Jungkook se dirigía hacia su casa con una gran sonrisa en su rostro, la noticia del embarazo de Bekhyun lo tenía muy contento Chanyeol se lo merecía, ambos lo hacían. Llevaban un tiempo intentando quedar en estado pero debido a las altas dosis de supresores en el sistema del omega no lo habían podido lograr, sin embargo ahí estaba, su amigo próximamente sería padre.

Esa felicidad aumento cuando su jefe Lee Taemin le comunico que los tratados pendientes habían sido cerrados con éxito, quitándole de la espalda un gran peso de encima. Sonrío cuando divisó su casa a unos pocos metros, al llegar su chofer le abrió la puerta y el alfa agradeció con una venia, rápidamente las empleadas de la casa salieron a recibir a su jefe ayudándole con su saco y maletín, en un estado "normal" en Jungkook no hubiera agradecido siquiera sonreído sin embargo se encontraba tan feliz que les sonrío abiertamente y agradeció.

Subió las grandes escaleras y se adentro a su cuarto luego de verificar a su pequeña hija la cual se encontraba jugando con sus barbies. Se dirigió a su armario para poder cambiarse de ropa a una más cómoda al salir vio a su hija sentada en su cama con la cabeza gacha y sus piecitos moviéndose nerviosamente.

Su lobo movió la cola en signo de felicidad, animándole a ir con ella y abrazarla.

—Nayeon, hija ¿qué ocurre?—preguntó con suavidad, llenándose del dulce olor a leche que desprendía su hija al ser todavía una cachorra. Ella subió su dulce mirada e hizo un puchero.

—Papi... ya ca-asi cumplo seis años—dijo mostrando seis de sus deditos. Jungkook asintió sonriendo débilmente ante la ternura de su hija, ella continuo—, y aún no me has inscrito a ninguna escuela, papi no quiero perder el año—termino de decir, Jungkook la vio asombrado, era cierto faltaba poco para iniciar clases y su pequeña cachorra todavía no estaba inscrita, su lobo pataleo y le dio la espalda completamente indignado.

Entonces recordó una de las tantas pláticas que ha tenido con Chan, donde le decía que su omega estaba muy emocionado por la nueva escuela en la que su amigo daría clases.

¿Cómo era que se llamaba? Ariru... Arira... ¡Arirang! Sí eso.

—No te preocupes hija, no perderás el año, es más ya sé a que escuela asistirás—su hija lo vio con ojitos ilusionados—, irás a la escuela Arirang .

Su hija lo abrazó y él por unos instantes se quedo en shock tratando de asimilar el contacto, finalmente correspondió y en ambos corazones se instaló una emoción muy cálida.

Jungkook quería cambiar, solo necesitaba un pequeño empujoncito...