17.
𝙊𝙩𝙧𝙤 𝙙𝙞́𝙖 𝙢𝙖𝙨 𝙮𝙚𝙣𝙙𝙤 𝙖𝙡 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 mis nulas energías se acababan tan rápido como ponía un pie aquí.
El trabajo.
Arrastraba los pies mientras caminaba hacia mi puesto, como tod una persona perezosa. Casi me quedo dormida el día de hoy y eso no era propio de mí, en absoluto. Estaba vibrando bajo, muy bajo y lo tenía mas que claro, porque cada día mi mente me jugaba mas en contra y solo quería dormir, para no despertar más.
Y lo peor es que no hacía algo para cambiar la situación.
No tenía ese cambio de chip o el impulso suficiente para mejorar, en cambio, me seguía lamentando como una idiota.
¿Cómo mejoraré si siempre estoy posponiendo mi bienestar?
—¿Supiste lo que sucedió?
—Sí, es terrible, ¿crees que haya sido suicidio?
—Es lo que dicen las noticias, de ahí a que sea cierto, nos quedaremos con la duda.
Apenas crucé el pasillo, oí las voces quisquillosas de mis compañeras de trabajo, que estaban hablando quizás de qué o de quien. No le di mayor importancia, por la simple razón que ellas vivían del chisme y siempre alguna persona estaría en sus bocas.
—Soohyun, debemos irnos. — la voz seria de mi jefe me hizo entrar en duda y quedé en pánico pensando que había olvidado algo de la agenda, porque no recordaba que debíamos salir hoy.
—¿A dónde, señor? — mi pregunta salió en un murmuro, temiendo por mi vida si es que había olvidado algo importante.
El señor Jongki me observó como si fuera un bicho extraño.
—¿No ves la televisión, Soohyun?
—Estos días he estado muy dispersa, por la misma razón no he visto ninguna red social, como tampoco la televisión. — expliqué llegando a su lado, para ladear mi cabeza en evidente señal de confusión. — ¿sucedió algo?
—Jeon Seungwan falleció. — soltó de sopetón, dejándome aturdida momentáneamente por la noticia. — no era un santo de mi devoción, pero definitivamente no merecía morir de la manera en que lo hizo, hay que tener muchas agallas para cometer tal acto.
Esto era mucho por procesar. Recordé inmediatamente las palabras de las chicas y mientras más iba conectando las cosas, mas perpleja quedaba con la situación.
¿Realmente se quitó la vida?
Tapé mi boca y de manera inmediata pensé en Jungkook. Su padre había fallecido, quizás él estaría devastado. Había perdido a su madre cuando pequeño y ahora perder a su papá, era mucho por lo que afrontar. Perdí a mi padre, entiendo completamente como se siente perder a la persona que ha sido tu refugio y la persona que te cuidaba de todo lo malo.
—¿Cuándo fue?
—Anteayer. Su cuerpo había sido llevado al servicio médico legal, para confirmar si había sido un suicidio o un asesinato, y cuando obtuvieron las respuestas, sus hijos no quisieron un velorio, solo el funeral. — comenzó a caminar hacia fuera en un paso apresurado. Intenté seguirle la corriente como me era permitido. — ahora iré al funeral, entregaré mis condolencias y seguiremos con nuestras vidas. Lamentablemente la vida es impredecible. Solo estoy sorprendido de su decisión. Él no se veía como si tuviera debilidades.
—Quizás solo aparentaba. Todos tenemos nuestros secretos, ¿no? También nuestras luchas internas y diarias. — hablé pensando en voz alta.
—Así es. —estuvo de acuerdo, mirándome a través de su hombro. — ¿sabes de un lugar donde vendan flores bonitas?
—Lamentablemente no. Pero puedo buscar un buen lugar.
Saqué de manera rápida mi celular para encontrar el lugar indicado y cuando lo obtuve, fuimos sin pensarlo dos veces. El local estaba ubicado en el céntrico Gangnam y se podía notar que era un lugar muy cotizado. Desde la mas simple rosa, hasta los ramos mas grandes y elaborados de tulipanes y orquídeas.
Me gustaban muchísimo las flores, pero saber que era para una ocasión así, lograba que me sintiera algo mal. A pesar de que no conocía al señor Jeon y nunca hablé con él, no evitaba que sintiera una leve tristeza por la forma en que falleció. Mi mente estaba con Jungkook y para mí, él es la persona que me importa en estos momentos a pesar de estar distanciados por actitudes infantiles de ambos.
Y quizás esta era una señal de que alguien debía ceder. Y claramente era yo.
Jungkook había intentado arreglar las cosas y por mi orgullo herido lo había evitado. Pero aquí es donde me preguntaba si él tenía a alguien en quien apoyarse en situaciones que se nos escapan de nuestras manos, porque vivir un proceso así es bastante doloroso.
—Este está bonito, ¿no crees?
Alejé mis pensamientos tan rápido como pude cuando escuché la voz de mi jefe a mis espaldas. Giré para ver que andaba con un enorme corona de liliums y rosas blancas en sus manos. Solo observándolo pude percibir que era algo costoso, sin duda alguna.
—Está hermoso.
—¿Le llevarás algo igual?
Vi el precio a un costado de las flores y me quise caer de espaldas. ¿Cómo que hasta comprar flores es costoso? Saqué mi cartera para ver con cuantos wones andaba portando y no me quedó de otra que volver a guardarla.
—Con el suyo es suficiente, ¿no?
Él rodó los ojos y pidió un ramo extra para que yo no fuera con las manos vacías y yo no pude evitar sentir vergüenza el no tener el dinero para comprar algo así.
—Te lo descontaré a fin de mes.
—¿Qué?
Estaba tan serio que temí por mi salario al no saber el valor de tan solo ese ramo. Pero cuando vi la sonrisa burlona y como negaba con su cabeza, es que comprendí que estaba bromeando.
Song Joongki estaba bromeando.
No sé realmente lo que le sucedía. Su humor había cambiado drásticamente y aún no sabía la razón. Puede que un nuevo proyecto le haya resultado lo que signifique mas dinero en su bolsillo o si es alguna chica que había logrado ablandar su rocoso corazón.
Pueden ser ambas, sinceramente.
—Ay pequeña Soohyun, creo que tendré que aumentar tu salario, ¿no es así?
—Eso sería magnífico, señor.
Sabía que merecía estar ganando más por todo lo que conlleva ser la secretaria de un empresario de tal magnitud. Te consumía la vida misma.
—Ya hablaremos en otra oportunidad de eso.
Caminó hasta la caja con la corona y el ramo para pagarlos con su tarjeta que debía tener miles de millones de wones y aquí llegaba el momento de envidiar que él nunca tuvo que echarle agua al bote de shampoo porque se dio cuenta que se le había acabado justo en el momento.
O pensar en todo lo que debes pagar antes de siquiera recibir el sueldo mensual.
Cuando terminó de pagar, me entregó el ramo y partimos rumbo al cementerio en que yacerían los restos de Jeon Seungwan.
No me agradaba para nada este lugar en un momento así ya que siempre se me venían recuerdos de mi padre a la mente. Cuando yo estuve en la misma situación, siendo una niña indefensa quien había perdido a la persona que mas amaba en el mundo, una niña que le arrebataron a su superhéroe, a su todo.
—¿Estás bien?
Pestañee en repetidas ocasiones al sentir como mis ojos estaban aguados por el sentimiento que me había embargado, la melancolía recorriendo todo mi ser y la nostalgia siendo participe.
—Si, estoy bien, señor.
No preguntó más y agradecí que no lo hiciera.
Estacionó el vehículo y caminamos buscando el lugar cuando la persona en la entrada nos indicó como llegar. A lo lejos divisé a un grupo de personas, le indiqué a mi jefe que debíamos acercamos más, pero no invadir su privacidad.
Pude ver a una chica llorando desconsolada al lado de la tumba y mi corazón se encogió al verla tan afectada, tan rota. A un lado, estaba Jungkook, vestido con un traje negro y totalmente serio. No le veía mal y envidié que pudiera verse tan sereno en un momento así. La quietud era como su segunda piel y tenía un rostro imperturbable, como si nada le estuviese afectando justo en este momento.
En medio de la multitud, nuestros ojos se encontraron en un instante. Sus ojos tan penetrantes que a la distancia podía percibir. En ese breve encuentro visual, se desplegó un diálogo sin palabras. La curiosidad titilaba en sus pupilas, mientras en las mías se reflejaba una chispa de preocupación por él.
La ceremonia acabó en unos quince minutos más tarde, momento en que decidimos ir a dejar las flores a un costado de su tumba junto con todas las demás. De reojo pude notar que Jungkook caminaba en mi dirección y mi cuerpo reaccionó colocándose rígido, simplemente por no saber como actuar en un momento como este.
—Jungkook, lo siento muchísimo por tu pérdida. — mi jefe fue el primero en hablar, entrechar su mano y darle un pequeño abrazo en señal de respeto y apoyo en esta situación. — espero que puedas encontrar consuelo y tu hermana también.
—Gracias, Joongki. — dio un sentimiento de cabeza y nuevamente reparó en mí, quizás esperando a que yo también dijera algunas palabras. Pensé en palabras adecuadas, pero sabía que no había ninguna que pudiera servir justo ahora.
Así que mejor no dije nada y no pude sentirme mas estúpida.
Mi día transcurrió con una opresión en mi pecho al no poder expresar lo que sentía, darle mis condolencias o un abrazo que pudiera transmitir que yo lo entendía. Pero como la mayoría de las veces, fui una idiota.
Ahora, fuera de su apartamento, dudaba si tocar el timbre o si en definitiva me iba al mio para seguir cuestionándome lo idiota que soy por lo que resta del día o la semana.
Pero basta.
Me pegué una cachetada mental y toqué el timbre esperando a que él estuviera en casa. Y afortunadamente si lo estaba. Su rostro a estas alturas de la tarde se veía cansado, muy cansado. Analizaron mi cuerpo de arriba hacia abajo y quedaron expectantes a lo que diría.
—Sé lo duro y complicado que es estar en ests situación. Sentirte ofuscado, sentirte incapaz por no poder encontrar las respuestas para algo que tú quizás nunca pensaste que sucedería... — evitaba completamente sus ojos para no caer en el nerviosismo. — Perder a un padre es como ver desvanecerse una constelación que ha guiado tu existencia. Es perder un ancla que, de repente, te deja a la deriva en un mar de emociones desconocidas y lo siento mucho, Jungkook. Lo siento que tengas que vivir esto nuevamente, pero ahora con tu padre. Si necesitas desahogarte, llorar, gritar, aquí estoy.
Cuando veo a alguien luchando, siento el llamado de la empatía. No es solo estar presente físicamente, sino también mental y emocionalmente. Es ofrecer un hombro donde puedan apoyar la carga de sus preocupaciones, un oído atento que escuche cada palabra.
—Me siento mal, Soohyun...
Y escuchar eso con su voz tambaleante, hizo que un nudo se instalara en mi garganta.
—Es normal que te sientas así...
Él negó, cerrando sus ojos con fuerza.
—¿Es normal sentirme tranquilo? — su pregunta me sorprendió. — no me siento mal por su muerte, me siento mal por tener esa clase de pensamientos. ¿Estaré loco? ¿Me iré al infierno por pensar de aquella forma?
—Jungkook...
—Me siento tranquilo, Soohyun. Estaba harto de fingir que estaba afectado, cuando realmente no lo estaba. — a pesar de estar diciéndome esas cosas, sus ojos estaban completamente humedecidos. — no puedo sentir tristeza por su muerte, no logro sentirme mal por haberlo perdido. Nunca lo sentí como a un padre porque conmigo nunca se comportó como uno...
Creo que alguien tendría que recoger mi mandíbula, porque no podía creer sus palabras. Era loco pensar que una familia así pudiera tener tantos problemas y ahí caía mi erróneo pensamiento y me daba paso a la realidad;
El dinero definitivamente no lo es todo.
—Te entiendo completamente. — fue mi respuesta ante el pensamiento que quizás estaba carcomiendo su mente. — desde que murió mi padre, la persona que me dio la vida nunca se preocupó por mí. Me dejó a la deriva, prefirió ser mujer antes que madre y creo que si me dieran la noticia de que ella está muerta, no sentiría absolutamente nada. Porque es así, uno debe partir siendo empatico por uno mismo, para protegernos de circunstancias y personas que nos han hecho daño.
Y creo que mis palabras dieron justo en el clavo.
Jungkook se acercó a mí de manera titubeante y me rodeó la cintura en un apretado abrazo, dejándome completamente aturdida por lo inesperado que fue. Su calor me envolvió de inmediato, creando un santuario temporal donde los miedos se disiparon y las inseguridades se desvanecieron. Sus manos, suaves pero firmes, transmitían una sensación de seguridad que hizo que mi corazón latiera al compás de la tranquilidad.
Mis manos temblorosas fueron hasta sus hombros, para rodearlos lentamente, aceptando y devolviendo aquel gesto. Sentí cómo cada músculo tenso se relajaba, como si el simple contacto físico tuviera el poder de disolver las tensiones acumuladas a diario. Con este acto, encontré un refugio donde las palabras eran innecesarias, donde el lenguaje corporal hablaba más elocuentemente que cualquier discurso.
—Siento que necesitaba a alguien que no me juzgara. — habló luego de unos minutos envueltos aún aquel abrazo. — lo siento mucho por ser un idiota contigo, Soohyun. Realmente lo siento.
—Olvida eso. — alejé mi rostro para verlo directamente a los ojos, sumergiéndome en aquellas dos estrellas que brillaban mas que todas las constelaciones existentes. — olvidémonos de eso. Soy tu vecina, cualquier cosa que necesites, estaré ahí.
Cuando divisé una pequeña sonrisa por fin, es que pude sentirme un poco mejor y mas tranquila. Él en medio de caos mental, pudo por fin sonreír un pocoñ.
—¿Este será el momento de la tregua definitiva?
Solté una risa alejándome de él, haciendo como pensaba muy bien la respuesta y asentí.
—Creo que sí.
Era increíble como un momento así pudo ser capaz de limarnos las asperezas que en algún punto pudimos llegar a tener.
Al parecer tenemos más cosas en común de lo que creí. Jeon Jungkook es alguien completamente interesante y que estaría feliz de poder conocer con mayor profundidad
3/3
Se logró mi genteeeee, se pudo realizar 🥳.
Me reí mucho leyendo sus comentarios y teorías jeje
Ya wey, que ya dejen de pelear y se besen mejor, cierto?
No está demás agradecer cada voto y comentario, son las mejores chikis 🫶🏻.
Damos inicio a las mariposas en el estómago? ✨.
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