Uraraka se encontraba en una misión junto a Bakugo.

Ambos alumnos de 3-A, en la U.A.

Estaban en una misión de rescate, una fábrica de artículos para  bebés había caído, y pensaban que era obra de un villano.

Con su quirk, Uraraka podía levantar los escombros y asegurarse de salvar a los trabajadores de ahí.

Bakugo, por su parte, estaba ahí para aprender a tratar con civiles sin insultarlos o agredirlos. Además, si había un villano por ahí, sería un gran guardaespaldas para que Uraraka continúe con su trabajo.

Todo iba normal, ya no había más heridos a los cuales rescatar.

Volvieron a la fábrica, para asegurarse de que no faltaba nadie.
Y justo antes de salir, fueron atacados por un villano.

Que al estilo de Aoyama lanzaba rayos láser.

Bakugo se dirigió a atacar ferozmente, si le llegaba algún rayo no le afectaría en nada.
Eso pensaba, pues confiaba demasiado en su fuerza y pensaba que un simple rayo no sería impedimento para atrapar a esa villana.

Y eso hubiera sido correcto, si esos rayos fueran iguales a los de Aoyama.

Pero estos eran distintos... A los objetos no les hacía mucho daño, quizás un simple empujón.

Pero a las personas, las afectaba un poquito más...

Uraraka tenía un presentimiento extraño, y se interpuso entre el rayo y Bakugo.

Él la miro con molestia, pero luego se preocupó al ver como desaparecía y solo quedaba su ropa en el piso.

Un gran enojo invadió su ser, y se dirigió rápidamente a la villana esquivando los rayos que esta lanzaba.

Una vez cerca, hizo una explosión en su cara dejándola inconsciente.

Si no hubiera sido porque algunos policías se acercaban, la hubiera matado.

Un policía se acercó a él y pregunto por la castaña.

Bakugo, solo desvío la mirada pensando lo peor, la muerte de la "cara redonda"

Iba a decir algo, cuando escucho "Hay un bebé aquí"

No le prestó la más mínima atención a esa voz, solo se sintió inútil por no poder ayudar a su compañera ahora desaparecida y por no evacuar bien la zona.

"Awww, pero que tierna... Con sus cachetitos redonditos"

Instintivamente volteo y quedó sorprendido por lo que veía.

–¿Esa es la cara redonda? - pregunto, mientras se acercaba más.

Y si, debajo de la ropa de su compañera, había aparecido mágicamente una bebé de cabello castaño y ojos marrones con unas mejillas redonditas.

–Ella es la cara redonda. - dijo para luego arrebatarle a la bebé de los brazo de la policía.

–¡Oye! ¡Cuidado con la bebé!
Debemos llevarla afuera y buscar a sus padres. - dijo la policía.

–Es Uravity, afectada por el quirk enemigo.
Yo me la llevó a la U. A.
Dile eso al cara de perro, ¿me entendiste espantapájaros? - dijo Bakugo saliendo del lugar y dejando atrás una muy indignada policía.

"¿Soy tan fea que parezco un espantapájaros?"

Un Aizawa confundido al ver a su alumno más explosivo cargando cuidadosamente una bebé.

¿Será el efecto de un quirk villano?
¿O es que él estaba alucinando?
¿Bakugo se tomó en serio lo de comportarse bien con los civiles que ahora hacía de niñero?

–Oi, Aizawa-sensei.
La mierda de aire se convirtió en una bebé. - dijo Bakugo sacándolo de su ensoñación, al mismo tiempo que le entregaba a la bebé e ingresaba a los dormitorios.

Aizawa miró a la bebé en sus brazos y la llevó con Recovery Girl.

–¡No voy a cuidar a la mierda de aire! - grito Bakugo al escuchar a su sensei.

–Esa será tu nueva misión Bakugo.
Uraraka volverá a la normalidad en una semana o 10 días.

–¿¡Y por qué la tengo que cuidar yo!? - reclamó Bakugo. - Podría ser el cuatro ojos o el mierdecilla de Deku.

–Habla mejor de tus compañeros. - dijo Aizawa rodando los ojos, ya era el tercer año de estudio y Bakugo seguía llamandolos por apodos. - Estuviste con Uraraka en la misión y ella resultó afectada por el quirk enemigo.
Como su compañero deberías ser tú quien la cuidara. Además de que es el deber de un héroe ayudar a quiénes lo necesitan, ¿no?

Con un chasquido, Bakugo mostró su molestia, sin embargo asintió a lo que Aizawa dijo.

Sintió algo de culpabilidad por lo que estaba pasando su compañera, si no hubiera sido por ella, él estaría en esa situación.

Estiró los brazos indicando que debía pasarle a la bebé.

Aizawa le dió unas últimas recomendaciones y lo dejó ir.

La bebé se había quedado dormida y eso le tranquilizaba, no sabía como cuidar de un bebé y no quería ser molestado.

La acurruco con unas mantitas y se la llevó junto a él, al gimnasio.

Era su hora de entrenamiento y nadie podría impedirlo.

Pasaron veinte minutos cuando la bebé despertó, estuvo durmiendo 4 horas, era obvio que despertaría.

Empezó a llorar fuertemente, cosa que asustó a Bakugo, se había concentrado tanto en sus ejercicios.
Que se había olvidado que la castaña, convertida en bebé, estaba en el gimnasio.

Con molestia se acercó a ella que al verlo empezó a llorar con más fuerza.

–Oi, cara redonda, deja de llorar tan fuerte y déjame hacer ejercicio, ¿si? - Bakugo sabía que si gritaba a la bebé, lloraría más y más.

Pero parecía que su pedido no fue escuchado, y la bebé seguía llorando, dando vueltas en el piso.

Bakugo la cargo y suavemente la atrajo a su pecho, abrazandola.

–Tranquila cara redonda, no llores... ¿Qué pasa? ¿Te duele algo? ¿Tienes hambre? - susurro Bakugo, acariciandole la espalda.

La bebé lentamente dejó de llorar y Bakugo suspiro con tranquilidad.

¡El sonido de su llanto ya lo estaba molestando!

"¡Qué bueno que se calmo!"

Exclamó para luego dejar a la bebé en el suelo nuevamente, y continuar haciendo ejercicio.

Ella, no volvió a llorar, hizo lo posible de sentarse y observo como el rubio continuaba con su rutina.

¡Una bebé de cuatro meses observaba como Bakugo Katsuki hacía ejercicio!

Él soltó una explosión que asustó a Uraraka, quien empezó nuevamente a llorar desconsoladamente.

"Agh, maldición" pensó el ojirojo y volvió a dirigirse a ella.

Continuará...

Actualizaciones lentas, historia interesante.
Gracias por leer 😍