28.
capítulo un poco subido de tono, especial para mi lectora @yeirajk1997 🫶🏻
Gracias por leer y ser tan insistente bb kajsk 🍒🫶🏻.
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Pᴏʀǫᴜᴇ ʏᴏ ᴀᴄᴛᴜᴇ́ ᴄᴏɴ ᴄᴀʟᴍᴀ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴛᴇɴɪ́ᴀ ᴍɪᴇᴅᴏ ᴅᴇ ᴅᴇᴊᴀʀᴍᴇ ʟʟᴇᴠᴀʀ
Eɴ ᴇsᴇ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ, ʏᴏ sᴀʙɪ́ᴀ ǫᴜᴇ ᴛᴇ ᴀᴍᴀʙᴀ, ᴘᴇʀᴏ ᴛᴜ́ ɴᴜɴᴄᴀ ʟᴏ sᴜᴘɪsᴛᴇ
Sᴀʙɪ́ᴀ ǫᴜᴇ ᴛᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴀʙᴀ, ᴘᴇʀᴏ ɴᴜɴᴄᴀ ʟᴏ ᴅᴇᴍᴏsᴛʀᴇ́
Pᴇʀᴏ ǫᴜɪᴇʀᴏ ǫᴜᴇᴅᴀʀᴍᴇ ᴄᴏɴᴛɪɢᴏ ʜᴀsᴛᴀ ǫᴜᴇ ᴇsᴛᴇᴍᴏs ᴄᴀɴᴏsᴏs ʏ ᴠɪᴇᴊᴏs.
𝚂𝚊𝚢 𝚈𝚘𝚞 𝚆𝚘𝚗'𝚝 𝙻𝚎𝚝 𝙶𝚘
— 𝙹𝚊𝚖𝚎𝚜 𝙰𝚛𝚝𝚑𝚞𝚛.
𝘾𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙩𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙤́ 𝙚𝙡 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤 𝙚𝙣 𝙡𝙖 montaña rusa y volvimos a la base, puedo asegurar que aún me encontraba en un pequeño trance que me imposibilitaba volver a la realidad.
¿Esto de verdad está pasando?
Quizás me encontraba en un sueño, en un maravilloso sueño del cual no quería despertar. Sentía que mi corazón se saldría de mi pecho y la euforia estaba desatada. Sentía mis manos sudar, sintiéndome como todo un niño que estaba experimentando por primera vez el amor.
Soohyun me observaba con detenimiento, como si de sus labios no hubiera salido tremenda pregunta que aún no me deja volver a un estado de normalidad.
—¿Por qué me miras así?
¿De verdad ella me preguntaba tal cosa? Si tan solo pudiera expresar lo que siento en este momento, quedaría como un idiota cursi empalagoso.
—Porque eres hermosa... — me acerqué lentamente, tomando sus mejillas que estaban rosadas, haciéndola lucir aún mas tierna. — y estoy locamente enamorado de ti, brujita, que no puedo dejar de admirarte aunque lo intente.
Al concluir, nuestras miradas se encontraron, centelleando con complicidad y deseo, mientras el mundo a nuestro alrededor parecía desvanecerse y estar en segundo plano. Me acerqué de manera lenta a su rostro, sintiendo el calor de su aliento, podía ver el brillo en sus ojos mientras ella esperaba con anticipación el momento. Y entonces, sin más preámbulos, me incliné hacia adelante, cerrando la distancia entre nosotros en un instante.
El beso fue como fuego que ardía dentro, alimentado por la intensidad de todo lo sucedido con anterioridad. Las palabras de Soohyun aún estaban en mi mente, dando vueltas como todo un disco rayado y era aquello lo que me hacía besarla con vehemencia, poder sentirla cerca, poder tocarla.
Sus besos eran mi refugio, mi santuario secreto donde encontraba paz y consuelo en medio del caos del mundo exterior. Y en cada uno de esos momentos, me sentía más vivo que nunca, sabiendo que mientras estuviera junto a ella, nada podía perturbar la paz que reinaba en mi corazón.
Con ella me sentía completo.
Sentía que mi cuerpo volvía a tener vida, que encontré una razón para ser feliz y creí que era algo que nunca podría volver a experimentar.
¿Era bueno o malo todo lo que estaba sintiendo?
Para mí, el amor era un territorio desconocido, un laberinto de emociones y sentimientos que apenas comenzaba a explorar. Como alguien inexperto en el tema, me sentía un poco perdido y abrumado por la magnitud de mis propios sentimientos y deseos. Sin embargo, en lugar de dejar que mi falta de experiencia me detuviera, quiero dar el triple de esfuerzo para hacerla feliz. Sabía que no tenía todas las respuestas ni todas las habilidades necesarias, pero estaba dispuesto a aprender y crecer juntos en el camino.
Porque ella lo vale. Lo vale completamente.
Me separé lentamente, uniendo mi frente con la suya, permaneciendo mis ojos cerrados, disfrutando del momento, permitiéndome guardar en mi memoria todo lo que hoy ocurrió.
—Vamos a casa... — me susurró.
Abrí mis ojos para encontrarme con los de ella. Cada vez que me perdía en sus ojos cafés, sentía como si estuviera flotando en el espacio, sin gravedad ni restricciones.
Y no puedo negarme a ella.
—Es un buen plan. — reí besando cortarmente sus preciosos labios. — vámonos de aquí.
El momento tierno y enternecedor se desvaneció tan pronto como pusimos un pie en mi apartamento.
Ella quería pasar al siguiente nivel y yo también.
Soohyun tomó mi cuello para impactar sus labios con los míos en un beso bastante agresivo, que sin dudas correspondí de inmediato. En medio de la pasión desenfrenada, nuestros labios se encontraban en un frenesí ardiente y salvaje. Cada beso era un torbellino de deseo y anhelo, como si estuviéramos devorándonos el uno al otro con una intensidad irresistible.
No había espacio para la duda ni la contención, solo el impulso primitivo de disfrutar este momento como si no fuera a existir otra ocasión igual.
Podía sentir el fuego arder en mi interior mientras mis labios se fundían con los de ella en un beso apasionado. Cada roce, cada caricia, encendía una llama ardiente que consumía todo a su paso, sumergiéndome en un éxtasis embriagador.
Cada suspiro, cada gemido, era una melodía celestial que lograba avivar todo el fuego que había dentro de mí.
Mis labios bajaron para recorrer suavemente su cuello, en donde Soohyun dejó escapar pequeños gemidos que vibraban en el aire como notas musicales, llenando la habitación con el sonido de su dulce melodía, que sin duda alguna sería mi melodía favorita.
Ella se separó un momento para quitarse su playera por sus propios medios, dejándome a la vista su brasier rosa. Tragué con algo de dificultad sintiendo como toda la sangre estaba fluyendo hacia abajo, dejándolo durísimo. Estaba tan duro que dolía, nadie nunca había logrado ponerme en aquel estado.
Sin esperar mas tiempo, se quitó lentamente los pantalones. Cada curva, cada contorno, parecía esculpido con perfección y mis ojos no podían apartarse de su anatomía. La suavidad de la tela acariciaba su piel, realzando su belleza natural y despertando un deseo abrasador en lo más profundo de mí.
—Soohyun... me vas a volver loco...
Cada vez que mis ojos se posaban en ella, sentía un cosquilleo en el estómago y un calor que se apoderaba de mi cuerpo. No podía evitar imaginar cómo sería tocarla, acariciarla tal cual estaba, perderme en la pasión desenfrenada que nos consumía. Cada detalle, desde los encajes delicados hasta los tonos seductores, me tentaba y me invitaba a acercarme más, a explorar cada centímetro de su cuerpo con sus manos y sus labios.
Es como si ella estuviera preparada para este momento.
Una risita resonó haciéndome salir del estado de trance. Ella se acercó a mí para dar un brinco, envolviendo sus piernas alrededor de mi espalda. Por instinto la sujeté de manera firme y la acerqué aún más a mí, para reír mientras avanzaba hasta la cama.
—Nunca me había sentido de esta manera. — Sus palabras hicieron que la observara detenidamente. — siempre había sentido vergüenza de que otra persona pudiera ver mi cuerpo, no me sentía a gusto y ahora... todo es distinto.
Con movimientos suaves y llenos de ternura, extendí mi mano y gentilmente corrí un mechón de cabello que tenía hacia atrás, apartándolo de su rostro.
Estoy completamente seguro que mis ojos brillaban con adoración mientras admiraba cada detalle de ella: la curva de su mejilla, la suavidad de su piel, la chispa de vida en sus ojos. Para mí, cada momento con mi castaña era único, y no podía evitar sentirme abrumado por la belleza y la gracia que ella irradiaba.
—Desde la forma en que caminas hasta la manera en que hablas, cada movimiento tuyo me deja sin aliento. Viéndote así, de aquella manera, es que confirmo lo que vengo pensando desde que te conocí; eres completamente preciosa.
No hacían falta palabras. En ese momento, el lenguaje de los labios era mucho más elocuente que cualquier frase que pudiera pronunciar. El deseo ardiente que nos consumía era palpable en el aire, y cada mirada cargada de pasión era un preludio silencioso a lo que vendría después.
Aunque era inexperto en muchos aspectos, mi mayor deseo era hacer que Soohyun se sintiera cómoda y amada en ese momento. No quería hacerle daño, quería que este momento fuera inolvidable para ambos.
—Juro que si Miyeon interrumpe este momento...
—No lo hará. — me respondió alejándose un poco. — estoy segura de eso. No pienses en nada más que no sea nosotros.
Y como si de un tipo de hechizo se tratase, asentí para besarla y con delicadeza la acosté en la cama, asegurándome de que estuviera bien.
Mis manos acariciaban su cuerpo, mientras mis labios explotaban cada centímetro de su piel con ternura y devoción.
Lentamente me quité mi camiseta, dejando mi torso al descubierto. Soohyun mordió su labio de una manera muy sensual. Aguantar con ella sería toda una misión.
—Guapo, completamente guapo. — se acomodó de una mejor forma para admirarme y acercó sus labios a mi cuerpo, para depositar muchos besos ahí. Respiré profundo, observando el panorama.
Dame aguante, por favor, dame aguante.
De manera lenta quité mis pantalones, dejándome solo en bóxers y sin mas preámbulos, también los quité, dejándola bastante sorprendida con mi osadía.
—No quiero arruinar este maravilloso momento, pero no tenemos protección y...
Arrugué mi nariz para estirar mi cuerpo hasta el buró de mi cuarto, en donde en el pequeño cajón tenía preservativos que había decidido comprar desde que comenzamos con estos besos muy subidos de tono que podía terminar en cualquier momento en una sesión de sexo.
Y hoy serían debutados.
—Soy un torpe en muchas cosas, cariño, pero sé en lo que debo ser responsable.
Sonrió de forma tímida y volvió a acostarse, para comenzar a sacarse su ropa interior, teniendo una panorámica increíble desde aquí. Suspiré pesado, encontrándome en un estado de éxtasis y desconcierto al contemplar su cuerpo completamente denudo ante mis ojos. Cada curva, cada línea, cada centímetro de piel perfecta me dejaba sin aliento, y una oleada de deseo y pasión me inundaba por completo.
Con un palpitar acelerado, me acerqué lentamente a mi chica, cuyos ojos brillaban con deseo. Con manos temblorosas pero determinadas, comencé a recorrer suavemente su piel desnuda con mis labios, dejando una estela de besos ardientes a su paso. Desde su cuello, su estómago, sus muslos para detenerme en sus pechos y comenzar a jugar con ellos de una forma sutil. Los suspiros entrecortados de Soohyun eran música para mis oídos, alimentando el deseo y la pasión aún más.
—Jungkook...
Sentí como su mano tocaba mi miembro de una forma tímida. Quizás creyendo que lo estaba haciendo de una manera incorrecta, cuando eso no podía ser posible.
Con mi mano, ayudé en su movimiento y mierda, esto se sentía increíble.
Era un hombre de veintiséis años que sobrevivió solamente masturbándose por su cuenta. Ahora, tener a una chica haciéndolo por mí, hacía que me quisiera correr en segundos.
No estaba siendo fuerte.
—¿Puedo...
Cuando vi a Soohyun agachada, abriendo su boca para meterlo directamente en su boca, me alejé unos centímetros negando con mi cabeza. Podría jurar que mis mejillas estaban al rojo vivo y es que su movimiento me sorprendió de sobremanera.
—No... no es necesario...
—¿No quieres?
—¿No quiero? — pregunté soltando una risa nasal. — ¿quieres que eyacule en un minuto? Por favor, Soohyun. También es mi primera vez, que no se te olvide ese detalle.
Los ojos de ella se abrieron sorprendidos, para finalmente mirarme con ternura absoluta.
—¿De verdad es tú primera vez?
—Sí. Así que quiero que este momento sea especial para ambos. No es necesario que hagas eso ahora, con solo sentir tus manos en mi cuerpo haces que mil corrientes fluyan en mi interior. Tendremos mas momentos, tenlo por seguro.
Estábamos juntos en esto, dispuestos a apoyarnos mutuamente a medida que explorabámos este nuevo territorio del amor y la intimidad. Con sumo cuidado abrí el preservativo colocándolo en el largo de mi pene, para asentir satisfecho por el resultado.
—Sabes que puedes decirme cualquier cosa y me detengo, ¿verdad? Primero es tu comodidad, quiero que estés bien y...
—Jungkook, por favor cállate y hazlo de una maldita vez, ¿sí, amor?
El cosquilleo que sentí en mi estómago por el simple hecho de decirme ese apodo me hizo sentir todo un idiota enamorado.
—Dilo de nuevo. — pedí respirando de manera agitada.
—Hazlo, mi amor...
Suficiente.
Me deslicé hacia su interior, con movimientos lentos y controlados. Un jadeo ronco salió desde mi garganta, sintiéndome en la gloria absoluta.
—¿Te duele?
—No...
—¿Segura?
—No te detengas, por favor.
Y sus palabras eran órdenes para mí.
Las embestidas eran con sutileza, acostumbrándome a estar en su interior y esperando que ella también pudiera acostumbrarse. Aún la sentía tensa y a pesar de que ella no lo dijera, sabía que le dolía.
—Soohyun...
—No te atrevas a detenerte.
Tomó mi cuello para besar mi boca con pasión. Seguía con mis movimientos y cuando comencé sentir que sus paredes ya no estaban tan contraídas, es que me animé a ir un poco mas rápido. Alejé mi rostro para observar como su cuerpo debajo de mí, era digna de una película que sin duda alguna podría observar siempre. Sus ojos cerrados disfrutando el momento, sus labios levemente hinchados, sus mejillas sonrojadas... todo en ella era arte. Tragué duro, sintiendo como unas cosquillas comenzaban a hacer acto de presencia en mi abdomen y espalda.
A medida que sus gemidos se entrelazaban en el aire, el sonido de nuestros cuerpos chocando se mezclaba con sus susurros de amor y suspiros de placer.
Besé su cuello sin detener los movimientos para bajar a sus pechos y nuevamente jugar con ellos, ganándome un pequeño grito de su parte.
Ya no lo soportaba más.
Con cada embestida, podía sentir la tensión acumulándose en mi cuerpo, el deseo alcanzando el punto máximo con cada movimiento torpe pero apasionado.
Cada gemido un eco del placer que se aproximaba.
A medida que el éxtasis se acercaba, las embestidas se volvían más intensas, más urgentes, como si estuviera alcanzando el clímax de una sinfonía de pasión absoluta. Cada movimiento era un intento desesperado por llegar al punto culminante, por encontrar la liberación que tanto estaba anhelando.
—Jungkook... — el tono de su voz era de súplica. Podía sentir como sus paredes apretaban mi pene en su interior, estaba llegando al tope. — mierda, Jungkook, mierda, mierda, mierda...
Y entonces, encontré aquella liberación que había estado buscando cuando ella lo hizo primero. Un gemido gutural escapó de mis labios mientras me dejaba llevar por la ola de placer que me envolvía por completo. Entregándome al momento, entregándome al placer que me estaba consumiendo.
Nuestras voces resonaron en la habitación al haber culminado, llenando el aire con una sensación de alivio y satisfacción. Era como si hubiera encontrado un oasis en medio del desierto, un refugio seguro en el que perderse y encontrar consuelo.
—Te amo, Soohyun. — besé tiernamente sus labios, aún estando en su interior, siendo incapaz de alejarme. — Te amo de una manera que nunca creí posible, con cada fibra de mi ser y cada latido de mi corazón. Por favor, nunca me alejes de ti.
Había un cierto temor en mi voz. Y ella lo comprendió. Acarició mi mejilla de manera suave.
—¿Por qué me alejaría? Eres todo lo que quiero, eres la pieza que faltaba en mi rompecabezas. Contigo, me siento completa. — sus ojos estaban humedecidos y sí ella lloraba, yo lo haría también. — estoy completa y perdidamente enamorada de ti, Jungkook.
Y mientras escuchaba sus palabras atentamente, sintiendo como el nudo quería instalarse en mi garganta, supe que este momento quedaría grabado en mi memoria para siempre, como un testamento del amor y conexión con ella. Era un momento de pura dicha, de completa entrega, y lo guardaría en mi corazón para siempre.
Ay mis culonas, quien lea mis historias saben que yo no soy la mejor describiendo estas escenas, era su primera vez, debía ser romántico, veamos que pasa mas adelante...
Yyy volví, volví porque lo merecen mis chiquiturras, porque merecen leer el amor bonito de aquel par 💘.
Espero les guste mucho y disfruten estos momentos, porque todo puede tener un giro drástico 🗣️.
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