Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

the heart wants what it wants

2012

Silver tongues- Louis Tomlinson
You know, when I'm with you
I'm so much happier
[...]
You smile at me and say, "It's time to go"
But I don't feel like goin' home

—¿En serio, Daisy? ¿George? —preguntó Max, con los ojos entrecerrados por la incredulidad mientras dejaba escapar un suspiro. Estábamos por asistir a un tipo de cena de presentación con varios sponsors y todos estarían ahí.

Asentí con timidez, sin poder evitar sentirme un poco nerviosa ante su reacción. Max es mi hermano, pero también mi mejor amigo, y sabía que podía ser protector cuando se trataba de mí.

Su sorpresa era comprensible. Después de todo, el nombre de George no había surgido en nuestras conversaciones nunca. Ahora, de repente, parecía ocupar un lugar destacado en mi vida.

—Sí... solo ayúdame a acercarme, ¿sí? —supliqué, buscando su apoyo, consciente de que su respaldo sería fundamental para superar la barrera que imponía Jos—. Sabes que papá no me dejará acercarme por mi cuenta, Maxie, y bueno...

Max me miró con una mezcla de complicidad y preocupación. Conocía todos los entresijos de nuestra familia y entendía las dinámicas complicadas que había entre papá y yo. Pero aun así, parecía dudar de la sabiduría de acercarme a George, especialmente en un evento tan importante pr

—¿Qué? —cuestiona cuando ve que no termino la oración por mi tono vacilante— ¿Él es lindo? —inquirió, arqueando una ceja con escepticismo, como si no pudiera entender cómo eso justificaba mi repentino interés en George.

Asentí tímidamente, evitando su mirada penetrante. Sabía que Max no podía entender completamente mi atracción hacia el inglés, especialmente porque apenas hablamos. Pero hay algo en él que me intriga, algo que ni siquiera yo misma podía explicar por completo.

—Él es lindo —confirmo.

—¡Qué asco! —exclamó Max, lanzando una almohada hacia mí con un gesto dramático de disgusto—. Te ayudaré con George y te cubriré con papá, pero nada de besuquearse delante mío.

Me lancé a abrazarlo con una sonrisa, agradecida por su apoyo, aunque sabía que, en el fondo, su corazón de hermano sobreprotector estaba tratando de protegerme de cualquier posible desilusión o dolor. Con Max a mi lado, me sentí un poco más segura de enfrentar la noche que se avecinaba.

(...)

Apenas llegamos, no podemos evitar notar la presencia de los chicos, y sinceramente, es difícil pasar desapercibidos. Su energía bulliciosa llena la habitación en un instante, y sus saludos efusivos nos reciben como una ola de sonido y movimiento.

Entre la multitud, puedo sentir la mirada de George sobre mí, y no puedo evitar devolvérsela con una sonrisa tímida. Desde nuestro encuentro en el mariposario, hemos intentado hablar más, y cada interacción me deja con una sensación cálida en el pecho. Hay algo en la forma en que me mira que me hace sentir especial, y me gusta.

Pero, como siempre, la vida de los chicos gira en torno a sus carreras, y en un abrir y cerrar de ojos, nos encontramos dispersándonos por el lugar. A veces, olvido que su presencia aquí no es solo por placer, sino por obligación profesional. Me retiro al patio, dejándolos a ellos para que se concentren en lo que deben hacer.

Mientras camino por el patio, mi mente divaga, como lo hace con frecuencia últimamente. Estoy en un momento crucial de mi vida, donde se avecinan decisiones importantes, y sé que estas decisiones están influenciadas por las expectativas de los demás. Es un dilema constante entre hacer lo que quiero y sucumbir a la presión de complacer a los demás. A veces, siento que la culpa de seguir mi propio camino me persigue como una sombra, recordándome las expectativas que otros tienen sobre mí.

—Hey.

—Hola —saludo en un suspiro. George está con dos vasos en la mano y me extiende uno.

—¿Qué haces aquí?

—Los dejo hacer lo que vinieron a hacer.

—Esta cena es una idiotez, Day. Nos mostramos ante posibles patrocinadores como si fuéramos muñecos de torta —me río ante lo que dice.

—Sí... es bastante aburrido.

Pone una sonrisa antes de hablar:— Vámonos de aquí.

—George, no puedo irme, mi papá va a matarme —respondo con nerviosismo, imaginando la reacción de mi padre si me ve escapando de la cena.

—No lo notará, sabes que está ocupado con tu hermano —insiste, y me quedo pensando en sus palabras por un momento. No vendría mal romper las reglas solo esta vez, ¿verdad?

Tomo su mano y nos deslizamos fuera del salón, tratando de pasar desapercibidos entre la multitud. En un momento, diviso a mi padre saliendo al patio, y mi corazón se acelera. Le lanzo una mirada de pánico a George, pero él parece ignorar mi expresión y sigue adelante hasta que el aire fresco de la noche nos golpea en la cara.

Una vez que estamos a salvo y a una distancia segura del evento, me siento en el bordillo de la acera, dejando que la tranquilidad de la noche me envuelva.

Nos quedamos en silencio por un momento, absorbiendo la tranquilidad de la noche y la compañía del otro. A pesar del frenesí del mundo que nos rodea, aquí fuera todo parece calmado y sereno.

Después de disfrutar de la tranquilidad del silencio por un momento, nos sumergimos en una conversación que parecía no tener fin. Durante casi dos horas, intercambiamos historias, sueños, miedos y risas, compartiendo fragmentos de nuestras vidas de una manera que nunca habíamos hecho antes. En medio de esa charla, llegó un momento en el que sentí que conocía a George más íntimamente que a cualquier otra persona en mi vida en ese momento.

Ahora era mi turno de compartir. Respiré hondo, preparándome para abrir mi corazón y dejar que George viera un poco más de quién era realmente.


george's pov

Se quedó callada durante un rato, hasta el punto de que llegué a pensar que la conversación se había terminado, que tal vez ya no teníamos nada más que decirnos, o que no quería seguir hablando conmigo. Digo, nos habíamos estado contando cosas por dos horas.

Pero cuando por fin volvió a hablar, me di cuenta de que había estado sumida en sus pensamientos, decidiendo cuál sería su próximo secreto a revelar.

—¿Alguna vez has tenido la sensación de que todo el mundo siempre te está diciendo quién eres? —inquirió— ¿Que la gente se comporta como si supiera mejor que tú lo que se te da bien o quién se supone que tienes que ser? —asentí con comprensión. Era una sensación con la que yo mismo había lidiado muchas veces.

—Mis padres quieren que me prepare para entrar el año siguiente a la universidad para que pueda ser la ingeniera de Max lo antes posible —confesó. Su tono era cargado de frustración y resignación, como si estuviera atrapada en un camino que no había elegido por sí misma.

No era ningún secreto que su familia tenía grandes expectativas puestas en ella, especialmente en lo que respecta a seguir los pasos de su hermano en el mundo del automovilismo. Pero lo que dijo a continuación sí lo fue.

—¿Puedo contarte el secreto mejor guardado? —me preguntó, buscando mi consentimiento antes de revelar algo más íntimo.

Asentí con curiosidad, esperando escuchar lo que estaba a punto de decir.

—Odio el mundo del automovilismo masculino —admitió, y sus palabras resonaron en el aire entre nosotros. Era una confesión inesperada, una revelación de la verdadera lucha interna que enfrentaba, entre las expectativas de su familia y sus propios deseos y convicciones.

—Entonces...¿por qué estás aquí? Creí que seguías a Max porque querías interiorizarte con este lado sel deporte.

—Mi mamá me pidió que cuide de Max mientras estaba con papá. Digamos que él no es... una persona fácil de llevar y mamá no quería que Maxie se quede solo con él.

—¿Alguna vez te has dejado llevar solo por lo que tú quieres y no por lo que se supone que se espera de ti, Day?

—No es tan fácil, George. Es difícil encontrar el coraje para seguir tus propios sueños cuando parece que todos te están empujando en direcciones diferentes —confesó—. Como dije antes: no es fácil.

—Lo es, pero constantemente te dicen que no porque te necesitan de su lado.

Observé cómo Daisy se sumergía una vez más en sus pensamientos, y me sorprendió verla en un estado de vulnerabilidad. Siempre había sido fuerte y segura de sí misma, pero en ese momento, parecía como si sus barreras se desvanecieran ante mis ojos.

Un latido rápido en mi pecho me recordó lo cerca que estaba de ella, lo mucho que significaba para mí. Sin pensarlo dos veces, tomé su mano y entrelacé nuestros dedos. Sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo al contacto con su piel, y su mirada me devolvió una sonrisa cálida, como si ese simple gesto fuera justo lo que necesitaba en ese momento. Y, la verdad, yo también lo necesitaba.

La necesitaba.

No pude evitar sonreír también, sintiendo cómo se disipaba la tensión entre nosotros y una sensación de conexión genuina llenaba el aire. En ese instante, supe que estábamos compartiendo un momento especial, uno que atesoraría en mi corazón para siempre. Nuestro primer momento especial juntos.

Por un rato, nos quedamos en silencio, disfrutando de la serenidad del momento y dejando que nuestras emociones hablasen por sí mismas. Y en ese silencio compartido, encontré una calma que había estado buscando durante mucho tiempo.

Finalmente, rompí el silencio con un susurro suave: -Creo que es hora de volver -digo aunque no quiero irme.

—Estoy bien aquí, ¿Y tú?

—Más que bien.

I like me better- LAUV
Look who you made me, made me, oh no
Better when
I like me better when I'm with you

George y yo llevábamos un par de meses saliendo, y para mi sorpresa, Max se lo había tomado genial. No solo se mostraba comprensivo, sino que también se encargaba de cubrirme con papá cuando era necesario, asumiendo cualquier consecuencia que pudiera surgir de nuestras escapadas. Su apoyo incondicional me reconfortaba y me hacía sentir aún más segura de mi relación con George.

Ahora, el inglés me estaba llevando a un lugar que según él era una sorpresa, aunque, bueno, todo en Alemania para mí era una sorpresa. Con cada paso que dábamos, mi curiosidad y emoción crecían, preguntándome qué podía ser lo que George tenía preparado para mí.Finalmente, llegamos a nuestro destino, y al abrir la puerta, un aroma a libro fresco inundó mis fosas nasales, haciendo que mi corazón saltara de emoción. Mis ojos se iluminaron al encontrarme rodeada de estanterías repletas de libros de todos los géneros y tamaños.

—Elige uno —dijo George, extendiendo su mano hacia las estanterías.

—¿Qué? —fruncí las cejas, aturdida por la oferta.

—Elige un libro, el que quieras. Será un regalo de mi parte —repitió con una sonrisa cálida.

Mis manos temblaban ligeramente de emoción mientras recorría las filas de libros, sintiendo la textura de sus portadas y leyendo los títulos con atención. Cada libro parecía contener un mundo nuevo por descubrir, y la idea de elegir uno para llevar a casa me llenaba de alegría.De repente, sin embargo, mis pensamientos se vieron interrumpidos por una oleada de emoción abrumadora. No podía contenerlo más.

—Creo que me estoy enamorando de ti, George —confesé, sin poder evitar la sonrisa que se formaba en mi rostro. Su mirada se llenó de ternura y cariño, reflejando mis propios sentimientos.

—Es bueno oírlo, Day, porque yo ya estoy enamorado —respondió con suavidad, dejando que sus palabras se fundieran con el ambiente cálido y acogedor de la librería.

george's pov

Es difícil estar cerca de una chica como Day y no querer mirarla todo el tiempo. Me hace gracia ver las expresiones tan excéntricas que pone cuando lee. Reacciona a cada giro de la trama como si estuviera presenciando la escena con sus propios ojos. Más de una vez la puedo ver abriendo la boca con asombro o cerrando el libro de manera brusca, y entonces la miro expectante y ella procede a soltarme un aluvión de información sobre la trama, los personajes y los líos que hay entre ellos que yo no entiendo pero escucho de todas maneras, solo porque me gusta oírla hablar.

La idea de venir aquí había sido de mamá, y no pudo haber sido más acertada. Este ambiente de tranquilidad y pasión por la lectura era justo lo que necesitábamos para pasar tiempo juntos y profundizar nuestra conexión.

Escucho otra reacción por parte de Daisy y la miro esperando a que me cuente, pero esta vez no puedo resistirme. La curiosidad me embarga y antes de que pueda contenerme, mis labios encuentran los suyos en un beso espontáneo y apasionado.

El contacto es eléctrico, como si un millar de chispas recorrieran mi cuerpo en ese breve instante. Sé que este paso puede cambiarlo todo, pero la intensidad del momento me hace sentir vivo de una manera que nunca antes había experimentado. En cuanto rocé su boca, supe que iba a ser un desastre, pero también que sería el mejor desastre de mi vida. Los latidos de mi corazón se aceleraron, mientras mis manos se aferraban suavemente a sus caderas, deseando que este momento nunca terminara.

A medida que nos separamos, nuestros alientos entrecortados llenan el espacio entre nosotros, y nuestros ojos se encuentran en un silencioso entendimiento. Tal vez este beso haya sido impulsivo, pero también fue sincero, y eso es lo que importa en este preciso instante.

No sé qué nos depara el futuro, pero sé que quiero explorar este nuevo territorio junto a Day, descubriendo cada emoción y cada desafío juntos. Y mientras me sumerjo en sus ojos llenos de asombro y emoción, sé que estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío con tal de estar a su lado.

Call it what you want- Taylor Swift
I want to wear his initial
On a chain 'round my neck, chain 'round my neck
Not because he owns me 'cause he really knows me

George y yo hablábamos sobre el futuro mientras caminábamos por una pequeña plaza cerca de donde nos quedábamos. Eran casi las 6 de la tarde y hacía un poco de frío, pero valía completamente la pena estar aquí con él. El ambiente era tranquilo y acogedor, perfecto para nuestras conversaciones íntimas. 

—Tengo algo para ti —susurra George como si alguien en realidad pudiera escucharnos. Frenamos el paso y veo cómo busca algo en su bolsillo trasero.

Saca una pequeña cajita y me la extiende. Lo miro con cierta sorpresa y nerviosismo.

—George, no puedo casarme —digo, un tanto desconcertada por el gesto.

—¿¡Qué!? No estoy pidiéndote matrimonio, Daisy, por Dios. Tenemos 16 años —responde con una sonrisa divertida.

—¡No lo sé! Es una cita linda, me das una cajita de terciopelo, ¿qué creíste que pensaría? —pregunto entre risas, aliviada por su explicación.

—¡Que tu novio quiere hacerte un regalo lindo! —dice él, contagiándome su buen humor—. Solo... abre la caja, Day.

Cuando lo hago, descubro un collar con su inicial en ella. George saca una cadenita de debajo de su remera y veo un collar con mi inicial reposar sobre su cuello también.

—No te estoy pidiendo que te cases conmigo —aclara George, notando mi confusión—. Quizás algún día lo haga, pero por el momento, me conformo con tener nuestras iniciales.

Me quedo sin palabras por un momento, con el corazón lleno de emoción. Este gesto significaba mucho más de lo que las palabras podrían expresar.

—Es mucho más de lo que la mayoría puede decir —susurro finalmente, conmovida por su dulce gesto.

Él asiente con una sonrisa y toma el collar, acercándose a mí. Corro mi pelo, dándole acceso a mi cuello, mientras él coloca con cuidado el collar alrededor de mi cuello. Nuestros ojos se encuentran en un silencioso entendimiento.

—No te acabes nunca, Day —me dice, con una ternura que me llega al corazón. Me acurruco en su pecho, sintiéndome protegida y amada.

—No te acabes nunca, George —le digo, sintiendo que este momento es uno de los más especiales de mi vida.

Por un pequeño hueco que me queda, puedo ver una mariposa cerca nuestro. Este es el camino en el que debo y siempre querré estar. Junto a él.

[SIX MONTHS LATER]
a double heartbreak

Bad omens- 5sos
I cried in your dark brown eyes for the thousandth time 'cause you love somebody
I died when you left that night for the thousandth time
'Cause you love somebody else

Me siento como un jodido idiota. Max no mentiría, no tiene razón para hacerlo o si... la verdad no lo sé.
Yo sigo tan enganchado a Day como el primer día y ella sale con alguien más.
Cuando alguien que amamos sigue adelante con su vida mientras nosotros nos quedamos atascados en el pasado, es natural sentirse como un completo idiota, ¿verdad? Es como si estuviéramos en una especie de limbo emocional, sin poder avanzar ni retroceder.

Si soy honesto, es bastante obvio que alguien se enamore de Day, ¿quién no lo haría? Es básicamente todo lo que una persona con dos dedos de frente puede soñar alguna vez.

"Lo prometo" 

¿Lo decía en serio?

Ella y yo terminamos bien y si todo terminó tan bien, si todo fue tan fácil, si fuimos tan maduros al respecto, ¿por qué carajo terminamos? ¿ella ya se había enamorado de alguien más? 

Varias ideas más llegan a mi cabeza como un torbellino y todas giran alrededor de lo  mismo: Por favor, Day, hazme esto más fácil, conviértete en alguien a quién puedo odiar, cágala, déjame odiarte. Por favor, enamórate de alguien más así me permito olvidarte y sacarte de mi vida justo como lo hiciste tú.

Mientras tanto, me preparo para una cita que Max había organizado. Y quién sabe, tal vez esta cita sea una oportunidad para comenzar a sanar y seguir adelante. Aunque no sea fácil, trato de mantener la mente abierta y el corazón dispuesto a recibir nuevas experiencias y personas en mi vida.

Me observo una vez más en el espejo y me despeino el cabello, con un claro estrés tras ese gesto. No quiero una cita a ciegas, la quiero a mi chica.

The great war- Taylor Swift

Somewhere in the haze, got a sense I'd been betrayed
Your finger on my hair pin triggers
Soldier down on that icy ground
Looked up at me with honor and truth
Broken and blue, so I called off the troops

Estaba terminando de armar mi bolso solo con la tenue luz del velador, tratando de no hacer ruido para no despertar a nadie. Sin embargo, la luz del living se encendió de repente, y supe que mi padre estaba allí, esperando para hablar conmigo.

No puedo seguir aquí, no cuando sé que George está en Inglaterra esperando a que vuelva.

—No creí que tendrías el valor, eso tengo que reconocértelo —dice sirviéndose un vaso de whisky con su típico ceño fruncido—. Pero lo pensaría dos veces si fuera tú.

Mi corazón empezó a latir más rápido. Sabía a lo que se refería, y no quería enfrentarlo, pero también sabía que no podía seguir ignorándolo.

—No tengo nada que pensar, papá —respondí con firmeza-. Hice una promesa y planeo cumplirla.

—¿Y qué te hace pensar que él tiene la misma intención de cumplirla que tú?", preguntó, deslizando un sobre hacia mí por la mesa—. Míralo y luego analiza si aún quieres eso para tu vida.


Lo abrí con manos temblorosas, y lo que vi dentro me golpeó como un puñetazo en el estómago. Era una fotografía de George besando a otra chica.

Oh.
oh
No se ve como George
Sí lo hace.
Sólo es un chico con su contextura física, no significa que sea él

"Lo prometo"

Y una mierda. Ahora, esas palabras suenan vacías, traicioneras.

Me sentí traicionada, enojada, y profundamente herida. ¿Cómo podía haber confiado tanto en él, solo para que me traicionara de esta manera? ¿Cómo podía haber planeado mi futuro con alguien que aparentemente no tenía ningún problema en romper su promesa?

vamos, daisy, sabes que no es él

Bueno... se ve como él.

—No tienes nada que hacer en Inglaterra, Daisy —mi padre se acerca a mi y acaricia mi cabello—. Tu familia está aquí, no con un chico que no puede mantener su palabra.

Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras me daba cuenta de la verdad en sus palabras. Aunque me dolía admitirlo, sabía que tenía razón. Dejé caer mi bolso en el suelo y me abracé a mi padre, dejando que sus palabras de consuelo me envolvieran.

A la mierda con George.
















MENTIROSOS DEN LA CARA
por si no quedó claro: ninguno de los dos rompió la promesa 😾

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro