
꧁【𝔈𝔩 𝔭𝔯𝔢𝔠𝔦𝔬 𝔢𝔰 𝔢𝔩𝔢𝔳𝔞𝔡𝔬】꧂
- Al fin llegamos... - Observaron unos segundos las imponentes puertas del castillo. - No hay tiempo, nos queda menos de una hora. Vamos, la entrada es al otro lado. - Corrieron hasta la parte trasera para colarse en ese espacio totalmente oscuro, solo siendo iluminado por los pendientes del soñador. - Recuerden el plan. - Asintieron los tres simultáneamente, separándose por distintos rincones del castillo.
𝔼𝕟 𝕒𝕝𝕘ú𝕟 𝕠𝕥𝕣𝕠 𝕝𝕦𝕘𝕒𝕣...
Nuevamente apareció una frase de fuego. - ¡Ya están aquí bruh! -
- Ugh... ¿Qué hago ahora? ¡No planeo que me vean desnudo! - Su rostro era de un ligero color violeta mientras seguía en busca de ropa para cubrir su cuerpo.
- Que quejumbroso Cruz... Debería agradecer que tendrás un futuro mejor fuera de esta pocilga. - Rodó sus cuencas cruzándose de brazos. Le sorprendía que lo que más le importara ahora era vestirse por vanidad.
- Ammmm... - Sacó una navaja de su bolsillo para empezar a desentornillar la rejilla.
- ¿De dónde sacaste esa belleza en este lugar? - Admiraba lo reluciente que estaba. Su filo no se encontraba dañado.
- La tengo siempre, es una reliquia. Pero que importa. - Se quitó su largo chaleco morado para pasarlo por el conducto. - Tómalo Cross, lo necesitas más que yo de todas formas. - La rendija estaba suelta del otro extremo y con facilidad la retiró.
- Pero dude... - Observó la preciada prenda de su compañero. - Siempre decías que no te gustaba el horrendo color naranja de los uniformes de prisión, por eso rogaste para que te dejaran colocarte esto encima... - Apreciaba mucho el gesto, demasiado para ser sinceros.
- No importa bruh. Me acostumbraré a que el naranja sea mi color. - Soltó unas pequeñas risas por la preocupación. - Cuando el niño crezca, quiero que lo tenga. Dile que su tío Epic siempre lo estará cuidando cuando lleve eso puesto. - Sonrió. Sabía que el monocromático no era capaz de ver su rostro, pero quería enviarle buenas vibras.
- Dude... - Se colocó la prenda. - Me queda como un vestido, pero es mejor que andar sin nada. -
- Ya déjense de cursilerías, me van a dar algo o qué se yo. - Desvió la mirada con un sonrojo notable.
- Awwwwwwwwww, el polvito se emocionó con nuestra hermandad, que lindo. - Era una mezcla entre burla y ternura que intensificó el morado de sus pómulos.
- Dije que te calles. - Se colocó su capucha color mármol proveniente de su larga bufanda gris con bordes rojizos.
𝔼𝕟 𝕒𝕝𝕘ú𝕟 𝕠𝕥𝕣𝕠 𝕝𝕦𝕘𝕒𝕣...
Ya no habían guardias en el ala oeste. El pequeño volvió a la salida para esperar a los demás con algunas jeringas en sus manos.
No tardó mucho tiempo para que un canto resonara en el área de las celdas. Era un canto dulce y angelical. Parecía cantarles una canción de cuna, calmándolos y dándoles sueño.
- ¡No lo escuchen! - Puso ambas manos a los costados de su cabeza. - Es la fase 1 de su plan. - Lamentablemente el esquizofrénico ya había caído rendido bajo los encantos de aquella melodía. - ¡¿Cross?! - Preguntó fuertemente.
- ¡Sigo aquí! - Hizo caso a las instrucciones de su amigo, sin poder oír prácticamente la tonada.
Un estruendo se escuchó detrás suyo, cubriéndose instintivamente sin retirar sus manos.
- ¿Pero qué- Se giró para ver la pared derribada. Los ladrillos de pierda cayeron como bloques para niños.
- Creo que esperabas mi llegada. - Se acercó al monocromático. - Soy Reaper, vine a sacarte de aquí antes que ese animal te arrancara tus entrañas. - Chasqueó sus dedos para enviar la señal planeada. - Listo, vámonos, tenemos unos minutos. - Sin darle tiempo a responder, lo cargó en su espalda corriendo rápidamente. Ya había utilizado mucha magia, necesitaba recuperar un poco más como para teletransportarse.
La canción se detuvo.
- Dream... - Se puso de pie, sus tentáculos se movían al compás de sus pasos. - ¡Hermanito! ¡Sé que estás aquí! - No sabía que pensar. Su intuición le decía que algo estaba mal y que Dream tenía que ver en todo eso. - ¡No me hagas salir a buscarte! -
Una silueta descendió del techo. - Night... - Fue corriendo para abrazarlo, siendo correspondido. La pequeña llama seguía en su cabeza, aún tenía que escapar antes que lo apresaran.
- ¿Cómo llegaste aquí? No creo que haya sido por mi. - Un fuerte golpe azotó el edificio. - Cross, no lo dejaré escaparse tan fácil. - Gruñó, pero fue detenido. - Tu... ¿Lo ayudaste a escapar? ¿Cierto... ? - Sus facciones eran indescriptibles.
- S- Si... - Lo miró fijamente. - Lo siento pero no podía permitir que asesinaras a un infante. No puedo permitir que mates a nadie... - Aquella mirada lo estaba juzgando.
- Jaja... Jajajajajajajajajajajaja - Su risa se intensificó siendo maniática y de gran volumen. - Yo estuve esperando más de 8 putos años para saber algo de ti, que vengas a visitarme o qué se yo. - Uno de sus grandes tentáculos golpeó el suelo. - No sabes los horrores que pasé aquí. ¿No me ves? Estoy corrupto, esta masa inmunda se coló hasta en mi alma. Ya no tengo cordura, no tengo esperanza ni la tendré. - Se fue acercando al menor a paso lento y pausado. - El dolor... El dolor de estas mierdas fue lo peor que viví. - Alzó sus brazos. - Me quedé sin un ojo simplemente por la curiosidad del Rey para ver como era uno de un esqueleto. - Quedaron frente a frente sin despegar su mirada de las cuencas ajenas. - Me tratan peor que un animal. No e probado bocado en 3 meses porque esa porquería es incomible. Mi magia se debilita cada estúpido día... Lo único que me mantenía con vida era pensar que al salir de este infierno entre rejas te vería a ti, que pasaría el resto de mis años jugando como lo hacía de niño. Pero ahora veo que eso no será posible. - Acarició el rostro del menor. - Oh Dream... Qué iluso que fui todo este tiempo. -
- Nightmare... - Su corazón fue destrozado. No había estado para su hermano en esos años difíciles, no lo protegió como prometió a su madre. - Ven con nosotros, podemos sacarte de aquí. Por favor, déjame compensarte... -
- Ya es demasiado tarde Dreamy... - Sus cuencas doradas se encogieron y perdieron su brillo. - Ahora soy yo quien debe compensar la balanza. - Observaba con pavor. No era capaz de moverse, como si lo hubieran congelado.
Una espada se cruzó en el camino. - Qué te dije sobre tu hermano. - Cortó una de las extremidades adicionales del azabache. - Corre, yo me encargo de esto. -
- Maldito... - Se abalanzó sobre él. - Ya imaginaba que habría alguien detrás de este escape. - Solo pudo seguir con la mirada como el de ropas amarillas salía corriendo para perderse de vista.
- No los alcanzarás aunque te libres de mi. - Invirtió las posiciones con un golpe en su estómago. - Tu bailas conmigo ahora. - Esbozó una sonrisa para clavar su espada al costado de su cabeza. - ¿Me concedes esta pieza? -
꧁☆☆FIN DEL CAPÍTULO☆☆꧂
【 Edit: 】
Palabras: 1193 palabras
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro