𓄹 ׁ٬٬ Oᥒᥣყ Chᥲρtᥱr ٫٫ 𓄼
Hoy es un gran día, lo cual no era verdad desde el cumpleaños de esa niña.
No era nada agradable, al menos no estaba aquel niño, como un hijo de su amada. El ya le estaría diciendo varias maldiciones por hacer que usen vestido los hombres pero tuvo escuela así que se salvó.
¿Que pasaba si ellos no lo hacían? Simple perdían lo de sueldo que era la mitad, además ya saben la frase "El cliente tiene toda la razón".
"Todos con vestido", esas palabras resonaban en su cabeza por varias veces.
— Hay me veo bien perris –dijo el azulado mientras daba unas cuantas vueltas siendo Mirado por sus compañeros–
— Por estás razones te detesto –tomando su globo y cartel para irse a trabajar–
El castaño solo dió un suspiro, seguía pensando en aquella niña del cumpleaños.
— Esto es incómodo –resignado a usar el vestido– ¿Por qué debemos usar esto?
— Tengo que admitirlo te ves bien con vestido –dejando de dar vueltas para sentarse aun lado de el, solo recibió una mirada seria– oh vamos era un cumplido, además no homo contigo
— No homo
— ¿Cómo se vería mangle con vestido? –este apenas volteó y miro a su amigo que tenía una mirada bastante seria– tranquilo yo ya me resigne que el chico de otra pizzería ni me iba dar bola como Mangle también, porque no salir entre nosotros dos
— Es mi amiga... pero bueno cuidala mucho –dandole palmaditas en la espalda–
— Tu tranquilo y yo nervioso –dandole palmaditas en la espalda del castaño– vamos con los demás, te guste o no es obligatorio llevar el vestido por la cumpleañera... Es rara la piba
— Que le de un chingadazo a la cumpleañera dice
Ambos rieron, se levantaron dónde estaban sentados y se fueron dónde estaban los demás.
Ahí vio su amada con aquel vestido, era totalmente hermosa. Sin dudar fue hacia ella, quería abrazarla, darle apapachos, mimos, muchas cosas para verla sonreír hasta que sintió que alguien lo tomaba del brazo.
Volteó a ver la persona que lo había detenido, por dentro maldecia aquella persona por hacer que se detuviera para no ir con su pareja en no darle todo lo que quería hacer.
Vio que era una chica peliazul, se parecía a su amigo que estaba anotando las órdenes de los niños que estaban en la fiesta alegremente.
Oh solo era ella, su amiga de la infancia. La prima lejana que odia su amigo por más que sean parientes nunca se han caído bien.
El no sabía de la existencia del pariente antes, ahora lo sabía.
— ¡Teddy! –dijo alegremente mientras el solo estaba nervioso, estaba vestido a la persona menos indicada que quería ver ahora– no te había reconocido por el.. atuendo que llevás..
Una gota de sudor bajaba en aquel rostro, no se suponía que debía estar aquel país que ni sabía el nombre estar estudiando, no estar aquí mirando como iba atender a los clientes.
— Hey Bon...Bon ¿Como has estado?, ¿Que haces aquí? –preguntó algo incómodo, trato de hacer que sonará todo lo contrario–
— Muy bien, no más venía a saludar –tomándolo de las manos que tenía una pluma y un cuadernito de notas–
— Me alegro... ¿Por qué no vas a otro lugar? –quitando con rapidez sus manos que hacía a las de ella, no quería que su amigo malpensara las cosas– este es un lugar para niños puesto...
La de ojos verdes solo miraba al joven que solo estaba buscando una excusa para que se fuera, se notaba que no quería un problema con su amigo o pelea entre esos dos.
Minutos después sintió como le tomaban un poco del vestido jalando un poco, volteó y vió que era su pareja la que le estaba hablando.
Cómo supo que estaba ahí, no lo sabía pero se alegro mucho.
— ¿Teddy? –llamándolo por su nombre, era su novia. Se escuchaba algo preocupada, supuso que era porque aún no escuchaba su voz. Así que se giró y tomo sus manos con cariño–
— Aquí estoy linda –estaba con una sonrisa, se olvidó por un momento a su amiga– no te preocupes iré pronto a tomar las órdenes de los niños
Ella asintió y fue hacer su trabajo, ella sabía quién era por todo lo que decía su mejor amigo. Tenía un pequeño presentimiento que ella le interesaba su pareja pero ¿y si no lo era? Que tal si solo era una amiga que quiere pasar tiempo como una amistad cualquiera.
Apretó un poco de fuerza aquel cuadernillo que tenía, tenía un temor que mayoría de veces se hacía verdad.
Era que cada pareja que estaba se iban con otra. Es su realidad, quien quería estar con alguien como ella. No tenía la posibilidad de ver, las demás si.
Suspiro pesadamente, estaba triste pero lo comprendía muy bien. Si el le dijera que estaría con alguien más, lo aceptaría aunque fuera doloroso para ella.
— Hey –volteó a tratar de buscar donde había escuchado la voz, hasta que sintió su mano en el hombro–
— No te preocupes Tonnie, todo está bien –escuchó un leve suspiro, comenzó a darle palmaditas en la espalda suya. Seguía aparentando un poco más el cuadernillo–
— Yo creo que el, nunca te dejaría –vio el rostro de ella sorprendida, enseguida supo que estaba pensando en eso– el realmente te ama aunque sea un poco torpe, no tanto como yo
Ella soltó una pequeña risa por las últimas palabras mientras el solo la abrazo, la ánimo y eso le gustaba.
— Venga vamos a trabajar, el salario mínimo de este país no se consigue solo
Ellos se fueron mientras el solo platicaba con ella. Hacía tiempo que hablaba con la joven, ahora solo la sentía como una desconocida.
Había cambiado tanto como el lo había hecho también, estaba feliz de verla pero solo como cordial no de una amistad de hace años.
Solo sonreía por reglas de trabajo, como la actitud positiva.
— ¿Que te trae por aquí? –sus manos estaba inquietas, por dentro quería irse y dejarla ahí sola pero los años de su amistad no se lo permitían–
— Eso ya me lo habías preguntado... –su voz estaba sería, oh ahora se preguntaba que había hecho en cuestión de minutos, ¿segundos?– no sabía que tenías novia
— Si, ella es muy linda conmigo –quería decir un montón de palabras sobre ella pero al instante notó como ella fruncía el ceño–
¿Acaso le molestaba que tuviera pareja? fue lo que pensó, pero que había de malo en eso. El por fin había encontrado el amor de su vida, lo habían rechazado pocas veces.
En un momento el se había declarado hace años hacia ella pero ahora lo comprende más que solo estaba confundido y estaba en una etapa de su vida que era difícil.
Pero seguía sin entender porque estaba enojada, seguía pensando un montón de posibilidades hasta que ella rompió el silencio.
— Sabes que ella está ciega cierto –habló con frialdad, algo en su tono parecía ya conocerla pero el seguía sin entender–
— Y eso que importa, lo importante es que nos quere- –miró con rapidez como ella había puesto su mano muy fuerte hacia la mesa–
— ¡¿Cómo que no importa!? –alzo la voz, su mirada estaba furiosa pero a la ves triste–
Estaba confundido pero no quería una escena, ni mucho menos que los pobres infantes vieran una discusión de dos viejos amigos se pelean por una tontería.
No lo pensó dos veces y fueron a la sala del guardia, no quería que escucharán estos temas porque eran pequeños aparte era vida ajena.
— Bon tranquila, ¿Por qué te pones así? –preguntó calmado pero no lo estaba quería gritar pero no sé lo permitían desde meses– ¿Acaso no estás feliz por mi?
— Como voy a estar a feliz si sales con ella
— ¿Acaso la conoces desde antes?
Una gota de sudor bajo en aquel rostro sorprendido, por fin lo había comprendido el, ellas se conocían desde antes pero no sabía de dónde.
Será por el mejor amigo de su novia, suponía que era algo obvio ya que no se llevan muy bien ellos y ahora se enteraba que tampoco se llevaba bien con su novia.
Que mal, el quería presentarle a su novia y que se llevarán bien.
— Supongo que ya lo notaste –cruzó los brazos mientras fruncía el ceño, el solo suspiro–
— No lo entiendo, ¿Por qué te llevas mal con ella?
— Eso no te incumbe
Solo quería saber la razón y sabía que no se lo iba a decir. No quiso preguntar más y mejor se resigno a qué nunca iba tener una respuesta.
Mientras tanto la rubia solo seguía pensando en eso, seguía triste solo se le había pasado un rato y lo volvió a recordar.
Seguía con ese temor de que el la dejaría por alguien más, seguía recordando cómo aquellos chicos la dejaban por alguien que no estaba incapacitada como ella lo estaba.
Minutos después recibió el mensaje de su pequeño rosado, el pequeño supuso al instante que algo estaba mal.
Llamó a su amigo de trabajo para que leyera el mensaje y lo hizo.
Solo había preguntado cómo estaba, le mintió y el lo creyó.
— Oh vamos –dándole palmaditas en la cabeza mientras su amiga se limitado seguir triste– tu sabes cómo el hizo un montón de cosas para que estuvieran juntos. Literalmente rompió un montón de platos, te defendió de una persona desagradable que lo quiero matar, te ha invitado a salir varias veces en los últimos meses y ya van para novios.
— Ya se pero y ¿si realmente se va?
— Shia debes dejar de pensar esas cosas, solo pasan en telenovelas y casi no en la vida real
Solo asintió y suspiro levemente, los tomaron algunos platos para llevarlos hacía los niños que estaban impacientes.
Así pasaron las horas y por fin había venido el castaño que siguió con su trabajo. No se habían hablado todo ese rato, temía que pasará lo que pensaba.
Después de unas otras cantas horas, por fin había caído la noche, ya se habían cambiado de vestuario que terminó siendo un éxito total el cumpleaños de la infante.
El la estaba esperando para acompañarla a casa, dentro de unos minutos había llegado con sus cosas.
No lo pensó dos veces y cargo las cosas que tenía, tenían que irse por su niño que había adoptado que yacía en la escuela.
Salieron del local sin antes despedirse de sus compañeros a excepción del castaño en despedirse del niño que tenían odio entre si. Caminaron sin decir nada, era incómodo el ambiente, en un rato decidió hablar, no le gustaba que estuvieran sin hablarse.
— Linda, ¿estás enojada?
— Eh, ¿por qué estaría enojada?
— Oh
Se sentía avergonzado, el creía que estaba enojada con el.
Decidió abrazarla mientras esperaban al pequeño. Estaba confundida, pero le correspondió el abrazo, quería decirle lo que se sentía ahora mismo pero no podía hacerlo, no tenía el valor suficiente para hacerlo.
— ¿Por qué estás triste? –preguntó preocupado, no quería verla triste. Le encantaba verla feliz, ver esa sonrisa que radiaba felicidad–
— Así que te diste cuenta... –se escuchó un "si" de parte del joven, suspiro pesadamente, ya no podía ocultarlo ya que el siempre sabía que algo le preocupaba o simplemente estaba deprimida por algo– tengo miedo
— ¿Miedo de que?
— De que me abandones por alguien más
Sus manos apretaban la tela del abrigo que tenía el muchacho que solo la abrazaba con fuerza. Ahora entendía la razón que no habló con el todo el día.
— Yo nunca te dejaría, te amo mucho y no creo que tendría valor para hacerlo –poniendo sus manos en las mejillas de está que estaban sonrojadas levemente– Te adoro, te amo, te quiero que nunca te dejaría y te diría millones de razones para no hacerlo
Sintió como el le acariciaba el cabello mientras salían una cuantas lágrimas de ella, las limpio y el las limpiaba dejando de acariciarle el cabello.
— ¿Que le hiciste a Shia? –se escuchó una voz, era la del niño que no fue a trabajar por la escuela–
No sintieron cuando llegó el infante, solo se limitaron a hablar de que lo que estaba pensando no era cierto.
Después de haberle explicarlo de la cual le dió un patadón al castaño por hacer llorar a su mami, se calmó un poco de estar tan agresivo.
Se dirigieron al departamento de ellos, el después se iría al departamento de su amiga por cosas personales que paso entre su padre y él.
— Llegamos –sus manos en los bolsillos, un brazo de el estaba siendo tomado por su amada– ¿Quieres que te acompañe a subir?
— No te preocupes, subiré con Charlie –poniendo su mano en el cabello rosado del niño– ve a casa
Suspiro y le dió un pequeño beso, recibió un golpe del infante. No le gustaba que hiciera eso con su mamá adoptiva.
— ¿Estás bien?
— No te preocupes, estoy bien
— Jump atrevido –abrazando a la chica que yacía poniendo su mano si estaba bien–
— Disculpa.. a veces es así
— Tranquila –dandole palmaditas en el cabello– todo está bien
— Está bien
Le dió un último abrazo del día, ya era costumbre abrazarse mucho y comunmente lo hacían para cualquier cosa que parecían chicles pegado.
Se besaron por última vez antes que el pelirosado le diera un puñetazo.
— Cariño estate tranquila que tú torpe chico nunca se iría con alguien más
— Ni con tu amiga
— Ni con mi amiga... espera ¿crees que voy a tener una relación con ella?
Miró como asentia, el solo río y la dejo muy confundida. Dentro de minutos paro de reír para mirarla después, el niño no entendía nada y pedía que le explicarán.
— Cariño, Bon es solo una amiga, la veo así y la seguiré viendo así. Además no soy tan de su tipo
— Ya veo
Se sentía avergonzada, todo el día había pensado que el se iría con ella pero todo fue un malentendido.
Sintió como la besaron con rapidez y escuchó como se había quejado su pareja, era de nuevo el niño que le había dado un golpe.
Después de que todo había sido aclarado, se despidieron como lo hacía siempre.
Al menos estaba feliz y tranquila, supo que el nunca la cambiaría por alguien por su ceguera. Mientras el solo estaba feliz, le había dejado en claro a su querida vieja amiga que nunca dejaría a su querida novia.
Realmente la amaba mucho que nunca la cambiaría por alguien más. No le importaba si tenía alguna incapacidad, el estaría ahí para ayudarla, amarla y cuidarla.
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