iv. Halloween
Me dolía todo el cuerpo.
Estaba demás decir que Remus-lobo me había usado como piñata. Habían pasado tres días después de eso y apenas y podía sentarme sin quejarme del dolor. El se veía muy arrepentido y culpable, pero le recordé que yo había decidido estar ahí.
—Pero estabas ahí para ayudarme a mi.
—Olvídalo hermano, ya todo está bien. Pásame un pedazo de tarta de calabaza y estás perdonado.–Dije y el rodó los ojos con diversión.–Completamente perdonado, sin duda.–Tome un pedazo de la tarta y estaba por metérmela a la boca cuando James apareció y me robó la mordida.–Idiota, eso no... ¿qué estás usando?
Una gran máscara de lo que parecía ser un payaso tenebroso estaba a la mitad de su cara, solo siendo sostenida por su mano mientras dejaba ver su boca comiendo mi pedazo de tarta.
—Es mi disfraz de Halloween.–Habló con la boca llena de MI tarta.
—Creí que te disfrazarías con Lily.–Afirmó Remus.
—Lo haré. Este es mi disfraz de día.–Lo mire sin creérmelo.–¿Qué? Digo, así no me veo atractivo para la fiesta de gryffindor.
—¿Gryffindor tendrá una fiesta de Halloween?–Preguntó Peter. Lo miramos.
—¿No sabías?–Enarque una ceja. El negó.–No importa, te conseguiré un disfraz.
—¿De qué se van a disfrazar?–Estaba por comer mi tarta de nuevo cuando ahora Sirius comió de mi tenedor. Avisados silenciosamente, próximo que se acerque a mi comida, próximo que recibiría una cachetada.
—De tu mamá.–Le respondí y comí un pedazo de mi tarta por fin, disfrutándola más que nada.
—Eso si asustaría a cualquiera.–Se burló.–Yo creo que me disfrazaré de Freddy Mercurie.
—¿Cómo el año pasado?
—Y el antepasado, y el antepasado, y el antepasado.–Se burló Remus y reímos. Sirius lo miró mal.
—Dime lo que quieras, al menos yo sé de que me disfrazaré.
—Trata de ser más original, Sirius.–Sirius puso una cara de pensar, poniendo una de sus manos bajo su cabeza y mirando al espacio.
—¿Y si nos disfrazamos de Scooby Doo?–Preguntó Peter.
—Silencio Peter estoy pensando.
—De hecho me gusta la idea.–Dije mientras comida otro pedazo de mi tarta.
—Pero es un disfraz para cinco.–Me recordó Remus.
—Podemos no traer a Scobby. Que solo sea un Crup, tengo una amiga que tiene uno.
—¡Chicos tengo una idea!–Sirius gritó.–Hay que vestirnos como Scooby Doo.–Rodé los ojos y Remus también.
—Aja Sirius, siempre tienes las mejores ideas.–Lo felicité sarcásticamente.
—Gracias lo se.–Tomó mi tarta y empezó a comer. Me lancé sobre la mesa.
[...]
No le había pasado nada tan malo. Seguía vivo al menos. Pero bueno, si Remus no me había regañado por golpear a su novio significaba que yo tenía razón.
Arregle la peluca pelirroja que había comprado solo para esto. Me veía linda en el espejo. Tal vez hasta pintaría mi cabello de este tono después de esto, pero si lo hacía tal vez le gustaría a Cornamenta, y eso es lo que menos quería.
Arregle mi vestido corto morado y me puse mi diadema color blanco. Me veía muy de los 60s, así que era perfecto.
Escuché a alguien casi caerse y voltee a ver a Peter. Él estaba vestido de Fred, principalmente porque era el único rubio del grupo, aunque fuera de eso, no se parecía en nada al alto y atlético personaje de caricatura.
—Te ves muy bien Colagusano.
—Gracias. Tú también te ves bien Owlie.
—Pero yo me veo mejor.–Se escuchó una tercera voz. Sirius entró a la habitación vestido de Shaggy, no era nada parecido a su ropa normal, pero había decidido ser Shaggy solo para combinarse con mi hermano; Velma.
Remus entró con él, llevaba un cuello de tortuga color naranja, unos pantalones entre rojo y café, lentes cuadrados y botas. Trate de no soltar una carcajada.
—Ni una palabra.–Me advirtió. Levanté las manos en son de paz. Después se escuchó la puerta y James entró, venía vestido en pareja con Lily, ambos habían decidido vestirse de Dick Grayson y Starfire. Muy acorde a cómo ellos eran en la vida real.
—Prongs, voltéate un momento.–Él lo hizo algo confundido. Asentí.–Eso es un buen trasero. Si no fuera lesbiana...
—Eres una pervertida.–Me dijo Remus mientras fumaba, pero James siguió modelando orgulloso de su trasero.
—Míralo, no me puedes decir que no es un buen trasero.
—Bueno... tiene buena estructura, y se ve apretujable. Yo digo que un 9/10–Opinó Sirius seriamente.
—Solo estás celoso de que a ti no se te ve así.–Le mostró directamente su trasero. Reí.
—Ya vamos abajo, Prongs. Tengo muchas ganas de ver a Lily.–Él me miró mal.–¿Qué? ¿No puedo decir que me parece linda?
—No si es mi novia.
—Bien, como quieras.–Empecé a salir de la habitación.
—¡Tu también tienes un buen trasero!–Me di una palmada y escuché la risa de los cuatro desde la habitación.
[...]
Empezaron a anunciar los que habían venido en pareja o en grupo, tomé al crup llamado London en mis manos y empezó a ladrar pidiendo atención.
Y lo logró, porque todos nos voltearon a ver. Sirius empezó a hacer revuelo y se acercó para presentarnos el mismo, nosotros solo le seguimos el juego.
—Por supuesto, tenemos a nuestro guapo e inteligente Víctor.–Remus levantó la mano y todos aplaudieron y chiflaron al verlo.–Cuidado, Víctor tiene novio.–Algunos rieron, otros suspiraron tristes al recordar que no tendrían oportunidad.–A nuestro rubio Fred.–Peter se sonrojó, pero igual sonrió.–Muy lindo. A nuestra querida y coqueta Daphne.–Di un paso adelante y di una vuelta para mostrar mi atuendo.–Un servidor, Shaggy.–Hizo una pequeña reverencia.–Y obviamente, Scooby.–Todos aplaudieron cuando levanté ligeramente al crup, quien movía la cola de un lado al otro con emoción.
Me acerqué a los demás e hicimos una pequeña reverencia juntos, después nos bajamos de donde estábamos y nos acercamos a los demás en la fiesta. La música empezó a sonar de nuevo.
Pandora, quien estaba denominada como la fotógrafa oficial, nos tomó una fotografía grupal, cada quien posó como su personaje.
—¡Que lindos todos!–Admiró la rubia, quien estaba vestida de una forma extraña.
—Gracias. ¿De que estás vestida tu, Pandora?–Pregunté sin ánimos de ofenderla.
—Soy un girasol.–Mostró sus hojas y todos soltamos un "oh..." de entendimiento.
Nos fuimos a bailar poco tiempo después de la foto, yo moviéndome con el perro en los brazos hasta que Peter lo tomó para que yo fuera por una bebida.
La mesa estaba repleta de dulces de arañas que se movían, un ponche verde con ojos falsos que se movían de un lado al otro, galletas que parecía que te comerían a ti, e incluso un tazón de dulces que de vez en cuando mostraba una mano que te agarra al tratar de tomar algo.
Me serví un poco del ponche y tomé un trago antes de sentir las manos calientes de alguien deslizándose sobre mi estómago.
—Sirius, no me toquetees, ambos somos gays y es raro.–Me voltee y obviamente, como mi suerte es mucha, no era Sirius. Marlene soltó una risita. Estaba vestida como una de las ángeles de Charlie, supuse que compartía su disfraz con Mary McDonald y Dorcas Meadows.
—Perdón por no ser quien esperabas.
—Marlene... ¿qué haces?
—Quería probar el ponche.
—Entonces toma tu propio vaso y suéltame.
—Nop.–Tomó un sorbo de mi vaso.–Es realmente bueno.
—Marlene, suéltame por favor.
—Quiero explicarte lo de la vez pasada. Esa chica y yo no somos nada, soy su tutora.
—No te ofendas Marlene, pero tengo más yo para ser su tutora que tú.
—Tutora de quidditch, chica lista, ella va a suplirme el próximo año y quería aprender mis trucos.
—Estoy segura de eso.–Ella suspiró y pasó sus manos de mi estómago a mi cara, acariciando con cariño y tal vez algo más que no quería reconocer.
—Me gustas tú. Estoy enamorada de ti, quiero todo contigo, una familia.
—Biológicamente sabes que no podemos tener una familia, ¿verdad?–Pregunté para tratar de zafarme de esta conversación.
—Lo sé. Pero quiero que me entiendas que tú eres la única para mi, como se que yo soy la única para ti. Porque yo te amo, y nunca podré dejar de hacerlo.
No supe que contestarle, ¿debía de ser grosera? ¿Amable? ¿Decirle que yo sentía lo mismo? Mi cabeza estaba apenas procesado lo que ella me había dicho, no podía pensar en que contestar.
—Y-Yo...
—No tienes que contestarme, se que no merezco otra oportunidad, ni siquiera merezco que me mires en este momento, pero lo mereceré, sabes que cuando quiero algo no descanso hasta que lo obtengo. Y te quiero a ti, quiero todo de ti, incluso si en este momento tú pareces odiarme.–Ahí algo brincó en mi cerebro, como una alarma roja.
—No te odio... nunca he podido odiarte por mas que quiera.
—¿No? Pensé que no me querías ver...
—Que no te quiera ver no quiere decir que te odie. No te equivoques, estoy enojada contigo y no creo poder perdonarte fácilmente, pero no puedo odiarte, porque no solo te odiaría a ti, odiaría a la parte de mi que siempre estará contigo, porque si, dejé gran parte de mi en ti, ambas lo sabemos, y no puedo.–Mis ojos empezaron a ser vidriosos, sentí los mocos en mi nariz amenazando con salir y humillarme aún más de lo que ya lo habían hecho mis palabras. Ella se acercó levemente y puso mi frente contra la suya.
—En verdad lo siento... se que fui una idiota, y quiero decirte que en verdad lo siento.–Cerré mis ojos y me dejé a mi misma disfrutar de su cercanía y su calor. Pero no era para siempre, nada era para siempre cuando no sabías que iba a pasar mañana. Me separé de ella y di un paso atrás.
—Decir lo siento no lo hace menos doloroso para mi.–Ella asintió entendiendo mis sentimientos, o tratando de hacerlo.
—¡Hey! ¡Vamos a bailar!–Lily tomó mi mano y me alejó de Marlene.
—Gracias...–Murmuré apenas mientras bailábamos juntas en el centro de la pista. Tenía razón en mi idea de antes, ella se veía realmente bien en ese disfraz de superheroína.
—No hay de que, somos amigas y te vi moqueando, así que no te podía dejar así.–Se burló. Yo asentí.
—Te ves muy sexy hoy.–Intente cambiar de tema para no sentirme peor–No le digas a James que te lo dije, me matara.
—Tu también te ves bien, Lupin.–Me dio una vuelta y logró sacarme una sonrisa. Seguimos moviéndonos juntas al ritmo de la música, los demás merodeadores se acercaron poco después y bailamos todos en grupo.
Mi último Halloween en Hogwarts no podía ser normal, pero en su defensa, desde que entré a la escuela nada había sido normal.
✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro