|Extra|
(☔)⤵
Sería una vil mentira decir que Taehyung no lloró y se lamentó aquel día cuando Jungkook, su amado, le negó una segunda oportunidad.
Pero era cierto, fue un maldito imbécil. Un hijo de puta al abandonarlo de esa forma tan cruel y despiadada. Se merecía lo peor.
¿Cómo fue él capaz de dejar solo a una persona como Jungkook? Si Kook era la persona más hermosa que podía existir, la mas, amable bondadosa y sobretodo, amorosa.
Porque Taehyung jamás había recibido tanto amor por parte de alguien, Jungkook lo hizo sentir, amar. Le hizo descubrir un mundo diferente de lo que conocía.
Froto su mano contra el grueso abrigo gris. Estaba jodidamente nervioso. Habían pasado ya cuatro años, sabía que las cosas ya no serían las mismas, tal vez Jungkook ya no vivía ahí o tenía a alguien más, pero el quería aclarar todo. Necesitaba hacerlo, pero era un cobarde. Siempre lo fue.
No fue capaz de tocar la puerta, su puño se mantuvo suspendido en el aire y se enojó consigo mismo por su poca valentía, por siempre estar huyendo. Se giró hacia el elevador, lo mejor era dejar las cosas en el pasado.
Pero la vida siempre nos prepara sorpresas.
Jungkook estaba ahí. Su cabello ahora brillando en un hermoso rubio que lo hacía ver muy tierno al combinar perfectamente con sus mejillitas y nariz rojas por el frío, con esa adorable bufanda de conejitos color rosa que Taehyung le había regalado cuando empezaron a ser pareja y ese enorme abrigo rojo en el que se veía bastante pequeño y esponjoso.
Seria mentira decir que el corazón de Taehyung no latió con rapidez al volverle a ver.
Jungkook se acercó con paso firme, y se colocó enfrente de Taehyung intentando no mirarlo a los ojos. Tae simplemente coloco su mano en el brazo del ahora rubio.
—Jungkook...
El rostro del aludido se endureció ante sus palabras y se puso rígido ante el tacto, mas no lo aparto.
— ¿Te conozco?
Esas palabras provocaron que el corazón de Taehyung se agrietara, pero se mantuvo firme.
—Está obstruyendo mi puerta, si me permite.
—Kook— Fue un poco más duro, busco encontrarse con ojos color miel de quien alguna vez fue su pareja pero este, al contrario, sólo evitaba su mirada.
—Señor, por favor, si usted no se...
Las palabras jamás fueron terminadas.
Un beso de parte de Taehyung hizo detener la oración de Jungkook.
Un beso lleno de desesperación, de un te extraño, un te amo, pero más que nada un te necesito.
Pero Jungkook ya no estaba para esa clase de cosas, ya no quería volver a sufrir, durante tanto tiempo lo necesito pero él nunca estuvo ahí. Lo apartó limpiándose la boca con la manga de su abrigo, le fue inevitable que sus ojos se llenaran de lágrimas.
—Lo siento—articuló Taehyung. —Lo siento tanto.
—Yo lamento mas el haberte conocido—Voz rota y manos temblorosas se hicieron notar.
—Fui un estúpido, deje ir a la persona a la que más amo por el miedo de los que otros pensaran. —confeso entre lágrimas. — Lo tenía todo contigo, no importaba que fuera poco, para mi ese poco era mucho y lo deje escapar.
—Ya nada es lo mismo, ya nada volverá a ser lo mismo. Entiéndelo.
—Lo sé, hace cuatro años era un tonto iluso, que creía que por tener todo si se le antojaba, mi ambición, mis tontos deseos carnales, mi ceguera no me permitió ver que poco a poco te estaba perdiendo, fue demasiado darme cuenta de todo el daño que te cause, te herí tanto.
—Nada de lo que digas cambiará las cosas.
—Solo quería ser honesto contigo, volver a verte, escuchar tu voz y poder sentir tus labios por última vez.
Jungkook cerró sus ojos, su corazón volvía a latir como hace muchos años no latía.
—Tenia razón Namjoon, jamás fui lo suficientemente bueno para ti —Taehyung coloco su mano en el hombro de Jungkook y la otra por encima de su cabeza uniendo sus frentes. —Consigue a alguien mejor que yo, que ame tu delicada risa, que bese tus labios de forma tierna y suave como tanto te gusta, que no sea un bruto salvaje que todo lo quiera hacer por impulso, que no tenga miedo de presumirte, de tomar tu mano frente a todos. Pero sobretodo, consigue a alguien que te amé tanto que jamás seas capaz de volver a sentir tristeza. No tienes que esconder lo que sientes por miedo a el qué dirán.
Jungkook abrió sus ojos, encontrándose con las brillantes esmeraldas de Taehyung, a punto de desbordar gruesas lágrimas.
—Eres la única persona a la que siempre amaré.
Mismas palabras de un corazón fragmentado, que jamás volverán a repetirse.
Dos labios que nunca volverán a sentirse, un amor que acabo por hundirse.
(☔)⤵
Y sip este es el final☔
—Sngl
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