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4 de Febrero 2017
Se suponía que los chicos y yo nos juntaríamos a cenar hoy pero Alex y George cancelaron.
De igual manera, la cena seguió en pie porque Lando insistió en que no estábamos solos hace mucho tiempo y eso es cierto.
Cuando éramos niños, Lando y yo solíamos hacer pijamadas todo el tiempo o simplemente nos juntábamos a hacer nada. Sin embargo, todo eso cambió desde que empecé a ver a Lando de una forma distinta a la que solía hacerlo y comencé a evitarlo.
Toco el timbre y Lando no tarda en abrirme la puerta con una sonrisa.
Cuando entro a la casa, Cisca me recibe como si no me hubiese visto en años. Literalmente nos habíamos visto esta mañana.
- Ya preparé todo- me avisa Lando sin sacar la sonrisa de su rostro. Subimos las escaleras hasta llegar a su habitación- Mamá dice que ya no puedes dormir conmigo porque no somos niños así que te preparé la habitación de al lado.
- Está bien, Lan.
Por alguna razón el ambiente estaba tenso. Nos quedamos mirándonos a los ojos, hasta que los míos se fueron a sus labios y salí de mi ensoñación.
- Tengo un regalo para ti- susurró. Sacó una cajita de adentro de su armario y me la entregó.
No. Puede. Ser.
- Lando, no puedo...- dije al ver la cámara polaroid.
- Si puedes y debes- volvió a sonreírme- Has estado buscando esta edición durante meses- dejé la cámara cin delicadeza en la cama y me colgué de su cuello. Sus brazos rodearon mi cintura con fuerza.
-Te quiero, te quiero, te quiero- le dije obviamente todo en tono de muy amigos, pero, la verdad, ya no estoy segura de cuál es el tono de esto que siento. Me separé de su cuello y nuestras caras quedaron más cerca de lo que esperaba.
- Yo también te quiero, Gabs, mucho.
- Chicos, mamá dice que...- alguien abre la puerta y Lando y yo nos separamos apurados. Como si estuviésemos haciendo algo mal.
- ¿Interrumpo algo?- preguntó Flo, la hermana de Lando.
Ambos la miramos avergonzados y luego nos miramos entre nosotros.
Después de cenar, el inglés y yo nos habíamos quedado en el living mirando una película. En realidad yo fingía que la veía y Lando dormía.
No podía sacarme de la cabeza el sentimiento de hoy a la tarde. La manera en la que los ojos de Lando se ven aún más bonitos de cerca y como sonríe cada que me ve.
- ¿Ya te abandonó?- preguntó Cisca riendo detrás mío al ver que su hijo se había dormido.
- Sí- sonreí mirandolo- Los entrenamientos lo tienen agotado.
- ¿Quieres ir afuera a tomar té conmigo?- asentí, apagué la televisión y salimos al patio trasero.
Ninguna de las dos hablaba y no era incómodo la verdad. Solo éramos nosotras pasando tiempo de calidad.
- He estado pensando mucho en ti últimamente- suelta Cisca.
- ¿Por?
- No lo sé, solo vienes a mi cabeza- agarra mi mano entre la suya- Me preocupa que no hagas lo que amas, Gaby.
- La fotografía no me llevará a nada- contradigo- y lo sabes. Además si estudio ingeniería mecánica quizás los chicos y yo podamos seguir viéndonos.
-No sigas a nadie, y menos a un hombre- advirtió.
- Pero...-
Y, como siempre, Cisca me leyó el pensamiento.
- Sé que te preocupa Lando y no estoy diciendo que debes dejarlo atrás. Solo que si sus caminos son el mismo, adelante, hazlo con él. Pero si no es así por mucho que te duela busca tu propio rumbo.
Sus palabras me provocaron un escalofrío. -¿Por qué dices eso?
-Porque te mereces una vida que te pertenezca solo a ti. El tiempo pasa, Gaby. No vuelve, no se detiene y sigue una única dirección. Siempre hacia delante. Un día llegarás a mi edad y mirarás atrás, ¿qué te gustaría ver cuando llegue ese momento?-
- Que he sido la protagonista de mi propia historia y no solo una secundaria en la vida de otros.
-Eso es. Por mucho que Lando te importe, no puedes basar tus elecciones dando prioridad al papel que él tendrá en el futuro automovilístico- hizo una pausa antes de continuar- Eso no quita que no puedan disfrutar del presente.
- ¿A qué te refieres?- cuando estaba por empezar a explicarse, la puerta se abrió y un Lando muy adormilado salió de ella.
- ¿Por qué me la robaste?- se quejó con su mamá- Estábamos mirando una película.
- Oh no, yo miraba una película, tú dormías- respondo levantándome de mi lugar para ir a su lado- Vamos a nuestras habitaciones- Lando asiente refregandose los ojos.
- Descansen- se despide Cisca.
Cuando subimos, Lando me acompaña hasta la puerta de mi habitación.
Volvemos a mirarnos con la misma intensidad de esta tarde. Siento mi respiración atorarse en mi garganta.
Hay trenes que solo pasan una vez.
Y te subes sin dudar, aunque sepas que van a estrellarse.
Porque es más fácil seguir viviendo con la certeza de lo que no fue que con la incertidumbre de lo que podria haber sido.
Es así.
Eso seríamos Lando y yo.
Lentamente acerco mi cara a la de Lando y él acerca la suya también pero antes de que nos besemos, habla.
- He esperado tanto tiempo por esto, Gabs.
Lo agarro suavemente de la nuca y lo beso. Sin separarnos ni un segundo, él abre la puerta y nos adentramos a la habitación.
El cuerpo de Lando queda encerrado entre la madera y yo.
Si bien no era nuestro primer beso, sí era nuestro primer beso juntos. Después de tanto tiempo había llegado el momento y no tenía la intención de desperdiciarlo.
Me separo lentamente en busca de aire, Lando acerca su cara de nuevo y deja un beso pequeño en mis labios. Luego otro. Otro. Y otro más.
- Yo también esperé mucho tiempo por esto- las manos de Lando acunan mi rostro y sigue llenándome de besos tiernos hasta que frena de golpe.
- Alex va a matarme- sus ojos bien abiertos y su agarre más fuerte sobre mi cintura me indica lo nervioso que se puso.
- No sé qué tan lindo es que pienses en Alex mientras me besas, Lan- digo en tono de broma y nos empezamos a reír los dos.
Lo que dije ni siquiera había sido tan gracioso pero nos habíamos puesto nerviosos.
Luego de eso, nos acostamos y miramos una película. Esa vez la que cayó dormida fui yo y dormimos abrazados como por una hora. Y eso, en cierto modo, fue mejor que cualquier otra cosa.
buenasss, cómo andan??
escribí este capítulo corriendo más o menos pero me encantó, a ustedes les gustó???
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