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flashback

Apago la televisión indignada y tiro el control remoto al sillón- ¿Eso es todo? ¿Ella se queda con Ted? ¿Qué hay de Barney?

Un pequeño contexto.
Estábamos los cuatro en la casa de Lando, como siempre, mirando nuestra serie favorita.
Los chicos acababan de volver de un pequeño viaje que habían tenido que hacer por los karting. Intentaron que vaya con ellos pero mi madre se negó a firmar la autorización.

- Ted la amó desde el inicio- dijo Lando también impresionado por el final de la serie.

Los chicos y yo llevábamos meses intentando terminar I Met Your Mother y cuando por fin lo habíamos hecho, el final era una mierda.

- ¿Y eso qué? Barney la amaba más y mejor de lo que Ted alguna vez podría.

- Siempre fue Ted, Gaby. Siempre es el idiota que no la aprecia lo suficiente- acotó esta vez George tomando una papa frita del bowl.

- Ted sí aprecia a Robin, pero solo por lo que fueron. No creo que él la ame en serio

- Robin es el amor de su vida. Ellos se aman, estaban destinados a estar juntos- insistió Lando al ver que odiaba a su pareja favorita.

- Es una mierda. Ted está solo, deprimido y viudo, él no la ama como la ama Barney. Si me pasara eso definitivamente elegiría a Barney- digo robandole el bowl de papas a George. Él intenta quitármelo pero me alejo más.

- No es cierto. Elegirías al idiota que te quiere a medias y lo sabes- me apunta con el dedo Russell.

- Además la teoría de las aceitunas es compatible con ellos también- se mete por primera vez en la charla Alex- La teoría de las aceitunas cambia cuando te enteras que a Marshall también le gustan, entonces tener compatibilidad es la clave y ellos bueno... la tienen.

- Aún así no era el final que quería.

- Es el que obtienes. El más realista siendo sinceros- dijo Alex encogiendose de hombros. Se estira a alcanzar el control remoto y prende la tele de nuevo- Siempre hay algo que los atrae devuelta al otro sin importar qué.

- Si quisiera realismo miraría mi propia vida, Lex, no una serie de 10 temporadas.

- Aún así, Barney y Robin se amaron, Gabs- intentó hacerme entrar en razón George- Solo que no estaban destinados a estar juntos. Es un hecho.

Lando me atrae hacia él y me abraza. Yo estaba sentada entre sus piernas así que mi espalda queda contra su pecho.
Besa mi mejilla y se queda apoyado en mi hombro.

- No sé si te sirva de consuelo pero me gusta creer que somos como Ted y Robin y que siempre volveremos al otro.

- Me gusta más el hecho de pensar que nunca tendremos que volver porque no nos iremos del otro- giro mi cabeza y nuestras miradas se conectan. Los ojos de Lando están casi oscuros de lo dilatadas que están sus pupilas, tengo la sensación de que las mías están igual.

- Te extrañé muchísimo, Gabs- dijo.

Una papa frita cayó sobre nosotros y miro con reproche al culpable.

- Pusimos reglas por algo- recuerda George- Nada de cursilerias delante nuestro. Lo hace raro.

- Déjalos- lo reta Alex, quien se había proclamado fan N°1 de nuestra relación.
Si bien cuando le dijimos casi asesina a Lando, con el tiempo se dio cuenta de lo genial que nos veíamos juntos.

George se cruza de brazos molesto y refunfuñando algo que no llego a oír.

No puedo evitar preguntarme si George alguna vez se ha enamorado.