『GARYCATO』celo🍀
Aclaraciones:
🌈Habrá Lemmon.
🌈Gary y Avocato tienen 14 y 15 respectivamente.
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Era martes por la mañana y un ventrexiano se levantó de la cama con un fuerte dolor de cabeza, se dispuso a ponerse de pie y hacer lo que normalmente hacía, pero notó algo al caminar, un enorme bulto se marcaba sobre su ropa interior, la cual estaba algo húmeda y pegajosa. —Oh no...— Corrió rápidamente hacia el almanaque mirando atentamente la fecha. —¡Mierda! ¡Es hoy!— Estaba indicando que muy posiblemente el martes iniciaría su celo, una cosa bastante molesta e incómoda para este, afortunadamente el celo ventrexiano solo dura hasta 3 días, pero una vez haya tenido relaciones, este desaparece para volver al mes siguiente.
Soltó un pesado suspiro para comenzar a organizar su habitación, con un molesto bulto entre sus piernas. A pesar de que los minutos hayan pasado, este seguía presente y cada vez lo sentía más duro. —Deberías de haber desaparecido... Necesito estudiar, pero creo que me será algo difícil— Ya que no había nadie en casa se disponía a hablar solo, era una práctica muy común en él.
El reloj marcaba las 10am, por lo que comenzó a preparar lo que almorzaría, debido a la hora decidió hacer algo sencillo, pasta con atún y pollo. Mientras la pasta hervía este planchaba su uniforme. Una vez este estaba listo, decidió apagar el fuego y levantar un poco la tapa, haciendo que se enfríe un poco mientras se bañaba. Cuando bajó su ropa interior se dió cuenta de lo sucía y pegajosa que estaba, mientras que su miembro estaba algo semi-erecto. —Genial ahora debo lavarla... Odio esto— Procedió a bañarse, mojando todo su cuerpo, tomó el shampoo y comenzó a poner un poco sobre su cabeza haciendo un pequeño masaje con los dedos, hasta ahí todo era bien, el problema llegó cuando le tocaba a aquella zona.
Ya vestido y rociado de colonia, se dirigió al comedor donde comenzó a comer lo que había preparado. Como era de costumbre, por más simple que fuera preparar un platillo, a Avocato siempre le quedaba delicioso. Lavó los trates no sin antes dejar servido en su plato un poco para su hermanito, que debería llegar en un par de horas, entró al baño donde lavó sus dientes, tomó su mochila y salió de la casa.
Durante el camino veía algo borroso, se sentía bastante cansado y el rostro le sudaba. —No creo que vaya mañana a la escuela... Demonios— Lo primero que hizo al llegar fue tomar los libros de su casillero y entrar a su salón recostando su rostro en el pupitre. De repente sintió como unas manos lo abrazaban por la espalda, haciendo que este volteara a ver quién era. —Hola Avocato ¿Por qué mi gatito está deprimido?— Era Gary, su querida pareja recibiéndolo animadamente como de costumbre. —Estoy... Algo e-enfermo— Mintió, a pesar de llevar bastante tiempo como pareja, nunca antes le había platicado sobre el celo ventrexiano, le daba bastante vergüenza, así que los día en los que le daba, le decía que no se podrían ver ya que estaría viajando ó que estaba bastante enfermo, mintiendo a pesar de que detesta hacerlo. —Vaya, el mes pasado también estuviste así, recuerda que si tienes altas náuseas ¡corre al baño! Y si estás persisten, ve a hablar con la coordinadora, te dará permiso para ir a casa— Este comentario lo enrojeció bastante, ya que aquella vez no estaba vomitando ni nada por el estilo, más bien se estaba tocando para calmar el molesto bulto que traía en el pantalón.
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Para la suerte de ambos, el examen estaba bastante sencillo, es más, fueron de los primeros en entregarlo. Tiempo después la campana sonó dando inicio a la siguiente clase, en este caso química, como era de costumbre en su colegio, en esa época del año, cada grupo debía hacer un proyecto para "la feria de la ciencia" está vez era en parejas y como de costumbre, Avocato se hizo con Gary, les dieron el tiempo de dos semanas para hacerlo. Una vez la clase acabó, todos salieron del salón ¿La razón? El maestro de las dos últimas horas no había venido, así que les dieron el permiso de salir temprano en lugar de causar problemas en la escuela.
Decidieron aprovechar esto para ir a casa de Avocato e ir investigando algo para su proyecto. —Avocato... ¿Te encuentras bien? Caminas algo raro y tu cabeza se mueve mucho... Cualquiera pensaría que estás ebrio— Se burló un poco para luego tomar el brazo de este. —Nobes nada... Es solo que tengo un poco de calentura por la fiebre...— Su casa quedaba a pocas cuadras era cuestión de pocos minutos para llegar. —A mí me parece que estás mintiendo... No es normal que te enfermes cada mes o cada tres, yo si acaso me da fiebre a finales de año, pero solo ahí. Por cierto, ¿Por qué caminas con las piernas muy juntas? ya pareces un pingüino bonito. Avocato... ¿Tomaste algún tipo de pastilla o algo que te ofrecieron en la calle?— Lo miró algo serio.
El pelaje de el ventrexiano se erizó un poco, mientras que su cola comenzó a moverse algo rápido, movimiento que los gatos suelen hacer cuando están molestos o nerviosos. —¿¡Q-que!?... Yo no he hecho eso G-gary es solo que... So-solo olvídalo— A pesar de no haber hecho nada malo, Gary comenzó a sentir algo de culpa. —No quise hacerte sentir mal pero... ¿P-puedes terminar lo que ibas a decir?— Abrazó un poco más fuerte el brazo de este, intentando hacer que lo dijera.
—Oye... E-es algo bastante incomodo... Igual trataré de explicártelo... Cuando los ventrexianos llegan hasta cierta edad comienzan a sufrir una serie de cambios... E-el caso es que ya terminado aquella etapa, llega el peor de todos, el celo— Este lo miró bastante confundido, pero a la vez era bastante atento con lo que decía. —El celo da inicio a la reproducción para ambos géneros, normalmente dura entre 3 a 5 días, me suele dar entre el 23 o 25 de cada mes...— Gary lo miró bastante asombrado. —Hoy es 23... ¿E-estás en celo?— Este solamente se limitó a asentir bastante avergonzado. —No me importa, debiste decírmelo hace rato, ¡no sientas pena, es algo normal en ti! No creas que por eso no te vaya a querer mucho— Se puso en puntitas para tratar de besar su mejilla, Avocato le gana en tamaño y por mucho.
—Es a-aquí— Señaló con su brazo desocupado la entrada de la casa, ambos entraron, el de pelaje azul se agachó y corrió un poco el tapete, sacando de este las llaves. —Ese no es el mejor escondite, podrías mejor dejarla en una de las tantas macetas que tienes, tontito— Se ruborizó bastante ante el tierno comportamiento del rubio, abrió la puerta haciendo que este ingresara primero. —Qué caballeroso~— Sonrió tiernamente mientras se sentaba en el sofá. —Ya me conoces baby, ven la computadora está en mi habitación— Este lo seguía mientras miraba con detalle la casa, encontrando sobre comedor una nota, recibiéndola y entregándosela al mayor. —¿Y esto?... Mis padres llegarán a la 7pm con mi hermanito— Gary lo jaló del brazo para que lo llevara a su habitación. —Mejor ¿no? Así tenemos más tiempo para iniciar el proyecto— Ambos entraron a la habitación del Ventrexiano.
La habitación no era enorme, mas bien algo pequeña, pero tenía algo que él no, un baño propio. —Eres un suertudo, yo debo usar el que queda en el segundo piso— Avocato se lanzó a la cama, abrazando fuertemente la almohada intentando ocultar su miembro erecto. —¿Tienes algo en mente?— Su pareja seguía acostado, moviendo un poco su cadera mientras mordía un poco la almohada. —¿A-avocato? ¿T-te encuentras bien?— Lentamente fue acercándose a su pareja, hasta quedar en el borde de la cama. —Mroow~— Los movimientos de este comenzaron a aumentar, Gary se fue acercando lentamente, sin desviar su mirada de su pareja.
De repente Avocato tomó rápidamente al rubio, haciendo que cayera en la cama, se acercó a su oído. —G-gary... Ayudame n-ngh~— Suavemente mordió su oreja, intentando provocarlo. —Mmm~... ¿C-cómo?— Posicionó a Gary de la misma manera que la almohada, haciendo que el rubio se sintiera bastante incómodo. —O-oye esto es raro...— El ventrexiano suspiraba pesadamente, estaba bastante caliente. —Corazón... A-ayudame~...— Este se sonrojó bastante por el tierno apodo. Acostó al ojiazul en medio de las almohadas, mientras que este estaba encima de él, Avocato trataba de controlarse, por lo que inició dándole pequeñas caricias, repartiendo múltiples besos en el rostro de este, sabía cuanto le gustaba a su pareja que hiciera eso.
Como último lugar dejó sus labios, donde inició un suave beso, que lentamente se volvía algo más "salvaje" —A-aah~— Pequeños gemidillos escapaban de la boca del menor, de repente Avocato comenzó a lamer sus labios, indicándole que abriera su boca, este por su puesto entendió abriendo aquella cavidad, en donde la áspera lengua del contrario buscaba la de su pareja, explorando cada rincón de su pequeña boca.
De repente ambos se pusieron de rodillas, para comenzar a quitarse la ropa. —E-esto es vergonzoso... No me quites la camisa...— De las cosas que más le avergonzaban a Gary, era que lo vieran sin camisa, le daba bastante pena mostrar su cuerpo, especialmente el pecho. —Tu cuerpo es hermoso, solo que tú camisa me bloquea un poco la vista, déjame quitartela~— Nuevamente besó los labios de su novio, introdujo sus manos por debajo de aquella prenda, profundizando un poco más el beso, lentamente se la fue quitando, dejando expuesto su blanco y rosa pecho. —¿Ves? Es hermoso~— Se mordió un poco los labios ante aquella vista.
Gary procedió a hacer lo mismo, con nervios fue quitándole la camisa al ventrexiano, finalmente dejándolo sin está prenda, la diferencia entre ambos era obvia, era mas robusto además peludo, pero lo que más amaba era el pequeño bulto de pelo que tenía. —Es perfecto~— Solo quedaba deshacerse de las de abajo, ambos se quitaron los zapatos y el pantalón, quedando en ropa interior, ambos estaban colorados, con la diferencia de que Avocato no lo estaba por pena, sino por calentura. —Es una linda vista, que suerte tengo de que seas mío~— De repente Gary comenzó a ponerse bastante nervioso. —¿A-avocato? Yo... Nunca he hecho esto— Este solamente rió, lo ponía loco cuando este se comportaba así de tierno. —Yo tampoco... Además, mejor para mi~— Poco a poco fue calmándose por las caricias que le daba el ventrexiano. —Te parece bien si... ¿Lo bajamos al mismo tiempo?— Este solo se limitó a asentir, y tal como lo dijo su novio, hicieron la cuenta regresiva y se bajaron aquella prenda, dejando expuesta su virilidad.
Ambos se pusieron bastante rojos, más de lo que ya estaban, cada uno no despegaba su mirada del miembro del otro. El de Gary era normal, no era grueso ni tampoco largo, mientras que el de Avocato tenía cierta forma de cono con espinas, lo cual lo hacía bastante llamativo. —V-vaya...— El del rubio estaba erecto pero no tan húmedo, mientras que el de apariencia felina, estaba bastante duro y completamente húmedo. Curioso, Gary se agachó un poco, tocando con bastante vergüenza las pequeñas espinas, las cuales además de estar duras, dejaron su dedo mojado. —¿Y... Ahora?— Preguntó bastante nervioso. —Ya sabes... No te hagas como si no hubieras visto esa clase de vídeos— Suavemente tomó el miembro de este con su mano, dando inicio a un leve y agradable movimiento, era buena la parte de bajar pero la de subir ni lo era del todo, las espinas chuzaban un poco su mano. Acercó un poco su rostro a este, teniéndolo enfrente, besó la punta del miembro. Esta simple acción fue lo suficiente para poner bastante rojo a Avocato, no de la calentura, más bien de lo avergonzado que se encontraba.
El rubio se acomodó, poniendose de cuatro patitas, lentamente fue sacando su lengua, hasta finalmente lamer un poco la punta, su sabor era salado, además de pegajoso era suave, le recordaba la suavidad de una gelatina, bajó un poco para comenzar a lamer de arriba hacia abajo, teniendo cuidado con las espinas de este. —P-pruebalo mejor~...— Se cubría la boca con las manos, evitando que aquellos suspiros escapara de su boca de manera menos ruidosa. Finalmente se lo introdujo en su boca, quedando asombrado por el grosor, no la iba en la mitad y si bajaba más se atragantaba. —Hey, no es problema tuyo, igual si lo haces ahí está bastante bien~— Puso sus manos sobre la cabeza del menor, empujándola hacia su miembro de manera lenta, tratando de controlarse, normalmente los ventrexianos machos en época de celo suelen ser algo agresivos.
Comenzó con un lento vaivén con las manos del otro sobre su cabeza, usando con dificultad su lengua, las espinas de Avocato le lastimaban un poco, pero no le importaba, lo único que quería era hacer sentir bien a su pareja. —¡N-ngh!— Mientras bajaba, el peliazul lo empujó algo fuerte hacia abajo, atragantando a Gary, este trataba de safarce con sus manos, sus ojos comenzaron a llorosear un poco. —Aaah... Tra-trata de... C-calmarte un poco...— Su respiración era bastante acelerada, tomando bocanadas de aire. Este se apenó por lo que hizo, retirando sus manos de la cabeza de Gary, esta acción molestó un poco al rubio, tomando las manos del ventrexiano y poniéndolas nuevamente sobre su despeinado cabello. Sus movimientos con la lengua comenzaron a aumentar en velocidad, sintiendo como la virilidad de Avocato se ponía más salada y pegajosa, estaba soltando pequeñas cantidades de pre-semen, bajó su mano hacia su miembro, dándole algo de atención al desatendido.
Cuando Gary esperaba que Avocato se viniera, retiró su miembro de su boca, dejando confuso al rubio. —Gary ¿Te gustaría probar algo mejor?~— Habló cerca de la oreja del mencionado, se dirigió a su mesa de noche, sacando unos preservativos, poniendo nervioso a Gary. —Se que somos jóvenes pero... Usaremos preservativo para evitar algo malo, además no quiera lastimarte mas con estas cosas— Dijo refiriéndose a las espinas, como ambos eran vírgenes, le pidió a Gary que lamiera tres dedos para preparar su entrada. Al parecer con sus dedos el rubio era bastante bueno, pasando su lengua por cada uno de ellos. Finalmente introdujo el primero de todos, de manera suave y lenta, el interior del chico era bastante estrecho y caliente, comenzó va susurrarle cumplidos para que se fuera calmando. Era el turno del segundo dedo, introduciéndolo mientras hacía pequeñas tijeritas, poco a poco su entrada comenzaba a dilatarse un poco. Finalmente era el turno del último dedo, con este hizo pequeños círculos, a medida que lo movía, se podían oír gemidos por parte del rubio. —Aaah... A-avocato ya... P-puedes entrar— Este sonrió y sacó sus dedos del trasero de Gary, se puso de pie
Comenzó a rozar su miembro con la entrada de su pareja. Lentamente comenzó a introducirlo, comenzó a embestirlo suavemente. —¡AAAH!... Solo la m-mitad— Comenzó a quejarse el rubio, Avocato obedeció lo dicho, dejando solamente la mitad de su pene en su interior, esperando a que se acostumbrara. Lo posición le comenzó a molestar, haciendo que el ojiazul se pusiera boca arriba, lo que más adoraba en ese momento era su rostro rojito. Lentamente comenzó a mover su cintura, dándole suaves embestidas, su interior se sentía mucho mejor que usando sus dedos, era apretado y caliente, poniéndolo algo cachondo. —Estás muy e-estrecho~— Su respiración comenzaba a aumentar conforme sus embestidas, para el era simplemente una sensación exquisita. Mientras que para el rubio fue algo doloroso al principio, nunca antes se había introducido sus dedos en el trasero y la diferencia entre estos y el miembro de Avocato era bastante, afortunadamente su pareja lo dejó acostumbrarse, de lo contrario el dolor sería mayor, pero poco a poco ese dolor fue reemplazado por una nueva sección, era casi exactamente la misma que tenía cuando se tocaba.
—¡N-ngh!— Tomó una de las almohadas para morderlas un poco, lentamente su novio introducía más su miembro q medida que aumentaba sus embestidas, el ventrexiano se acercó a su rostro, quitándole la almohada, dándole la indirecta de que amaba sus gemidos. Además de ello, mordió suavemente el blanco cuello del rubio. —¡Aaah!~— Fue bajando hasta sus pequeños hombros, durante este trayecto, múltiples chupones adornaban su cuello, eran bastante notorios por su color de piel. —Tu piel es tan suave y pálida, te hace ver realmente atractivo~— De repente Avocato mordió algo fuerte el cuello de Gary, dejando bastante rosada aquella, a la vez pequeñas gotitas de sangre resbalaban de su cuello. Pequeñas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, lo cual al instante notó Avocato, tomándose la molestia de limpiarlas y darle un pequeño "tiembre" sobre sus labios, sacandole una tierna sonrisa.
—Ahora eres mío, solo mío Gary, mi Gary.— Sus embestidas fueron aumentando considerablemente, le faltaba poco tiempo para finalmente correrse, el rubio toma la cabeza de Avocato para acercarla a la suya y así darle dar un duradero beso, en el cual juntaron tímidamente sus lenguas. Pero sin darse cuenta Gary era bastante sumiso. —Me gustó y m-mucho~... Deberías darme muchos mas, baby~—
Ya era hora de acabar la primera vez de ambos, por lo que el ventrexiano comenzó a sentir un suave cosquilleo sobre su abdomen, indicándole que no duraría mucho más. —¡Mmngh! No d-durare mucho más...— Trató de mirar a su novio, pero su vista le dificulta, veía bastante borroso, pero no lo suficiente como para notar que el adorable miembro de Gary manchaba su abdomen de pequeñas cantidades de líquido preseminal, lo cual indicaba que este lo estaba disfrutando tanto como el. Este no pudo más dejando salir su semilla semilla, al instante sacó su miembro del interior de Gary, puesto que lo ventrexianos en celo suelen soltar grandes cantidades de semen. Fue cuestión de pocos segundos para que el preservativo se llenará por completo, no tuvo más remedio que quitarlo y manchar sus sabanas.
Mientras tanto el rubio estaba sentado, dándole cuidados a su desatendido miembro, Avocato lo notó al instante, devolviéndole el favor que le hizo. En pocos minutos Gary se vino en el rostro de su pareja, inmediatamente trató de limpiarlo ya que pensó que este se molestaría pero fue todo lo contrario, pasando un dedo sobre esta y probando de aquel blanquecino líquido. —Mmm~... Es dulce y algo espeso, me gusta~— Este se puso bastante colorado por aquel comentario. —Deberíamos hacer esto todo el tiempo incluso si no estoy en celo ¿No crees?— Gary rió en voz baja y le dió un suave golpe a su pareja como burla.
—Sabes Gary... Nunca esperé que esto pasara... Te debo una corazón.— Este solamente lo abrazó mientras que el contrario también correspondía. —Me basta con tenerte a mi lado, con ello ya me es suficiente, gatito.— Sonrió tiernamente. —Gary y-yo... ¡Te amo, muchísimo y no me cansaré de decírtelo!— Rió en voz baja por el tierno comentario. —Y yo a ti Avocato, además ya soy todito tuyo~— Señaló riendo la marca de la mordida que le dejó. —Y yo también lo soy ¿sabes?~— Aumentó la fuerza del abrazo.
Y siguieron así hasta que finalmente el menor cerró sus ojos quedando profundamente dormido, mientras que Avocato activó la alarma para encargarse de organizar todo, quedando dormido junto a su pareja en un tierno y cálido abrazo.
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