Despertó de ese horrible sueño.

Quizás era porque estaba pensando mucho en las consecuencias de dar a conocer la noticia.

-¿Qué puedo hacer? - se preguntó Nezu. 

No sabía si su decisión debía ser cambiada. 

No era supersticioso, pero aquel sueño lo confundió.

¿Debía mentir?

¿Aquel sueño le estaba indicando algo? 

No estaba seguro, pero había algo que debía hacer. 

Mejorar por completo la seguridad de la U.A.

La luces brillaban, un montón de micrófonos estaban alrededor de él. 

-Bien, díganos director Nezu.- hablo la periodista.- ¿Cuál es la verdad sobre la niña?

Aizawa lo miro. 

Ya habían planeado que es lo que dirían. 

"Ochako es la bebé"

Pero, todo cambió a último momento. 

-No estamos en la obligación de mencionar eso.- habló el director.- Pero queremos informarle que solo es una niña que volverá con sus padres. 

Todos susurraban entre ellos de manera confusa. 

-El día del incidente, hubo padres heridos.- mintió Nezu.- Por eso y como un proyecto para los estudiantes, decidimos cuidar a la pequeña. 

-¿Como un proyecto? - pregunto un reportero. 

-Si, para tratar con niños en caso de emergencia.- habló Nezu.- Cuidarlos y tratarlos bien. Uno sabe que en momentos de desgracia, los niños son la prioridad y debemos saber tratar con ellos. 

Aizawa toseó un poco con duda.- Termino la entrevista, cualquier cosa extra será informada. Pero por favor, dejen de inmiscuirse en temas privados. 

Los demás indignados solo atinaron a alejarse. 

Esperaban algo mejor. 

Quizás algo más dramático. 

No un simple "proyecto" y "cuidado" 

¡Que aburridos los de la U.A!

-Entiendo que tenga sus motivos.- habló Aizawa con el director.- Pero debió informarme antes. 

El director suspiró mientras tomaba su café con mucha azúcar. 

-Tuve un sueño.- habló Nezu.- Era realmente extraño, secuestraban a Bakugou y Midoriya. Todo al enterarse que Ochako era una bebé.

El pelinegro miro de manera extraña a dicho "ratón"

No esperaba que por un sueño cambie su declaración, pero lo acepto. 

-Los mantendré vigilados.- dijo Aizawa.- Bajo mi cuidado, no les pasará nada. 

El más bajo asintió, y el pelinegro se retiró de dicha habitación.

Vio como su alumno aún seguía gritando a Denki cada que podía.

Los demás intentaban calmarlo, pero Izuku se mantuvo en silencio.

Cosa que era extraña de parte del peliverde, él siempre defendía cuando alguien era insultado por Katsuki. 

-Pusiste en peligro a Uraraka-chan.- habló con seriedad Midoriya.- La próxima vez, fíjate en lo que haces. 

Nunca lo habían visto tan mesurado. 

Denki asintió con miedo. 
Se sentía cada vez más avergonzado por su actuar imprudente. 

Y el regaño de Izuku le dolió más que la cantidad de gritos que le dio Katsuki. 

-Bien.- habló Aizawa.- Supongo que ahora todo esta solucionado. 

No esperaban que el maestro actué tan tranquilo. 

Pero el pelinegro sabía que regañar, ya no servía. 

-Bakugo y Midoriya.- habló el mayor.- Ambos entrenarán horas extra para mejorar y proteger a Ochako. 

Algo un poco injusto, ¿Por qué no podían entrenar todos? 

-Yo también quiero sensei.- habló Denki. 

Antes, él no se atrevería a pedir horas extra. 

¡Sería un completo fastidio!

Pero ahora, veía que era una necesidad.

-Todos los demás, entrenarán por su cuenta.- habló Aizawa.- Solo Bakugo y Midoriya entrenarán directamente conmigo.

Hubo una pausa para seguir explicando. 

-Ambos en estos años han sido un objetivo para los villanos.- continuó el pelinegro.- Por eso mi preocupación. Pero no se preocupen, los demás tendrán otro profesor que los supervise. 

-¿Es necesario asistir a las clases extra? - preguntó Tokoyami. 

-Depende de ustedes.- habló el mayor.- Si tienen algo mejor que hacer, nadie los obliga a asistir. 

-Entonces no podré.- hizo una reverencia en modo de disculpa.- El héroe Hawks ofreció darme clases. 

Aizawa asintió y todos se dispersaron. 

Por un momento, un presentimiento malo los invadió. 

Vendrían tiempos difíciles, eso era seguro. 

Todos buscarían mejorar aún más, para no ser un estorbo y poder ayudar a todos. 

Tenían que ser mejores. Y lo harían. 

Continuará... 

Jajaj, aquí nada es lo que parece. 

Por cierto, muchas gracias por el apoyo que le están dando a esta historia. 

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