Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

them

Las fotos.

Las fotos.
Las fotos.

¿De qué fotos habla?

Había llegado a Francia hace dos días y estuve todo este tiempo pensando en eso. En las supuestas fotos besándome con alguien.
Además, dijo que fui yo quien rompió la promesa. Solo lo hice cuando supe que ella la había roto también.
Max me lo había confirmado.
Max me había dicho que ella salía con alguien.
Max.
No.
Max no haría algo así.
Max no mentiría.

¿crees que no mentiría para mantener a Day con él?

¿Qué tan lejos llegaría Max por mantener a Daisy con él?

lejísimos

Sólo si su padre se lo pide.

¿eso siquiera sigue siendo una excusa?

Me siento errático, enojado y decepcionado. Quiero matarlo por arruinar esto para nosotros, quiero matarlo por arruinar la vida de Day, quiero matarlo por fingir ser mi amigo cuando solo estaba mintiendo.

Camino por la habitación del hotel estresado.
¿Qué hago ahora?
Mi celular empieza a sonar y veo que es Lando, ignoro la llamada y sigo pensando.
Dios Daisy y yo podríamos haber estado juntos hace tanto tiempo.
Mi teléfono vuelve a llamar pero esta vez es un tono de mensaje.

"Conseguí un lugar donde hacer una fiesta y voy a ser el dj, todos irán"

Estaba a punto de rechazar la oferta cuando llegó otro mensaje.

"Incluida Daisy"

Ok, quizás sí sea buena idea ir.
Tendríamos un par de días libres antes de siquiera poner un pie en el paddock así que quizás sea una buena oportunidad para hablar con Day.

o con max

Creo que si hablo con Max en este momento, lo mato.

bien, max no es una opción.

Cuando llego a la fiesta no se puede ver casi nada de la cantidad de gente que hay. No sé a dónde nos había metido Lando.
A unos metros mío veo a Pierre saltando sobre Daisy y no puedo evitar reírme.
Ella junto a Charles y Pierre han sido amigos desde niños. Cuando conocí a Day ya existía la idea de que hacían todo juntos. Literalmente todo.
En realidad, antes eran un grupo de 4 pero... bueno, el fallecimiento de Anthoine los golpeó como grupo.

El día del accidente fue horrible. Recuerdo que decidí irme temprano del paddock porque supuse que Day querría estar con los chicos y no quería que en ese momento tuviera por preocuparse por un posible reencuentro conmigo. Quería que esté tranquila.

Hay una foto que me parece terriblemente triste de ese día. Charles y Pierre tienen sus cabezas apoyadas en cada hombro de Daisy y ella se ve tan perdida que ni parece ella.

Ni me di cuenta de que todo ese tiempo me había quedado parado mirando a Daisy. Ahora, se le habían unido los hermanos de Charles.

Nunca me consideré una persona celosa de los amigos de Daisy. Ella se crío casi rodeada de chicos, entonces es obvio que la mayoría de sus amistades sean hombres. Hasta llega a ser bastante gracioso como tienen la capacidad de decir mil idioteces por segundo cuando están juntos. Pero hay alguien, un amigo en particular, que sé y ella también, que no quiere solo eso.

Lorenzo Leclerc.

El hermano mayor de Charles se le viene insinuando a Daisy desde que la vio por primera vez. A veces creo que hasta es un enviado de Jos y Max para molestarme, luego recuerdo lo mal que nos cae Jos a todos y se me pasa el delirio.

Y recuerdo esto porque la mira como si quisiera comérsela en ese mismo momento. Lo detesto.

—¡Aquí estás! —grita alguien detrás—. Creí que no vendrías —saluda Max—. Recuerdas a Kelly, ¿cierto? —la saludo sonriente y tengo que fingir que su novio no es un idiota— ¿Has visto a Daisy?

Siento que no puedo confiar en Max. Como si todo lo que dijera o preguntara ahora fuera un prueba para ver si sigo pendiente de ella o no. No le daré el gusto de que lo sepa.

—Ni idea —contesto indiferente—. Voy al baño, amigo —palmeo su espalda un poco más fuerte de lo que debería y subo las escaleras buscando el baño. Cuando lo localizo, entro.

—Ocupado —grita alguien que reconozco como Daisy pero yo ya estaba adentro. Afortunadamente, sólo estaba retocando un poco su pintalabios.

Me mira a través del espejo mientras lo hace. No puedo evitar escanearla con la mirada, siento que estoy viendo una jodida obra de arte.

—Dije ocupado.

—Lo lamento —puedo ver como sus ojos me escanean de la misma manera que los míos hace un momento.

controlate, George

—Ya me voy y te dejo hacer tus cosas —avisa guardando su pintalabios. Conozco la técnica de Daisy en las fiestas, si se siente sobreestimulada por la cantidad de gente, el tener que socializar mucho o la música, se esconde en el baño.

—De hecho, estoy escapando de la fiesta si soy honesto y supongo que tú también —se ríe apoyándose contra el lavamanos.

—Quizás solo estaba haciendo pis.

—A menos que hagas de parada, dudo que hayas sido la última en usar el baño —le señalo con la cabeza la tapa levantada. 'Qué asco' la escucho pronunciar.

Hablo en serio cuando digo que estoy haciendo una fuerza sobrehumana al no besarla. Sus labios rojos y el pequeño vestido negro que tiene me están volviendo loco.

—Mis ojos están más arriba.

—Y los míos también —contraataco cuando noto que recorre mi abdomen vestido con la mirada. Me detengo a mirar en su cuello, la cadenita que reposa sobre él.

¿Podría ser...?

Me acerco a ella y paso uno de mis dedos por su cuello para intentar agarrar la tirita entre mis dedos.

—¿Qué haces? —pregunta. Esta es mi Daisy favorita. La que aparece cuando está sola, cuando sabe que su padre no la verá hacer algo que supuestamente no debe, cuando sabe que tiene todo el control y aún así te permite pensar que tú lo tienes.

Puedo ver la piel de su cuello erizarse ante mí tacto.

—No debí haber dicho eso el otro día en el hospital— dice y, sinceramente, apenas escucho. Expongo el dije que mantenía oculto en el escote de su vestido y aprieto la mandíbula al ver mi inicial. Ella no se la había quitado y yo tampoco

—Tenías derecho a seguir viviendo tu vida y...

—No quiero hablar de eso ahora —la corto, su cuerpo está atrapado entre el lavamanos y yo.
Puedo verla retorcerse, quiero besarla y ella también quiere que lo haga.

—Sólo admitelo, Day.

—¿Admitir qué?

Daisy's pov

—Mírame y dime que no quieres hacerlo. Admite que el 99% del tiempo sabes que soy la persona a la que debes odiar pero ese 1%, ese pequeño y jodido porcentaje tuyo muere por besarme.

Su cara estaba demasiado cerca de la mía, sentía nuestras respiraciones mezclarse. Siento que estoy apunto de perder la cordura, puedo oler la menta en su aliento y me hace sentir embriagada.

—Detente...

—Si quieres que me detenga, ¿por qué me estás acercando hacia ti?

No me di cuenta de en qué momento lo hice, pero mi mano estaba apuñada en la tela de su camisa, atrayéndolo hacia mí.

Lo necesito más cerca

—Pudrete —le digo alejándome pero no era el plan de George. Alejarnos nunca estaría en sus planes.

Me toma de la nuca y choca nuestros labios. No es un beso tierno ni suave y George parece retractarse cuando lo nota.

—Mierda —dice al momento en que cae en cuenta de lo que acaba de hacer—. Day perdóname, si me pasé de verdad lo siento yo...

No lo dejo terminar y casi sin planearlo me acerco a él sosteniendo su camisa por el cuello, lo atraigo a mi y presiono mis labios sobre los suyos.

aún lo necesito más cerca

Me separo con la respiración agitada.
No No No, ¿qué acabo de hacer?
Comienzo a dar pasos por el pequeño baño.
Max va a matarme.

a la mierda con él, besa de nuevo a George

No, no puedo.

—George no sé qué me pasó —me doy la vuelta para poder excusarme con él pero ni bien me muevo un poco para quedar frente a él, lo tengo sobre mi.

Sí puedes

Mi estómago se aprieta en el momento en que me toma por la parte de atrás del cuello y me guía a su boca, respondo de inmediato y recibo el contacto con gusto.

Dios, si está tan mal, ¿por qué se siente tan jodidamente bien?

Me sienta sobre el lavamanos y él queda parado entre mis piernas. Gimoteo en medio del beso y eso parece desesperarlo más.

Este no es un pico, su boca se mueve con ganas sobre la mía y posa la mano libre sobre mi cintura para acercarme más borde del mueble y que mi cadera roce la suya, las ganas que tenía de besarlo explotaron y me muevo en automático, mis manos van a su cabello y profundizo aún más el beso hasta que nos quedamos sin aire.

Nuestras respiraciones están agitadas y es como si nuestras gargantas rogaran por un poco de oxígeno luego del beso que nos habíamos dado.
Desde mi lugar en el lavamanos lo escaneo con la mirada y me muerdo el labio.

concéntrate Daisy

George tiene una sonrisa satisfecha en su rostro, como si esto fuera justo lo que quería, tenerme así.
Se ríe soltando aire por la nariz y apoya su espalda contra la pared frente a mí.
¿Por qué un acto tan sencillo tiene que verse jodidamente bien en él?

—Supongo que era cuestión de tiempo —dice como si nada, sigue mirándome de arriba a abajo y me bajo del mueble cuando noto que probablemente puede ver mi ropa interior de lo subido que está mi vestido.

Quiero volver a besarlo y él lo sabe. Sabe que tengo ganas de más.

—George... —me quejo, sabe lo que quiero pero no va a dármelo.

—Sé lo que quieres pero quiero que uses tus palabras, Day. Quiero que me lo digas.

ok, tu dignidad tiene un límite

Al carajo mi dignidad.

—Yo... solo... —trato de buscar las palabras correctas ante lo que quiero decir. Él se despega de la pared y vuelve a quedar lo suficientemente cerca. Su mano se apoya en la parte lateral de mi cuello y su pulgar pasa por mi labio inferior. Su otra mano se cuela por el cuello de su camisa y saca un collar que no se veía. Mi inicial.

—Dime lo que quieres, Day.

—A ti, te quiero a ti.

—Esa es mi chica —premia antes de chocar otra vez nuestros labios. Esta vez su mano no se mueve de mi cuello.

dios, lo que daría porque aplique un poco de presión

Esta vez la desesperada en el beso soy yo, siento que no puedo tener suficiente de él. No después de tanto tiempo separados.

Escucho unos toques en la puerta y puedo notar la intención de George por cortar el beso. Tiro levemente de su cabello para acercarlo más a mí y él suelta un jadeo.

—Sé que estamos ocupados aquí pero alguien, quien se escucha como Lando ebrio, quiere usar el baño —lo miro con un puchero que se encarga de besar.

Abre la puerta sin siquiera pensar que alguien nos vería salir juntos. A Lando parece no importarle en realidad, apenas dejo el baño lo escucho vomitar.

George y yo nos quedamos mirando fijo en el pasillo sin saber qué hacer. Da el paso necesario y vuelve a besarme contra la pared.

Nunca tendré suficiente de él.








daisy es una hormona con piernas, daisy nos representa JSJSJAAJ
espero les haya gustado, las quieroo

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro