Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

iv. Just Call My Name, I'm Yours To Tame



—Ahí están, por fin.–Se quejó JJ y corrimos hacia Kiara y Pope, quienes apenas venían de regreso. Cuando estaba amaneciendo. Se notaba que se la habían pasado bien.–Chicos, no la amarren. Basta.

—¿Qué?–Preguntó Kiara.

—Nos vamos.

—¿Qué? ¿Por qué?–Cuestiono ahora Pope.

—¿De que hablas?

—Rafe nos encontró Kie, sabe que John B y Sarah están en la isla.

—¿A donde fueron anoche?–Los interrogó John B.

—Dormimos.

—Claro, durmieron.–Bufo JJ.–Claro, si.–Le dio unas palmadas en el pecho a Pope y subió al barco. Intente no reír al escuchar los celos en su voz.

—Tenemos que irnos ya.–Afirmó John B y estiró su mano para ayudarme a subir al bote. La tomé y subí detrás de JJ.

—Okay.–Kiara se agachó para desamarrar el bote.

—Vamos.–Dijo Pope.

[...]

—Si Rafe y Barry lo saben solo es cuestión de tiempo.–Aseguró Kiara después de escuchar lo que había pasado anoche.

—Te lo dije, debimos ir al sur amigo.–JJ dijo y Kiara y John B le pidieron que parara.–¡¿Por qué nadie me escucha jamás?!

—Entiendo, entiendo, entiendo.–John B intento que se calmara, pero JJ parecía aún más intranquilo.

—Tengo un plan. Ya que volví, papá tendrá que elegir entre Rafe y yo.–Todos la volteamos a ver.

—Sarah, Sarah...

—¡El me elegirá a mi!

—Sarah, por favor escucha. Ward no deja de mentirte.

—Sarah, el no va a aceptar con todo lo que pasó...–Kiara intento explicarle.

—No, yo...–Kiara bajo la cabeza.–Se que parece una locura...

—Si, lo es...

—¡Lo se!–Guardo silencio y nosotros con ella.–Pero es mi papá. Y lo conozco, y se que me ama. Solo les pido dos horas.

—Yo estaré ahí por cualquier cosa.–Añadí.

—No. Tú no deberías acercarte a esa casa, en especial no con Rafe ahí, no después de lo de anoche.–JJ aseguró.

—Por favor, no soy una niña. Poco me importa lo que Rafe Cameron se quiera o no cojer.–Admití sin pensar. Sarah se levantó y John B la siguió.

Ambos se alejaron levemente, juntaron sus frentes y después ella me miró.

—Hay que irnos.–Asentí y fui tras ella. John B me detuvo.

—Cuídala con tu vida.

—Eso haré.

—Bien... porque eres una de nosotros, y los pogues nos cuidamos como una familia.

—Lo sé.

[...]

Sarah manejó el bote hasta su mansión. Ambas salimos y fuimos al puerto que conectaba su casa con el lago. Ella se dio la vuelta, como queriendo arrepentirse.

—Hey, mírame.–La hice voltearme a ver.

—No necesitas hacer esto, ¿okay? Nadie te obliga a volver.

—No, pero necesito hacerlo.

—Incluso si lo necesitas, está bien que te de miedo... yo tendría miedo... pero ¿qué importa más? ¿El miedo? ¿O estar seguros?

—...Que John B esté seguro.

—Entonces hay que hacerlo.–Ella asintió y ambas nos acercamos a la mansión. Escuchamos el auto de su padre estacionarse. Ella camino hacia el y yo me quedé detrás.

Ward salió de su auto y al ver a su preciada hija se quitó los lentes con sorpresa.

—¿Sarah? ¿Sarah? ¡Sarah!–Corrio hacia ella.–¡Dios mío cariño! ¡Dios mío!

—¡Atrás, atrás, atrás!

—Okay, yo...–El levantó sus manos en forma de rendición.

—Piper, entra a la casa.–Me sorprendió oír esas palabras.

—¿Qué?–Ella me miró suplicante.

—Por favor.–Asentí, entendiendo el porqué me lo pedía, esto le dolía lo suficiente, era algo entre ella y su padre. Entre a la casa y cerré la puerta tras de mi.

Mire por la ventana, solo para asegurarme de que todo estuviera bien. No parecía haber nadie más aquí conmigo, así que tomé un cuchillo de cocina solo por si acaso.

Vi que Sarah me hizo una seña y salí tras ella. No dijo nada y yo tampoco. Ambas nos subimos al bote y yo empecé a conducir al ver su estado.

—¿Estás bien?

—No... ¿crees que te dejara seguir trabajando para el después de esto?

—No lo se. Creo que ni siquiera me noto, estaba muy ocupado viéndote a ti.

—Lo lamento... se que ese trabajo es importante para ti.

—Ningún trabajo es más importante que los amigos.–Ella me miró al borde de las lágrimas y solo puso su cabeza en mi hombro.

[...]

Todos se levantaron cuando nos vieron llegar.

—¡Pipe! ¡Sarah!–Exclamó Kiara.

—Lo lograron.–JJ se acercó a mi y me ayudó a dejar el bote.

—¿Entonces... que pasó?–Preguntó John B.

—Ustedes tenían razón. No funciono. Lo siento chicos.–La abrace por los hombros para que no se sintiera sola.

—Bueno, entonces ya está. Ahora debemos subir a la camioneta y largarnos de aquí.–Dijo JJ.

—Si, y necesitarán provisiones y deberán irse lo más pronto posible.–Añadió Pope.

—Yo puedo pedirle a mi hermana que les traiga algo de comida sobrante de la cocina, así no solo comerán comida chatarra.

—Chicos, ya es tarde.—Kiara miró hacia el frente. La sirena policial retumbó por todo el lugar. Vimos los barcos acercándose hacia nosotros.

—¿Las siguieron?–Preguntó Pope.

—Debió ser tu padre.–Aseguró John B.

—Busquemos otra forma de salir de aquí.–Dije.

—¡Quédense en la playa con las manos arriba!–Se escuchó al policía hablar por el megáfono.

—¡Vamos! ¡Corran!–Todos empezamos a huir.

Nunca había corrido de la policía. Parecía que cada vez que me juntaba con los pogues mi reputación se iba cuesta abajo.

—¿Sarah estás bien?–Pregunte al ver cómo se apoyaba de John B.

—¡Si!–Gruñó.

Llegamos a un lago, donde tuvimos que bajar, por lo que John B le pidió ayuda a JJ para bajar a Sarah.

Los policías nos seguían muy de cerca. Nosotros nadamos lejos. Nos pedían parar, pero no lo hicimos.

Nos escondimos detrás del árbol, pero empezaron a llegar camionetas de policías.

—Mierda, estamos atrapados. Nos rodearon. ¿Qué hacemos?–Habló Pope.

—No hay forma de escapar, hay que pararlos.–JJ sacó un arma y yo retrocedí pegándome contra Kiara.

—¿Qué piensas hacer con eso?–Le pregunte asustada.

—Lo necesario para salir de aquí.–Empezó a limpiar la pistola con fuerza. Le quitó las balas. Cerré los ojos y esperé lo peor.

No escuché disparos, en su lugar escuché como caía el arma al piso.

—¡Quietos, no se muevan!–Grito un policía.

—Estaremos bien.–John B le susurro a JJ. El auto de policías se estacionó a nuestro lado.–Aquí vamos.–JJ pateo unas cuantas hojas secas sobre el arma e intento ayudarme a levantar del piso, pero me levanté sola, aún temblando del miedo. Kiara tomó mi mano para que me tranquilizara, aunque no funciono.

El jefe de policías salió del auto y apuntó a John B.

—¡John B! ¡Salgan a la vista! ¡Abajo!–Todos los demás policías salieron de los vehículos y nos apuntaron a todos. Nosotros subimos las manos.

—¡Me rindo!–Grito el.

—El resto quédense donde están con las manos donde podamos verlas.

—Escúchenme Shoupe, quiero declarar.

—Ya era hora.–Se acercaron aún más a nosotros, aun apuntando.–Abajo. No quiero que muevas ni un músculo.–John B se hincó y puso sus manos detrás de su cabeza. Un policía lo levantó a la fuerza por el cuello.

—¡Basta! ¡Lo estás lastimando!–Grite. El no hizo caso y en su lugar tiro a John B de espaldas contra el suelo y empezó a golpearlo.

—¡Suéltenlo!–Empezamos a gritar todos. Nosotros seguíamos intentando detenerlo, pero los policías nos apuntaban.

—Esto es por Peterkin.–Lo levantó y le dio un golpe que lo volvió a tirar.

—¡Basta! ¡Ni siquiera saben si fue el! ¡Esto es brutalidad policiaca!–Reclame. El policía que había golpeado a John B se empezó a acercar a mi, pero JJ se puso al frente.

—No seas poco hombre.–Mascullo. El jefe de policías tomó al hombre por el cuello y lo alejó de nosotros.

—Fue suficiente. Fue suficiente. Nos llevaremos a John B.

[...]

No se veía bien de naranja.

Estábamos en la corte, viendo cómo sentenciaban a un inocente, cómo sentenciaban a John B.

—John Booker Routledge, conforme al estatuto de Carolina del Norte, sección catorce. Se le acusa de homicidio en primer grado en circunstancias. De resultar culpable, la sentencia máxima es la pena de muerte.–Se hizo el bullicio.

Muchos estaban a favor de esto, claro, todos los que no sabían la verdad.

Kennedy apretó mi mano con fuerza. A pesar de haberse enojado conmigo por casi haber sido arrestada, entendió que algo estaba mal aquí, y que si iba a ser arrestada era por mis amigos. No le gustó tanto la idea, pero entendía que no cambiaria.

Y que no me alejaría de mis amigos, menos en estos momentos.

—¡Tiene 17 años! ¡17 años!–Empezó a reclamar JJ, pero Pope lo detuvo. Sarah se intentó acercar. Kennedy se levantó para detener a JJ de que lo arrestaran también a él y yo tomé a Sarah de los hombros.

—El estará bien. Te lo prometo, ¿okay?–Ella asintió con los ojos llenos de lágrimas.

Todos salimos de ahí.

—¿Es broma? ¿Estamos en el infierno o...?–Preguntó Kiara.

—No debí volver a casa.–Murmuró Sarah arrepentida.

—Lo matarán ahí dentro.

—Lamento lo que su familia ha sufrido, al menos se hizo justicia...–Le dijo el abogado a Ward.

—¿Puedes callarte de una vez? Crees que el sistema funcionó porque se hizo para protegerte a ti y a la gente como tú.

—Kiara, tranquila.–Le pidió Kennedy.

—El puede defenderse en el juicio, el jurado decidirá.

—No debería de ser juzgado. Tú si. Porque eres un asesino, eres un descarado por aparecer en la corte...

—Se que estás mal, tranquila, ¿lo entiendo, okay?–Aseguro el hombre.

—¿Mal?

—Si, se que el te engañó. Tiene engañados a todos...

—No a mi no me...–Se lanzó contra él, pero los policías la detuvieron. Kennedy se interpuso.

—No la toquen. Es menor de edad.–No les importo.

—¡Muy buenos para detener chicos inocentes, pero no para detener hombres asesinos!–Me queje.–¡Pregunten porque John B tiene tantos golpes en la cara! Porque este hombre lo golpeó.–Señale al policía, los flash de las cámaras empezaron a ser cada vez más repetidos.

—¿Por qué no te metes con los kooks para variar?–Le preguntó JJ al jefe.

—¿Quieres que te arreste? Vamos, fuera.–Nos empezamos a alejar.

—Ah y... te veo mañana para tu trabajo Piper. ¿O se te olvidó que trabajas para mi?–Pregunto Ward fingiendo inocencia. Iba a contestar, pero Kennedy me detuvo.

—No es tonta.

Nos alejamos todos de ahí.

✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro