— ¿Y si jugamos a algo? — Comenzó a molestar HoSeok, JeongGuk miró hacia otro lado.

Se encontraban despiertos desde hace un par de horas y para su sorpresa, aún no había vuelto Jae del día anterior.

— ¿Por qué jugar? — Preguntó confundido el menor.

— Es divertido.

— Te oyes como un cachorro. — Apartó la vista y fue a la cocina a prepararse un desayuno.

HoSeok lo siguió oliendo el aire levemente, JeongGuk lo miró de reojo.

— ¿Ocurre algo? — HoSeok negó levemente.

Esto lo hizo sospechar un poco al menor así que volvió a preguntar lo mismo.

— Es que — Comentó el mayor. —, hay un olor dulce, bastante fuerte.

JeongGuk se quedó unos segundos en silencio y agarró una taza.

— Debe de ser una omega en celo.

HoSeok lo miró.

— Cierto que no tienes olfato.. — Murmuró HoSeok al recordar que JeongGuk es un delta.

— Sí, tristemente, supongo.

— ¿No estás triste?

— Ya hablamos de esto anoche y creo que dejé bien en claro que no estoy triste. — Se sirvió café rápidamente tras decir eso.

— ¿Y si te enamoras de un omega?

Su pregunta dejó a JeongGuk pensando unos segundos y terminó por servirse el café.

— No voy a enamorarme de nadie. Es complicado, más si eres delta. Le arruinaría la vida, ¿quieres que le haga mal a la raza o algo? — Comentó mientras se reía y tomaba un sorbo de su vaso.

HoSeok agarró otra taza y miró el café.

— Yo creo que no importa que sea, si te gusta, te gusta. — Murmuró sirviéndose el café.

JeongGuk asintió.

— Entonces, me gusta. — Murmuró mientras tomaba otro trago.

HoSeok comenzó a servirse e ignoró lo dicho por el menor, parecía algo extraño pero sin importancia para él.