19.
❝Dame una señal
Toma mi mano, vamos a estar bien
Prometo que no te voy a defraudar
Solo ten en cuenta que tú no
tienes que hacer esto sola
Prometo que nunca te voy a defraudar❞
Treat you better —
Shawn Mendes.
𝙑𝙚𝙞́𝙖 𝙢𝙞 𝙧𝙚𝙛𝙡𝙚𝙟𝙤 𝙚𝙣 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙟𝙤 𝙪𝙣𝙖 𝙮 𝙤𝙩𝙧𝙖 vez no estando cien por ciento convencida del atuendo que había escogido para esta salida.
Me colocaba de perfil, de espaldas y cada ángulo me veía peor.
No sé cuanto tiempo estuve cambiándome la ropa porque cuando la tenia puesta, no me gustaba ni en lo mas mínimo. Suspiré con frustración al momento en que observaba el reloj de mi mesa de noche.
8:30 pm.
Jungkook dijo que pasaría por mí a las nueve y ya estaba entrando en un pequeño colapso producto de mi indecisión. ¿Vestido a pesar del frío o pantalones para estar mas segura? Revolví mis cabellos por la pura frustración.
El frío es mental. Pensé.
Así que me fui por la primera opción. Un vestido muy bonito que había estado guardado en mi armario desde que lo compré, ya que no me gustaba como se me veía y tuve un millón de complejos. Realmente era lo más sencillo y lindo que tenía, y eso fue suficiente para recordarme a mi misma que debía renovar mi closet.
El vestido blanco con cerezas en él fue el escogido junto con un cardigan color beige, que combinaban perfecto. Me sentía ligeramente nerviosa sin entender muy bien la situación. Solo íbamos a un karaoke, ¿qué puede salir mal en un lugar así?
Seccioné mi cabello para tomarlo con unas cintas y hacerme una rosa con las mismas, quedando conforme con el resultado a pesar de lo rápido que tuve que alistarme. Luego de que Jungkook apareciera queriendo decir algo, quedé con la espina de preocupación incrustada en mi pecho, no aguantando más tiempo para disculparme con mi visita. Seungi se fue a regañadientes cuando le expliqué la situación, no siendo capaz de ponerse en el lugar del otro.
Y esas actitudes me desilusionaban cada vez un poco más.
No encontraba que lo que estaba pidiendo era demasiado, solamente posponer la "cita" que él mismo había programado, porque alguien cercano no lo estaba pasando bien.
El sonido del timbre me hizo saltar en mi lugar, abriendo los ojos con demasía al sentir que no estaba totalmente preparada.
¿Esto era lo adecuado?
¿Esto se usaba para ir a un karaoke?
¿Estaba bien mi elección?
¡¿Por qué le estoy dando tantas vueltas al asunto?!
Respiré profundamente cuando me eché de mi loción preferida en la zona de mi cuello y detrás de mis orejas, puntos específicos para que el perfume oliera mucho mas tiempo y sin esperar mas tiempo, fui hasta la puerta, encontrándome con un Jungkook vestido casualmente, pero aún así se veía elegante.
¿Cómo lo hacía?
—Lo siento por tardarme un poco, es que no encontraba las llaves. — mentí colocándome los zapatos y tomar mi bolsa para salir. Podía percibir su mirada en mí, tan intimidante como siempre, logrando que un leve cosquilleo bajara por mi espina dorsal.
—Descuida, tampoco esperé tanto. — le restó importancia. — te ves... muy bella.
Me sorprendió con demasía escucharlo decir eso, pero a la vez me sentí muy bien. Mis comisuras temblaron por querer soltar una pequeña sonrisa.
—Gracias. Tú también te ves muy bien.
Y no mentía. Una camiseta con cuello negra y unos pantalones del mismo color eran los protagonistas, haciéndolo lucir como todo un chico malo, pero a la vez muy guapo. En su brazo descansaba su abrigo del mismo color, combinando todo perfectamente.
—¿Estás lista? Puedo esperar si te falta algo.
¿Este era el verdadero Jungkook? Porque si era así, quería cinco, por favor.
—No, todo está bien, vamos.
Me sentía extrañamente nerviosa estando a su lado, sin razón aparente. Es como si hubiera hecho match con alguien desconocido en una de esas aplicaciones y esta sería la primera cita...
Tapé mi boca al pensar que esto era una cita, porque en definitiva no lo es. Solo era una salida casual... de amigos. Que tonta, Soohyun, una estúpida por pensar idioteces.
—¿Estás bien?
Miré de soslayo aquel perfil de mandíbula definida y pude sentir que mi saliva pasó demasiado lento por mi garganta, como si mágicamente se hubiera secado.
—Si, ¿por qué lo preguntas?
—Haces muecas raras. — me observaba confundido. — como si estuvieras soñando despierta.
—Oh, que cosas dices, estoy perfectamente. — solté una risa nerviosa, sintiendo como mis piernas comenzaban a temblar y en cualquier momento caería.
—¿Estás nerviosa?
Abrí mis ojos con notoria sorpresa y el aire dejó de pasar por mis pulmones.
—¿Q-qué? ¿Yo nerviosa? Para nada, es solo que... — quise buscar una excusa muy creíble para evitar ser molestada por él. — nunca he ido a un karaoke.
—Pues también es mi primera vez, ¿no crees que eso lo hace mas divertido? — podía jurar que sus ojos brillaban mucho más de lo habitual, lo cual me hizo sentir una calidez en mi cuerpo.
Y a pesar de mis nervios, no pude evitar esbozar una sonrisa sincera.
—Sí, creo que lo es.
A pesar de un comienzo estar tan tensa, con el pasar de los minutos pude encontrar una comodidad absoluta gracias a él. Y es que tiene todo el crédito por hacerme reír tanto viéndolo cantar una canción muy antigua y graciosa, a tal punto que mis mejillas dolían.
—¡Vamos! Yo estoy haciendo todo el trabajo.
—Yo canté la canción pasada, te tocaba a ti. — respondí de manera burlona mientras bebía de mi vaso de jugo.
—Creo que elegí la canción incorrecta, solo te has reído de mí. — cruzó sus brazos haciéndose el ofendido. Las luces iban acorde al momento, que era de total diversión.
—Pero lo haces a propósito, como si quisieras que me hiciera pipí por reírme tanto.
—Quiero verte reír, que es diferente.
Sus palabras resonaron en mi mente como una melodía de sorpresa y no sé si era por el espacio pequeño, pero comencé a sentir un pequeño calor en mi rostro.
—Creo que el pop es tu estilo. Cantas muy bien. — cambié el tema, colocando una mano en mi mejilla, queriendo que el bochorno desapareciera.
—Justamente iba a cambiarla, ¿lees mi mente?
Sus pasos resonaron cuando caminó hasta la pantalla para colocar los números correspondientes de la próxima canción. Las luces nuevamente se apagaron y se encendieron las de colores, dando un buen ambiente a lo que se avecinaba.
Su voz nuevamente comenzó a resonar por las cuatro paredes, pero esta vez con total afinación, dejándome paralizada de manera momentánea por tan grata sorpresa. Él había mencionado que le gustaba cantar para sacar el estrés, pero no creí que lo hiciera como todo un profesional.
❝ I know I can treat you better than he can
And any girl like you deserves a gentleman ❞
Cerré los ojos, dejando que su voz me envolviera como una suave melodía, despejaban las inquietudes que pude haber sentido hace horas atrás y creaban un refugio sereno en medio del caos. Cuando los volví a abrir, Jungkook no estaba mirando la pantalla, sino que me estaba observando fijamente cantando cada estrofa. No es que viviera en una cueva y no conociera tal canción, pero estaba teniendo la leve sensación que se estaba dirigiendo a mí.
Reí tontamente por aquel pensamiento irrisorio. Es hasta algo egocéntrico que mi mente quiera creer que alguien como Jeon Jungkook pueda fijarse en mí.
Él es rico, guapo y definitivamente puede tener a alguien sana mentalmente que no llore viéndose en el espejo porque su dismorfia corporal la ataca sin razón aparente.
Pero por algún motivo extraño, me permití pensar que estaba cantándola para hacerme sentir bien. Hacerme sentir que valgo la pena para alguien.
❝ Promise I won't let you down
Just know that you don't
Have to do this alone
Promise I'll never let you down ❞
Mis ojos se abrieron de par en par, y mi respiración se detuvo por un instante. El asombro se apoderó de mí, como si el tiempo se hubiera suspendido, y en ese breve lapso, sentí la sensación de que el aire se escapaba de mis pulmones.
¿Cómo es posible que una canción logre transmitir tanto?
Creo que esa no era la pregunta, sino mas bien, ¿cómo es que Jungkook con solo cantar esa canción logró transmitir tanto?
—¿Y?
Volví a la realidad cuando las luces volvieron a encenderse y él estaba con una leve sonrisa en su rostro y claro, es que había actuado como todo un idol y me atrevería a decir que hasta mejor que uno.
—Meh, normal.
Arrugó su frente, no contento con mi respuesta, lo cual me hizo soltar una carcajada al ver su rostro.
—Y yo que me esforcé en cantarte esa canción, bruja.
—Oh, entonces, ¿si era para mí? — le seguí el juego, chocando mi hombro con el suyo cuando se sentó justo a mi lado en el sofá que había.
—¿Para quien mas entonces?
Volví a reír, pero aquella sonrisa terminó más rápido de lo que realmente quería, porque su rostro estaba en total seriedad, acercándose cada vez más a mi lado. La proximidad de él generaba un torbellino de emociones, y mis manos se volvían ligeramente temblorosas. La mera idea de sus ojos encontrándose con los míos hacía que mi pulso se acelerara, y la proximidad física se convertía en un suave susurro de expectación que estaba colocándome de los pelos, nerviosa total. Era como un juego sutil de miradas, porque aunque batallé por quitarla, quise permanecer igual de firme que él, como si no me afectara nada.
—Estás actuando raro hoy. — mi voz salió en un fino susurro, como si mi voz hubiera decidido abandonarme justo en este momento.
—¿Raro? Nah. — negó sonriendo. — estoy actuando con total normalidad.
—Ni tú te crees eso.
—De hace mucho tiempo no me sentía tan cómodo con alguien.
—¿De verdad? Yo te veo muy cómodo con la chica que va a tu departamento. — aquellas palabras salieron antes que yo pudiera procesar todo, de manera automática.
—¿Qué? ¿Hablas de Miyeon?
—¿Miyeon? ¿Quién es Miyeon? — fingí estar completamente desinteresada, cuando por mí culpa habíamos llegado a este tema.
—Es la chica con la que te encontraste cuando caí al hospital por mi alergia. — explicó. — También la que pasa yendo a mi apartamento cuando tiene oportunidad, como si no tuviera casa la mendiga.
—Pues ella, pero es obvio que tienes que estar cómodo con tu novia, ¿no?
Él permanecía serio, hasta que no pudo aguantar más soltando una carcajada monumental, como si le hubieran contado el mejor chiste de su vida.
—¿Parecemos novios? — preguntó limpiando una lagrima que había caído por tanta risa. — Dios me libre de tener una novia tan caprichosa, Namjoon tiene una paciencia infinita.
—¿Quién es Namjoon?
—Su novio.
Caí en la realidad de un puro golpe, sintiéndome idiota por pensar estupideces.
—Entonces... ¿quién es ella?
—Mi mejor amiga. La persona que ha estado conmigo desde que era un pre adolescente siendo acosado por sus compañeros de escuela. — dijo con gracia, pero sabía muy bien que ese suceso no era nada gracioso ni agradable de recordar.
—Hacen linda pareja, por eso llegué a pensar eso. — respondí totalmente avergonzada.
—Gracias, pero nunca podría mirar a Miyeon con otros ojos y es mutuo.
Aunque no quisiera, mi cuerpo reaccionó solo cuando mencionó tales palabras, porque se relajó absolutamente, como si le hubieran sacado un peso de encima. Y era una alerta roja para mí, definitivamente.
—Ahora lo tengo mas claro. — dejé un mechón de cabello detrás de mi oreja, aún nerviosa por su proximidad. — ella es muy bella, Jungkook, parece un ángel caído del cielo.
—Definitivamente deberías dejar de enaltecer a otros y comenzar a hacerlo contigo misma. — su dedo índice impactó con mi nariz, abriendo mis ojos ante su acto. — eres muy hermosa, Soohyun. Si tengo que decirlo cada día para que tu mente se lo crea, lo haré sin problema.
Cuando pronunció esas palabras elogiosas, mi corazón pareció detenerse por un instante, asombrado por la belleza de sus halagos. Una sonrisa tímida se dibujó en mi rostro, y un cálido rubor coloreó mis mejillas mientras, sintiéndome luego de muchísimo tiempo bien tan solo con esas palabras. Me di cuenta de la alegría que puede provocar un simple gesto de aprecio.
Aunque el día comenzó gris y cargado de tensiones, él llegó como un rayo de sol inesperado. Con una sonrisa cálida y palabras amables, transformó mi perspectiva y pintó mi jornada con colores más vibrantes, rectificando que tomé la decisión correcta al aceptar salir con él. Sus gestos atentos y la chispa en sus ojos disiparon las nubes de preocupación, dejando espacio para la alegría y la gratitud.
Cada interacción que hubo luego de aquel momento se volvió mucho más cómoda, como si la pared que nos dividía hubiera desaparecido por completo y su presencia actuó como un faro, guiándome hacia un día mucho mejor de lo que jamás hubiera imaginado.
Si sentí bien lindo escribiendo esto hermanas, les juro ✨.
Yo era esta decidiendo que si se daban un besote ahora o nel
KAJAKSJ pero nooo, nono.
P
repárense para un Jungkook miel, en donde quedarán completamente enamoradas ustedes (más de lo que ya están)
Primer capitulo del añooooo ❤️. Las amo mucho, miau ✨❤️.
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