Capítulo 7
Año nuevo, vida nueva.
O eso era lo que decían.
Pues para amarillo no era nada nuevo que se le regaran las desgracias por encima, de nuevo, atormentandose él mismo con su pasado.
Ahora que todo mundo estaba dormido, se sentía asqueroso. Tenía una erección desde hace unas horas y no se había podido bajar la temperatura. No sabía por qué, ni que estuviera en la pubertad. Ya es un adulto, ésto no debería de pasar tan repentinamente. ¿Que si pensó algo sucio?, ¡claro que no!, ¡estaba traumado!, la sola mención del sexo le saba náuseas, nunca volvería a ser el mismo, jamás volvería a sentirse "normal"!, ¡tenía que vivir con la culpa de algo tan ridículo!, ¿¡quién en el puto mundo le creería que fue violado por un alienígena?!, ¡nadie!, ¡y los que sí le creían le tenían pesar o asco!...y no podía mirarlos al rostro...no podía...no...no podía....
—Maldición...—
{Censura ರ╭╮ರ}
Pudo escuchar el sonido de la casilla de ventilación abriéndose.
No alcanzó a ver nada por culpa de la oscuridad. Y tampoco a decir algo, ya que algo, o alguien cubrió su boca y lo puso en cuatro. No intentó huir, no tenía caso, es más...lo quería, lo necesitaba....no le importaba que fuera otra persona, en su cabeza solo estaba su abusador, Negro.
Joder...¿Acaso se había vuelto un maldito masoquista?...¿Acaso algo de lo que hizo ese tipo le había quedado gustando?...estaba enfermo...se sentía asqueado... pero a la vez tan... jodidamente bien.
Se dejó hacer de todo.
Parecía un sueño hecho realidad. Aunque estuviera perfectamente consciente de que estaba reviviendo un trauma, lo disfrutaba. Era irónico...era extraño y asqueroso, pero, de alguna forma sentía que estaba tan roto que ser esclavo de su propio trauma era su único deseo. Por fuera no deseaba tener contacto físico con nadie, no quería nada de nadie más que de quién le quitó su inocencia y lo cambió por completo.
Estaba enfermo, lo admitía, pero si está tan mal...¿Entonces por qué se siente tan bien?...
—Ahg...ah... maldición...—
—¿Te gusta, precioso?—
—Agh... sí...me encanta...~ por favor no pares...—
—No lo haría ni aunque me lo pidieras—
En su cabeza se repetía una y otra vez que era Negro haciendo de las suyas, apoderándose de su cuerpo una vez más, pero quién sabe...a lo mejor la realidad sea diferente.
Juraría que estuvo toda la noche siendo follado hasta el punto de desmayarse, sintió una y otra vez el líquido viscoso esparcirse tanto en su ano como en su garganta; perdió la cuenta de cuántas veces se corrió él con intensidad, que de un momento a otro no hizo más que desmayarse.
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Al día siguiente despertó ajitado, descubriendose de las sábanas para verificar que lo de esa noche hubiera sido falso, pero nada, ni siquiera la cama estaba mojada, únicamente en la parte donde estaba su erección, que en vez de tocarse, decidió ir a bañarse con agua fría y quitarse ese peso de encima.
—Amarillo.—
Apareció Azul oscuro, de la nada, en el baño. Mirándole como si fuera lo más normal del mundo.
El castaño pegó un grito.
—¡AHHH!, ¡¿QUÉ DEMONIOS?!, ¡SAL DE AQUÍ!, ¡ME ESTOY BAÑANDO!—
—¿Y a mí qué?, no es como si me fuera a excitar con tu cuerpo desnudo.—
Guardó silencio. (Alta referencia a Diabolik lovers JAJAJ)
—En fin, vengo a informarte que te van a trasladar a otra nave.—
El de pecas en su blanca espalda solo le miró de reojo, agradecía que estuviera de espaldas, porque tenían prohibido verse el rostro o dar información personal, abrazandose él solito.
—B-bueno...gracias por informarme...a-ahora largo... por favor—
No quería ni preguntar el por qué, solo quería que se fuera.
El de traje azul sin tomarle importancia se largó de allí.
Dejando de nuevo solo al castañito. Quien cerró la llave de la ducha y se recostó en el suelo, no sin antes ir a cerrar la puerta con seguro para que nadie más fuera a interrumpirle.
Cerró sus ojos, reflexionando sobre su pasado, pero más que todo preguntandose como mierda haría para seguir adelante, ¿con qué propósito?, y lo más importante, ¿con quién?.
Dejó escapar un suspiro pesado, si bien su pecho ya no estaba tan denso como anoche, seguía esa extraña sensación de querer expulsarlo todo.
Por la ventilación en el suelo del baño, salió una cosa negra y viscosa, arrastrándose hasta el de piel blanca y tomándolo por sorpresa.
Quizo pegar un grito, pero por alguna razón, no se opuso a su tacto.
Ma sustancia no identificada envolvió partes de su cuerpo en delgados hilos de la misma.
{CENSURA ರ╭╮ರ}
Se retorcio de placer, sin saber qué carajos estaba pasando, ¿acaso ésto está relacionado con el suceso de anoche?.
No se dió cuenta de cuánto tiempo pasó hasta que eyaculó, y rápidamente la criatura se separó y volvió a meterse dentro de la ventilación.
Su vista se volvió borrosa, y lo último que vió fue la escena de esa cosa oscura metiéndose dentro de la ventilación, hasta desmayarse, de nuevo.
—¿Hola?, ¿hay alguien adentro?...—
El de traje de morado (THE MAN BEHIND THE SLAUGTHER) tocó la puerta del baño, necesitaba entrar, y había notado que había estado ocupado desde que despertó. Y no iría ni de coña al que queda en la habitación de al lado, ¡le daba vergüenza pedir algo asi!, los de dicho cuarto aún estaban durmiendo y no quería despertarlos.
Tuvo y mal presentimiento y deshizo del seguro con un clip de emergencia que siempre cargaba consigo. Observando con horror en cuerpo ahí tirado de un tripulante.
Lo cargó sin pensarlo dos veces y se fue corriendo a la enfermería.
—¡BLANCO, TENEMOS UNA EMERGENCIA!—
El medico de la nave se exaltó por la intromisión inesperada, sorprendiendose ante la situación, tardando menos de un segundo en poner a su paciebte en la camilla y examinarlo.
—¿¡QUE LE SUCEDE AL CHICO, DOCTOR?!—
—Cálmate Morado. Afortunadamente solo se desmayó, no tiene efectos secundarios ni nada grave. Solo hay que esperar a que se despierte. Tú ve al baño, yo me encargo de él—
A toda velocidad se fue al baño a hacer sus necesidades, mientras el médico se quedaba con Amarillo, bien sabía cómo lucía, era su deber como licenciado en medicina, saber las identidades de los tripulantes, incluso del líder de la tripulación, Rojo.
Le vistió con ropa cómoda, una camiseta blanca y un short gris claro, debía admitir que se veía lindo ahora que lo podía apreciar en todo su esplendor. Se veía lindo dormido, su pecho se movía por cada respiración y se le hacía extremadamente tierno, sus labios rosados entre abiertos, sus largas pestañas, un tenue color rosa en sus mejillas y las diminutas pecas en éstas; sus piernas no tenían bello y eran extrañamente suaves al igual que sis brazos. Simplemente lo estaba admirando, no era nada malo ni perverso, solo le parecía...lindo.
La verdad Blanco nunca consideró que le atrayera cualquiera de los dos géneros. Sea hombre o mujer, nunca sintió la necesidad de tener que gustar de alguien o depender del mismo, en su vida no se había enamorado ni una sola vez, y creía que nunca lo iba a hacer.
No, lo que sentía no podía ser atracción ni mucho menos enamoramiento. La situación era así de simple, solo le parecía bonito.... además de sentir un poco de pesar por todo lo que tuvo que pasar el pobre.
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Al rato se despertó, desconcertado.
—¿Te encuentras mejor?—
Preguntó el de traje blanco. Amarillo se exaltó por no llevar el suyo.
—No te preocupes por tu traje, lo puse a lavar, ahora mismo se está secando. Puedes estar así con tal de que no salgas de la enfermería. No te alteres por saber tú identidad, todos los enfermeros tenemos que.—
Le explicó de la manera más breve y calmada posible.
—Ah...bueno...gracias...ehmm...¿Qué me pasó?...—
—Te desmayaste, Ethan —
Al castañito se le salió un *gasp*, ¡lo había llamado por su nombre real!.
—T-tú...¿No está prohibido?...—
—No si yo te digo el mío. Un gusto, soy William—
(.....)
Negro: ¿Se pondrá mejor?
Blanco: No lo sé, espero que sí. Sus defensas suben y bajan. Cada vez está comiendo más, hasta cuando no tiene hambre realmente. Le afecta tanto física como psicologicamente, el feto se hace más grande cada vez, parece que no será un simple huevo, o huevecillos que suelen dejar los impostores. Y lo peor es que avanza muy rápido. Sus feromonas se alborotan y al parecer tiene muchos cambios de humor.
Negro: Pero...¿Le dijiste?
Blanco: No... aún no...
Amarillo: ¿Decirme qué?
Apareció de la nada, comiendo unas barritas de carne, siendo completamente ignorante de la situación en la que estaba metido. Ya se veía un poco más hinchado su vientre, de no ser porque amarillo no tenía ni idea de que era un doncel, apostaría a que estuviera embarazado.
Los otros dos individuos se quedaron en completo silencio. Se miraron entre sí, las orbes se veían a través del cristal que portaba el casco de los trajes. Asintiendo mutuamente, coincidiendo ante la decisión que estaban a segundos de tomar, la cual, no solo cambiaría de cierta manera sus vidas, sino, aún peor, la del chico.
Blanco: Amarillo...yo...nosotros...tenemos que decirte algo...
Negro: Necesitamos que te lo tomes con calma y no entres en pánico, ¿sí?
Amarillo: Oigan....Me están asustando....
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—Amarillo....tú..... estás embarazado—
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—Y lo que llevas dentro, no es humano.—
Nota de la autora
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