CAPÍTULO| III

Entre a la Farmacia con el objetivo de conseguir las pastillas, obviamente traigo la inscripción para que me las entreguen sin problemas, camine por un pasillo dónde pude ver claramente a Beverly frente a la sección femenina, específicamente en las toallas y tampones; Mi primer instinto es ir a saludarla, pero al ver cómo comprobaba que nadie la viera, hizo que me abstuviera y en su lugar caminé hasta el mostrador.

El encargado es un hombre mayor que porta lentes con el cabello ya grisesco, se acerca para atenderme y le tiendo la hoja. Soy consciente del como me mira, me estremezco, sonríe, girándose para ir por el medicamento y no puedo dejar de etiquetarlo como un pervertido con un montón de adjetivos agresivos.

Pasan unos minutos cuando regresa, haciendo un comentario nada apropiado, hago una mueca, le contesto borde, él se desconcierta por el atrevimiento, se pone a escanear, cobra y me da la bolsa con el recibo.

Camino dispuesta a irme.     . 

Beverly viene por el mismo pasillo en el que la vi al llegar, intenta cambiar hacia otro pasillo, se sobresalta y cambia para otro de inmediato; Eso me deja curiosa, antes de que fuera a echar un vistazo, Gretta sale de un pasillo, inflando un globo con un chicle, pensé que me molestaría.

Sin embargo no me notó.

Estaba sumamente distraída mirando una revista, la veo pasar por el mostrador y retomó el camino. Sólo así me percate del grupo conformado por los perdedores como son conocidos, parecen ser buenos amigos y veo a Beverly quedar de  frente a ellos, escondiendo una caja de tampones en su espalda, me acerco y presenció la sorpresa de todos.

—— Oh, shit. Es la chica de Bowers. —— Dijo el pelinegro bajito del grupo.

Hice una mueca ante ese espantoso reconocimiento.

—— Error. Yo no soy la chica de Bowers, una cosa es que él lo haya infundado y otra que sea verdadera. —— Dije irritada.

—— Él nos golpeara si se entera de que hablamos contigo. —— Dijo el rubio de rizos.

—— No tiene porque enterarse. —— Dijo Beverly sonriéndome.

Sonrisa que le devolví.

—— Seguimos necesitando ayuda. —— Dijo él pelinegro bajito.

—— ¿Qué sucede?. —— Pregunte interesada en poder ayudar.

—— H-Hay un ni-ni- niño herido. —— Dijo él más alto con un tartamudeo.

—— Ocupamos comprar antisépticos para darle la atención necesaria. —— Termina por explicar él de rizos rubios.

—— Pero no hay dinero. —— Dijo él pelinegro bajito.

—— Puedo dárselos sin problema.
No suelo gastar casi y seguro que mis Padres no dirán ni pío. —— Dije sacando del bolsillo de mis shorts un billete.

Es seguro que con eso completarán para pagar lo que llevan en los brazos.

—— G-Gra-ci-cias. —— Tartamudea él chico alto.

—— Te debemos una. —— Dijo él rizado.

Los tres asienten.

Beverly se tensa y en un movimiento rápido, le quito la caja de los tampones y la meto dentro de mi bolsa de manera qué nadie se percata de lo que llevaba en las manos.
Los Chicos pasan por nuestro lado, dirigiéndose al mostrador para pagar y la pelirroja me sonríe agradecida.

Juntas caminamos fuera de la farmacia.

—— Van dos salvadas que te debo. —— Dijo Beverly aceptando la bolsa en cuanto saque mis frascos de pastillas que me guardé en las bolsas delanteras de los shorts

—— Es un placer ayudar. —— Dije restándole importancia.

—— Podemos ser amigas en su lugar, digo si tú quieres, se que por Henry nadie te habla y yo.      .Pues los rumores me tienen etiquetada como una mala influencia, no hay ninguna chica que quiera cruzar palabra conmigo y sobre chicos.      .Ni hablar.
No puedo juntarme con ellos. —— Confiesa Beverly.

—— Sí. —— Asiento encantada. —— Una amiga me viene bien. —— Admito.

Nos percatamos que de la Farmacia salen los chicos apresurados sin siquiera  dar una mirada en nuestra dirección. 

—— ¿Qué opinas de segurirlos y descubrir quién es el herido?. —— Propone Beverly.

Levanto una ceja hacía ella para recordar lo anterior que mencionó.

—— ¿Qué hay con lo de chicos no? . —— Interrogo cruzando los brazos.

Beverly sonríe de una manera traviesa.

—— Son la excepción. —— Dijo guiñando un ojo

Las dos nos reímos y vamos averiguar que pasa.

Los encontramos pronto.

Apenas nos acercamos, nos ganamos toda su atención y un chico de gafas que a mí parecer se ve lindo.    .Quedó impactado por tenernos ahí.

Supongo que las Chicas son un increíble factor sorpresa para ellos.
Quizás ni siquiera han hablado con una y ese pensamiento me hizo sonreír complacida.

—— ¡Wuao! —— Exclama él de las gafas casi boquiabierto.

—— Ben de sociales eras tú él herido. —— Confirma Beverly al que no trae camiseta puesta

Se le ve incomodó y avergonzado. .

—— M-Me caí. —— Dijo Ben mirando su herida.

—— Claro. Cayó directo sobre Henry Bowers. —— Habla él de gafas ganándose miradas de reprimenda. —— Oh!. Es verdad no deseo ser golpeado por relacionarnos con su Chica. —— Sacude ambas manos.

—— Ella nos ayudó. —— Confiesa él rizado rubio.

—— Exacto. De no ser porqué nos aporto el dinero hubiera sido difícil que lo atendiera. —— Dijo él pelinegro bajito curando ha Ben.

—— Ups. Lo siento. —— Dijo él de gafas observándome de arriba-abajo.

Esa inspección en cualquier persona, me parecería grosera y desagradable.
En cambio en él.        .Es diferente.

—— Stanley Uris.

—— Eddie Kaspbrak.

—— Bi-Bill De-Den-bro-ugh.

—— Richie Tozier. A su servicio Nenas. —— Dijo en un tono de galán.

—— Ben Hanscom.

Ellos hicieron sus presentaciones oficialmente.
Había oído sus apodos y a lo mejor los nombres; Pero no identificaba quién es quién y ahora sí.

—— Beverly Marsh.

Bev pronuncia su nombre algo insegura.
Debe ser por esos malditos rumores.

—— Aleshka Black y lo vuelvo a repetir. No estoy con el imbécil de Bowers que quedé claro, estaría realmente mal de la cabeza si accediera a estar de su lado, es detestable. —— Dije haciendo muecas del disgusto de solo mencionarlo. 

Vi sonrisas en todos.

—— ¡Ya la oyeron!.  Próximamente va ser Mí Chica. —— Dijo Richie acomodando sus gafas y sonriendo victorioso.

Este parece ser un buen comienzo.