08.
𝙋𝙪𝙙𝙚 𝙥𝙚𝙧𝙘𝙞𝙗𝙞𝙧 𝙚𝙡 𝙩𝙤𝙣𝙤 𝙗𝙡𝙖𝙣𝙦𝙪𝙚𝙘𝙞𝙣𝙤 de su piel apenas salió de su departamento y cuando nos encontramos justo en estos momentos la palidez de su rostro se intensificó aún más. Pude ver como sus ojos se cerraron y su cuerpo se fue lentamente hacia al costado, para caer al piso golpeándose la cabeza.
—¡Soohyun!
El grito de una joven de recepción me hizo despabilar y volver en sí. Reaccioné agachándome para tomar su liviano cuerpo y aunque no sabia muy bien lo que estaba haciendo en un comienzo, di zancadas hasta llegar a la entrada del edificio.
—Señor presidente, ¿dónde va? La reunión es en pocos minutos. — Hoseok caminaba pisándome los talones. Estaba caminando muy rápido tratando de seguirme el ritmo.
—De la mañana está mal... ella necesita que la vea un médico.
—Alguien mas puede llevarla, recuerde que esto es importante para la empresa. Su padre...
—No me importa lo que diga él. — mi voz salió firme, al momento en que bajaba la mirada para observar como hasta sus labios estaban medios azules y no me gustó en absoluto aquella sensación que se instaló en mi pecho. — ella necesita que la vea un médico en este momento, no puede perder mas tiempo.
—Señor... piense las cosas bien, por favor...
Suspiré al momento en que quitaba el seguro de mi auto y abría la puerta trasera.
—Estoy pensado todo de manera clara, Hoseok. — afirmé aflojando mi corbata. — sube con ella atrás.
—¿Qué?
—¿Ahora estás sordo?
—No, no. ¿Yo también debo ir?
—Sí, no perdamos mas tiempo y sube. — hice un movimiento con mi cabeza. Hoseok miró hacia atrás, admirando el edificio y con resignación caminó hasta mi dirección, para finalmente subirse al auto. — ¿Por qué tú le das tanta importancia?
—Porque quiero que usted se quede en el cargo. Si usted no lo hace, yo me quedaré sin trabajo.
Apreté el acelerador viendo como el cuerpo de Soohyun se iba hacia adelante a causa de la partida. Miré por el espejo retrovisor a mi secretario, quien entendió rápidamente que debía colocarle el cinturón de seguridad. No pretendía andar lento y capaz me ganaría una multa por exceso de velocidad, pero eso estaba en segundo plano.
La prioridad es que Soohyun reciba tratamiento lo antes posible.
—No te despedirán. Para mí esto era una pérdida de tiempo. Song Joongki no quería hacer el trato, era obvio. Demostraré de otras formas que yo soy la mejor opción para estar en el cargo. — mi voz salió firme, al momento en que esquivaba los autos delante de mí.
—Está bien. Y ella... — miró a Soohyun. — ¿Quién es? Yo creo que solo fue un desmayo.
—No se veía bien desde la mañana.
—¿Desde la mañana? — abrió su boca. Su mirada se intercaló entre ella y yo, para tapar su boca debido a la sorpresa. — ¿Ustedes...
—¡No! Hoseok, ¿que demonios pasa por tu mente? — cuestioné rascando mi frente. — Ella es la chica que te había hablado, mi vecina.
—Oh... — su expresión se relajó de inmediato y sonrió de forma divertida. — ¿pudo arreglar las cosas?
—Se podría decir que hay tregua. — asentí. — no sabía que trabajaba ahí, ella me dijo esta mañana que no podía faltar a su trabajo porque sino su jefe la despediría... ese malnacido de Joongki...
—Bueno... eso es lo callamos los explotados laboralmente.
—¿Qué significa eso? — cuestioné serio. — ¿Yo te exploto? — arrugué mi frente expectante a su respuesta.
—No, no, yo no he dicho eso. — levantó sus manos en presunción de inocencia. — pero usted este último tiempo ha faltado mucho al trabajo y cuando eso sucede , llega la señorita Jihee. Y ella... bueno, como explicarlo... es algo...
—Idiota.
—Aparte. — me dio la razón, logrando que soltara una risa nasal. — es muy estricta, altanera, nos explota hasta sacarnos la última gota de sudor, egocéntrica, codiciosa...
—¿Algo más? — pregunté totalmente divertido por la situación.
—Lo siento. Sé que es su hermana, pero ella no puede estar al mando, señor. Por eso le digo que esta decisión que usted tomó, traerá repercusiones. La señorita Jihee aprovechará para ella mover su pieza ahora.
No quise responder ante sus palabras y solo me dediqué a llegar al Hospital de Seúl lo mas rápido que mi auto me permitía.
No es que intentara tapar el sol con un dedo y hacerme el tonto con aquella situación planteada por Hoseok. Conocía a Jihee, sabía como jugaba, sabía el tipo de persona que era y sé que está esperando para poner su pie encima y aplastarme sin piedad alguna.
Pero ver a Soohyun en aquella situación hizo que algo dentro de mí se removiera por verla tan indefensa y en un estado absoluto de vulnerabilidad.
La volví a cargar al llegar y un grupo de enfermeras me recibieron preguntándome lo que había sucedido, su nombre y como pude intenté explicar lo que mi memoria me permitía recordar. Otro grupo de personas llegó con una camilla y se la llevaron directamente a urgencias, donde solo entraba el personal autorizado.
—¿Se quedará esperando, señor? Puedo buscar algún familiar para que se haga cargo de ella y así usted vuelve a la oficina.
—Yo esperaré. Tú puedes volver y...
—No, vuelvo con usted. — afirmó, mientras se sentaba en un lugar vacío en la sala de espera. — Si vuelvo solo me llegará el sermón por dos.
—¿Por dos?
—Sí. El sermón que le darían a usted por parte del señor Jeon me lo darían a mí y el mío por no poder hacer algo al respecto para persuadir en su decisión.
—Deberías relajarte, Hoseok. — me senté justo a su lado y palmeé su hombro. — mientras yo esté al mando, nada te sucederá. Trabajas para mí, no para ellos. Solo te debe importar lo que yo diga.
—Para usted es muy fácil decirlo, señor. Pero tiene que tener muy claro, quien sigue en el poder es el señor Jeon, él puede hacer y deshacer a su antojo.
—Lo tengo claro. No te preocupes, yo me echaré toda la culpa, no te preocupes. — volví a reiterar apoyándome en mis muslos.
No sé cuantas horas habrán transcurrido ni cuantas llamadas de papá he rechazado. Estaba al pendiente de que algún doctor saliera a dar alguna noticia. Si hubiera sido un simple desmayo alguien ya nos hubiera dado alguna información, pero no había absolutamente nada. Miré la hora de mi celular y comencé a mover el pie de manera nerviosa. Odiaba los hospitales, no me gustaban para nada y mas por los recuerdos que tenía de cuando mamá falleció y fue en una sala de espera que yo recibí aquella devastadora noticia que fue digna de pesadillas durante todo este tiempo.
Siempre volvía a tener ese sueño cuando nos daban la noticia, era un bucle sin fin y me asfixiaba.
¿Hubiera podido hacer algo para salvar a mamá?
—¿Acompañantes de Park Soohyun?
Alejé mis pensamientos lo mas lejos posible y me levanté tan rápido como mis mis pies me lo permitieron para acercarme hasta donde se encontraba la doctora.
—Buenas tardes, yo soy su acompañante. — le hice una leve reverencia con Hoseok imitándome.
—¿Eres familiar?
—Eh, bueno...
—Solo le puedo dar información a familiares, lo siento. — me dio una mirada de lastima, para dar media vuelta y comenzar a caminar hacia la gran puerta.
Moví mi pie y golpeteé el piso con frustración.
—Soy su novio. — solté antes de que ingresara donde solo el personal autorizado podía estar y ella giró su cabeza. El castaño a mi lado comenzó a toser de manera brusca y el nerviosismo se comenzó a apoderar de mí al decir tales palabras.
—¿Su novio?
Ya no había vuelta atrás.
Asentí no muy convencido y pude percibir como la doctora me miraba con desconfianza, para finalmente suspirar y caminar nuevamente donde mí.
—¿Qué es lo que tiene, doctora?
—Mucho gusto, soy la doctora Lee Minah. — se presentó estirando sj mano, la cual obviamente acepté. — luego de administrarle medicamentos, la paciente despertó desorientada, con muchísimo dolor de cabeza, mareada, aturdida. Tuvimos que hacerle algunos exámenes de sangre para saber el motivo de esos síntomas. Su hemoglobina fue menor a 12 gramos por decilitro, estando en 9 gramos, eso quiere decir que tiene una anemia. Tiene que estar en observación, joven, ya que no es primera vez que la paciente presenta esto, está muy baja de su peso normal, necesita nutrientes, aminoácidos, vitaminas... — enumerada con sus dedos. — las anemias graves mantenidas a largo plazo pueden originar trastornos muy serios.
Estaba intentando receptar toda la información dada.
—¿Ella no está alimentándose como es debido?
—Al parecer, no. Pero usted debe saber, ¿no? Es su novio. — enarcó una ceja y yo solo atiné a sonreir con mi boca cerrada. — está pesando 34 kilogramos, no es un peso saludable en absoluto para la altura que ella tiene.
¿34 kilogramos? Eso es demasiado. Desde que la vi la primera vez pude notar su delgadez, pero creí que así era su contextura, nunca creí que no fuera normal y que eso le estuviera generando problemas de salud.
—Prometo que haré todo lo posible porque ella se alimente de forma adecuada. — levanté mi mano como si fuera algún tipo de juramento. — ella no volverá a caer en el hospital.
—Grandioso. Intenté contactar al número que había registrado aquí como su acompañante, la vez que la paciente quedó hospitalizada por la misma razón.
—¿Y? ¿Pudo hacerlo?
—No. Quizás cambió su número telefónico.
Chasqué la lengua y respiré profundamente despeinando mis cabellos.
—Muchas gracias por la información, doctora. — hice una leve inclinación. — Soohyun no volverá a pisar este hospital.
—Eso espero muchacho. Puedes pasar a verla si quieres. — guiñó un ojo para definitivamente volver a ingresar a la otra sala. Miré a Hoseok quien ahora se veía más relajado.
—Vaya a verla. Ya mi horario laboral terminó, ya puedo ir a casa, no me encontraré con el señor Seungwan.
—Gracias por acompañarme, sea cual sea la razón, lo agradezco mucho.
Y era sincero. Si él quería ir a casa pudo haberlo hecho y yo no le hubiera dicho absolutamente nada, pero decidió hacerlo poniendo de excusa a mi padre.
Hoseok es sinónimo de lealtad.
—Ya sabe porque lo hice. Estamos en este barco, que está un poco agrietado a causa de un iceberg llamado Jeon Jihee, pero hay que seguir navegando por las turbulentas aguas. — tenía un rostro de seriedad y cuando se dio cuenta de sus palabras, abrió sus ojos y su boca. — Wow, ¿escuchó eso? Hablo muy bonito.
Solté una carcajada asintiendo a sus palabras y le di un apretón de mano para que ya se fuera a descansar. Cuando quedé solo en la sala de esperas, caminé nuevamente a recepción para preguntar en donde estaba Park Soohyun. Ya teniendo las indicaciones, me dejaron ingresar a la sala de urgencias en donde la castaña estaba recibiendo tratamiento intravenoso. Veía a mis alrededores y había muchas personas aquí dentro. Algunas con lesiones, otras con máquinas y puedo jurar que escuché un grito de alguien en unos metros de distancia.
¿Por qué no tenían una habitación para cada persona?
Seguía caminando y cuando divisé unos pies con esos tacones inconfundibles que usaba, caminé aún mas rápido. Solo estaban esperados por una cortina y yo seguía mirando a mi alrededor como algo nuevo.
No eran condiciones para tener a alguien enfermo.
Cuando estuve frente a ella, pude ver que tenía su rostro ladeado, aún pálida, y aunque intentara ocultarlo, las lágrimas recorrían sus mejillas y se podía percibir la tristeza que estaba sintiendo justo en este momento. Me acerqué despacio, sin saber qué decir, pero el deseo de consolarla era más fuerte que cualquier miedo.
¿Qué pasaba por mi mente?
Me acerqué con paso suave, temeroso de perturbar su dolor, pero sabiendo muy dentro de mí que no podía dejarla sola en ese momento. Me senté a los pies de la camilla con precaución. Dio un pequeño brinco al verme ahí y secó sus lágrimas lo mas rápido posible, borrando todo rastro de su congoja.
—Llora si quieres llorar, Soohyun. No te diré absolutamente nada.
—T-tú te burlarás de mí y estoy... estoy muy cansada para discutir.
—¿Crees que esperé todo este tiempo afuera para discutir?
Ella sorbió su nariz y levantó la mirada al momento en que formulé esa pregunta. Sus ojos enrojecidos, sus nariz también roja y rastros de llanto aún estaban en sus largas pestañas. Su rostro era de confusión y trató de enderezar su cuerpo, soltando un quejido. Me levanté para ayudarla a incorporarse, pero ella no quiso aceptarlo.
Resoplé y me alejé un poco.
—¿Qué haces aquí, Jungkook?
Me sorprendí un poco ante el gélido tono de voz que utilizó. Aclaré mi garganta sintiendo de pronto mis mejillas teñirse de rojo.
—Te traje al hospital. Te veías fatal y yo...
—Agradezco que me hayas traído. Pero, ¿por qué te quedaste esperando?
Su barbilla volvió a temblar dando un aviso que pronto se largaría a llorar nuevamente. Y yo me quedé nuevamente como estatua al no saber que hacer.
Despabilar.
Y fue exactamente lo que hice.
Sin necesidad de palabras, la abracé algo torpe en un comienzo. Soohyun se tensó de inmediato ante mi contacto, pero no tuvo que pasar tanto tiempo para que su cabeza encontrara refugio en mi hombro. Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas y se perdían en mi traje. No sabía por qué lloraba, pero eso no importaba, creo que es algo necesario en un momento como éste.
En un mundo lleno de caos, un abrazo puede ser tu refugio seguro.
Y es lo que quise transmitirle con aquella acción.
—No lo sé. — respondí luego de unos minutos. — no sé muy bien la razón del porqué me quedé. Quizás porque tu aquella vez pudiste encontrar a alguien a quien llamar para que estuviera junto a mí. Pero yo no sabía a quien acudir, ¿a quién hubiera llamado? ¿A esos supuestos amigos? Estarías sola en... — volví a mirar el lugar con una pequeña mueca. — esta sala de urgencias.
—Eso no importa. La mayoría del tiempo he estado yo sola, no te preocupes. — se separó unos centímetros de mí y abrió sus ojos como platos, preocupándome nuevamente. — ¡la reunión!
—¿Qué?
—¿Qué pasó con la reunión?
—Ah, eso... — rasqué mi cuello. Creo que era mi muletilla el rascar alguna parte de mi cuerpo cuando estaba nervioso. — no asistí al final. Tú estabas tendida en el piso, ¿cómo podría dejarte tirada cuando tú evitaste que yo muriera a causa de una galleta con nueces?
—¿Estamos a mano entonces?
Reí al momento en que negaba con mi cabeza. Estiré mi mano esperando a que ella también lo hiciera. Dudó un poco, lo podía notar, pero finalmente la tomó.
—Estamos a mano. — A pesar de su rostro enfermo, aún relucía ante aquellas luces blancas que iluminaban este espantoso lugar. Lucía cansada y ahora teniéndola tan cerca de mí, es que recordé lo que dijo la doctora. — Así que... ¿anemia?
—Ellos exageran, estoy bien.
—No lo estás, Soohyun, ¿por qué no estás comiendo? Necesitas vitaminas, necesitas que tu cuerpo vuelva a estar sano.
—Estoy sana.
—¿Segura?
—¿Cómo es que pasaste de darme galletas con laxante a darme cátedra de lo que debo hacer? — cuestionó poniéndose sería nuevamente. Estaba molesta, se le notaba. — Estoy bien, Jungkook. Por favor te lo pido, no te entrometas en esto.
—Soohyun...
La presencia de una enfermera no me dejó terminar y justo detrás venía la doctora quien me dio información del estado de salud de la castaña enojona a mi lado.
—¿Qué tal todo, Soohyun? — la doctora al parecer comenzaría un interrogatorio, mientras la enfermera le comenzaba a controlar su presión arterial, su saturación y su temperatura. También le quitó la intravenosa que le estaba administrando el medicamento y le puso un pequeño parche. — ¿Cómo estás? Necesito que seas sincera conmigo, porque sino no podré darte el alta.
—¿Qué? Doctora, necesito volver, tengo mi trabajo y...
—¿El trabajo es mas importante que tu salud? — inquirió poniendo una mano en su cintura. Reí por lo bajo sin que nadie se diera cuenta al ver como Soohyun se hacía pequeña frente a ella. — debes entender que esto no es un juego. Estás pesando 34 kilos, Soohyun, si no te alimentas bien tu anemia va a empeorar. Si el organismo presenta una gran dificultad para transportar oxígeno, a todas y cada una de las células que lo requieren, el corazón forzará pudiendo llegar a una insuficiencia cardiaca o a sufrir un infarto de miocardio. No creo que quieras algo así, eres joven...
—Doctora, ¿podemos hablar de esto a solas? No me gusta que otras personas sepan de mi salud. — la castaña agachó la mirada. La doctora Lee alternó su vista de ella a mí.
—¿Cómo? ¿No le tienes confianza a tu novio?
Mi sonrisa se borró de forma inmediata al escuchar aquello. Soohyun la observó como si algún bicho la hubiera picado por decir esa tontería y yo solo quería enterrarme vivo.
Y como dicen: es mas rápido pillar a un mentiroso que a un ladrón.
Yo escribí “soy su novio.” y fui esta:
En todo este tiempito sin actualizar avancé escribiendo otros capítulos, así que tengo algo adelantado 😃👋.
Las kiero mis bellaconas 🫶🏻❤️.
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