Capítulo 9; hermana
°°°Orígen°°°
Érase una vez, poco después de que el planeta tierra colapsara. Una familia que lo dió todo para sobrevivir en el mundo de las sobras que quedaba después de años intentando encontrar una solución para salvar la tierra o contruir otra forma de vida en otro planetas, incluso se consideró la idea de construir naves espaciales inmensas para ser el nuevo hogar de millones de personas.....mas no de todas.
Pero algo completamente imprevisto sucedió; donde las teorías de los científicos a quienes consideraban locos por creer en vida extraterrestre, por fin llegó el momento en donde todas sus teorías fueron acertadas, el día en donde una de las cinco razas alienígenas más cercanas a nuestro mundo estuvo a favor de ayudar al humano a reconstruir su propio error...a reconstruir la tierra.
Entonces ni el gobierno ni la nasa pudo ocultar nada más acerca de los misterios alienígenas, no tuvo más remedio que dar una disculpa pública y al igual que todos adaptarse a la nueva compañía.
Claro que eso trajo varios cambios drásticos consigo.
Parecía que la mezcla entre razas fue de las primeras en aparecer. Las mutaciones genéticas aumentaron con velocidad, aterrando a la gente en el proceso; pocos eran los bebés que sobrevivían, y esa minoría nacía con ciertos "dones", algo que los hacía especiales, distintos al promedio de la humanidad.
La humanidad redució de población cuando la tierra comenzó a presentar síntomas de infertilidad en su tierra, escasez de comida, de recursos primordiales, deforestación, sequía, contaminación....todo eso fue culpa del excesivo y explotado uso de su limitada naturaleza.
Fueron advertidos antes de la catástrofe.
Pero los humanos son rebeldes, y no saben lo que tienen hasta que lo pierden.
Por fortuna para ellos, como una muestra de una segunda oportunidad, o algunos fanáticos lo llamaron milagro, en donde seres de otro planeta acudieron y extendieron sus manos para ayudar a la raza humana a sobrevivir; al igual que a todo ecosistema aún presente en dicho planeta.
Aquí es donde llegamos a la parte a la familia protagonista de ésta historia.
Los padres que lucharon por la vida de sus hijos en el frío invierno que abrazó a la tierra después de la anormal bienvenida a seres tan extaños y peculiares, parecía la mismísima resurrección de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Un pequeño bebé de 1 año y una niña de 9, caminando solitarios por la fría nieve que inundaba las calles del abandonado pueblo, al que antes tenían la dicha de llamarle "hogar".
No bastaba con que sus ropas fueran aptas para el invierno; pues el aire frío congelaba poco a poco los delicados pulmones de la infante, mientras daba todo lo posible para proteger a su hermano de la helada ventisca.
Parecían las consecuencias de la segunda guerra mundial, similar a un deja vú.
La ciudad estaba en reconstrucción con ayuda de la nueva tecnología de los "visitantes".
Y no solo cambió el ecosistema en la tierra, sino también en los humanos.
Comenzaron a verse fetos y bebés amorfos, como si fuera producto de una fuerte radiación...
Pero había una excepción.
Parecía que los "anfitriones" no podían reproducirse por su cuenta, por eso se juntaban con féminas humanas; y por alguna razón o circunstancia, los bebés que alcanzaban a nacer sanos y salvos(normalmente hombres) al crecer desarrollarían fertilidad, o sea, podían quedar embarazados.
Nadie sabe la razón, aunque hay teorías de que dicha raza está al borde de la extinción al igual que los humanos, así que se ayudarían mutuamente reproduciéndose de manera masiva, bajo cualquier método.
¿Pero qué tenía que ver ésto con nuestro protagonista?; bueno, la respuesta es sencilla, su madre, su verdadera madre, estaba aún en embarazo cuando todo pasó,y eso ocasionó cambios genéticos en el bebé, entonces sí, Ethan era un doncel junto a otros escasos en todo el mundo, (o lo que quedaba de él).
Desafortunadamente decidieron que debían repartirse en el planeta natal de los extraterrestres y en la tierra. Los que tenía más de un 50% gen alienígena se iba a Polus, y el que tenía más de 50% gen humano se quedaba en la tierra.
Recogieron a los niños que quedaron huérfanos al igual que las personas que quedaron sin nada y los llevaron a los laboratorios y hospitales para estabilizarlos y examinarlos.
El niño era especial, y los "anfitriones" adoraban lo especial. Así que quisieron llevarselo, pero la mayor se negó.
-¡Si se llevan a mi hermano, me llevan a mí!. -
Los anfitriones se miraron mutuamente.
-Eres una niña muy valiente -
-Yo diría insolente -
-Cierra la boca Brus. Me refiero a que ese valor no serviría de mucho-
-¿En serio?-
-¿En serio?-
De repente la niña vió a su padre detrás de ellos...espera...¿Era realmente él?...
-¿Papi?-
-Sí pequeña, soy yo, papá -
La castaña estuvo apunto de ir a abrazarlo, pero algo en sus ojos no se veía que era él....es como si fuera...UN IMPOSTOR.
-No...tú no eres papá...-
Se alejó y protegió a su hermano en sus brazos.
Los otros dos se mostraron un tanto impresionados, mientras el tercero de ellos cambió su semblante sonriente a uno serio. Su cuerpo se retorció y se transformó a lo que en un principio fue, un impostor. O mejor conocidos como cambia formas, así los nombraron los humanos, pues debían tener una manera de llamarlos, y no entendían su idioma natal, así que no sabían cómo se llamaban los "anfitriones" realmente.
-Bueno, no esperé nunca que un humano lo notara. Es impresionante. Nos vendría bien un dúo de humanos "prodigio". Después de todo, están casi extintos-
Los otros dos se echaron a reír, fue un buen chiste...cruel, pero entendible.
-Está bien chicos, los niños pueden venir con nosotros.-
Y aunque las dudas invadían a la niña, decidió aceptar la oferta. No le daban buena espina esos tipos, nada le daba buena espina luego de la muerte de su madre durante el parto y su padre desaparecido. Tenía que estar alerta en todo momento para cuidar a su hermano, su única razón de seguir adelante; aún así no tenía de otra, no podía darse el lujo de rechazar tal oportunidad para salir de las calles y garantizarle una vida digna a ambos. Era lo mínimo que podía hacer por su pequeño hermano.
Entonces se montaron a la nave, donde una no tan larga fila de jóvenes y niños esperaban detrás de ellos también abordaban a la misma, respondiendo a un test de preguntas breve antes de pisar el suelo frío de metal del vehículo.
Caminó despacio con el bebé en manos por el interior de la inmensa nave, buscando un lugar cómodo en el suelo para sentarse. De repente el lugar se puso cálido, cosa que estabilizó su temperatura corporal, le permitió relajarse y al bebé dormir cómodo.
Rápidamente el resto de pasajeros se sentaron cerca. Algunos eran familia o amigos, otros estaban completamente solos.
No supo cuánto duró el viaje porque se quedó dormida. Tanto tiempo trasnochando por el hambre, la inseguridad o el mismo insomnio se reflejaron en esa tranquila siesta, que por más corta que haya sido le sirvió mucho para recuperar fuerzas.
Apenas llegaron, todos se bajaron y fueron guiados por uno de ellos, quien les enseñaba las reglas de su mundo y los lugares para que aprendieran a ubicarse, luego los trasladaron a unos apartamentos donde compartirían habitaciones entre todos. Lo primero que hizo fue cambiar la manta sucia y helada de su hermanito para ponerle una nueva limpia y calentita, parecía ser que éste planeta era más caliente que la tierra y eso le alivió de cierto modo. Dejó de ser fanática del frío después de casi morir reireradas veces de hipotermia.
Se dió una ducha y limpió con pañitos húmedos a su hermanito mientras éste dormía, luego le dará un baño como es debido, por ahora lo dejaría descansar.
Buscó la cocina y se preparó un chocolate caliente, el líquido rápidamente pasó su calidez a todo su cuerpo, ahora su estómago estaba satisfecho; de todas maneras pasaría un tiempo tratando de volver a comer con normalidad luego de, valga la redundancia, casi morir de hambre tantas veces o comer sobrados. Lo bueno de todo ésto, había desarrollado un estómago y resistencia fuerte. ¿Lo malo?, dañar por completo su sistema alimenticio, y todas las consecuencias que conllevaban junto con él.
Luego de que su hermano se despertara llorando, lo bañó y le dió de comer compota.
Era increíble como la distribución de alimentos terrícolas había aumentado y con eso, exportado al planeta de sus "aliados". Supongo de que solo la mitad de la humanidad estuviera viva tenía sus ventajas, la naturaleza había prosperado al igual que los demás ecosistemas como los animales.
Es triste admitir que nunca pudimos cuidar el planeta como se debía, y era humillante que nos tuvieran que ayudar a corregir nuestros errores, pero era cien veces mejor que acabar por destruir a nuestro querido planeta y haber sobrevivido como las tantas series del espacio que su familia veía en la televisión.
Tampoco era reconfortante no saber lo que pasaría después.
Se cambió de ropa y a su hermanito igual, parecía que estaban listos para cualquier cosa.
Entonces llegó su compañero de cuarto.
-¡Hola!. Parece ser que viviremos juntas, ¿cómo te llamas?-
Era una joven de piel morena con cabellos negros largos y crespos; de su misma edad.
-....soy Maryann, y él es Ethan-
- ¡Mi nombre es Emily, qué gusto conocerlos!-
{••Actualidad••}
- Capitana, ya llegó la nave que esperábamos -
-¿Tienes todo listo?-
-Sí señora-
-Excelente. Entonces iré a recibirlo-
Bajó de la nave estacionada en una base de combustible, en donde esperaron pacientemente a que apareciera lo que tanto ansiaban.
Entonces finalmente llegó la nave Polus.
Blanco: Fue un gusto conocerte, Ethan
Amarillo: Lo mismo digo, William...y gracias por todo, de verdad
Morado: ¡Hey amigo!, ¿No te vas a despedir de nosotros?
Llamó, junto a los que seguían vivos.
Amarillo sonrió y los abrazó uno por uno, incluyendo a Naranja.
Naranja: Supongo que no fue tan malo tenerte aquí.
Se cruzó de brazos la chica, sin dejar que la abrazara, solo le estrechó la mano.
Por más buena persona que intenrara ser, no podía evitar dejar atrás su orgullo.
El castaño sonrió pequeño. Después de todo no era tan mala como aparentaba.
Por último se despidió del de traje negro.
Quería abrazarlo, pero su pánico le impidió moverse.
Y él lo entendió.
Negro: Está buen no tienes que hacerlo si no quieres...te vamos a extrañar...
Amarillo: B-bueno...mira el lado positivo, al menos tendrán más chocolates de ahora en adelante..
Negro: Jaja, ya lo creo...
Amarillo: .Ya...me tengo que ir...
Negro: Buena suerte, peque. Seguramente nos volveremos a ver.
Amarillo se dió la vuelta con una mirada nostálgica, aunque no haya pasado mucho tiempo con ellos fue mucho mejor que la tortura que vivió con Negro....y ahora que lo pensaba...¿Qué habrá pasado con él?...
Apenas puso un pie fuera de la nave y alguien se le abalanzó a abrazarlo.
-¡Hermanitooooo!-
Una voz femenina de volúmen alto le aturdió un poco, y el agarre fuerte de sus brazos contra los suyos le asfixió por unos segundos.
-N..no puedo...respi...rar...-
-¡Ah!, lo siento-
Lo soltó.
-También me da gusto verte de nuevo, Maryann-
-No sabes cuánto te extrañé, llorón -
-Y tú no sabes lo bien que me fue sin ti, gruñona-
Se sonrieron mutuamente y se abrazaron con fuerza de nuevo.
-Hay mucho que contarte- Mencionó emocionada la mayor.
-Ya lo creo..- Suspiró agotado el menor, siendo llevado de la mano por su hermana quien le daba la bienvenida a su nave "Estrella roja".
Mientras tanto, una de su tripulación, la rosa, una pelinegra muy "agradable" estrechaba la mano al rosado de la otra tripulación, que estaban a punto de partir.
-Nuestra capitana agradece sus servicios por cuidar considerablemente de nuestro huésped -
-No fue nada...es más, todo un gusto-
Respondió el rubio, con una mirada amenazante, no necesitaba tener el casco fuera para notarlo.
Una corriente pasó por ambos brazos cuando estrecharon las manos y loa dos lo notaron, aún así, ninguno dijo nada y cada quién se fue por su camino.
La pelinegra sabía que era uno de ellos, y que era peligroso.
Y el rubio sabía que ella era una híbrida...una traidora.
Desde que empezaron los viajes espaciales por parte de la NASA de ese tiempo, y se presentaron los tan famosos y despreciados "impostores", las relaciones entre los humanos y los alienígenas era de mera tolerancia, pues como siempre, los humanos le temían a aquello que no conocían, por ende, los despreciaban.
¿Los cambiantes?, siempre fueron engreídos, orgullosos y arrogantes, al menos la mayoría. Ayudaron a los humanos porque estaban al borde d ela extinción...y porque lo decía la profecía de su antigua historia. Que se llevaron bien por un tiempo era una cosa, seguir sus planes era otra. Necesitaban que su población fuera absoluta, cueste lo que cueste.
Y los humanos eran tan idiotas que creían saberlo todo, pero no es así; quiero decir, ¿qué clase de sabelotodo destruiría su propio planeta?.
Sin más preámbulos, ambas naves despegaron en direcciones opuestas.
La de traje amarillo acompañó a su hermano en un reccorrido por su nave, presentándole a sus compañeros de trabajo.
Emily, la de traje plateado.
Pao, la de traje rosado.
Ashano, la de traje naranja.
Berenice, la de traje rojo.
Santiago, el de traje blanco.
Joan, el de traje Cyan.
Dylan, el de traje Lima.
Daniel, el de traje verde.
Philip, el de negro.
Melissa, la de traje marrón.
Y por último...
Kate, el de traje morado... realmente no sabían si era hombre o mujer.
Caminaron hasta el laboratorio, donde habían cápsulas de agua, inmensas, de tamaño humano...e irónicamente había una silueta dentro de una.
-Q...qué es eso?...-
Preguntó el castañito con nervios. El rostro de su hermana ya no era alegre...su mirada seria daba escalofríos.
-Éste fuer el primer cambia formas que se atrevió a infiltrarse en nuestra nave. Los de arriba pidieron que lo mantuvieramos vivo para examinarlo en cuanto lleguemos a la tierra-
Oh bueno, no exactamente a la tierra, sino al planeta "Gi".
Donde crecieron después de la catástrofe.
-Tengo mucho que contarte-
-Yo....yo igual...-
Cruzaron miradas....uno de ellos estaba a punto de llorar.
- Ethan...¿Hay algo importante que deba saber?-
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°
Verde: ¡ME NIEGO A HACERLE DAÑO!
Le gritó el de traje verde a su antiguo cómplice, Rosado.
¿Recuerdan que ambos eran impostores?, sí, me imagino que sí.
Rosa: ¡ERES UN TRAÍDOR!, ¡SE SUPONÍA QUE DEBÍAMOS LLEVAR A LA HEMBRA AL NIDO, COMO SE NOS PIDIÓ EN UN PRINCIPIO!, ¿¡NO PUEDES CON ESO?!
Verde: ¡NO!, ¡ÉL ES UNA BUENA PERSONA!
Rosa: ¡LOS HUMANOS NO SON BUENOS!
Verde: ¿¡Y-Y TÚ QUE SABES?!, ¡NO TODOS SON MALOS, Y TÚ TAMPOCO ERES BUENO!
Rosa: ¿Arriesgas tu honor, traicionas a tu especie por la vida de un mísero humano?
Verde: Mi especie nunca veló por mí. Me trataron como un fenómeno, nunca fueron mi familia.... Amarillo fue el único que ne trató como un ser vivo con sentimientos, no como una maquina de guerra....
Rosa: ¿Sabes que sufrirás las concecuencias, verdad?
Verde: No me importa, aceptaré cualquier castigo.
Rosa: ¡A mí sí ne importas, eres mi único amigo!
Gritó histérico, las lágrimas salieron de sus ojos.
El de traje verde se quedó callado, no se esperó para nada esa reacción...ya no había palabras para discutir... solo... sólo lo abrazó... después de todo era lo último que podría hacer antes de volver con él.
°°°°°
Maryann: No...no puede ser...t-tú no....
Llanto era lo único que se podía oír en esa habitación. Su hermanito le había contado todo, absolutamente todo, y ella estaba en completo shock, no podía creerlo, ¡no quería creerlo!, ¿¡CÓMO PUDO PASAR ÉSTO?!, ¡LE HICIERON DAÑO, A QUIEN JURÓ PROTEGER CON SU VIDA, JUSTO CUANDO ELLA NO ESTUVO, LE HICIERON DAÑO!...lo rompieron...lo quebraron por completo....
Tantas emociones correspondidas...dolor...tristeza...sufrimiento...impotencia...asco...odio...
El menor solo podía a llorar desconsoladamente en el hombro de su hermana, mientras ella acariciaba su suave cabello para tranquilizarlo, tratando de ser fuerte para él.
Solo una cosa le quedó clara esa noche.
Mataría al bastardo que se atrevió a lastimar a su hermano.
Nota de la autora
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