﹙ OO5 ﹚
TYPE: one shot
TIME LINE: 20 years old | during prince charles
CATEGORY: angst
WARNINGS: muestra y menciones de problemas alimenticios.
REQUESTED BY: Akiramenai12
ONE SHOT || ❛ EN LOS BRAZOS DEL CONSUELO ❜
Ser la hermana menor del Príncipe Carlos, conllevaba tener una presencia constante en los eventos de la familia real. A pesar de tu título, preferías mantenerte en un segundo plano, observando y ofreciendo tu apoyo desde las sombras. Tu vida había sido un desfile interminable de cenas, recepciones y actos públicos, pero siempre encontrabas un respiro en la compañía de tu mejor amiga y también la esposa de tu hermano, Diana Spencer.
Diana, la nueva Princesa de Gales, era mucho más que una figura pública para ti. Desde que se conocieron, habían compartido secretos y risas. Con el tiempo, tus sentimientos por Diana habían crecido más allá de la amistad, transformándose en un amor profundo que siempre habías mantenido oculto junto con esa otra parte de ti.
Habías aprendido a esconder ese tipo de sentimientos detrás de sonrisas y conversaciones triviales, temiendo que confesarlos podría arruinar no solo su amistad, sino toda sus vidas tal como las conocían.
La posibilidad de una relación con Diana traería consigo consecuencias inimaginables. No era simplemente el hecho de que Diana fuera la esposa de tu hermano y futuro rey, sino la inevitable vergüenza pública. La sociedad en la que vivían aún estaba profundamente arraigada a la homofobia, y un escándalo de esa magnitud podría destruir sus vidas. Ambas serían objeto de humillación y vergüenza, y la presión de mantener las apariencias dentro de la familia real sería insoportable.
Aquella noche, la sala estaba decorada con elegancia, candelabros colgando del techo, reflejando su luz en los cristales en las copas y los platos de porcelana impecables. La mesa principal, donde se sentaban los miembros de la realeza y sus invitados más cercanos, era parte del protocolo. El murmullo de conversaciones educadas llenaba el aire.
Tu, sentada a la derecha de Diana, observabas cada movimiento de tu amiga con preocupación. Diana sostenía su tenedor con delicadeza, empujando la comida de un lado a otro del plato sin realmente comer. Su piel, normalmente radiante, se veía pálida, y sus ojos azules siempre llenos de vida, parecían apagados y cansados.
Inclinaste la cabeza hacia Diana, aprovechando un momento en que las conversaciones a tu alrededor aumentaron.
—Di, ¿Estás bien? —preguntaste en un susurro, intentando no atraer la atención de los demás comensales.
Diana levantó la mirada, sorprendida, como si hubiera sido despertada de un sueño.
—Oh, sí... Estoy bien —respondió, forzando una sonrisa.
Pero tu no estabas convencida, conocías a Diana lo suficiente como para saber que algo andaba mal.
Sin embargo, decidiste no presionar más en ese momento, consciente de las miradas chismosas que podían surgir.
Cuando el plato principal fue servido, notaste que Diana apenas tomó un par de bocados antes de dejar el tenedor a un lado. Tu preocupación creció al ver la expresión de incomodidad en el rostro de Diana. Sin pensarlo dos veces, te inclinaste nuevamente hacia ella.
—Por favor, intenta comer un poco más —sugeriste con suavidad. ──Necesitas mantener tus fuerzas.
La rubia asintió débilmente y trató de comer algo más, pero cada bocado parecía costarle un esfuerzo inmenso. Finalmente, dejó el tenedor con un suspiro de derrota y se disculpó para ir al baño. Tu la observaste alejarse, notando la prisa en sus pasos.
Las sospechas comenzaron a formarse en tu mente, pero decidiste ignorarlas por el momento, enfocándose en mantener una conversación casual con los demás invitados. Sin embargo, la inquietud seguía allí.
Esa noche no fue la única en la que Diana mostró señales de malestar. En las semanas siguientes, en cada evento y cena, pudiste notar el mismo patrón: Diana apenas comía, se veía cada vez más pálida y delgada, y siempre encontraba una excusa para retirarse al baño después de las comidas.
La preocupación creció con cada evento, hasta que ya no pudiste ignorar lo que estaba ocurriendo.
Una noche, después de otra cena importante, Diana nuevamente se levantó de la mesa con la excusa de ir al baño. Y decidiste que ya era suficiente.
Te disculpaste discretamente y seguiste a Diana a una distancia segura, asegurándote de no ser vista. Cuando llegaste al pasillo que conducía al baño, te escondiste detrás de una columna, esperando el momento oportuno.
Viste la puerta del baño entreabierta y escuchaste el sonido inconfundible de sollozos ahogados. Tu corazón se aceleró y te acercaste con cautela, y la escena que encontraste te dejó sin aliento: Diana estaba arrodillada frente al inodoro, sus manos temblorosas agarrando el borde mientras intentaba vomitar. Las lágrimas corrían por su rostro, y su cuerpo se estremecía con cada intento fallido.
Sin pensarlo dos veces, empujaste la puerta y corriste hacia ella, arrodillándote a su lado y envolviéndola en un abrazo protector.
—Di, por favor, detente. —susurraste con desesperación—No estás sola. Estoy aquí contigo.
La nombrada se derrumbó en tus brazos. Cada sollozo era como una daga en tu corazón, tu solo podías sostenerla más fuerte, deseando poder absorber todo su dolor.
—No lo entiendo —sollozó Spencer ──Me siento atrapada, incapaz de escapar de esta espiral. La presión, las expectativas... todo es demasiado. No sé cómo manejarlo.
Fue entonces cuando sentiste una profunda compasión por Diana. Sabías que, a pesar de su nuevo título y su posición, Diana era una persona muy vulnerable, enfrentando desafíos que pocos podían comprender.
Al formar parte de la familia real, su vida nunca sería enteramente suya, siempre habría reglas que cumplir y opiniónes sobre ti aunque nadie las haya pedido. Naciste para esto, estabas acostumbrada, ¿pero alguien como ella? ¿Qué simplemente es arrojada a los paparazzi como ciervo a los lobos?
La atencion es buena, pero nunca en exceso.
—Diana, tienes que dejar de hacerte daño —dijiste con ternura, apartando el cabello del rostro de tu amiga—No estás sola en esto. Estoy aquí contigo, y siempre lo estaré.
La rubia levantó la mirada, sus ojos llenos de dolor y miedo.
—¿Y si no puedo detenerme? —preguntó en un susurro—¿Y si no soy lo suficientemente fuerte?
Fue entonces cuando tomaste el rostro de Diana entre tus manos, obligándola a mirarte a los ojos.
—Eres más fuerte de lo que crees —le aseguraste—Pero no tienes que hacerlo sola. Estoy aquí para ayudarte, para apoyarte.
Diana asintió lentamente, una chispa de esperanza en sus ojos.
—Prométeme que me llamarás cada vez que sientas la necesidad de hacer esto. —dijiste con firmesa—No importa dónde esté o a qué hora, acudiré a ti.
La princesa de Gales tomó tu mano, apretándola con fuerza.
—Lo prometo —susurró—Gracias por no rendirte conmigo.
Tu te limitaste a sonreir con ternura, inclinándote para besar suavemente la frente de Diana.
—Nunca me rendiré contigo. —respondiste— Encontraremos la manera de salir adelante, lo prometo.
Di levantó la mirada, sus ojos llenos de lágrimas y gratitud. Por primera vez en mucho tiempo, pudiste ver un destello de esperanza en esos ojos que tanto amabas.
—Gracias. —susurró Diana. ──No sé qué haría sin ti.
—No tienes que saberlo, porque nunca estarás sin mí —prometiste.
Diana asintió, y en ese momento, supiste que había dado el primer paso hacia la recuperación. Sabías que el camino sería largo y difícil, pero también sabías que juntas, podían enfrentar este y cualquier otro desafío que se les pusiera enfrente.
Ignoren el hecho de que ctualicé meses después ☠️
¿Comó andan? ¿Qué están haciendo? Yo ando dudando de cuantos capitulos va a tener esto pq ideasn't
Tal vez sean solo 15 :))
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro