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35.

𝙎𝙚𝙣𝙩𝙞́ 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙨𝙞 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙖 𝙢𝙞 𝙖𝙡𝙧𝙚𝙙𝙚𝙙𝙤𝙧 estuviera girando, un vértigo abrumador que me envolvía incluso con los ojos cerrados. Relamí mis labios al sentirlos muy secos. Dios, me sentía muy mal.

Abrí los ojos, un dolor de cabeza punzante me invadió, como un martillo golpeando repetidamente mi cráneo. Parpadeé varias veces tratando de enfocar mi visión y comprender lo que estaba sucediendo a mi alrededor. Las luces parecían demasiado brillantes, los sonidos demasiado estridentes, como si mi cerebro estuviera luchando por procesar la sobrecarga sensorial que lo rodeaba.

Me senté lentamente, tratando de recuperar el equilibrio mientras luchaba contra las oleadas de náuseas que amenazaban con hacerme caer de nuevo. Cerré los ojos por un momento, respirando profundamente para tratar de encontrar algo de calma en medio del caos que me rodeaba.

—No deberías haberte incorporado tan rápido...

Salté a causa del susto que me produjo su voz y siseé de dolor nuevamente. Cuando abrí mis ojos por segunda vez, la primera imagen que se me presentó fue la de Jungkook frente a mí, con una expresión que me dejó atónita.

Sus ojos estaban enrojecidos, como si hubiera estado llorando y su rostro reflejaba una mezcla de preocupación y angustia.

—¿Qué pasa? ¿Por qué estás así?

Mi voz salió tambaleante, llena de miedo por verlo en ese estado que nunca antes había presenciado. Estiré mi mano para que se acercara y él lo hizo de inmediato, besándola con suavidad.

—Verte aquí, en ese estado, era más de lo que podía soportar, Soohyun. Sentí terror de pensar en perderte para siempre...

A medida que mis sentidos volvían gradualmente, una sensación de confusión se apoderó de mí. ¿Dónde estaba? ¿Qué había sucedido? Las preguntas inundaron mi mente, dejándome desorientada y aturdida. Tapé mi boca al recordar pequeños fragmentos de lo sucedido.

Sin duda la visita de esa mujer desordenó todo en mí. Recordé la sensación de mareo y desorientación que me había invadido. Recordé el sonido del impacto, la sensación de caída libre mientras mi mundo se desvanecía a mi alrededor. Recordé el frío del asfalto contra mi piel y el zumbido ensordecedor que llenaba mis oídos mientras me sumía en la inconsciencia, y luego... la oscuridad.

—Fue un accidente. Mi madre, digo... Esa señora... — corregí de inmediato. — apareció en el departamento, comencé a experimentar un ataque de pánico, no estaba en mis cinco sentidos, tuve culpa... — expliqué bajo la atenta mirada de él. — sigo aquí, no podrás deshacerte tan fácil de mí.

Solté una risa intentando aliviar el ambiente, pero no sirvió demasiado al percatarme que Jungkook estaba haciendo un puchero muy grande intentando no llorar.

—No fue un accidente...

Levanté mi rostro para observarlo con total confusión.

—¿Qué quieres decir?

—Debo irme, Soohyun. — tomó mis mejillas, uniendo su frente con la mía.

—¿Debes ir a casa?

Al ver cómo negaba con la cabeza ante mi pregunta, supe que algo estaba terriblemente mal. La expresión en su rostro, llena de tristeza y desesperación, hizo que mi corazón se encogiera de angustia. Pero lo que me dejó verdaderamente atónita fue ver las lágrimas rodando por sus mejillas, un torrente de emociones que parecía no tener fin.

Nunca antes lo había visto así, tan vulnerable, tan desconsolado, y eso me asustó más de lo que estaba dispuesta a admitir. Su dolor era palpable, una herida abierta que amenazaba con consumirlo por completo.

—Me iré del país...

Cuando escuché sus palabras, mi mente se resistió a aceptar la realidad de lo que estaba diciendo. La idea parecía tan absurda, tan fuera de lugar, que me costaba creer que fuera real.

¿Cómo podía ser posible que algo así estuviera sucediendo?

—¿Qué?

—Mi vuelo sale en dos horas más, yo... yo no podía...

Negué con la cabeza, como si pudiera deshacer la verdad simplemente rechazándola. Era como si estuviera atrapada en una pesadilla surrealista, incapaz de escapar de la verdad que se cernía sobre mí.

—Debe ser una broma... — murmuré, tratando desesperadamente de convencerme a mí misma de que eso era todo lo que era, una simple broma de mal gusto. Pero en el fondo, sabía que no era así. Sabía que sus palabras tenían un peso real.

No estaría llorando si fuera una broma.

—Me iba a ir sin despedirme, porque no podría tolerar el dejarte aquí y marcharme, no podría hacerlo... — esnifó limpiando sus lágrimas, mientras yo aun no caía en la realidad absoluta. — debo protegerte, amor. Y la única manera en la que puedo protegerte por el momento, es dejando el país...

—No entiendo nada, Jungkook. ¿Puedes ser claro, por favor?

—Todas las veces que te dejé de lado fue para intentar encontrar pruebas de que Jihee comete delitos graves. — comenzó a explicar, sentándose a un lado de la cama del hospital. — Me amenazó con matarte, Soohyun y supe que iba enserio cuando me enteré que habías sido atropellada...

—Pero... ella... — no podía encontrar las palabras adecuadas por culpa del nerviosismo que había en mí. — ¿por qué yo? ¿qué le hice yo?

—A ella no le interesa hacerme daño física o psicológicamente, ella prefiere atacarme de una manera mas dura... — me miró directamente a los ojos, sintiendo como mis labios temblaban por querer largarme a llorar. — porque sabe que eres lo más importante para mí y la sola idea de perderte es insoportable.

—No me dejes sola, Jungkook...

Una sensación de pánico comenzó a burbujear en mi interior, amenazando con desbordarse en cualquier momento.

¿Cómo podría dejar todo atrás y marcharse?

¿Cómo podría enfrentarme a la idea de separarme de todo lo que conocía y amaba?

—Te prometo que volveré...

—No digas eso... — negué frenéticamente. — las promesas son solo palabras y las palabras pueden ser vacías...

No era la primera vez que alguien me hacía promesas, y desafortunadamente, muchas de esas promesas habían sido rotas en el pasado. Cada vez que alguien prometía protegerme o estar a mi lado, el resultado final siempre terminaba siendo decepcionante.

—Te juro que encontraré respuestas... — me encontraba reacia ante sus palabras y el lo notó, por la misma razón me abrazó. — Por favor, Soohyun. — imploró, su voz escuchándose temblorosa. — nunca te fallaré. Haré todo lo que esté en mi alcance para seguir investigando y volver. Confía en mí, por favor.

—Quiero luchar junto a ti, pero tú... — me alejé unos centímetros de su cuerpo. — quieres dejarme, ¿por qué siempre es lo mas sencillo?

—No, no, no pienses eso. No creas que es sencillo para mí, entiende que si algo malo te sucede, no me lo perdonaría nunca, Soohyun.

—Vete...

Sus ojos se llenaron de dolor cuando le hice la petición, como si mis palabras hubieran golpeado un lugar vulnerable en su interior. Estaba molesta, estaba herida, no estaba actuando con raciocinio.

—No... yo no me iré si estás así...

—Ya tienes el vuelo comprado, ¿que más puedes hacer? Ve, se te está haciendo tarde.

—Soohyun, por favor, entiéndeme...

—¿Dónde quedo yo? Te di mil oportunidades para que confiaras en mí, podríamos haber buscado otras opciones, pero no... — sonreí mientras limpiaba mis lagrimas con rabia. — la opción mas factible para ti es dejar el país y dejarme. Es más, ahorro preocupaciones y fastidios, lo nuestro acaba acá.

Cuando las palabras finales escaparon de mis labios, pude ver el dolor reflejado en sus ojos. El silencio que siguió fue ensordecedor, lleno de la pesada carga del momento.

Finalmente negó rotundamente con su cabeza.

—Estás molesta, lo entiendo, pero no quiero que lleguemos a ese extremo de terminar, no quiero terminar, te amo...

—Vete, por favor, ya no quiero verte...

—Soohyun...

—¡Vete!

Me di la vuelta dándole la espalda y luego, escuché un suspiro y pasos caminar en dirección a la salida. Cuando finalmente escuché el clic de la puerta cerrándose, un sollozo desgarrador escapó de mi garganta, rasgando el aire con su intensidad. Mis lágrimas se convirtieron en sollozos ahogados, llenando la habitación con el sonido de mi dolor. Lloré tan fuerte que sentí que mi pecho iba a estallar, cada lágrima llevando consigo un fragmento de mi corazón destrozado. Pero no importaba cuánto llorara, el dolor seguía ahí, envolviéndome como una manta fría y despiadada.

Cada vez que pensaba que había encontrado la luz al final del túnel, la oscuridad volvía a envolverme, atrapándome en su abrazo frío y sin piedad. Me sentía como un navegante perdido en medio de una tormenta interminable, incapaz de encontrar la calma en medio del caos que me rodeaba.

¿Por qué la felicidad siempre parecía estar tan fuera de mi alcance?



Me encontraba caminando lentamente hacia la salida del hospital luego de que el doctor me diera el alta con un pauta para seguir. El golpe había sido duro y aún seguía con algunos dolores de cabeza, pero nada de lo que preocuparse.

Siento que me dolía mucho más por haber llorado tanto.

—Pss, pss, oye...

Miré a mis alrededores cuando salí y arrugué mi frente por estar escuchando cosas, quizás mi mente se está imaginando luego del golpe.

—¿Eres sorda? Te estoy hablando, Soohyun.

Aquellas palabras mas el sonido de una bocina me hizo tapar mis oídos por tan molesto ruido. Miré el vehículo de alta gama en donde una pelinegra estaba de piloto.

—¿Miyeon?

—Sube, te llevaré a casa.

Se veía triste, no había que ser adivina para notar que había estado llorando por sus ojos hinchados.

No era solo yo, al parecer.

Lentamente fui hasta su auto y me subí en el lado del copiloto, colocándome el cinturón de seguridad bajo la atenta mirada de ella. Me sentía muy observada, demasiado para mi gusto.

—¿Por qué me miras tanto?

—Sigo sin poder creer que nada malo te haya sucedido... — sus ojos se volvieron a humedecer para hacer un puchero y finalmente, largarse a llorar frente a mi sin importarle absolutamente nada. — esto es un infierno, un maldito infierno...

—Miyeon, estoy bien, no debes preocuparte...

—De verdad que no conoces a Jihee lo suficiente... — peinó sus cabellos con frustración. — créeme que si ella hubiera ordenado que te hicieran algo más, no estarías acá Soohyun, tendría a mi mejor amigo llorando por haber perdido al amor de su vida, echándose la culpa cada día hasta que no lo soporte más... — se oía el desespero en su voz y mi corazón se encogió. — ella sabe que si tú no estás, el mundo de Jungkook se derrumbaría al punto de no tolerar, de querer atentar en contra de su vida y eso conllevaría a que salga del camino. Ella no quiere ensuciarse las manos, Soo. Ella solo está moviendo las piezas del ajedrez...

—Yo solo... quería luchar junto a él, Miyeon...

Mi voz salió en un fino hilo, apenas un susurro apenas audible, mientras luchaba contra las lágrimas que amenazaban con brotar nuevamente. Cada palabra parecía pesar toneladas, cargadas con la emoción y el dolor que había estado tratando de contener.

—Confía en él, por favor. Me duele en el alma que tenga que hacer esto, pero lo está haciendo porque no quiere sufrir las consecuencias después. Prefiere evitar desgracias y buscar soluciones de forma solitaria, sin poner en peligro a nadie...

A pesar de mis mejores esfuerzos por mantener la compostura, sentí un nudo en la garganta y un ardor en los ojos mientras luchaba por contener las lágrimas. Cada fibra de mi ser anhelaba dejar salir la tormenta de emociones que se estaba gestando dentro de mí, pero me aferré con fuerza a mi semblante, tratando desesperadamente de mantenerme serena.

—¿Qué haces aquí? — Traté de cambiar de tema, desviando la atención hacia cualquier cosa que no me recordara la tormenta emocional que se estaba gestando dentro de mí. Mis ojos se desviaron, evitando el contacto visual, mientras luchaba por mantener mi compostura. Traté de controlar mi respiración, de mantenerme serena, pero se me estaba dificultando.

—Jungkook fue a mi casa a despedirse, mientras me explicaba todo. Soohyun, lo conozco desde que era un pre adolescente, la última vez que lo vi llorar fue por su madre y ahora... verlo así, me afectó tanto, pero tanto... — ella no tenía pena de demostrar su sentir, mientras yo luchaba por no expresar nada. — verlo llorar por ti... ese hombre te ama con locura, Soohyun. Está completamente enamorado de ti...

Mordí mis labios con fuerza, sintiendo el sabor metálico de la sangre mientras luchaba por contener las lágrimas. Cerré los ojos con fuerza, tratando desesperadamente de mantenerme firme.

Pero incluso mientras luchaba por contenerme, sentí una lágrima solitaria escaparse de mis ojos y deslizarse por mi mejilla. Fue entonces cuando me di cuenta de que ya no podía evitarlo más. Con un suspiro tembloroso, dejé que las lágrimas brotaran libremente, liberando finalmente el dolor que había estado reprimiendo.

—Quiero ir a casa, por favor...

Seguía sintiendo su mirada en mí, para finalmente escuchar un suspiro. Encendió el motor y echó el auto andar. Todo era silencio absoluto, solo se oía mis suspiros ahogados por las lágrimas silenciosas que estaba derramando.

Me dolía el pecho.

Me abracé a mi misma intentando calmarme, que ni cuenta me di que la dirección del automóvil no era hacia mi departamento. Estaba tan concentrada en mi sufrimiento, que no noté que Miyeon tomó otra ruta, hasta que vi muchísima gente con maletas.

—Lo siento por no hacer caso a tu petición. Sé que solo quieres descansar, pero no puedo dejar que te quedes con el arrepentimiento de no despedirte de él. Él me pidió ir por ti, no quiere que te quite la vista de encima. Su vuelo sale en poco tiempo, ¿realmente no quieres hablar con él?

Mis labios temblaron por sus palabras para soltar un sollozo desgarrador.

—No quiero que se vaya...

El solo pensamiento de no volver a ver a Jungkook durante un tiempo desconocido era como un puñal clavado en mi corazón, provocando un dolor profundo y agudo que se extendía por todo mi ser.

—Ve, Soohyun, estaré esperándote aquí. Yo ya me despedí de él, le dije cuanto lo amo y que sé que encontrará respuestas antes de que nazca su sobrino o sobrina...

Escuchar eso no me ayudó en absoluto. Mi cabeza dolía demasiado por el golpe y por el llanto desmedido.

Me quité el cinturón con manos temblorosas para salir en dirección a la entrada del aeropuerto. Mi corazón latía desesperado en mi pecho mientras mis ojos buscaban frenéticamente a Jungkook por todo el lugar, pero no había rastro de él. La ansiedad se apoderaba de mí mientras el tiempo parecía desvanecerse entre mis dedos, recordándome la inminencia de su partida.

Cada segundo que pasaba me sumía más en la desesperación, mientras el reloj avanzaba inexorablemente hacia el momento de su vuelo. Mis manos temblaban y mi respiración se volvía entrecortada, sintiendo el peso abrumador del arrepentimiento que comenzaba a inundar mi mente. Las palabras de Miyeon resonaban en mi cabeza con una claridad escalofriante, recordándome que este podría ser el último momento que tendría para despedirme de Jungkook. El pensamiento me golpeó como un puñetazo en el estómago, haciéndome caer en cuenta de la realidad de la situación.

¿Cómo podría enfrentar el futuro sin haber tenido la oportunidad de decirle adiós? ¿de expresarle todo lo que significaba para mí?

Fui tan tonta, tan infantil.

Sentí un nudo en la garganta y un dolor punzante en el pecho, mientras las lágrimas amenazaban con brotar de mis ojos nuevamente. La gente me miraba como si fuera un bicho totalmente extraño, pero por primera vez, eso no me importaba. Estaba enfocada en encontrar a Jungkook.

Y finalmente, lo vi. Él estaba de pie junto a la ventana, mirando fijamente hacia el horizonte donde los aviones despegaban en la distancia. Un suspiro de alivio escapó de mis labios cuando lo vi, como si finalmente pudiera volver a respirar con normalidad. Con pasos tambaleantes caminé en su dirección, envolviendo mis brazos por su cintura, apretándolo contra mi pecho. El repentino contacto lo tomó por sorpresa, haciendo que se sobresaltara ligeramente. Giró la cabeza hacia mí con una expresión de sorpresa y luego suavizó su gesto al reconocerme.

Al sentirlo tan cerca, todo el peso emocional que había estado llevando volvió a inundar mi ser. Las lágrimas volvieron a brotar, rodando por mis mejillas en silenciosa rendición.

Jungkook se dio cuenta de mi estado enseguida y, con un gesto de ternura, se giró completamente hacia mí y me rodeó con sus brazos en un abrazo reconfortante. Sus manos acariciaban suavemente mi espalda, tratando de calmarme.

—¿Por qué lloras? No llores, no quería verte llorar más, Soohyun... — sus manos subieron hasta mi rostro para quitar todo rastro de lágrimas, siendo imposible, era un grifo averiado en estos momentos. — todo estará bien, mi vida...

Negué de forma frenética mientras lo abrazaba aún mas fuerte.

—¿C-cómo todo estará bien? Te i-irás, n-no quiero que te vayas... — cada palabra salia entrecortada por los suspiros. — te amo, Jungkook... te amo como no tienes idea. M-me acostumbré a ti, ¿qué se supone que haga ahora?

—Seguir tus planes, mientras esté fuera no te preocupes por el dinero, pagaré el alquiler de tu apartamento...

—No...

—También te dejé las llaves del auto con Miyeon, debes aprender a manejar, créeme que se te hará mucho mas sencillo ir a tu trabajo en él y que no tengas que tomar el autobús... — soltó una risa carente de alegría. Observé con pesar como su sonrisa se desvanecía lentamente y noté en sus ojos la tristeza que lo estaba abordando.

—Te quiero a ti...

—Volveré, juro que lo haré, Soohyun, aunque sea lo último que haga. Jihee me quiere lejos porque sabe que puedo descubrir cosas, pero seguiré con mi plan aún estando fuera y cuando menos lo esperes, estaré de vuelta... — estaba completamente segura que que se estaba convenciendo a él mismo con sus palabras. — estarás protegida, nada malo te sucederá...

—Te ayudaré...

—No. — su respuesta fue tajante. — si me voy de Corea, es para protegerte. No quiero que estés arriesgando tu integridad mientras yo esté fuera Soohyun, ¿qué hago si algo malo te sucede?

—Volver y enterrar mi cuerpo.

Mi intento de broma con un humor totalmente podrido solo dejó en evidencia que no le hizo ninguna gracia a Jungkook. Su rostro permanecía serio, mientras me observaba.

—No digas esas cosas... — Su voz salió en un fino hilo, casi imperceptible, mientras me rodeaba con un abrazo y escondía su rostro en mi cuello. Al principio, no pude distinguir lo que estaba pasando, pero luego sentí cómo su cuerpo se movía de manera extraña, como si estuviera temblando. Fue entonces cuando caí en cuenta de que estaba llorando. — no vuelvas a decir algo así...

—Lo siento... yo solo estaba bromeando...

Ver llorar a Jungkook aún me resultaba algo difícil de presenciar. Me sentí mal por abrir mi boca para solo decir estupideces que lo hacían sentir mal.

—No miento cuando digo que si algo malo te sucede, no sé que sería de mí. Prométeme que no harás nada, por favor...

¿Cómo podía prometer algo como aquello?

A pesar de todo, acepté la realidad de la situación. Jungkook se iría, eso era un hecho inevitable. Pero yo no podía quedarme de brazos cruzados, esperando pasivamente a que las cosas sucedieran. Tenía que hacer algo, tenía que actuar.

—Te  amo muchísimo y aunque me cueste entenderlo, sé que lo haces por mi y lo agradezco. — el aire estaba cargado de tristeza. Imité su acto, para quitar las lágrimas de su bonito rostro con mis dedos. — te estaré esperando, mi palurdo. Por favor no tardes tanto...

—Soohyun, prométeme por favor que te mantendrás al margen de todo esto...

Crucé los dedos de mis pies, mirándolo fijamente.

—Lo prometo, amor...

Por primera vez, estaría dispuesta a romper una promesa, si eso significaba luchar por lo que creía que era correcto.

Jungkook tomó mi rostro y sus labios se encontraron los míos en un beso cargado de emociones, sabiendo que este sería el último hasta quién sabe cuándo. Mis brazos envolvieron su cuello, aferrándome a él con desesperación mientras profundizaba el beso. Podía sentir el sabor salado de nuestras lágrimas mezclándose en un mar de emociones compartidas.

Esto era tan triste.

El sonido de los llamados a los pasajeros resonó en el aeropuerto, recordándonos el inminente adiós que se avecinaba. Era como si el mundo entero se desvaneciera a nuestro alrededor, dejándonos solos en nuestra propia burbuja de despedida.

—Gracias por venir, aunque no se note tanto, he llorado desde que salí de la habitación del hospital. — reconoció pasando la manga de su camisa por su mejilla, intentando secar las lágrimas. — ¿aún quieres terminar conmigo?

Su pregunta solo me causó ternura.

—No. Solo estaba molesta, la rabia me cegó y no pensé en mis palabras. — admití aún sin separarme de él. — eres mi novio, te dije que no te vas a deshacer de mí tan fácil.

—Y no quiero hacerlo. Seremos felices, muy felices, nos casaremos, viviremos juntos y tendremos un bebé para darle todo el amor que a nosotros se nos fue negado.

Sus palabras no ayudaban a que la tristeza se fuera. Reí para finalmente hacer un puchero y llorar.

—Si quiero ser tu esposa.

Escuché su risa y al escucharlo reír, una sensación reconfortante se instaló en lo más profundo de mi pecho. Me di cuenta en ese momento de que siempre quería escucharlo reír, no solo en ese instante, sino por el resto de mis días.

Nos merecíamos felicidad.

—Entonces no tardaré, ¿sí? Te amo mucho, mi brujita. Cuídate mucho, Miyeon estará pendiente de ti...

—Te amo mucho más. Vuelve pronto, te estaré esperando...

Mis últimas palabras quedaron suspendidas en el aire, llenas de amor y esperanza, mientras nos dimos un corto beso, porque si no nos separábamos ahora, no podríamos hacerlo.

Observé cómo se alejaba lentamente, cada paso separándonos un poco más. Mi corazón se apretó con fuerza en mi pecho, sabiendo que este era el momento mas triste.

Justo antes de entrar al pasillo, giró su rostro hacia mí, y nuestros ojos se encontraron en un último intercambio de miradas cargado de emociones. En ese breve instante, el tiempo pareció detenerse mientras nos despedíamos con la mirada, cada uno llevando consigo los recuerdos compartidos y la promesa de un futuro reencuentro no tan lejano.

Finalmente, desapareció de mi vista, dejándome con un enorme vacío. Me abracé a mi misma volviendo a llorar, solo teniendo claro que no puedo quedarme de brazos cruzados mientras él se enfrenta a esto solo. Investigaré por mi cuenta, buscaré información, haré lo que sea necesario para encontrar una solución.

Lo siento, Jungkook, no cumpliré la promesa. Estoy dentro de esto.



Yaa, me dio tanta penita escribir este capítulo 😭😭😭😭.


Ahora si se viene lo chido, o cómo era?

Que creen que suceda?

Nos vemos en un próximo capítulo, las amo ❤️.

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