—Hola señora Park....—Un moreno entro por la puerta de la cabaña e inmediatamente hizo una referencia a la anciana que estaba sentada tejiendo.

—¡Namjoonie!, ¿Que tal esta tu abuelo?

—Muy bien señora Park, justo me envió a traerle estas galletas y a saludarla de su parte.

—No se hubiera molestado, pero le das las gracias de mi parte.

—Por supuesto.—Las dejo encima de la mesa.—¿Y donde esta Jimin?

—El esta arriba, en su cuarto.

—Bien, con su permiso...—Hizo una reverencia.

—Adelante...—Viendo como subia las escaleras, hacia el cuarto de su nieto.

—¿Jiminie...?—

En cuanto llego a la planta alta pudo ver el espacio que Jimin tenía para dormir, apesar de que había pasado una semana las cosas estaban comenzando a llenarse de polvo, muchas cosas que para Jimin eran importantes como su capa y su cuchillo se encontraban en el suelo o en un escritorio enfrente de la cama, sin ningun rastro de atención.

Y Jimin...el estaba sobre la ventana que se encontraba a la cabecera de la cama, mirando el frío paisaje de afuera, mirando como el bosque era cubierto por la blanca nieve, mirando como los copos de nieve caían poco a poco, buscando aunque sea una mínima señal de Suga...

—Jiminie, ¿aun lo esperas?—Se quito su abrigo y lo puso sobre la silla que pertenecía al escritorio.

—Si...—Dijo sin dejar de ver por la ventana.

—Jiminie ha pasado una semana y...—Comenzó a acercarse hasta el, sentándose en la orilla de la cama.

—Y el tiene que verme, puede que ya haya pasado ese tal celo y este en todos sus sentidos, entonces el vendrá y me dirá que no quiso decir eso, que el me quiere y no quiere alejarme de el...—Dirigio su mirada al moreno, entonces el pudo ver sus ojos inchados, las lágrimas que resbalaban por sus mejillas y sus labios inchados, probablemente por haberlos mordido de más al querer callar su sollozo.

—Jiminie...siento decirte esto pero...—Hizo una pausa y suspiro.—Eso sería un cuento de hadas, tienes que ser realista al ver que el en verdad te pidió alejarte de el.

—E-es que yo lo quería mucho...

—Lo se, pero así son las cosas...—Abrio sus brazos,invitando al rubio a refugiarse en ellos y así lo hizo.

—Lo voy a extrañar muchísimo por que yo no lo quería como un amigo, ni hermano, yo no se que sentía por el, solo sabia que no quería separarme de el nunca....—Continuó llorando en los brazos del moreno y este comenzaba a sentirse culpable por desearle un mal a la "relación" que tenian, no sabia que Jimin sentía todo eso por el pelinegro.

—Lo sé Jiminie...

—Hyung...—Miró hacia arriba, encontrándose con el rostro del mayor.

—¿Si?

—¿Puedo escribirle una carta?

—Pero Jiminie, no quiero que vayas a esa casa, es muy peligroso.

—¿Puede entregarla usted?—Namjoon asintió levemente, pues no podia decirle que no a aquellos ojos lagrimosos, mismos que parecían no dejar de brillar.

—Esta bien, lo haré, pero solo por que tu me lo pides...

—¡Gracias, gracias, Hyung!—Lo abrazo con fuerza y fue rápidamente a su escritorio para escribir aquella carta.

Querido Hyung:

Lo extraño muchísimo, extraño ir con usted al estanque lleno de pecesitos, también extraño dormir en su casa, pero lo que más extraño es estar con usted; Ese chico de pelo igual al mio, dijo que usted estaba en un tal ¿celo?,yo me preocupe muchísimo, quería ayudarlo, pero no me dejaron.

Se que usted no quiso alejarme de usted, tal vez fue su celo. Sea lo que sea, lo esperare, miraré por la ventana todos los días y todas las noches, esperando tener algún rastro de usted.

Realmente lo quiero mucho Hyung y realmente espero que usted nunca me haya querido alejar de usted...

Con amor, Jimin.

—¡Hyung, ya terminé!—Dobló la hoja, haciendo un especie de sobre, para después entregárselo.

—De acuerdo...—La tomó y la guardo en una mochila con correa cruzada que traia siempre consigo.

—Gracias, Hyung...

—De nada, Jiminie...—Se acercó hasta el y le revolvió la melena, como un cariño especial hacia el rubio, quien río ante tal afecto.

—Por favor cuidela muy bien...

—Lo haré, Jiminie, no tienes nada de que preocuparte.—Dijo para después salir de la habitación y bajar hasta la salida.

—Espero que quiera leerla...

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El Moreno ya había llegado a la casa que estaban en medio del bosque; dio dos golpes a la puerta y espero a que respondieran al llamado.

A los segundos abrió un castaño, el cual ya lo había visto previamente, y estaba por preguntar por el rubio cuando se adelantó a hablar.

—¿Buscas al Omega rubio?—El cazador frunció su ceño al no saber a que se refería.—Ja, claro que si...—Soltó una sonrisa de lado y se adentro de nuevo a la casa para llamar al rubio.—¡Omega vanidoso, te buscan!

—¡Maldito Alfa inmaduro, te he dicho mil veces que no soy un Omega!—Bajo de las escaleras enojado ante aquel apodo puesto por el pelicastaño.—¿Quién diablos me busca?—Llegó hasta la puerta, el castaño se retiro y este se dio cuenta de quien lo buscaba.—Ah, eres tu...—Respondió desilusiónado de su visita, y el Moreno borro aquella sonrisa que había obtenido en cuanto vio al rubio.—¿Que necesitas? —Preguntó, cruzando sus brazos.

—Yo solo vine a dejar algo...

—Si es de tu amigo, el niñito, dudo aceptarlo.—Namjoon frunció su ceño ante el grosero comportamiento del rubio.

—No tienes por qué llamarlo así.

—Vamos, eso es lo que es, un niño inmaduro que no sabe a los peligros que se enfrenta.

—¡Te dije que dejes de llamarlo así!

—¿Por qué? ¿Por qué lo defiendes tanto? ¿Será que te gusta?

—Eso a ti no te incumbe.

—Ay pero tampoco es como si fuera un secreto, se ve como lo miras, mientras el se muere por Suga...—Río burlonamente, antes de ser adentrado por Namjoon a la casa y estamparlo a la pared, pero sin que se pudiera lastimar.

—Ya lo dije, no es asunto tuyo, y deja de insultar a Jimin, por que no sabes lo mal que te ves haciéndolo, eres el chico más atractivo que he visto en mí vida, pero como dije, tu actitud te opaca y es por eso que Jimin te roba el primer lugar...

—¡El no puede ser más guapo que yo!

—Pues lo es...—Se acercó a su oído, para susurrarle.—Y lo seguirá siendo hasta que dejes esa actitud...—Aprovecho el acercamiento para oler su esencia, obteniendo un olor  dulce, pero no pudo diferenciarlo.

—Y-yo...—Desvío su mirada, ni siquiera podía ver al cazador, ante los nervios de estar tan cerca.

—¿No pueden besarse en otro lado?—Derrepente Taehyung apareció frente a ellos, haciéndo que se separaran.

—Amh...tengo una carta para tu amigo...—Respondió Jin, aún
sin poder verlo a los ojos.

—¿Encerio?

—Si, Suga la dejó antes de irse...

—¡¿Se fue?!

—Si, lo envie a un campamento de nuestra especie, lo necesita.

—¿Y por qué tu no?

—Yo crecí en una manada y se que hacer en caso de peligros, en cambio Suga quedo huérfano desde pequeño y desde entonces a crecido sin sus instintos activos.

—Entiendo....

—En fin, iré por ella...—Camino hasta la escaleras, para ir a la habitación a buscar la carta.

Namjoon veia como subía y no podia creer que estaba apuntó de besarlo; Jimin le había gustado desde que era un niño, pero este rubio grosero le hacía sentir cosas que nunca antes había sentido, ni siquiera con su crush Jimin...

Fuera lo que fuera el era un cazador y el rubio un licantropodo, totalmente de mundos diferentes.