¡ Este capítulo contiene escenas +18 !

Y en su primera temporada para Mercedes... George Russell después de ganar la sprint ayer, gana el Gran Premio de Sao Paulo...

Miro la pantalla dando pequeños saltos en mi lugar. Todos en el box de Mercedes festejan la victoria, su primera victoria.
Susie se acerca mi y me abraza fuerte, también contenta por la victoria de mi chico.

Corremos juntas hasta la valla para poder ver el podio. Toto se nos une momentos después y abraza a su esposa por detrás.

George sube al podio y lo aliento con ganas. Pasan a entregar los premios y no puedo evitar que un par de lágrimas se acumulen en mis ojos.

No había podido venir a casi ninguna carrera durante la temporada y que George haya ganado en la que pude venir, me llena el corazón. Puedo notar sus pestañas mojadas por las lágrimas que había soltado.
Una vez que pasan los himnos, George se acerca a la punta de la base en la que está subido y me apunta saltando con su premio.
Toto me sacude burlándose de mi cara toda roja.

[...]

Esa misma noche Toto había organizado una fiesta gigante en el hall del hotel.
George y yo habíamos decidido pasar toda la tarde fuera del hotel porque sabíamos que tendríamos que encerrarnos ahí luego.

Ahora mismo estamos en su auto, evitando entrar a la fiesta, intentando disfrutar un poco más de la tranquilidad con el otro.

George apoya su mano sobre mi muslo levantando suavemente la tela de mi vestido. Me acerco a su rostro para besarlo y él aprovecha para explorar aún más mis muslos.

Dirijo mis besos a su cuello y esta vez es mi turno de pasar mi mano por su muslo. Lo siento jadear bajo mi toque, removiendose como una súplica silenciosa de que me necesita.

Me separa de su cuerpo y me mira intensamente para luego tomarme de la cintura y subirme a horcajadas suyo.

-George...- gimoteo cuando comienza a besar mi escote- Seguimos en público.

-¿Ahora te preocupa que estemos en público?- pregunta jugueteando con el elástico de mi ropa interior- No parecías muy interesada en eso cuando te tenía gritando en mi trailer esta tarde.

Jadeo cuando lo escucho decir eso.
Después de su victoria, mi chico necesitaba una felicitación.

Desabrocho su camisa lentamente como si tuviéramos todo el tiempo del mundo. El inglés pasa sus dedos sobre la tela de mi ropa interior y sonríe sobre mi boca cuando siente lo mojada que estoy.

-Estás bastante mojada como para quejarte de que estamos en público- lo callo con un beso mientras desabrocho su cinturón y bajo su pantalón. Él corre la tela de mi ropa interior tocando directamente mi intimidad.

Tengo la intención de bajar la mano para masturbarlo pero me detiene.

-No te dije que podías tocarme-

Mi gemido fue suavizado cuando lo siguiente que sentí fue la punta de su polla deslizándose con facilidad por mi centro de arriba a abajo, sin penetrarme.

Miro hacia abajo disfrutando la vista sus movimientos. Después me dedico a mirar las expresiones de George, quien está disfrutando cada centímetro de mí.

Solté un gemido, porque el cambio de contacto se sintió tan bien, y no me importó rogarle lo que quería con tal de sentirlo dentro mío.

-Por favor- susurro cuando siento la palpitación entre mis piernas aumentar.

-Eres tan linda, Day- gime pasando su pulgar por mi labio inferior- Follaría tu bonita boca si no fuera tan incómodo hacerlo en el auto.

-George...- vuelvo a rogar escondiendo mi rostro en su cuello. Me toma del cabello para que lo mire a los ojos de nuevo.

-Dime si te lastimo...- procedió a besarme con pasión. Lo siguiente que sentí fue su polla deslizándose dentro de mí.

Me dejó gemir libremente, bombeándome con fuerza.
Me ayuda a subir y bajar sobre su polla, hipnotizado por mis pechos rebotando casi a la altura de su rostro.

Su cabello corto despeinado, sus músculos tensos siendo acariciados por mis manos.

-¿Te gusta eso?.- preguntó sin detener sus movimientos, y abofeteándome levemente.

Asiento sin ser capaz de formar palabras. Posiciona su mano en mi cuello, ahorcandome un poco.

-Te hice un pregunta, Day, ¿te gusta eso?

-Si- chillo- Dios, George.

Siguió embistiendome varias veces más al ver que mis gemidos se volvían más altos.

-Schatje, ik ga komen...- me aferré a sus brazos. Gime ante el apodo que le doy, le encanta que le hable en neerlandés y yo me aprovecho de eso. Sobre todo ahora que entiende un par de cosas.

-Ya sé, yo también- jadeó.

Aumentó la velocidad de sus movimientos, llevándonos a ambos al orgasmo al mismo tiempo. Me arrasó por completo, haciéndome correr sobre su polla.

Respiramos agitadamente intentando que nuestras respiraciones se tranquilicen.
Le doy un pequeño beso, muy distinto a los que nos habíamos dado hace unos momentos.

-Felicidades, campeón.