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—Tengo el mal presentimiento de que algo va a pasar-Susurró ella.

-¿Crees en presentimientos?-Preguntó el genio.

-En los míos si.

Ambos rieron antes de entrar al salón de clases.

[...]

-Okay, ¿y tú papá?-Le preguntó el vaquero a Riley.

Llegaba un minuto tarde, lo cuál era sumamente raro.

-¿Habrá un suplente? No quiero un suplente, nunca sabes donde ha estado, Thea tenía razón, este día será fatal-Empezó a respirar rápidamente.

-¿Quieren calmarse? Es solo un minuto, no dramaticen.

-¿Y si no llega? ¿Y si ya no aprendo nada, Riley? Voy a caer señor. Oh, él no ha llegado-Cayó al suelo.

Riley y Thea se levantaron para ayudarlo, pero Maya se levantó para hacer destrozos.

-¡Perdimos a Farkle!-Exclamó asustada la morocha.

-Tranquila Riley, él estará bien-Ella tomó la cara del genio con una mano y con otra le daba aire para que despertara.

-Matthews no está, Farkle cayó, es hora de Maya.

Riley y Thea levantaron a Farkle y lo pusieron en su asiento.

-Farkle sanó, no hay hora de Maya-Él volvió a caer, pero para el otro lado está vez.-Bien, prosigue-Se volvió a sentar en su asiento.

Thea intentó ayudar a Farkle, mientras escuchaba a Maya.

-En la hora de Maya, abrimos el cajón de confiscación y retiramos todos los juguetes injustamente retenidos.

-Maya, no quiero que ninguno de ellos quiera...-Todos empezaron a aplaudir, haciendo callar a Riley. Thea se levantó y volvió a sentarse en su asiento.

-Gracias, de acuerdo-Sacó un frisbee-¿De quién es?-Un chico alzó la mano y Farkle se levantó.

-¿De qué me perdí?-Él frisbee lo golpeó y volvió a caer.

-Maya, él entrará, te descubrirá y estarás en problemas, y Thea y yo estamos aquí para evitarte problemas y habremos fallado ¿Quieres que fallemos?

-¿Quieres que te enseñe a divertirte?

-Comportarse en divertido.

-Ven aquí.

-Ven aquí ahora. Poder del anillo.

-Eso me recuerda...-Sacó un anillo y se lo dio a Thea-tú faltabas-Le sonrió.

-Aún mejor, ambas, aquí.

Ellas se miraron, suspiraron y caminaron hacia la rubia.

-Díganme que no es divertido-Tomó una pistola de pelota y empezó a dispararles a algunos con ella.

-Si, parece divertido, pero ya lo hiciste tú, así que nosotras no lo haremos. ¿Nos sentamos ahora?

Maya les dio pistolas a ambas.

-Y justamente habían dos más-Thea rió.

-Háganlo.

-No hay nada en el mundo que nos haga hacerlo.

-Poder del anillo.

-¿De qué me perdí?-Riley y Thea ambas le dispararon a Farkle. El cayó y después Maya se les unió a dispararles a todos con las pequeñas pelotas blancas.

Todos se divertían, menos Lucas, y Farkle, porque estaba en el suelo.

El señor Matthews entró al salón.

Y lo golpearon con una pelotita al entrar.

-¿Cuándo decidieron que no hay reglas aquí?

-Hace como cinco minutos, si somos precisos señor-Dijo Thea. Riley le dio un leve codazo y la castaña se quejó.

-¿Cuándo mi generosidad al permitir que se expresen les hizo pensar que podían convertir mi clase en un zoológico?-Las chicas dejaron las pistolas y empezaron a caminar a sus asientos.

-Perdón-Hablaron las tres al mismo tiempo.

Todos se disculparon después.

-Lucas ¿por qué eres el único aquí que no pide perdón?

-Porque no necesito hacerlo.

-No, porque respetas las reglas. Porque sabes que sin ellas la civilización se convierte en caos. El resto de ustedes pasarán la tarde pensando en eso, con excepción de Lucas el bueno.

-Hay por favor, es en serio?-Maya volteó a verlo, lista para burlarse.

-Ya estoy haciendo camisetas.

-Me puso en una mala posición señor-Dijo Lucas al acercarse al escritorio del profesor. Volteó a verlos y después otra vez al señor Matthews-Tengo que hacer algo.

-Puedes pelear, Lucas.

-No puedo señor, todos me miran.

-Esta bien, has lo que tengas que hacer.

Sacó su teléfono y empezó a escribir algo. Le llegó el mensaje al señor Matthews, hizo una cara de sorpresa al leerlo.

-Castigo.

-Ay gracias...-Suspiró aliviado y volvió a si asiento.

-¿Te sientes mejor huckleberry?

-Ya soy como tu.

-Si, exactamente.

-Si, todos son iguales-Habló el señor Matthews-Castigo para todos.

Riley levantó su mano.

-¿Qué quieres?

-Hoy voy a llegar tarde a casa.

-Lo sé linda.

[...]

El señor Matthews había encerrado a todos en el salón, Farkle había sentido claustrofobia, y Lucas, Riley y Maya, hasta habían intentado comerse a Farkle.

Thea había decidido irse con Maya a Villa Maya. Incluso habían hecho un fuerte de bancos, estaba decorado como un verdadero fuerte de batalla.

Por el otro lado estaba Rileytown, que era ordenado, y tenía arcoiris, colores pastel y mariposas.

-¿Por qué están todos ahí? ¿Por qué no estamos todos en una sociedad feliz que funcione como yo quiera?

-Porque quieres que seamos tu, Riley.

-¿Por qué te fuiste con ella Thea?

-Riles, sabes que te quiero, pero a veces se necesita un poco de rebeldía.

-¡Farkle!

-¿Si?

-¿Tú a quien eliges?-Preguntó Riley.

-Ah, antes de responder, tal vez quisieras considerar un pequeño detallito.-Abrió la puerta.

-¿Olvidó poner el cerrojo?-Cuestionó Thea divertida.

-Maya-Caminó hacia ella-Estamos en detención, no puedes irte.

-Oye, no hay clases. Dijo que el lugar es nuestro, que pongamos nuestras reglas. Regla número uno, adiós crédulos.

Todos en el lado de Maya esperaron a que Thea diera alguna señal para salir.

-Vamos chicos-Rió Thea, y empezaron a salir todos, Thea los guiaba.

[...]

Thea estaba pintandole la cara a Farkle con líneas y dibujos, como lo hacían los demás. Ella ya tenía los suyos.

-¿Por qué seguiste a Maya?

-Porque quería estar contigo-Ella sonrió al comentario del genio-¿Y tú?

-Quería divertirme un rato.

-¿Listos chicos?-Preguntó Maya, pero no todos la escucharon.

-¡Hey!-Todos miraron a Thea-La capitán preguntó si estaban listos.

-¡Si!-Respondieron al unísono.

Tomaron algunas cosas de accesorios. Thea tomó una espada.

Empezaron a correr, era divertido. Llegaron al corredor y se pusieron en posición. Thea junto a Maya, como si fueran a una guerra. Después de unos segundos, Lucas habló.

-Oigan, esto no es divertido si no persigues a alguien.

-Los demás están castigados. Hago algo cool y nadie lo nota-Se quejó el genio.

-Esta bien, esta bien. Observen.-La rubia se acercó lentamente a una máquina dispensadora, le dio un ligero toque, y luego la pateó. Pero nada pasó.-Ah... también, au.

-Maya, si no hay chicos buenos que nos noten. ¿Qué objeto tiene?-Ella lo tomó de la camiseta y acercó sus caras.

-¿Dudas de mi liderazgo, vaquero?

-Oye, esos sobrenombres matan mi credibilidad.

-Oh... ¿Cómo te gustaría que te llame?-Preguntó fingiendo empatía.

Thea miró a Farkle, y el la miró de vuelta, la situación entre el vaquero y la rubia era extraña.

-Quiero que me llames perro furioso.

-Tú no pareces perro furioso.

-Bueno, ¿que te parezco?

-¿Recuerdas el corderito de Mary?

-No me gusta a donde va esto-Maya lo soltó.

-Creo que perro furioso dice que no es importante ser malo si no hay nadie que te mire-Se acercó Thea. Maya la tomó del cuello de la camisa a ella también y la acercó.-Oh vaya, hacemos esto.

Se escucharon unos ruidos y todos se escondieron.

Era el conserje.

-Concuerdo con perro furioso. Para mí era muy importante que nosotros fuéramos buenos.

-¿Por qué?-Preguntó Thea.

-Porque aún los chicos malos tienen algo bueno. Pero sin los chicos buenos, ustedes no sabrían que es eso.

-Dijo que usted era un chico malo cuando era joven-Recordó Farkle.

-Bueno saben, yo intimidada a los demás. Les hacia ver todo a mi estilo.

-¿Y lo hicieron?-Cuestionó Maya.

-Por un tiempo.

-¿Y qué pasó?-Thea se sentó en la banca.

-Conocí a un buen chico.

-Pero usted parece ser gentil. Me es dificil imaginar que intomidó a alguien-Opinó Lucas.

-¿Ah sí?-Se acercó a la máquina así como Maya. La tocó, se alejó un poco y la comida salió de ella sin que tuviera que hacer nada. Tomó una naranja.

-Esta bien, puede ser así. Que necesitemos un buen chico-Admitió Maya.

-Que vea lo bueno en nosotros.-Habló Thea.

-Si. Hay que robar uno-Empezaron a caminar.

Se asomaron por la ventana, los "chicos buenos" jugaban pato, pato, ganzo.

Entraron corriendo y gritando y se aseguraron de atrapar a Riley en una malla.

-¡Esperen!-Todos pararon.-Pato-Le tocó la cabeza a un chico y volvió a su lugar.-Okay.

La cargaron y la secuestraron.

Al llegar al corredor le quitaron la red y se le quedaron viendo como si fuera algo raro.

-Todos limpiense la cara, se ven ridículos-Riley les pasó una toallita húmeda.

Thea empezó a limpiarse. Y luego ayudó a Farkle a limpiarse también.

Él la miró a los ojos y ella le sonrió.

-Lindos ojos...-Ella susurró.

-Lo mismo digo, Thea...

[...]

Con Riley, todos habían regresado a la normalidad, estaban sentados en sus bancos. Maya entró con sus nuevos ayudantes, los que antes eran los buenos, maquillados, e hicieron una gran entrada.

-¿Se divierten?-Preguntó Riley.

-Yo si, lo disfrute mucho. ¿Y tú?-Dijo la rubia.

-Alguien tuvo la idea de ponerme en una bolsa ¿sabías eso?

-¿En serio? Bueno sabes, hay chicos malos por ahi-Se hizo la desentendida.

El señor Matthews entró.

-Bien chicos, termino el castigo.

-Papá.

-¿Si?

-¿Recuerdas que dijiste que las personas cambian a las personas?

-Secreto de la vida.

-¿Y cuando no estamos con esas personas? ¿Cómo no volver a cambiar?

-Te volviste salvaje ¿eh?

-Lo que tengo es muy fuerte en mi, Matthews.

-Si, también yo, pero, a la inversa.

-¡¿Harley?!

-Aquí estoy-Apareció por la puerta.

-¿Los vigilaste?

-Como un halcón.

-Esperen, ¿esta con él?-Preguntó Thea.

-Si. Es mi chico bueno.

-¿Qué tienes?

-Todos enloquecieron, excepto la pequeña. ¿Por qué no enloqueciste?

-Estaba sin Maya. Sin Maya siempre tendría los dedos entrelazados.

-Y esta de aquí?-Preguntó el señor Matthews por Maya.

-Ella era la líder, junto a la chica de atrás, Thea. Maya fue la primera en salir.

-Estaba sin Riley, sin Riley tal vez no volvería.

-¿Y Thea?-Señaló a la chica.

-Ella es muy linda, quería divertirse, pero a pesar de eso no dejaba de ser ella misma. Mis respetos.

-Gracias-Thea sonrió.

-Okay, terminó el castigo, todos salgan, excepto Maya.

Todos salieron. Pero Thea y Riley se quedaron esperando por Maya.

Después de un tiempo el señor Matthews salió.

-¿Chicas?

Ellas aparecieron en la ventana.

-Aquí-Dijeron al mismo tiempo.

Riley y Thea se sentaron juntas, y empezaron a hacer un juego de manos mientras esperaban.

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