Ser un Omega en este mundo era peor que la muerte, si le preguntas a JiMin, claro está.

Desde que tiene memoria, su vida ha ido de mal a horrible, tenía a su padre alcohólico que desde el inicio solo ha demostrado su odio hacia él por medio de gritos, castigos y golpes, lo peor de todo, es que al ser de la casta más baja tiene que estar con su guardián Alfa hasta que cumpla por lo menos 23 años o encuentre a su pareja.

Así que tiene que soportar todo lo que ese hombre le haga, ya que en un mundo así, todo lo que un Alfa diga es ley.

--- Estás muy distraído hoy, JiMin, ¿Sucede algo?--- pregunto el único rayo de luz en la vida del Omega.
--- Creo que olvidé la tarea de Cálculo...--- murmuró, no lo había olvidado realmente, su padre había tomado tequila de nuevo y en conjunto con varias situaciones que es mejor no decir, resultó encerrado en su cuarto sin comida ni agua por todo el día, y su mochila se quedó en la sala así que no pudo hacer nada.

--- ¡Oh! Te ayudo.---

--- No, no, no es-

--- ¡Tómala ChimChim! No quiero que te el profesor SuHo te regañe de nuevo.--- mencionó con fastidio, rodando sus ojos para sentarse al lado del más pequeño.

--- Gracias.--- sonrió, comenzando a transcribir las notas, siendo interrumpido algunas veces por el castaño para cambiar sus respuestas.

--- Oye, JiMin, ¿Cuándo te irás a Daegu? Escuché que el líder de esa región está a punto de jubilarse, ¿No es increíble? ¡Podrás ver la pelea por el dominio!--- el Alfa hizo algunos movimientos con sus manos antes de mirar a su compañero con ojos de emoción.
--- Mañana me voy pero no estoy seguro de que quedaré para verlo...--- explico con una voz burlona, algo que Tae tenía era su forma tan única de hacerlo sonreír, la manera en la que su actitud positiva lo contagiaba era tan reconfortante que olvidaba todo lo malo en su vida.

--- Oh vamos, tengo conocidos allá, puedo pedirles que te lleven, ¡No habrá problema!--- solo se rieron ante ello, regresando a sus clases momentos después.

Es divertido, piensa Tae, como el destino se las arregla para destruir a la gente más inocente alrededor del mundo.

No tiene idea de cómo empezó todo esto.

Un día estaba feliz jugando con su mejor amigo y al otro planeaba un maldito secuestro.

Había notado lo extraño que el padre de JiMin actuaba, desde las interminables botellas de bebidas alcohólicas alrededor de la casa hasta los moretones misteriosos que aparecían en el cuerpo del Omega.

La impotencia de no poder hacer nada era de lo peor, solo podías ser un expectador de como la vida de alguien cercano se iba destruyendo con cada día.

Sabe que lo que hará está mal, que no es la salida razonable, pero, ¿Que estás dispuesto a arriesgar por alguien que vale la pena? Tae está seguro que JiMin merece algo mejor que solo las sobras de un amor marchitado.

Su teléfono sonó, interrumpiendo sus pensamientos para poder contestar la llamada  mientras caminaba entre los callejones de la ciudad.

--- ¿TaeHyung?---

--- Sí, soy yo, JiMin se va mañana a Daegu con su padre, te mandaré la dirección en donde estará durante la semana y tendré mi boleto listo en unos días.--- explicó rápidamente, sacando su billetera para poder revisar algunas tarjetas que tenía.

--- Ya la recibí, pero, ¿Estás seguro de lo que haremos? La policía-

--- La policía solo sirve para imponer miedo en los que menor fuerza tienen y así hacerles creer que los protegerá cuando realmente envenenan la ciudad por dentro hacia afuera, lo he intentando, pero solo lo ignoran, lo ignoran porque es un Omega.--- gruñó la última parte sin darse cuenta, recibiendo varias miradas curiosas alrededor de la calle, pero poco le importaba.

--- Está bien... Trataré de que todo salga bien...---

--- Lo sé, estaré ahí en unos días, no te preocupes...---

--- Me preocupa más que  te quedes más tiempo ahí, hazte un favor y encuentra un Omega que soporte tu actitud.---

--- Hazte un favor y cásate con Jin de una vez.---

La llamada se terminó en ese momento.

Suspirando, TaeHyung siguió caminando en silencio, pensando en todas las formas en las que podían fallar y herir a JiMin, pero eran mínimas, ya no importaba.

Haría lo necesario para proteger a su mejor amigo.

YoonGi miro la panorámica de su casa en silencio.

¿Cómo es que se metió en esto?

Siempre quiso un mundo de paz, uno donde no sea necesario ser algo que la gente deseé, sino ser tú mismo, pero eso es mucho pedir.

Poco ha podido hacer con su estado de Alfa Líder pero está seguro que cuando sea oficialmente el jefe de Daegu, muchas cosas cambiarán.

--- YoonGi,--- hablo NamJoon. ---Tae dice que llegara mañana, ¿Hay algo en específico que debamos tener en cuenta?--- suspiró, no conocía en persona a ese Omega pero aquel Alfa hablaba de él con tanto cariño que fue imposible negarle este favor de los muchos que le deben.

Solo era cuestión de tiempo.

--- No, ni hay nada, cuida que Jin no sea abrumador cuando llegue.--- el otro Alfa asintió, sonriendo con cariño para golpear el hombro del más pequeño de forma juguetona.
--- El destino mejorará, Yoon, la Luna verá por tu felicidad también.--- y con esto, se fue de la habitación.

Y es que el destino tiene formas únicas de unir personas, algunas veces no es para nada bonito, pero funciona, pues YoonGi no sabe que la persona indicada para él está en camino hacia su territorio.

«- espero que les haya gustado, algunas cosas van a cambiar de la trama anterior pero lo básico se quedará.

Ahora, se que tal vez no es lo mejor del mundo pero estoy segura de que escribo mejor que hace 3 años, espero les guste :3

Si tiene alguna idea o duda, díganme, estoy siempre aquí

¡Lxs amo!

❤️