Han escuchado alguna vez o dicho que las personas venden su alma para ganar dinero, fama, popularidad, incluso para ser artistas y pegar? Pues bien si no lo han escuchado tranquilos que ahora mismo les explicaré, esta historia trata de t/n un joven chico humilde que vivía para ayudar a su familia, ellos no tenían los recuerdos necesarios para sustentar sus gastos,𝚗𝚒 𝚝𝚊𝚖𝚙𝚘𝚌𝚘 𝚊𝚋𝚒𝚊 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚛 𝚙𝚘𝚛𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚗 𝚊𝚚𝚞𝚎𝚕𝚕𝚘𝚜 𝚝𝚛𝚊𝚋𝚊𝚓𝚘𝚜 𝚕𝚊 𝚙𝚊𝚐𝚊 𝚗𝚘 𝚎𝚛𝚊 𝚝𝚊𝚗 𝚋𝚞𝚎𝚗𝚊, 𝚙𝚛𝚘𝚟𝚘𝚌𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚗 𝚘𝚌𝚊𝚜𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚗𝚘 𝚌𝚘𝚖𝚒𝚎𝚛𝚊𝚗 𝚘 𝚐𝚞𝚊𝚛𝚍𝚊𝚛𝚊𝚗 𝚕𝚊 𝚌𝚘𝚖𝚒𝚍𝚊, el era el mayor de sus hermanos, que tan solo tenían 4 o 5 años, su padre un joven adulto que trabajaba horas extras para traer aunque sea una mijaja de pan, su madre o Santo su madre era otra historia esa joven amorosa y amable señoría que trabajaba plancha𝚗𝚍𝚘 o aveces de ama de casa, para 𝚊𝚕 igual que el papa traer para comer, pero un día la desesperación y la varicia pudieron con ellos, al desear tener más y darles todas las comodidades a sus hijos, los condujo a vender  su alma al diablo-risas-no me cren verdad? Pues allá ustedes pero eso sí ocurrió lo llamaron por medio de un ritual sacándose sangre y ofreciéndose la, al instante no pasó nada ni cuando pasaron horas, solo levantaron todo y se fueron llegaron los días y todo había mejorado, ellos gozando de su vida sin darse cuenta que pronto vendría a cobrarles y llevarse lo que por ende le pertenece, ese fatídico día llegó era una tarde de invierno,pero no tan hermoso como siempre lo es, no ese día cambió tan drásticamente que la nieve te quemaba y te helaba sin importar que tuviera puesto, junto a un viento mordas, enfrente de ellos se hizo presente una bola de fuego enorme que creyeron que quemaria todo a su alrededor tan potente y peligroso con olor a azufre, pero se desvaneció dando su presencia, el rey del inframundo,ay frente de ellos les reclamaba su alma pero no querían incluso tenían crusifijos y cosas religiosas causando la mas temible y escalofriante risa que jamás hayan escuchado, ya arto los jala pero antes de llevárselos el apareció su hijo mayor, al que no dudaron en entregárselo a él en cambio de sus almas, una actitud bastante egoísta pero el le encantaba, sin rechistar el lo acepto, el hijo los miró con amor y dulsura diciéndoles que amarán y cuidaran a sus hermanos los padres se dieron cuenta de su error bastante tarde queriendo remediarlo pero ya era tarde ese demonio que vino una tarde de invierno se desvaneció entre fuego dejando a su paso un olor a azufre,𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚕𝚕𝚘𝚜 𝚛𝚎𝚌𝚘𝚛𝚍𝚊𝚛𝚊𝚗 𝚢 𝚜𝚞𝚏𝚛𝚒𝚛𝚊𝚗 𝚙𝚘𝚛 𝚎𝚕 𝚛𝚎𝚜𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝚜𝚞𝚜 𝚟𝚒𝚍𝚊𝚜