—Arréglenla.–Le pidió Riley a sus padres, tirando a Maya hacia la banca para que se sentara en ella.

—No necesito que me arreglen.–Aseguró la rubia. Thea se sentó junto a ella en la banca.

—¿Sabes quien dice eso?–Cuestiono Thea.

—¿Quien?

—Alguien que probablemente lo necesita.

—Vaya, inteligente.

—¡Arréglenla!–Volvio a pedir Riley.

—¿Qué ocurre con ella?–Pregunto Topanga.

—Tiene buenas calificaciones, se está portando bien, ¿que es eso?–Cory miró a su esposa con diversión antes de que ella le contestara a su hija.

—Bueno, queremos pensar que contribuimos a la perfectamente civilizada y adorable jovencita que está frente a nosotros.

—...Es Maya.

—Lo sé... la domamos.–Dijo con sorpresa.

[...]

—Si, no debería de estar aquí, se trata de mi hija.–Bromeó la mamá de Maya.

—Necesito verlas bien.–Declaró Topanga y Katy se volteó para mirar a las tres chicas. Las tres estaban cruzadas de brazos, las tres llevaban vestidos de flores, chaquetas y botas. Era como ver triple, pero solo una de ellas estaba fuera de lugar, solo una de ellas nunca se vestiría así, porque estaba intentando ser alguien que no era.

—Si, esta bien, escuchen.–Miró a Cory y a Topanga.–Sea lo que sea, es muy gentil de su parte fingir que me necesitan, pero ella los tiene a ustedes, tiene a los mejores.–Se levantó.–Okay, te veré en un mes, no olvides comer.

—Tu siéntate.–Le ordenó con tranquilidad Topanga y ella lo hizo.

—Claro... ¿Ves lo buenos que son? Ojalá me aceptaran a mi.

—Tenemos un problema.

—Veo trillizas.–Declaró Cory. Katy las miró y luego se volteó a con los adultos.

—¿Por qué es un problema?

—Solo educamos Riley's, y Thea es curiosamente parecida en ciertos aspectos a Riley, así que se acopla perfectamente a nosotros.–Thea sonrió al escuchar lo ultimo, le gustaba que pensaran en ella como una Matthews más.–Katy, necesito que seas una madre fuerte.–Katy rio.

—Lo siento.

—¿Okay? ¿No puedes ser una madre fuerte?–Interrogo con una sonrisa desesperada.–Voy a asignarte el papel de madre fuerte.

Katy palmeó sus muslos y se levantó, entrando en personaje.

—Maya.–Llamó con voz autoritaria y después se arrepintió–Solo eso tengo... ¿hay más de una línea? Nunca me dan mas de una línea. ¿Tienen un libreto?

—Es improvisación, hazlo.

—Uh, vaya, de acuerdo.–Movió su cuerpo para calentar para la escena.–¡Alguien diga un lugar!

—¡Polo norte!–Exclamo Cory con felicidad.

—¿Qué estás haciendo?–Le preguntó su esposa.

—Ah... quiero ver que hace con eso.

Katy se acercó a donde estaba su hija, quien no se había movido ni un centímetro. Ella cerró su suéter y cambió su postura, iniciando la escena.

—Oh no... lamento no haber podido comprarte muchos juguetes, Maya. Y también se que hay una familia que vive calle abajo que en las festividades tienen todos los juguetes del mundo, ¿no es así?–Se acercó a la sala y dio un giro dramático.–Y se sentirán muy felices de dártelos todos en verdad.–Katy abrazó por los hombros a su hija y la atrajo a ella.–Pero no debes estar ahí todo el tiempo.

—¿Por qué no?

—¡Cory!

—¿Por qué no se le permite visitarnos? ¿Has sido una buena niña?

—¡Cory!

—Oh, creo que se comporta mejor cuando los visita, si.–Admitió Katy y se acercó se nuevo al comedor.

—Entonces debe poder visitarnos todo el tiempo.–Afirmó Cory.

—Oh. ¡También yo!–Termino y Cory aplaudió.

—Oye, en realidad eres muy buena. Lo sabes.–Aseguró Topanga mientras que Katy se sentaba en la banca.

—Dicelo a otros por favor.

—¿Cómo estuve?–Le preguntó a su esposa.

–Fuiste tú.

—Gracias.

—Tu no has sido tu.–Le habló directamente a Maya.–Vuelve.–La rubia la miró con incredulidad.

—Oigan, siempre me han apoyado. Soy una adolescente, ninguna adolescente sabe quien es.

—Maya, nosotras sabemos quien eres. Hasta el maestro de artes dice que no eres tú.–Le dijo Riley.

—Un segundo, ¿acaso tienes un problema en arte? ¿Cómo es eso posible?–Dudo su madre.

—El dijo que quería saber quiénes eran sus influencias.–Riley se acercó a los adultos.

—Las personas ayudan a cambiar.–Dictó Topanga.

—Secreto de la vida.–Confesó Cory.

—Y esas influencias ayudan a ser quien eres, por eso elegimos amigos con cuidado.

—Y las influencias solo son buenas influencias cuando ayudan a encontrarte.

—Yo soy yo.–Declaró Maya.

—¿Si, que estás usando linda?–Cuestiono Thea. Maya la miró con ofensa.

—Les encanta lo que uso.

—Claro que nos encanta Maya, usamos lo mismo.–Se señaló a sí misma, luego a Riley y luego a Maya.

[...]

Las tres volvieron a la ventana al darse cuenta de que los adultos no estaban ayudándoles en nada.

—Desde que recuerdo siempre he... querido ser tú.–Admitió Riley.

—¿Por qué?

—¿Por qué? Eres más fuerte que yo y acabas de probarlo.

—¿Cómo?

—Maya, yo solo hablé de eso, pero tú lo hiciste. Te convertiste en mi, y en una versión parecida a Thea pero que está enamorada de Lucas.

—Si, una versión extraña puesto que nunca me fijaría en el.–Aseguró con algo de asco.

—Escuchen, chicas... solo porque use un atuendo que es similar al suyo no me convierte en ustedes.

—El cabello.

—Solo porque use mi cabello como ustedes este día no me convierte en ustedes.

—Maya...–Intentó decirle Thea, pero ella explotó.

—¡Atuendo y cabello! ¡Díganme una cosa que Riley, tú y yo compartamos que tenga que ver con nuestro interior, que nos afecte emocionalmente!–Thea y Riley se miraron antes de que Riley empezara a cantar suave y Thea empezara a mirarse las uñas, esperando a que Maya se diera cuenta sola.–¿Por qué están haciendo eso? Porque no puedes ir más allá del arreglo, ¿o si? ¡Soy yo! ¡Siempre he sido yo! ¡Siempre voy a ser yo! ¡Y nada cambiará eso!–Pauso.–Lucas.

—Te tardaste un poco.–Aseguró Thea.–Lucas es una parte emocional que las conecta a ambas.

—Pero no es solo Lucas.–Interrumpió Riley.

—¿No es solo eso?

—Maya, no te has parado sobre un escritorio, ni te han castigado en un largo tiempo. Vendiste tu casa en Villa Maya y te mudaste a ciudad Riley, la cual colinda con la Thea Town.

—Me gusta ese nombre.–Admitió Thea.

—¿qué hay de malo en que nos guste el mismo chico, Riley?

—¿Nos gusta?–Preguntó Riley con seriedad.

—¿Qué tiene de malo como soy ahora?

—No tiene nada de malo, Maya... pero no eres tú. El mundo ya tiene una Riley y una Thea, debes de ser tu, el mundo te necesita.–Añadió Thea.

—Mi voz es aún mi voz, Thea. Necesitarán mostrarme más que un atuendo, cabello, y un muchacho antes de cree que no lo es.–Las tres se quedaron en silencio.–¿Quieres que me vaya? Me iré a casa–Se levantó y salió por la ventana.

The miró a Riley, quien tenía los ojos cristalizados. Ella se acercó y la abrazó con fuerza.

[...]

—Water Lillies de Monet. Una de las grandes obras del impresionismo. Cuando uno se coloca aquí.–Se acercó demás a la pintura.–Solo ve manchas de pintura. Pero al dar unos pasos atrás. Obra maestra. Una pintura a veces solo se le reconoce como lo que es, un cambio de perspectiva. Sucede igual con las personas. Te debo una disculpa señorita Hart.

—Igual que todos.

—Estudie de nuevo tu pintura. Tu trabajo definitivamente dice algo. Y cuando di un paso atrás... no has perdido tu voz. Estás gritando, señorita Hart.–El profesor tomó la pintura y dio unos pasos atrás para que la vieran.

—Maya.–Llamó Riley.

—Mira, es un gato morado.

—En vuelto en muchos colores para que no se note a simple vista.–Murmuró Thea.

[...]

Thea, Maya y Riley entraron a la casa de la última, encontrándose con sus padres.

—Ella es yo.–Afirmó Riley.

—Lo sé.–Dijo su madre.

—Yo siempre quise ser ella y ahora es yo.

—Lo sé.–Habló su padre.

—Nadie consigue lo que quiere.

—Lo sé.–Se lamento Katy.

—Tenemos parte de culpa en esto.–Admitió Topanga.

—Nadie tiene la culpa en esto, solo me he beneficiado en lo que ustedes me han enseñado. Soy afortunada.–Aseguró Maya. Thea se fue a sentar en la banca junto a Katy.

—¿Ya no eres parte de esto?–Cuestiono Cory.

—No llegó más allá de lo físico, pero Riley llegó hasta lo sentimental. Esto ya no me corresponde a mi.

—Me cambiaron mamá.–Admitió.

—Si, lo sé pequeña, tengo que poner atención.

—¿Cuando empiezas a pintar gatos morados, dejas de hacerlo?–Le preguntó a Riley.

—No.–Habló con diversión.

—Soy como ella, me voy. Ahora también seré como Thea y me gustará Farkle.

—Oh no, no, no. Farkle es solo mío.–Se levantó Thea.–Yo no entrare a un triángulo amoroso con nadie.

—Siempre espere ver quien resultaba ser la verdadera Maya Hart.–Confesó Cory.

—También yo.–Le siguió Topanga.

—¿O sea que van a quitarnos eso?–Interrogo Katy.

Maya movió su mano y Thea se acercó para tomarla y atraerla a ellas.

—Ayúdenme.–Riley y Thea se miraron, sabiendo lo que debían hacer. Las tres de fueron hacia la puerta principal.

—¿Qué sucede?–Cuestiono Topanga.

—Estamos huyendo.–Dijo con simpleza.

—Riley me enorgulleces.–Aseguró.

—¿A donde van?–Cuestiono Cory.

—No sabemos.–Admitió Thea.

—¡Está bien!–Las animo Katy.

—¡No!–Exclamaron Cory y Topanga.

—¡Si!–Dijo Riley.

—Thea, ¿necesitas que llamemos a tu papá?–Le preguntó Topanga.

—Si por favor, y si pregunta, estoy aquí en una pijamada, gracias.–Cerro la puerta y fue corriendo a donde estaban sus amigas.

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