Dos semanas pasaron.
Ochako no volvió a crecer.
Cosa que tranquilizaba al mayor.

A veces, ella solía llorar en las noches.
Y no calmaba con lo que normalmente se hacía.

Recovery girl le dijo que el cuerpo de la menor doleria por crecer tan apresuradamente.
No sería siempre, pero habria días que el llanto no pararía.

Si, Kirishima estaba en lo cierto al suponer que algo así pasaría.

Llegó la hora de dormir.

Preparó su biberón para luego entregarle a la menor.

Ella, con un poco de ayuda podía tomar el biberón.

Ya podían sentarse, lo que hacía las cosas más fáciles.

Él preparaba, mientras ella se quedaba sentada en la cama con la espalda en la pared.

La menor jugaba con las sabanas mientras sonreía.

Katsuki volteo y se dirigió hacia ella.

Ochako intento acercarse

Y en un momento cayó ligeramente hacia adelante.

El mayor pensó que Uraraka iba a llorar.

La acomodo nuevamente con cuidado.
Y ella sonrió.

Le pareció algo divertido.

Le dio el biberón y ella lo tomo, jugando con la mirada y a veces con algún objeto.

Tomó un poco de leche, se veía tan cachetoncita.

Una ternura.

Definitivamente eres la cara de ángel.- simplemente susurro.- Tierna.

–Gu gu. - respondió Ochako intentando comunicarse avergonzada.

–Pero eres más linda de grande, cara de Ángel. - afirmó Bakugou sin darse cuenta de sus palabras.

Un llanto fuerte.

Uraraka se atoró con el biberón por la sorpresa. (la leche) 

Katsuki la miro, ya sabía como calmarla. Simplemente debía arrullarla. 

Sobarle la espalda un poco y acariciar su cabello. 

-Pequeña molestia.- susurro él. - No crezcas más. 

Su vida en la U.A. era algo complicada. Se alegraba de tener una vida "normal" 

Tenía amigos que jodian a cada rato. Aunque no lo admitiera, le gustaba que siempre estén para él. 

Pero realmente, no todos lo aceptaban. 

Podía sentir la mirada que le daban. El desprecio que muchos le tenían o el miedo que presentaban. 

Él no quería ser completamente así, era parte de su personalidad. 

A veces no sabía cómo mejorar su "explosivo" carácter.

Odiaba ser temido e incluso comparado con un villano.

"¿Cómo hago para cambiar?" susurro con la mirada algo pérdida.