Si les preguntaran a las personas que habitan cerca del bosque que ¿que opinan del gran lobo feroz?, te cerrarían la puerta en la cara, otras simplemente dirían que es el mismísimo demonio rondando por el bosque en busca de almas, otros más que sólo es un simple lobo crecido de tamaño y que cualquier buen cazador podría capturarlo y matarlo, para evitar que su alma siguiera deambulando, pero la verdad es que el lobo no era más que un simple chico que creció sin padres y sin compañía, que lucho para sobrevivir sólo en un mundo tan cruel y que terminó enamorado del hijo de un cazador, que lastimosamente tenian que separarse debido a que eran de mundos bastante diferentes, el rubio era un cazador novato y el era un licantropodo con experiencia para matar.

Después de haber "visitado" al rubio desde su ventana se había dado cuenta del daño que le estaba haciendo al rubio  y que por esa razón deberían alejarse; todo fue muy repentino para ambos pues se enamoron rápida y perdidamente, gracias a la equivocación de la Diosa Luna, ahora gracias a ese error ambos estaba sufriendo.

El lobo de gran tamaño y pelaje café caminaba por el bosque con una mochila en el hosico, mientras sentía como sus patas se enterraban en la nieve. Se encontraba caminando hacia el sur del bosque, buscando el campamento al que tenía que integrarse.

Se detuvo unos instantes pues sus instintos le decían que alguien o algo lo observaba, dirigío su mirada hacia su costado izquierdo, en el cuál no había nada, después al derecho y tampoco había nadie, regresó su vista al frente buscando seguir con su camino, pero segundos después cayó al suelo, sintiendo como lo habían atacado por la espalda.

El impacto le había causado algo de dolor, aún asi se levantó, pero no pudo debido a que sintió un peso en su espalda.

—¿¡QUE MIERDA?!—Preguntó enojado por el impacto y el peso sobre su espalda.

—¡HOLI!—Le saludo un lobo de pelaje rojizo y casi igual de grande que el , el cual bajaba de su espalda.

—¿QUE DEMONIOS QUIERES?—Preguntó sin mostrar interes en la respuesta, tomó la mochila en su hocico, que previamente se le había caído.

—SOLO QUIERO JUGAR...—El lobo rojizo se apresuró a seguir al lobo café para volver a atacarlo de juego y así tirándolo al suelo.

—¡MALDITA SEA!—Se levantó y le mostró los dientes al lobo contrario.—NO TENGO TIEMPO PARA JUGAR.

—UY, QUE GROSERO.—Se alejo un poco.—SE VE QUE NO ERES DE AQUÍ ¿A DÓNDE VAS?—Siguió caminando a un costado del de pelaje café.

—NO ES TU PROBLEMA...—El también siguió caminando, mientras lo ignoraba.

—¡YO SI SOY DE POR AQUÍ Y TE PUEDO AYUDAR!—Dijo el rojizo mientras brincaba alegremente en la nieve.

—NO NECESITO TU AYUDA.

—YO CREO QUE SI, POR QUE SI TE ESTAS DIRIGIENDO HACIA LA MANADA DE JAE BUM ESTAS LLENDO DEL LADO CONTRARIO.—Aquellas palabras hicieron que Suga se detuviera y mirada por primera vez al lobo rojizo.

—¿QUE ACABAS DE DECIR?

—¿SOBRE QUE?

—SOBRE ESO DE LA DIRECCIÓN CONTRARIA...

—¿YO DIJE ESO?—LADEO SU CABEZA.

—SI, SI, SI, LO ACABAS DE DECIR.

—O SI, BUENO YO SOY PARTE DE ESA MANADA Y ESTE NO ES EL CAMINO.

—¿CUAL ES ENTONCES?

—NO TE DIRÉ, TE NEGASTE A JUGAR CONMIGO.—Bajo sus orejas.

—DESPUÉS JUGAREMOS, AHORA DIME DONDE ES...

—¡TE LO DIRÉ EN CUANTO ME ALCANCES!—Tomo la mochila de Suga y comenzó a correr.

—QUE INMADURO.—Gruñó, para después ir tras el lobo rojizo,quien ya había corrido muy lejos, pero sin duda Suga lo alcanzaría.

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—Y-YA TE ATRAPE, AHORA D-DIME...—Dijo mientras recuperaba el aire encima del lobo rojizo. Le había tomado más de una hora atraparlo y por fin habia tenido éxito.

—TE DEJE GANARME.

—CLARO QUE NO, YO TE ATRAPE CON MI SUPER VELOCIDAD PARA CAZAR.

—JA, JA, CLARO QUE NO, PERO EN FIN, GANASTE.

—SI, AHORA DIME.

—MEEEE~, DIABLOS, SE ME ANTOJO UNA CABRA.

—NO, NO, ¡DIME DONDE ESTA EL CAMPAMENTO!

—A ESO, BUENO YA LLEGAMOS.

—¿QUE?

—SI, MIRA.—Dirigió su mirada hacia arriba y pudo ver el campamento, lo mismo hizo Suga y alli estaba el campamento frente a el.

—¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTE?, ME HUBIERA AHORRADO MIS ENERGÍAS.

—NO HUBIERAS QUERIDO PERSEGUIRME.

—TIENES RAZÓN...—Se quito de encima del rojizo y este se  levantó, para después sacudirse la nieve que tenia en el pelaje.

—VEN, HAY QUE BUSCAR AL LÍDER.—Comenzó a caminar y detras de el Suga.—¡HYUNG JIYONG!—Derrepente se detuvo con un hombre con muchos tatuajes en sus brazos, el cual estaba hablando con otra persona.

—¡Hoseok! ¿donde te habías metido?

—HOLA HYUNG, SOLO FUI A PASEAR AL BOSQUE Y ME ENCONTRÉ CON ESTE GRUÑÓN ALFA, EL ESTABA BUSCANDO EL CAMPAMENTO.

—Gracias, yo atenderé esto con Jae.—despidio al chico un el cual previamente hablaba—¿Como sabes de nuestro campamento? ¿Acaso eres un espía?—Se dirigío a Suga.

—ME ENVIA KIM SEOK JIN, ES MI AMIGO DESDE HACE MUCHOS AÑOS.

—Mhh, bien.—Asintió aún con desconfianza.—Hoseok llevalo con Jaebum, el se dara cuenta si es un espia o solo quiere refugio.

—¡SI SEÑOR!—Puso una de sus patas a la altura de sus ojos, en forma de saludo militar; y después comenzó a caminar como si estuviera marchando, Suga quería burlarse ante la actitud del rojizo, pero no pudo debido a la asesina mirada del hombre tatuado, así que siguo al otro lobo.

—VEN, TENDREMOS QUE IR A MI CARPA PARA QUE TE TRANSFORMES, TE VISTAS Y PODAMOS VER DECENTEMENTE AL LÍDER...

—MJM...—Camino detrás de él, recibiendo miradas curiosas por parte de las personas que estaban por allí, fuera de sus carpas, de repente su camino fue interrumpido por un peso en una de sus patas delanteras, bajo la mirada y pudo ver como una pequeña niña de ojos grandes y tiernas orejitas de loba.—H-HOLA...—Habló nervioso.

—¡Gatito!—Lo abrazo con más fuerza.

—N-NO, NO SOY UN GATO...

—¡Gatito!—Siguio insistiendo sin soltarse del agarre.

—ELLA ES LÍA Y PARECE QUE YA LE CAÍSTE BIEN.—El pelirojo se había dado cuenta que el pelinegro no lo estaba siguiendo y entonces miró hacia atrás, encontrandose con la tierna escena, para acercarse hasta ellos.

—¡Gatito!

—HOLA... LÍA..—Saludo lo mas delicadamente posible.

—LO SIENTO LÍA, PERO TENEMOS QUE IR A VER A TU HERMANO.

—¿Jaebum oppa?—Preguntó con curiosidad.

—¡SI!

—¡Suerte Oppa Hobi!—Ahora abrazo una pata del pelirojo.—¡Adiós Gatito!—Se despidió con la mano del lobo negro y después se fue dando pequeños brincos.

—¡AHORA VAYAMOS A MI CARPA!—Siguio caminando, haciendo que Suga lo siguiera.

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—¿Jaebum?—El pelirojo asomo su cabeza por dentro de la carpa, para ver si alguien ss encontraba dentro.

—¿Hoseok?—Preguntó al no saber de quién trataba pero entonces logro distinguirlo y sonrío.—Pasa.

—¡Gracias Hyung!—Entro a la carpa, siendo seguido por un pelinegro, completamente desconocido por el lider, aunque su cara se le hacía familiar.

—¿Que te trae por aquí Hoseok.?

—Estaba paseando por el bosque y me encontré con un lobo negro, yo quería jugar pero el muy gruñon me dijo que no.—Hizo un puchero y ambos lo miraron para que fuera al punto.—Ah y luego me dijo que estaba buscando nuestro campamento, pero estába llendo por la direccion equivocado asi que lo traje.

—¿Por qué buscabas nuestro campamento?

—Tuve un problema con mi celo y por ordenes de mi  amigo Kim Seok Jin tengo que integrarme a una.—Bufó.

—¿Kim Seok Jin?—Lo miro curiosamente.

—Si.

—Ja, ja, tengo años que no veo a ese Alfa vanidoso.

—¿Como se conocen?—Preguntó el Alfa pelinegro.

—Mis padres y los suyos son amigos, los míos me dejaron a cargo de su manada y los de Jin la suya, pero Jin es tan rebelde que no quiso y mejor huyó al bosque para explorar el mundo y cosas como esas.

—Entiendo.—Asintió.

—Bien, más tarde me diras a detalle por que necesitas estar en la manada, por ahora tengo cosas importantes que hacer.

—De acuerdo, gracias.—Asintió.

—De nada, Hoseok, ¿puede dormir en tu carpa mientras tenemos una para el?

—¡Si!, con mucho gusto.—Sonrió ampliamente.

—Gracias, nos vemos más tarde.—Se sento frente al escritorio que tenía allí mismo en su carpa, llevó su vista a unos papeles en este y se consentro en ellos e ignoro al par de alfas que estaban allí.

—¡Ven!, ¡tengo otra almohada, puedes usarla!—Dio brincos hacia su carpa y a Suga solo le quedó seguirlo sin ganas.