La fresca brisa de invierno golpeaba su rostro y esto provocaba que la nariz del rubio se tornara roja.

Suga se percató de esto y le sopló en su naricita congelada, causándole cosquillas a Jimin.

—Hace demasiado frío, no debimos salir con este clima, Minnie.

—Yo no tengo frío...—Alzó sus hombros restándole importancia, pero Suga miró con sus ojos entrecerrados.

—Estás temblando, Minnie.

—¡A que no!

—Jimin, tu mano está temblando, ¡Tú estás temblando!—Apuntando hacia sus manos entrelazadas, dónde la mano de Jimin estaba temblando de frío y quería zafarse para esconderse en un lugar cálido.

—¿Por qué no te pudiste algo más abrigador?

—Si me pongo algo más no podre ponerme mi capa.—Cruzó de brazos al mismo tiempo que negaba.

—Ja, ja.—Rió con ternura ante la actitud infantil de su novio.—Bien, mejor vayamos a casa para evitar exponerte más al frío.

De un momento a otro, su ropa salió disparada por la nieve, rompiéndose en cuanto Suga tomó su forma lobuna.

Jimin subió al lomo del majestuoso lobo que tenía frente a él. Una vez arriba de su novio, se aferró en un abrazo y sintió la brisa helada con más intensidad cuando el lobo comenzó a correr, pero eso Jimin lo arregló fácilmente, ya que escondió su cara en el suave pelaje de su lobo.

Al paso de unos minutos, llegaron a la casa de Suga. La cual era fría por el invierno y carecía de ventanas, pero en cuanto la chimenea era encendida, el lugar se convertía en el edificio más cálido del bosque.

Jimin bajó del lomo de su novio, y espero a Suga antes de meterse a la casa como era de costumbre, pero está vez Suga no volvió a la normalidad, sino que se mantuvo en su lobo.

El lobo grande y feroz empujó con delicadeza al rubio por la espalda, invitándolo a entrar.

—Oh, ya entiendo.

Jimin sabía que el lobo de Suga quería pasar tiempo con él y que Suga mismo había accedido, sino en cuanto hubieran llegado, el pelinegro hubiera vuelto a la normalidad.

Jimin entró y detrás de él, el majestuoso lobo.

Se dirigió a prender la chimenea y cuando por fin estuvo prendida, se sentó frente a esta.

El lobo de Suga avanzó hasta el rubio y se posicionó detrás de él, para después sentarse y disfrutar del calor de la chimenea junto con Jimin.

Cómo era de costumbre, Jimin se acercó y recargo su espalda en el lobo, como si fuese su cómodo sofá.

—¿Tienes frío, Yoonie?—Preguntó Jimin al lobo, quien negó con su cabeza.

Jimin le había apodado "Yoonie" al lobo de Suga, ya que decía que era un apodo muy tierno y que al lobo le había gustado.

—Yoonie, ¿Cómo has estado? Mi lindo lobito.—Acaricó dulcemente el pelaje negro azabache del lobo. El lobo respondió con un gruñido satisfactorio.—Lamento que ya no pasemos tanto tiempo juntos. Al parecer Suga ha estado muy distraído como para recordar que ya era tu turno.—Rió con ternura, para después dejar un casto beso en su pelaje.—¿Sabes? Muy pronto será luna roja y según lo que Suga me ha contado, ¡Puedo llegar a ser como ustedes! ¡Puedo tener mi propio lobito y el puede jugar contigo!

Al decir esto, el lobo se levantó inmediatamente y comenzó a brincar con alegría, dándole un ataque de ternura a Jimin.

—Je, je, je. Parece que no puedes esperar.—Extendió sus brazos, invitando al lobo a un abrazo cálido. El cual no lo dudó ni un segundo y se dejó abrazar.

Jimin estaba tan calientito y cómodo con el abrazó que ni siquiera notó cuando Suga regresó a su forma humana, hasta que sintió una caricia dulce en su cabellera.

—S-suga...

—Hola cariño. ¿Qué tal todo con John?

—¡No se llama John!—Alejandose indignado con sus brazos cruzados.

—Pero tú le dices Jonhy.

—Si, pero con "y",  doble "o" e"ie".—Al mencionar todo esto, Suga quedó sin palabras.

—¿Hiciste todo eso para el nombre de mi lobo?

—¡Por supuesto! Yoonie se merece un nombre tan lindo como el.—Regresando a los pálidos brazos de su novio. Que por cierto estaban expuestos, al igual que sus pectorales y muslos.
—¡Suga!—Entró en razón y se dió cuenta de que Suga estaba desnudo y prácticamente encima de él.

—¿Qué?—Alzó sus hombros.

—Estás...desnudo.—Susurró con cierto sonrojo.—Y-y hace mucho frío.

—Ahhhh, eso...—Respondió sin prestar atención.—En realidad no tengo frío, es una ventaja de tener sangre de licántropo.—Infló su pecho orgulloso y Jimin rió tímidamente.

—Es una gran ventaja...

—Peró aún así creo que debería vestirme.—Estaba por alejarse cuando recordó algo fundamental.—Eh...—Rascó su nuca con nerviosismo.—Creo que esas eran las únicas prendas que me quedaban...

—¡¿Qué?!

—Pero tranquilo, no tengo frío....—Aproximandose cada vez más hacia su novio, hasta el punto de que este quedó debajo de él.—Ademas, podríamos aprovechar a qué uno de los dos ya está desnudo.—Le sonrió pícaramente.

—Jin H-hyung dice que no debo hacer caso a las cosas que diga cuando está desnudo.—Suga entorno sus ojos.

Si SeokJin seguía entrometiendose en su relación, Jimin seguiría siendo virgen e inocente de por vida.

Se alejó con una media sonrisa. Su pequeño novio era demasiado inocente y no le arrebataría eso como un malvado lobo feroz.

—Eres un chico muy obediente...—Simplemente le dejó un casto beso en la mejilla.

Jimin recibió con gran entusiasmo el beso y aquella caricia en su cabellera, que optó por devolverle el beso al pelinegro.

—¡Le prometí a Yoonie que muy pronto sería como tú y que tendría un lobito con quién jugar!—El pálido rió con ternura.

—Si, muy pronto, Minnie.

Ambos mantenían sus miradas conectadas, observando a través de sus ojos cuan inmenso era el amor que se tenían.

A pesar de pertenecer a un mundo donde cazador caza lobo, ellos se habían complementado tan perfectamente que se habían dado cuenta de que eran almas destinadas. No importaba si Jimin era un humano, la diosa luna comete muchos errores, pero así como los comete, los arregla.

—¡Suggie, ponte mi capa!—Se apresuró a quitarse la capa para después ponérsela a su novio.

—No, no, Jiminie. Tendrás frío después.

—Entonces me podrá abrazar y hacer que se me quite el frío...—Acostandose de espaldas como lo hacía con Yoonie, mirando como la leña ardía bajo el fuego.

—Minnie...—Llamó Suga, ante la romántica situación.

—¿Si?...

—Te amo...

Jimin abrió su boca sorprendido, pues nunca había escuchado al pelinegro decirle aquella palabra, simplemente era un "te quiero", y él le correspondía con un "yo también". Pero el que le dijera que lo amaba, le hacía sentir mariposas revolotear por su estómago, pero más importante, le hacía sentirse amado y protegido.

—Yo también te amo...

FIN

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¡

Holis!

¡Realmente esto salió de imprevisto, ya que aún quedan más capítulos por publicar, pero decidí publicarlos en otro libro, algo así como una segunda temporada!

En la segunda temporada obviamente estará nuestro YoonMin, pero tratará un poco más del NamJin, ya que nuestro YoonMin podría decirse que serán felices y nuestro NamJin apenas están saliendo  y cosas así.

Sin contar con que aún quedan misterios por descubrir, como donde están los padre de Jimin, quién es la abuelita de Jimin en realidad, entre otros...

Gracias a todos por darle su apoyo a este libro. 🙏

Así que por favor esperen la segunda temporada de

🐺Cuidado Con El Lobo🐺