Dijo Jacob.

—Rápido, es hora.–Habló Rosanna y levantaron a Bella, llevándola a la mini clínica de Carlisle.–Rose, la morfina.

Alice estaba en llamada con el doctor mientras que Rose le pasó la morfina.

—Carlisle dice que la placenta sea desprendida.–Le aviso a Rosanna, quien asintió de inmediato e inyectó la morfina en la pierna de Bella, ya que era donde tenía más masa y le dolería menos.–Llegará lo más rápido que pueda.

—Nosotros lo haremos.–Aseguró Rosanna y se arremangó antes de lavarse las manos.–Todos los que me vayan a ayudar lávense las manos ahora.–Ordenó, todos lo hicieron.

Rosanna tomó el bisturí, pero Edward la detuvo.

—Hay que dejar que la morfina haga efecto.

—No hay tiempo, si no corto ahora, podría morir.

—¡Sáquenlo ahora!–Suplico Bella. Edward quitó su mano y dejó a Rosanna trabajar.

—Mírame Bella.–Le pidió Jacob. Rosanna cortó con el bisturí y Bella gritó con fuerza. Rosanna tuvo que seguir, pero Jacob al ver la reacción de Rose ante la sangre la tacleo al piso.

—Alice sácala de aquí.–Ordenó Edward.–Perdón por eso.–Se disculpó con Rosanna.

—No te preocupes.

—¿Cómo es que tanta sangre no te molesta? Consumes sangre humana.

—Si pero tengo más años de los que quisiera admitir y siempre me desagrado matar personas, no empezare hoy.–Siguió haciendo la incisión.

—Cámbienla ahora.–Jacob pidió.

—No puedo mientras el bebé esté adentro, debes sacarlo primero.–Edward miró a Rosanna, quien asintió.

Ella siguió cortando.

—Se fuerte Bella, haz que siga latiendo tu corazón.–Le dijo Jacob.

—¡No! ¡Se esta asfixiando!–Gritó. Rosanna se dio cuenta de que tenía la razón, por los que tuvo que apresurarse. No sabía lo que hacía, pero sabía que no la dejaría morir.

Bella seguía gritando como loca. Pero después de un rato, los gritos se fueron haciendo cada vez menores, porque perdía la consciencia.

Rosanna sonrió después de un rato, escuchando los quejidos de una saludable bebe.

Corto el cordón umbilical y cargo a la niña en sus brazos, no importándole manchar su ropa de sangre. Edward se acercó.

—Ey... es Renesmee.–Le comentó a su esposa.

Bella sonrió.

—Es hermosa.–Rosanna le acercó a la bebé, aun cubierta de sangre, hasta que Bella se quejó del dolor e hizo llorar a la bebé.

Pronto Bella dejó de moverse.

—¡Bella! ¡bella! ¡bella!–Jacob intentó despertarla, incluso haciendo RCP. Edward miró a Rosanna.

—Cuida de Renesmee, tengo que convertirla.

—¿Estás seguro de esto?

—No dejare que muera.–Rosanna asintió y tomó a la niña en brazos para llevarla a limpiarse.

Fue escaleras arriba a la habitación de Carlisle, estaba segura de que no se enojaría. La bebé lloro un poco más hasta que ella empezó a cantarle una canción de cuna antigua. Encendió el agua de la bañera y esperó a que estuviera lo suficientemente tibia para que no la lastimara, tomó el agua entre sus dedos y empezó a limpiarla, la bebé estornudo y Rosanna la miró con aprecio.

A pesar de todo, está si era una bebé muy linda que valía la pena tener. No estaba muy segura de que estaba pasando con Bella abajo, pero esperaba que todo estuviera bien, odiaría que hubiera pasado por todo esto para no ver a su bebé.

Secó a la niña con la toalla más delgada y menos áspera que encontró y la envolvió en ella, antes de ir a la habitación de Edward para encontrar algo de la ropa que Alice había comprado. Tomó un mameluco color blanco y, después de ponerle un pañal, le puso la ropa.

—Estarás bien.–Junto sus frentes y se la llevo abajo a la sala frente al fuego. Se sentó y empezó a arrullarla en sus brazos, había querido ese sentimiento de maternidad desde hace años, y ahora, aunque fuera por un momento, estaba feliz de poder cargar a una bebé; a una recién nacida entre sus brazos.–Nosotros te cuidaremos; Renesmee, tienes una casa llena de gente a la que le importas, vampiros, pero nos importas a todos.

Detrás de Rosanna entraba un Jacob listo para tomar venganza contra la bebé, acercándose sigilosamente, sin esperar que caería, literalmente. Quedo de rodillas y la vampiro volteó a mirarlo.

—¿Por qué estás en el piso? ¿Estás rezando o algo?

—Y-Yo... creo que acabo de imprimirme.

—No estoy muy segura de que significa eso...–Escuchó la manada de lejos y supo que no era momento de preguntas.

—¡Alice! ¡Jasper! ¡Rosalie!–Escucho gritar an Edward.

—Están cerca.–Rosanna ayudó a Jacob a levantarse y todos salieron, listos para defender a Renesmee.

—Son muchos.–Dijo Jasper.

—Demasiados.–Le continuó Rose.

—No lastimarán a mi familia.–Afirmó Edward.

Rosanna dio un paso atrás y abrazó a la bebé contra su pecho. No sería la más poderosa entre ellos, pero si era muy fuerte. Moriría antes de dejar que lea hicieran daño.

Los lobos avanzaron y los vampiros los tomaron por el hocico, intentando detenerlos. Rosanna subió a la entrada y meció a Renesmee entre sus brazos para evitar el llanto.

Carlisle, Esme y Emmett llegaron, uniéndose a la pelea.

Carlisle se acercó a Rosanna.

—¿Está todo bien?–Acarició su rostro con miedo, aunque ella no era la que estaba en peligro aquí. Rosanna asintió. Carlisle vio a la niña en sus brazos.–Estoy orgulloso de ti.

La pelea empezó a ponerse dura de nuevo, por lo que Carlisle tuvo que regresar, no sin antes besar la frente de su amada.

Jacob salió dando un salto.

—Basta. Si la matan me matan a mi.–Aseguró. El lobo negro lo tomó por delante hasta lanzarlo. Jacob se transformó en lobo y se alistó para atacar.

—Jacob se imprimió.–Soltó Rosanna. No estaba muy segura de si aquellas palabras si quiera importarían aquí, pero tenía que hacer algo. Edward la miró.

—No le harán nada. Si un lobo se imprimo de ella, no pueden lastimarla.–Termino de contar.–Esa es su más poderosa ley.

Los lobos se miraron entre ellos y el lobo negro, el líder de la manada dio la media vuelta y se fue. Los demás con el.

Rosanna bajó junto a los Cullen y le entregó a Edward su hija.

—Siempre te estaré agradecido.

—No agradezcas demasiado. ¿Qué pasará con Bella? ¿La mordiste?

—Lo hice, pero quizás fue demasiado tarde.

—Solo el destino dirá lo que pasará.–Aseguró Carlisle.–Fuiste muy valiente al traer a la bebé al mundo.–Juntó la frente de Rosanna a la suya. Ambos disfrutaron de la cercanía y el silencio. Estaban juntos, todo había pasado.–Vamos, hay que limpiar a Bella–Le dijo a Edward.

[...]

Pasaron un par de horas, todos miraban expectantes a ver si la chica despertaba, aunque Carlisle y Rosanna podían escuchar el latido de su corazón, que aumentaba su ritmo cada segundo.

Carlisle tomó la mano de Rosanna y le dio un apretón. Ambos sabían que despertaría en cualquier minuto.

Y así fue.

Bella estaba viva. Y ahora, era una vampiro.

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