36.
Sin duda volver a la rutina de ejércitos fue la mejor decisión que pude haber tomado.
El sudor perlaba mi frente mientras mis músculos se tensaban con cada movimiento. El ejercicio se había convertido en mi refugio, en mi escape del caos que era mi vida sin Jungkook a mi lado.
—No flexiones tanto, te puedes lesionar...
Volteé al escuchar una voz a mis espaldas y vi un rostro sumamente pálido mirándome de forma detenida.
Desde que me enteré de que Jihee estaba detrás de mí, la sombra de la desconfianza se había instalado en cada rincón de mi mente. Ya no podía confiar en nadie más que en Miyeon, la única persona en la que aún me atrevía a depositar un ápice de confianza. Intentaba mantener la compostura, ocultando mi ansiedad bajo una máscara de indiferencia, pero por dentro, estaba en alerta máxima. Cada gesto, cada mirada, era analizada minuciosamente en busca de cualquier indicio de peligro.
Ya no podía darme el lujo de confiar en la buena voluntad de los demás, no cuando Jihee acechaba en las sombras, esperando su oportunidad para atacar.
—¿Quién eres? — pregunté directamente, mirándolo aún de forma extraña.
—Oh, alguien que viene seguido a este gimnasio. Soy Min Yoongi, vi tu postura y no pude evitar intervenir, lo siento si te incomodé... — rascó la parte posterior de su cabeza y vi como se colocó nervioso por mi mirada inquisitiva.
El hombre frente a mí tenía un semblante pálido y unas facciones suaves que contrastaban con la intensidad de sus ojos. No parecía ser alguien malo, y eso me provocaba una sensación de conflicto interno. Siempre había sido una persona amable y abierta a las interacciones con los demás, pero la desconfianza me había hecho adoptar una actitud cautelosa incluso hacia los extraños.
—Volví hace poco a esto y es como si hubiera pasado una eternidad. — respondí dando un suspiro de frustración. — gracias por querer ayudarme...
¿Qué tan malo podría ser entablar una conversación con él?
Era mejor prevenir que lamentar, pero él no se veía alguien malo. Es más, su rostro parecía la de un ángel.
—Nada cuesta ser un poco amable, ¿no?
—Así es.
Seguimos platicando mientras él estaba en la máquina de al lado haciendo piernas y reí al ver como temblaban cuando quería levantar el peso.
—No te rías, no es mi fuerte, por eso quiero sacar mas músculos en ésta zona. — me apuntó con un dedo y observé como sus comisuras querían elevarse para sonreír.
—Tranquilo, aquí no se juzga. — levanté mis brazos y sonreí. — ¿Dónde vives?
La sorpresa parpadeó en mis ojos cuando mencionó que vivía a solo cinco cuadras de distancia y trabajaba para una cadena de televisión muy reconocida, es periodista.
―¿Periodista? ―pregunté, sintiendo cómo la luz se encendía dentro de mí al pronunciar esas palabras.
―Sí, así es ―respondió, asintiendo lentamente―. Soy periodista.
Y no voy a mentir, la idea de que un periodista estuviera cerca despertó mi curiosidad y mi esperanza, como si de repente hubiera descubierto una pista importante en un misterio complicado. Mientras Yoongi continuaba hablando, compartiendo detalles de su vida y su trabajo, mi mente se aceleraba con posibilidades.
¿Él podría ayudarme?
—¿Conoces a Jeon Jihee? — pregunté, haciéndome la desentendida completamente.
—Claro que sí, la persona que nunca ha tenido experiencia trabajando en los altos mandos, ahora es Directora de la empresa de su padre, ¿no es gracioso?
—La encuentro muy extraña, es como si algo escondiera. — quería picar en la conversación, quería que él tuviera un mínimo de interés.
—Es que definitivamente algo esconde. — se encogió de hombros, dejándome sorprendida por su revelación. — estoy haciendo una investigación sobre los delitos que existen en grandes empresas de Corea, no le digas a nadie, eh, es una primicia...
Sonreí por lo bajo al escucharlo. No fue una mala idea haber hablado con él, y mas porque siento una leve esperanza que creí que había sido completamente arrebatada.
—¿Puedo ayudar?
—¿Y cómo pretendes ayudar?
—Pues... mi novio es el ex presidente de esa empresa, Jeon Jungkook...
Al decir esas palabras, el rostro de Yoongi se iluminó por completo. Sus ojos brillaron con una mezcla de emoción y curiosidad.
—¿No me estás mintiendo?
—¿Por qué lo haría? Ahora él está en Estados Unidos porque fue amenazado por su propia hermana. Yo puedo ayudar a buscar información y tú me ayudas a desenmascarar toda esta farsa... — mi voz salió casi en una suplica. De repente, comenzó a aplaudir de manera eufórica, como si hubiera descubierto algo increíble.
—¿Te das cuenta de cuánto dinero ganaría por una noticia así? Necesito pruebas y hago todo el resto del trabajo.
—Me esforzaré para buscarlas. Lo prometo.
Estiré mi mano esperando un apretón de su parte, que no tardó en llegar. Sonreímos nuevamente para seguir en lo importante, ahora sintiéndome levemente un poco mejor.
Después de una intensa sesión de ejercicios, regresé a mi apartamento sintiendo cada músculo de mi cuerpo adolorido y agotado. A pesar del cansancio, sabía que tenía que mantener la mente ocupada y no caer en la espiral de pensamientos sobre Jungkook que constantemente me invadía en mis momentos de ocio.
Decidí comenzar ordenando mi apartamento, una tarea que había estado posponiendo desde hacía días. Cada objeto que encontraba me recordaba a él, a las risas compartidas, a las conversaciones profundas y a los momentos de intimidad. Era increíble que siempre mi mente terminaba llevándome a recuerdos que me hacían pésimo.
Después de ordenar, decidí preparar la comida para el día siguiente. Mientras cortaba las verduras y cocinaba, mi mente volvía a divagar, esta vez recordando las cenas que solíamos compartir, las risas, los bailes, absolutamente todo. La realidad se apoderaba de mí: cuanto más tiempo tenía para pensar, más lo extrañaba.
Sentía mi cuerpo pegajoso por el sudor que se enfrió en mi cuerpo, así que decidí ducharme aunque ya fuera tarde. El agua caliente caía sobre mi cuerpo, calmando los músculos tensos y relajando mi mente. Después de secarme y ponerme el pijama, me senté en la cama, contemplando mi teléfono. Sabía que era hora de enviarle un mensaje a Jungkook, ya que allá debe haber amanecido hace mucho rato.
Y sabía que me llevaría un reproche de él por no enviarle su sagrado mensaje mas temprano.
Mi corazón no paraba de acelerarse cuando decía esas cosas tan a la ligera. Y es que yo también lo extraño, me hace mucha falta.
Reí tirando mi cabeza hacia atrás, chocando con la almohada. Mantenemos una relación a distancia que hasta el momento no han habido mayores problemas. Las videollamadas, los mensajes y las llamadas ningún día pueden faltar, son sagradas. Atiné a reaccionar a su mensaje y comencé a buscar fotos para actualizar en mi instagram, netamente para aparentar que todo está bien y en orden, y que no soy una persona triste por no tener a su novio con ella.
Jungkook era una especie de stalker si se trababa de mí. Habían transcurrido tan solo unos minutos desde que publiqué la historia de Yoongi y ya tenía una reacción de su parte.
Solté una carcajada para salirme del chat y llamarlo antes de que le de una crisis nerviosa. Marcó tan solo una vez y la voz masculina me respondió de inmediato.
—¿Dónde está mi celoso?
El quejido se escuchó de la otra línea.
—Lo siento, no quería actuar de esa forma, ya sabes...
—Lo sé, pero no pienses mal. Hoy estuvimos hablando solamente, me contó de su novia y yo le hablé de ti.
—E-so... m ayda.. y si... puedo hlar...
—¿Jungkook? ¿Hola?
La señal estaba horrible y no pude escuchar tanto su voz como lo hubiera querido. Normalmente Jungkook me canta una canción para relajarme y dormir, pero esta vez fue imposible.
Me hizo reír la situación. Muy en el fondo me gustó que Jungkook sintiera celos, pero sabía que no podía decirle que Yoongi me ayudaría a desenmascarar a Jihee. Le había hecho una promesa y decirle algo respecto a eso solo haría que se preocupara mas de lo debido.
Me acurruqué en la cama, con el celular a un lado, sintiendo el peso del cansancio en cada músculo de mi cuerpo y me envolví en las cobijas, abrazando una almohada como si fuera él, tratando de encontrar consuelo en su ausencia. Respiré profundamente, tratando de calmar mi mente y relajar mi cuerpo tenso.
Deseando que donde quiera que estuviera Jungkook, tuviera un gran día, y, en el fondo, lo deseaba también para mí.
—¿Qué me dices de esto?
Dejé las fotos en la mesa del restaurante en el que nos encontrábamos. El lugar era poco concurrido y eso nos hacía estar mas seguros con nuestro alrededor.
Un mes había pasado volando desde que tomé la decisión de investigar más sobre la corrupción que existía en diferentes empresas, la misma información que estaba recopilando Yoongi, pero yo me enfocaba mas en una, que era Jeon's Foods. Durante este tiempo, Yoongi y yo habíamos estado trabajando incansablemente, dedicando horas a la investigación y recopilación de pruebas. Cosa que definitivamente a Jungkook no le gustaba en absoluto, pero, ¿qué podía hacer? No podía decirle la verdad por el momento, debía mover mis piezas de manera sigilosa.
Me había convertido en lo que odié de mi novio en su momento; solo me la pasaba investigando para lograr exponer la verdad, me había convertido en una detective gracias a todos esos programas que veía en televisión.
—¿De dónde sacaste estas fotos? — miró sorprendido mientras soltaba una risa nasal.
—Jeon Jihee teniendo una cita romántica con el mismo notario que firmó el poder en donde ella quedaba de directora. Raro, ¿no?
—¿Cómo sabes que es el mismo?
—Porque la reservación estaba a nombre de Kim Jaehyun. — respondí con simpleza apoyando mi espalda en la silla. Pude unir puntos cuando le pedí a Jungkook que me enviara una foto del poder que supuestamente había dejado su padre y salía la firma de Kim Jaehyun, el notario.
—¿Qué mierda hacías trabajando como secretaria y no en la escuela de policías?
—Ay, Yoongi... te dije que encontraría respuestas porque las necesito, necesito que mi novio esté en el puesto que le merece y que esté junto a mí. — levanté la tasa de café y bebí un sorbo cerrando mis ojos. — estas semanas solo he querido renunciar a todo e ir hasta allá. Sé que él estaría feliz de verme ahí, pero algo le faltaría... algo estaría incompleto y eso sería estar en la empresa a la que tanto tiempo y esfuerzo ha dedicado...
Después de expresar mis pensamientos, una pausa llena de anticipación llenó el lugar. Sentí la mirada de Yoongi sobre mí, su penetrante mirada recorriendo cada gesto, cada palabra que había compartido. Finalmente, asintió y ese lento asentimiento fue más elocuente que cualquier palabra.
—Te dije que estábamos juntos en esto. Yo te ayudo a traer a tu novio de vuelta exponiendo la verdad y tú me ayudas consiguiendo pruebas concretas. De todas las personas corruptas, Jeon Jihee lleva la delantera. Creo que no tendría problemas en pagarle a un juez para que me metiera a prisión por cualquier estupidez si expongo esto, por la misma razón necesito las suficientes pruebas para que estemos ambos a salvo de cualquier cosa a futuro. — explicó cruzando sus brazos. — descubrí que despidió a muchos empleados, hablé con algunos y afirmaron ser víctimas de acoso laboral el transcurso desde que ella llegó al puesto, hasta que finalmente los despidió, ¿te das cuenta? Está demente...
—Eso también es una prueba. — respondí totalmente interesada. Era increíble lo que hemos ido averiguando en poco tiempo.
Jungkook ha hecho un trabajo terrible, definitivamente no serviría como detective.
—Sí, pero necesito más, algo con lo que ella no tenga escapatoria.
Al escuchar sus palabras, un recuerdo casi insignificante en lo más profundo de mi mente, de repente, emergió como una ola arrolladora. Recordé claramente mis citas en la consulta de la psicóloga, el suave murmullo del aire acondicionado y el reconfortante aroma a incienso que flotaba en la sala de espera. Pero, sobre todo, recordé cómo Jihee, con su mirada fría y su semblante serio, entró en ese mismo lugar.
—Tendrás más.
El sonido de una notificación me alertó. Tomé el celular en mis manos para checar que era un mensaje de Jungkook, lo cual me hizo sonreír.
—¿Por qué tu cara?
Negué para sonreírle a Yoongi.
¿Ir a Estados Unidos? ¿Un país al cuál nunca he ido, simplemente porque una loca maniática gracias a sus influencias quiere atentar contra mi vida?
El plan de Jungkook era tentador, pero algo dentro de mí me decía que no era justo todo esto. Y mas si estaba tan cerca de ponerle fin a esto.
—Nada. Solo pienso en lo satisfactorio que será patear el trasero de esa perra.
Una sonrisa se formó lentamente en los labios de Yoongi, su rostro iluminándose con una expresión divertida. Era un gesto sutil pero sincero que me llenó de calidez y alivio. Antes de que pudiera reaccionar, levantó su mano en un gesto amistoso, invitándome a chocarla. Respondí su gesto levantando mi propia mano y nuestros dedos chocaron suavemente.
Tomé nuevamente mi celular para responder a su mensaje.
Yo iba dos veces por semana y Jihee siempre estaba los días jueves. Iría ahí y quizás cometería una estupidez, pero me arriesgaría.
Definitivamente lo haría.
HOOOLA!!!!!! (con intención de amigar 🫦) he vuelto con un nuevo capítulo, con un nuevo personaje, mi otro esposo, Min Yoongi 👏🏻.
Las interacciones con Jungkook serán mediante mensajes, por obvias razones je
También va s narrar Soohyun, porque ella será participe de grandes cosas (arriba Soohyun detective 😍😚)
Queda poco chicaaaaas, me tiembla todo 🫡.
Spoiler del próximo capitulo: revelación.
Espero les gusteeee ❤️🥰.
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