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—Damas y caballeros del corredor.

Llegaron Farkle y Riley al pasillo, tenían una caja enorme entre los brazos llena de anuarios.

—Hora de anuarios–Dijo la morocha.

Thea estaba acostada en el regazo de la rubia, mientras esta la peinaba.

—Hola, página 42–Le pasó un anuario a una chica rubia.

—Hola, páginas 27, 34 y 48. Hacen demasiado, deben calmarse.

—Anuarios, averiguan quienes somos y lo que los demás piensan de nosotros.

—¿Quieres saber lo que pienso de ti?–La rubia se acercó a Lucas, Thea se sentó en la banca y los miró divertida.

—No quiero.

—Quiero decírtelo.

—No tienes que hacerlo.

—Igual lo voy a hacer.

—No lo hagas.

—Llevo sin hacerlo un tiempo.

—Te pido que no lo hagas.

—Voy a hacerlo, ¿Quieres huir o quieres oírlo de frente?

—Bueno, quiero huir, ¿pero cómo se vería?

—huh, huh, huh, huh, huh, huh...–Ensayó su voz.

—¿No van a juzgarme si huyo.

—huh, huh, huh, huh, huh, huh...

—Por favor, siempre hay una opción.

—¡Huhur!–Gritó tan fuerte que incluso hizo volar el cabello del vaquero.

—¿Ya estás contenta?

—Estuvo bien–Se sentó otra vez junto a Thea.

—¿Saben que más está bien? Los anuarios–Le pasó uno a Thea y uno a Maya–Todos dicen lo que piensan de nosotros.

—Y vean como serán recordados–Le dio su anuario a Lucas–¿Qué crees? Saliste bien en la foto, fenómeno.

—Jaja, gracias Farkle, ¿cómo serás recordado?

—¿Te lo volvieron a hacerme?–Preguntó la rubia.

—El más probable que sea Farkle... Farkle–Leyó Thea.

—No creí que ganaría este año, pero gané.

—¿Qué significa exactamente?–Le cuestionó Thea.

—¿Cómo saberlo? Me convirtieron en una categoría.

—Jeje, Oigan, Riley podría sonreír hasta la muerte–Rio el vaquero.

—Aw, bueno ¿Quién no querría irse así? Digo, cuando llegue el momento ¿por qué hay que ponerse triste?

—Rils, no creo que eso signifique algo bueno...

—¿En qué te pusieron a ti?

—La más popular...–Dijo Thea, sintiéndose algo mal por Farkle y Riley.

—Se burlan de mi, se burlan de ti también–Le dijo Farkle.

—¿Qué?

—Deja de sonreír.

—No sonrió Maya, es mi expresión de indignación. Esto su es sonreír–Hizo una enorme sonrisa.

—¿Sabes? No me interesa lo que digan.

—Ah, a mi tampoco.

—Para nada me interesa lo que digan.

—Ni a mi para nada ¡Agh! ¿Cómo llegó esto aquí, somos los editores?

—Vaya, tenemos muy mal control de calidad...

—¿Tú que tienes Huckleberry?

—Ah, el que casi siempre está de acuerdo con todo lo que pase.

—¿Qué sientes al respecto?–Preguntó Thea divertida.

—De hecho estoy de acuerdo con... ¡ah!

—Yo no soy toda luz del sol y arcoiris. Tengo un lado oscuro.

—Quiero ver tu cara del lado oscuro–Pidió Maya, Riley trató de parecer mala.

—Aw...–Dijeron Maya, Thea y Lucas al unísono. Riley sonrió.

—Oigan, a esto no deberíamos darle importancia.

—¿A quién le interesa?–Habló Farkle.

—Es lo que piensan de nosotros solamente...

—¿Qué es lo que más importa? ¿Lo que pienses de ti, o lo que otros piensen?–Cuestionó Thea.

—Lo que pienso de mi misma.

—Si.

—Y lo que pienso de mi misma es que me molesta lo que otros piensen de mi.

—Si.

—Bueno olvida eso, no es como si pudieras voltear y ser otra persona–Dijo Lucas con simpleza.

—Si.–Farkle volteó, se arrancó la camisa de cuello de tortuga, dejándolo con una camisa negra, y se puso un gorro.

Thea tenía que admitir que era lindo así, pero no era su Farkle.

—Este soy ahora.

—¿Farkle?–Preguntó Thea preocupada.

—No, Farkle se ha ido, no volverán a verlo.–Entró al salón.

[...]

Estaban todos sentados, solo Farkle estaba al frente de la clase, apoyado en la mesa del profesor.

El señor Matthews entró por la puert.

—Esta bien... ¿Qué tenemos aquí?

—Soy Donnie Barnes.

—¿Es en serio Farkle? ¿De todos los nombres que pudiste usar, escogiste Donnie Barnes?–Se burló la rubia.

—¿No lo entiendes o si? Soy Donnie Barnes, un chico de tantos.

—Yo vería esa película–Admitió el señor Matthews.

—Donnie Barnes es mi verdadero yo. Farkle Minkus es mi personalidad rara.

—No, eres Farkle, mira te lo probaré–Cambió la placa para que dijera Farkle–¿Ves?–Farkle la volvió a cambiar la placa y ahora decía "Donnie Barnes: Un chico de tantos"–¿Cómo pudiste hacer eso?

—No quiero ser el Farkle más probable. Acéptalo vaquero, hay un chico bonito en la ciudad, gracias yo soy...–Iba a hacer su reverencia, pero se detuvo–Donnie Barnes–Se sentó y volteó a ver a Thea.–Bonita...

Ella suspiro y se puso a anotar algo en su libreta.

—¿Va a hacer algo? Porque tiene que hacer algo, ¿puede hacer algo verdad? ¿Va a hacer algo? ¿Tiene una lección? ¿Hay una lección? ¿Tiene una lección?

—Islandia.

—¡Islandia! ¿Entendiste?–Caminó hacia "Donnie" quien negó con la cabeza–¿No? No creo que entienda, si fuera Riley yo se que entendería–Juzgó al profesor.

—Siéntate Lucas.

—Ah, sabe que tengo razón...–Fue a sentarse.

—Islandia y Groenlandia. ¿Qué piensas de eso señor Barnes?

—Si luzco así no debo pensar, ¿cierto Lucas?

—Yo gané el premio al atleta e rudito.

—Uh, alerta nerd–Algunos rieron.

—Islandia y Groenlandia, ¿Alguien sabe?

—Islandia es un país de hielo–Dijo Riley convencida.

—Error.

—Entonces Groenlandia es un país verde.

—Error.

—¿Tiene alguna importancia? Los países ni siquiera saben que son. Que tontería...–Se quejó la rubia.

—Los vikingos descubrieron un hermoso país verde.

—Yo desciendo de vikingos–Aseguró "Donnie"

—¿Ah sí?

—¿No me conoces?

—Okay–Se rindió el vaquero.

—Los vikingos no querían que nadie más ocupara su bello país, y decidieron llamarlo Islandia, todos pensaron que debía ser frío, y que nadie querría ir ahí.

—¿Hicieron que todos lo considerarán de cierta forma aunque no era cierto?–Preguntó Thea.

—Así es. Luego llegó otro vikingo, Eric el rojo. Y descubrió un país de hielo y nieve, y quizo que todos fueran ahí, así que lo llamo Groenlandia, y todos fueron ahí. Que tontería...

—¿Esta diciendo que la percepción de algo no lo vuelve así?–Preguntó Lucas.

—Estoy diciendo que las personas siempre les dirán cosas, el como reaccionen a lo que les dicen, los hacen las personas que son.

—¿Así que no reacciono?

—Así es.

—¿Solo sigo sonriendo?

—Por favor. Lección terminada.

—Y nada de lo que diga alguien más hará que me sienta diferente.

—Oigan, Maya, Lucas, felicidades por ser la pareja favorita–Les dijo una chica y les mostró el anuario..

—Me siento diferente...–Dijo Riley.

—¿Cómo es posible?–Cuestionó el vaquero.

—¿Cómo podría alguien vernos a Lucas y a mi como pareja?–Interrogó confundida la rubia.

—Todos lo hacen–Contestó la chica.

—Nosotros nos parecemos–Trató de explicarle Riley

—Y ellos son tan diferentes–Dijo una chica rubia emocionada.

—Pero, somos como lluvia de verano.

—Y ellos son como fuego–Dijo ahora la chica castaña de lentes.

—¿Recuerdas que me dijiste que no reaccionará?

—Si...–Su padre la miró preocupado.

—Voy a reaccionar–Puso su cabello en su cara, tapándose.

[...]

Maya y Thea habían ido a casa de Riley para hablar sobre el problema, Maya intentó abrirla, pero estaba cerrada, el cuarto estaba oscuro y se podía ver a Riley dentro, vestida extravagantemente.

—Quiero que abras esta ventana ahora.

—Por favor Rils, solo queremos hablar.

—Deseo estar sola...–Respondió melancólica.

—Poder del anillo–Maya y Thea levantaron sus manos.

—¡Maldición!–Abrió la ventana.

—Oye Riley una pregunta, ¿Mi ropa negra la has visto?–Prendió la luz y vio a su hija–Uh, mírate...

—Ya no hay más Riley, mi nombre es Morocia M. Black.

—¿Qué significa la M?–Preguntó Thea.

—Morocia.

—Pobrecita niña oscura–Se burló su mamá.

—Si, esta muy deprimida–Explicó Maya.

—Oh bueno, que lastima...–Ella se sentó con las chicas–Saben, la retriever de los vecinos dio a luz a seis perritos.

—¡Debo combatir lo tierno!

—¿Pero ya conocieron a los conejitos, blancos, de la vecina?–Preguntó Maya.

—Lo hicieron, hay un conejito, y un perrito mordiendo los extremos de la misma zanahoria.–Riley hizo un ruido raro, tratando de sobrellevar la situación.

—Van a besarse, será adorable–Les siguió el juego Thea.

—Fue justo lo que dijo el pony–Riley se levantó rápidamente.

—¡No! Dejen eso.

—Y tú despierta–Se paró Maya, y detrás de ella Thea.

—¿Y para qué? ¿Para sonreír hasta la muerte?–Se sentó en su cama dramáticamente–Riley se ha ido, todos tienen razón, desperdicio mi vida y ya me cansé de ser feliz, feliz, y más feliz.

—Eso es ridículo, ¿hay alguien más ridículo que tu?–Se acercó a su hija.

—Toc, toc–Entró "Donnie" por la ventana.

—¿Quién está ahí?–Cuestionó Maya cansada.

—Soy Donnie Barnes.

—No puedo creer que diga esto, pero extraño tu "Chicas"–Lo imitó.

—Es una palabra, y Donnie Barnes no necesita palabras. ¿Saben por qué? Soy Donnie Barnes.

—Esta bien, me voy.

—Riley, vine a ver como estas, porque bueno, yo esperaba esto, Donnie Barnes, un chico de tantos–Le ofreció su mano como saludo.

—Morocia M. Black, y vacía por dentro.

—Te entiendo, sigamos nuestras propias reglas.

"Morocia" se levantó de su asiento.

—¿Nos sentamos a pensar sobre la ridícula inutilidad de interesarse?

—Adelante.

—Tú me entiendes–Se sentaron el la ventana.

—¡Ya basta Riley! ¿Esto es porque dicen que Lucas y yo somos pareja?

—Eso no me afecta para nada.

—Necesitamos a Riley–Dijo Thea.

—No hay valor en la existencia de Riley.

—Necesitamos a Riley para recuperar a Farkle–Explicó la castaña.

—No hay valor en la existencia de Farkle bonita.

—Chicos, escuchen–Ambas se sentaron entre ellos–Sabemos que están heridos, se que lo que digan puede alterarlos, pero no me interesa vivir en un mundo sin Riley ni Farkle, y no nos iremos a ningún lado hasta que vuelvan.

—Maya, esas personas ya no están aquí.

—Entonces dime donde encontrarlas.

—Están en el anuario. Mantente en contacto y ten un increíble verano–Dijo "Morocia"

—Conocerte es tan pesado–La rubia tomó la mano de Thea y ambas salieron por la puerta.

—Extraño a Farkle...–Murmuró Thea.

—Lo sé linda, yo también los extraño.

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