CAPÍTULO | XIV

Logramos alcanzar a Bill antes de que entrara en esa casa sólo y afortunadamente los demás llegaron detrás de nosotros.

—— Bill, no puedes entrar ahí. ¡Es una locura!. —— Dijo Beverly aventando su Bici al suelo.

Bajé con cuidado y en un instante ya estábamos reunidos en el frente de la casa con Bill a escasos pasos de la puerta.

—— Al menos no sólo. —— Dije tratando de acercarme.

Sin embargo corrí con la suerte o mala de que Richie me sujetará la mano, luego paso sus brazos por mi cintura, dejándome inmóvil y pegándome a él.

—— Dije que no tenían que venir conmigo. Pero que pasará cuando otro Georgie desaparezca u otra Betty u otro Ed o uno de nosotros, van a fingir que no pasa nada como todos los demás en Derry; Porque yo no. Cuando vuelvo solo veo que Georgie no esta ahí, su ropa, sus juguetes, sus animales de peluche, pero él no está. Así que entrar a esta casa. —— Hace una pausa y veo sus ojos cristalizados. —— Para mí es más fácil que ir a la mía.

El agarré en mi cintura se afloja.

—— ¡Wuao!. —— Dijo Richie asombrado.

Nos separamos y lo veo a los ojos.

—— ¿Qué?. —— Le preguntó.

—— Que no tartamudeo. —— Dijo Richie tomando mi mano.

Comenzamos a caminar para entrar con Bill.

—— ¡ESPEREN!. —— Llama Stanley.

Nos detenemos y lo observamos.

—— Ah. No creen que debería vigilar alguien. —— Habla Stanley nervioso. —— Solamente en caso de que algo malo pase. —— Trata de sonar convincente.

Bill agarra el pomo de la puerta aún sin abrir.

—— ¿Qui-Quien quiere quedarse afuera?. —— Hace la pregunta.

Enseguida todos alzan las manos a excepción de Bill, Beverly y yo.

Voltean a verse y Richie parece avergonzado de haberla alzado conmigo en un lado.

—— ¡Rayos!. —— Exclamó Richie bajándola.

En cuanto se abre la puerta un ruido desgastado nos hace compañía al entrar, camino cercas del grupo y observo el interior con desconcierto; Pues es la primera vez que veo algo así.

—— No puedo creer que perdiera. —— Refunfuña Richie procurando no soltarme la mano.

Acto que agradezco porque si va pasar algo aquí dentro prefiero mil veces tenerle conmigo en cada momento.

—— Tienen suerte de que no fuera medición de penes. —— Dijo Richie.

—— ¡Cállate, Richie!. —— Dijo Eddie en un lado nuestro.

Bill va enfrente.

—— Lo puedo oler. —— Dijo Eddie con la voz temblorosa.

—— No respires por la boca. —— Le aconseja Richie.

—— ¿Porque?. —— Pregunta Eddie distraído con la peculiar decoración de este lugar.

—— Te lo estás comiendo. —— Dijo Richie.

Eso me hizo sonreír un poco.

Eddie hace sonido de arcadas, rebusca en su cangurera, sacando su inhalador y dándose un poco de oxígeno. La mano de Richie se va soltando de la mía y no le noto irse.            .

Estamos tan dispersos.

—— ¿Qué?. —— Pregunta Bill yendo con Richie.

Camino junto a Eddie notando como Richie sostiene una hoja y se ve pálido.

—— Dice. Dice que desaparecí. —— Lo confiesa estando muy perturbado ante su descubrimiento. 

—— T-Tú no desapareciste. —— Dijo Bill leyendo igual esa hoja.

—— Policia C.d de Derry, es mí camiseta, mí cabello, es mí cara, es mí nombre, mí edad.         . —— Habla Richie apresuradamente.

—— ¡Cálmate!. —— Intenta Bill calmarlo.

Incluso pelean por arrebatarse la hoja.

—— Lo dice aquí. ¡Que no entiendes!, ¡Voy ha desaparecer!. —— Grita Richie histérico.

Voy hasta él, le tomo el rostro con ambas manos, conecto mis labios con los suyos, pronto comienza a relajarse y devolverme el beso.

—— No es real. Ok. Estás aquí y no te irás. —— Dije abrazándolo.

—— Eso solo quiere jugar con nosotros. —— Advierte Bill.

Nos tomamos un breve momento y continuamos con el recorrido de la casa.

Mis párpados se van abriendo.

Eddie está sujetando su brazo, Richie me sostiene en su regazo y los demás abarcan un sitio como en un círculo, rodeando a esa criatura que adopta el aspecto de un siniestro payaso.

No se quién lo haya herido, solo soy consciente de que huye y Bill lo persigue.

—— Mi vida. ¡Despertaste!, ¿Estás bien?, ¿Que te duele?. —— Cuestionó Richie acariciando mi cabello.

—— Ayuda a Eddie. Se llevo la peor parte de la caída. —— Dije sentándome.

Richie asiente, va a comprobarlo y le dice que se necesita reacomodar su brazo.        . Bajo muchas protestas de Eddie, termina acomodando su brazo, apesar de los gritos de dolor, me estremezco y Bill llega para ayudarme a parar.

Salimos juntos.

El Club de los perdedores se desintegró.

Quedamos separados.

Hubo una discusión provocada por el miedo de lo que pasamos, un comentario muy cruel y realista de Richie, desencadenó la furia de Bill, apremiando a mí novio con un puñetazo en el rostro.

Lo más doloroso fue que tuvimos un desacuerdo y él me pidió que lo dejáramos.

𝚃𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚖𝚘𝚜.

Ｎｏ ｍａ́ｓ ｓｅｒ ｎｏｖｉｏｓ.