Aclaraciones:

🌈Avocato y Lil' Cato tienen las edades de la serie.

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-Cato, tenemos que hablar- Avocato estaba bastante cansado de ver a su hijo encerrado en su habitación con el celular todo el tiempo, por lo que subió para recostarse en el marco de la puerta- Empaca el equipaje, nos vamos de camping mañana- El ventrexiano de pelaje naranja levantó su mirada, dirigiéndola al mayor. -¡Genial! Llevaré mi celular- Al oír esto, el padre de familia simplemente rodó los ojos- Mira Cato... La idea de este viaje es esa, aparte de pase tiempo contigo, no quiero que uses todo el tiempo ese aparato...- Soltó un pesado suspiro para después dirigirse a su habitación.

Cato se sintió mal por lo dicho, no tenía idea del tiempo que pasaba con su móvil, se puso de pie para comenzar a equipar su maleta.

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El sonido de un despertador comenzó a resonar por toda la habitación del ventrexiano naranja, con un poco de esfuerzo intentaba apagar la alarma. -Demonios... ¿Dónde está?- Balbuceaba somnoliento, finalmente logró dar con ella para después seguir durmiendo un par de minutos más, pero esa idea desapareció luego de que recordara que hoy saldría con su padre. -Mierda ¿es hoy? Es hoy...- Con irá lanzó su almohada lejos de la cama, acto seguido se dispuso a ir al baño para lavar su rostro, una vez hecho esto comenzó a tender su cama para finalmente bañarse.

Por otro lado, el adulto estaba en la cocina preparándole el desayuno, huevos batidos, tocino, tostadas con mantequilla y unas cuantas frutas picadas, todo esto acompañado de un jugo de naranja- Muy bien... Subiré a llamarlo- Tal como lo dijo, subió a la habitación de su hijo, abrió un poco la puerta, percatándose que no hay nadie. -A lo mejor se está bañando- Cerró la puerta para seguir alistando las cosas para el viaje.

Pocos segundos después, salió de la ducha, su pequeño olfato sentía el olor del desayuno, se una camiseta verdes con rayas, unos jean azules y unas botas oscuras, finalmente bajó encontrándose con la comida en la mesa, no había rastro del mayor, sin embargo este no le dio importancia y siguió comiendo. Avocato estaba revisando el equipaje asegurándose de tener lo necesario, luego de verificar la lista solamente le faltaba sacar unas cuantas golosinas para Cato, galletas y malvavisco. Se dirigió a la cocina para sacarlos, en ello se dió cuenta que su hijo ya estaba comiendo. -Bien ya despertaste, ¿Listo para pasar algo de tiempo al aire libre?- Aunque su voz fuera gruesa, se notaba que estaba bastante animado por pasar tiempo con el menor. -Uhmm... ¿Si? Supongo...- Avocato al oír la respuesta de este lo deprimió bastante, bajando sus orejas un poco. -Cato ya hablamos de esto... Solo deja de verle el lado negativo a esta pequeña salida, ten en cuenta que tuve que hacer un esfuerzo para tener el fin de semana libre en el trabajo- Conforme lo decía se acercaba al pelinaranja, cuando ya terminó depositó un pequeño beso en la frente de este, para finalmente seguir con las maletas.

Ya pasados los minutos, Avocato se dispuso a tocar la puerta de la habitación de Cato, indicándole que ya mismo saldrían, este solo se limitó a responder con un "ajá" este luego salió para poner las maletas en el auto esperando la llegada del menor, a los pocos minutos la presencia de este se hizo presente, ayudándole a acomodarlas. -Muy bien, ve subiendo al auto- Obedeció a lo dicho por su padre, así que se sentó en el asiento del copiloto, lo mínimo que esperaba era que no quedara tan lejos.

Avocato encendió el auto, dando inicio a la pequeña salida, durante varios minutos habían silencios incómodos. -Y... ¿Qué tal las cosas en la escuela?- Dijo lo primero que se le vino a la mente, aquel silencio lo estaba matando. -Bien, la próxima semana iniciamos los exámenes parciales- Respondió con normalidad. -¡Oh! ¿Y necesitas que te ayude a estudiar?- Se le veía bastante contento, mantenía todo el tiempo la vista en el parabrisas. -Creo que no hace falta, los temas están bastante fáciles, además no me gustaría ocupar tu tiempo, apenas te puedo ver por la noche debido a lo tarde que llegas- Aquel comentario dicho por su hijo lo deprimió bastante, era cuestión de verle el rostro o las orejas para darse cuenta. -Mira Cato... Soy consciente de que apenas si logramos vernos o interactuar un poco, no es fácil tener que trabajar seis días completos y solo descansar el domingo y a pesar de ello apenas si... Mejor olvídalo- El pequeño lo miró algo preocupado, sabía que su comentario causó que su padre se deprimiera. -Papá yo... Lo siento no era mi intención hacerte sentir mal- Este Cato ya era diferente, dejaba de sonar igual a como lo hacía en casa. -Bueno no pasó nada, ahora solo enfoquémonos en el viaje, es una pequeña forma de pasar tiempo juntos- Separó su mirada del enorme cristal para revolver el cabello de su hijo- ¡Hey! Te he dicho que no me gusta que hagas eso... Pero esta vez te lo perdono- Leves risitas escaparon de Avocato, su hijo sonaba como un niño pequeño, haciendo un puchero.

-Papá ¿Puedo dormir en tus piernas un rato? No estoy acostumbrado a dormir parado en una silla jeje- Al ventrexiano mayor se le abrieron los ojos como platos, un pequeño y poco visible rubor se posaba en las mejillas de este. -¿Lo dices enserio? Amaba cuando te dormías sobre ellas de niño- Este simplemente sonrió y posó su cabeza en las piernas de su padre, desde ahí podía volver con mayor facilidad el aroma de su colonia, amaba los perfumes que siempre usaba su padre. Fue cuestión de segundos para que el ventrexiano quedará completamente dormido.

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Al final si era un lugar bastante lejos, pero esto no le molestó en lo más mínimo a Cato, ya que estaba profundamente dormido, el mayor estacionó el auto lejos de la carretera, una vez llegaron al sitio se dispuso despertar al pequeño. -Cato~... Vamos, ya llegamos- Lo sacudía levemente de lado a lado, esperando una reacción por parte de este. -Tendré que hacer algo~...- Con cuidado se acercó al rostro de su hijo, para besar su nariz. -Despierta, mi bello durmiente~- Finalmente Cato comenzó a moverse y abrir lentamente sus oscuros ojos. -Hola papá...- Su voz era suave y lenta, se notaba que había dormido a gusto- Hola hijo, ven bajemos que ya llegamos- Cato se levantó de las piernas de su padre, permitiendo que este ahora pudiera bajarse del auto, una ves estando abajo se dispuso a ayudar a bajar todo el equipaje. -Vaya... No es mucho pero si pesa- Se quejó en lo que terminaban de bajarlas. -Con esa ya sería la ultima, perfecto- Sonrió mientras cerraba el baúl de auto. -Ahora tocaría armar la tienda de campaña ¿Te gustaría ayudarme?- Le preguntó a su primogénito en lo que la buscaba entre el equipaje. -¡Por supuesto- Respondió bastante emocionado, se dispuso a buscar un lugar para ponerla, una vez lo encontró comenzó a quitar las rocas y palos que habían en el suelo.

Ya pasados los minutos, ambos lograron armarla, ahora tocaba poner las sabanas almohadas en su interior. -Oye Cato, ¿Por qué no traes un poco de madera y piedras para la fogata?- Este simplemente afirmó y se fue en búsqueda de lo pedido. Avocato organizó todo de manera muy rápida y ordenada, lo único que le preocupaba era el tamaño de la carpa, era bastante estrecho y creía que a su hijo le incomodaría. -¡Mira todo lo que encontré!- Notó coo la voz del mencionado se hizo presente, haciendo que este saliera de la carpa. -¡Vaya, si que es demasiado!- Miraba con asombro al pequeño. -Y eso no es todo, encontré un tronco para sentarnos, pero no puedo cargarlo, a lo mejor tu puedas- Rió bastante nervioso mientras se llevaba una mano a la nuca- Por supuesto, solo guíame pequeño- Cato dejó todas las cosas en el suelo para después correr hacía el lugar, mientras que Avocato lo seguía. No estaba tan lejos, por lo que le sería mas fácil transportarlo ademas no era tan grande.

En pocos segundos Avocato ya estaba de vuelta a donde pasarían la noche, -Listo, ¿qué te parece si ya hacemos la fogata?- Su voz era calmada y suave, pero no dejaba de sonar gruesa. -¡Siiii! Tú pones las piedras y yo las ramas- Parecía que el viaje estaba dando buenos resultados, amaba el nuevo comportamiento de Cato. Tal y como lo dijo, hizo un círculo con las piedras no era tan grande, el pequeño ventrexiano comenzó a poner las ramas, unas caían al suelo mientras que otras quedaban levantadas, como pequeños conos. -¡Todo listo!- Sonrió victorioso el pelinaranja mientras ponía una mano en la cintura. -Ves y trae los malvaviscos y las galletas están dentro de la carpa- Este asintió y se dirigió a traerlas, su padre sacó una caja de cerillas y comenzó a prender las ramas, lo que menos quería en ese momento era que lloviera. -Aquí están papá- Mostró lo que trajo mientras se sentaba al lado de este. -Toma, déjalo dorado, tal como te gustan- Le ofreció una pequeña vara para que insertará la golosina.

Conforme hacia los "Sandwich de malvaviscos"más se acercaba a su padre, por más loco y bobo sonara, este tiene sentimientos hacia este, pero no lo quiere decir, le preocupa que arruine su relación de padre e hijo, por lo que solamente se limitaba a demostrarlo de una manera no tan obvia, y este momento lo estaba disfrutando bastante, amaba la compañía de el de pelaje azul. -Toma, este es para ti- Dijo ofreciéndole uno de sus sandwiches. -Mmmm~ eres bueno en esto pequeño- Este solo sonrió para luego dejar de comer. -Ya estoy llenito~...- Se recostó en las piernas ajenas mientras acariciaba su vientre. -Supongo que está bien, si seguías comiendo te podría doler el estómago- Sentía como su cara se enrojecía poco a poco. -Ven vayamos a prepararnos a dormir- Se dispuso a levantarse del tronco, dejando escapar un bostezo

Ya estando el la carpa, Cato se acostó en el lado derecho mientras que su padre en el izquierdo. -Mientras te acomodas iré a orinar- Dijo bastante apenado, cuasándo que el menor riera, en lo que este salía, ciertos pensamientos comenzaron a llegar a la mente del pequeño «Tiene buen físico por lo que imagino que su miembro es algo grueso y largo...» Además de preguntarse cómo era, comenzó a imaginarlo, provocando que "Mini-Cato" despertara, no le dió mucha importancia, su miembro era pequeño por lo que era algo complicado notar si estaba erecto. -Volví mi pequeño~- Con cuidado entró y buscó una posición para dormir. -¿Apago la lámpara?- Le preguntó al joven. -Si, creo que ya- Inmediatamente la apagó dejando todo a oscuras, a Lil' Cato le costaba dormir, abrazaba la almohada y cambiaba de posición bastantes veces, volteó de tal manera que su padre quedará frente a el, podía oír como pequeños y silenciosos ronquidos salían de su boca. -Vaya... Papá ya se durmió y yo no...- Hablaba con el mismo en voz baja. -No recuerdo que roncaras, te oyes tan tierno. Papá... Te amo mucho y tengo miedo de que lo sepas, no quiero que me odies por el hecho de sentirme de esta manera, me siento un poco mal decir esto mientras estás dormido, da igual... Te amo, mucho más de lo que crees...- De manera lenta y sin querer despertarlo, besó tímidamente la naríz de este. -Descansa papá...- Se dispuso a dar la vuelta e intentar dormir

Pero todo esto fue interrumpido al sentir unas manos agarrándolo, lentamente lo fueron acercando hacia su padre, haciendo que quedara posicionado como una cuchara sobre este. -Shhh~ yo también te amo Cato~- Pensó que su padre estaba completamente dormido, pero no era así, provocando que su pelaje se erízara, parecía una bolita de pelos. -¡P-papá! ¿Lo oíste to-todo?- Comenzaba a tartamudear y temblar por la pena. -Así es, todo, no te asustes que no te voy a odiar mi pequeño- Conforme lo decía, acercaba a Cato hacia su cuerpo, quería dormir junto a este. -P-pero si estabas roncando- Pudo oír una pequeña risa proveniente del contrario. -Tengo un poco de fiebre debido al clima, por lo que tengo la nariz tapada y debo respirar con la boca, tal vez el sonido te confundió~- Ya lo tenía bastante cerca así que pasó su lengua por la frente del menor. -Papá... ¿N-no me odias?- Su voz era algo quebrada y triste, nunca esperó ser descubierto. -¿Yo? ¿Odiarte? Eso ni lo pienses, soy tu padre y te aceptaré tal y como eres, además... Yo también te amo baby~- Su voz era ronca y áspera, sabía que Cato amaba esa voz, sus manos comenzaron a acariciar el torso del ventrexiano naranja, podía oír como pequeños gemidos escapaban de su boca. -De-detente... No quiero hacer esto...- Avocato obedeció, detentiendo las caricias. -¿Por qué? ¿Acaso no te gusta?~- Usaba aquella voz intentando seducir a su hijo. -Es que es raro y... Además n-ni siquiera he... dado mi primer beso- Esto último lo dijo en voz triste y baja, cosa que su padre notó al instante. -¡Oh! Entonces...yo seré tu primera vez~- Corrió al menor de tal manera que estuvieran frente a frente. -Pe-pero no quiero...- Este simplemente no le dió importancia y acariciaba lsus pequeños labios. -Ya verás que te gustará, solo cierra los ojos~- Esto último daba algo igual, era de noche y la luna casi no estaba brillando, por lo que todo era muy oscuro.

-Fue en aquel momento en el que sintió algo húmedo juntándose con sus labios, su padre lo besaba algo desesperado ¿por qué? Sus labios estaban dulces debido a los sándwiches que comieron en la fogata. Sintió como mordió la parte más baja de este, sacandole un pequeño quejido. -¡A-aah!- Avocato no planeaba separarse de los dulces labios de su hijo, pero esto fue imposible ya que la respiración lo estaba matando, necesitaba aire, se separó de aquel beso, bis con la respiración agitada. -V-ves, te gustó~- Cato tardó un poco en responder, sonreía como bobo a pesar de que no lo pudiera ver. -Eres un bobo- Suavemente golpeó el hombro del mayor como regalo. -Tú bobo~... Pero este bobo ya tiene sueño- Pudo oír un bostezo bastante pesado por parte de su padre. -Ven durmamos juntos, ni quiero separarme de ti...- Se posicionó nuevamente como una cuchara y su padre detrás de él. -Igual nunca lo harás Cato~... - Abrazó a su hijo para acercarlo más.

-Te amo papá- Dijo en un bajo susurro.

-Y yo a ti, mi pequeño Cato~- Besó detrás de la cabeza de su hijo. -Muucho mas~-

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9:28 pm