
006
Me remuevo con pereza en la cama y me levanto de un salto al recordar la noche anterior.
Lando ya no está aquí.
Suspiro y miro mi celular, por la noche tomaría un micro hacia el centro de Barcelona para volver a mi vida normal, al menos hasta marzo que comenzaba la temporada.
Tengo llamadas perdidas de George, Alex, Carlos y un número que no tengo registrado. Cuando estoy por dejar mi celular a un lado, entra una llamada de Lando, decir que corrí a atenderlo es poco.
- ¡Lando!- contesté más emocionada de lo que debería.
- Si, hola- aclaró su voz antes de continuar- Quería disculparme por lo de ayer, no recuerdo mucho la verdad pero lo siento por tus zapatos- estoy segura de que hizo una pausa antes de continuar- Te deje unos nuevos en la puerta de tu habitación, son casi iguales a los tuyos.
- Oh, gracias. No era necesario- eso me sorprendió. No voy a mentir, esperaba que llamase para decir otra cosa, cualquier otra pero escuchar su voz sin ningún comentario hiriente era realmente agradable- ¿Cómo conseguiste mi número?- no respondió a mi pregunta, en cambio se despidió de mi.
-Bueno, eso es todo- pareció pensar solo un momento antes de cortar la llamada con un "George estaba buscándote"
Luego de un rato más en la cama me levanto y decido caminar por los alrededores. Yo vivía no muy lejos de aquí pero aún así mi jefe había insistido en que me quede en el hotel.
Estaba sacando fotos a la linda vista que tenía en frente cuando alguien detrás mío habló.
- ¿No te cansas de trabajar?- preguntó Alex.
- Sabes que esta no es mi cámara del trabajo- sonreí y por alguna razón me sentía diferente. Quizás era por la conversación que tuve con Lando o porque no nos veríamos en un mes pero tuve el coraje suficiente como para preguntarle algo que sentía que debía iniciar yo- ¿Podemos hablar?
Sonrió abiertamente y asintió como si estuviese esperando a que yo dijera eso.
Llamé a George también, él se merecía una explicación.
Una vez que nos encontramos los 3 en la habitación del británico comencé a largar todo lo que no había podido en estos dos años.
- Les debo una disculpa a ambos- ellos estaban sentados como indio contra el respaldo de la cama y yo enfrente de ellos en la misma posición- Sé que debí haberla pedido antes pero no podía. Fui una amiga de mierda al solo alejarme así sin ninguna explicación y en serio agradezco que me hayan recibido pero no se merecen que yo vuelva y ustedes me perdonen como si nada- jugué con mi anillo mientas hablaba- No quiero empezar de cero porque es imposible pero si quiero volver a sus vidas sé que merecen una explicación.
- Bueno, aquí estamos- George me dio una de esas sonrisas de las que me daba cada vez que necesitaba conterle algo, eso me dio la confianza para comenzar a hablar.
- Me fui porque estaba perdida, en todo sentido. Saben que nunca cause problemas en casa, en el colegio y en ningún otro lugar porque siempre tuve tanto pánico a decepcionar que me ponía una presión inmensa por hacer que todo saliera perfecto y eso inevitablemente explotó luego de la muerte de mi madre. Nosotras estábamos por fin teniendo una buena relación madre-hija luego de años y ella solo...- no fui capaz de terminar la oración- cuando estaba en el hospital, la noche en la murió me sentí aterrada porque si ella se iba yo me iba a quedar sola y...
- ¿Qué hay de nosotros?- preguntó Alex con dolor.
- No es lo mismo, Lex. Esa noche me volví a sentir la misma niña de ocho años que fui cuando mi padre me abandonó. Sentí que no me tenía ni a mi misma y sé que suena sin sentido pero es lo que es. Supongo que lo más sencillo para mi fue hacerle honor a mi apellido y huir de mis responsabilidades- reí amargamente mientras me limpiaba las lagrimas que caían por mis mejillas.
- ¿Dónde estuviste todo este tiempo?-preguntó esta vez George.
- Aquí en Barcelona. Había conseguido la beca de fotografía deportiva pero iba a rechazarla porque saben lo que mi mamá pensaba sobre eso... pero luego de su muerte esa beca fue mi boleto de huida- tragué saliva antes de continuar- Ahora saco fotos para el Barça, bueno sacaba porque ahora le saco fotos a ustedes.
- ¿Vas a volver a irte?- preguntó Alex con sus ojos llenos de lágrimas- Porque no quiero encariñarme con nuestra amistad si vas a volver a irte.
- Ya no más huidas, Alex. Lo prometo.
- Bien- asintió y se quedó pensando.
- Creo que nunca voy a entender porqué reaccionaste de la manera en la que lo hiciste- comenzó a hablar George- Pero sé lo jodida que puede ser tu cabeza cuando quiere- suspiró con los ojos cerrados- Si vamos a retomar nuestra amistad como antes tengo condiciones: no más huidas a medianoche, no más mentiras y no más estúpidas peleas ¿está bien?- preguntó mirándome a mi y a Alex.
- Por mi genial- sonrió el moreno y se quedó mirándome como si aún no pudiera creer que estuviera frente a él- Ven aquí- dijo riendo atrayendome hacia entre él y George.
Ambos me abrazaron fuerte y solo pude llorar. Lloré por todo lo que había tragado estos años.
Respiré profundo y me sentí tan agradecida de tenerlos en mi vida.
Creo que el único secreto que tiene la amistad es dar con personas que sean mejores que tú, no más listas ni más populares sino más buenas, más generosas y más compasivas, y valorarlas por lo que pueden enseñarte, escucharlas cuando te dicen algo sobre ti, por malo (o bueno) que sea y confiar en ellas, que es lo más difícil de todo, pero también lo mejor.
Alex y George confiaban en mi y no iba a volver a decepcionarlos.
ahora sí se viene lo bueno con Lando
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro