CAPÍTULO| I

Este es el último día de clases y tendremos las vacaciones de verano.

Un descanso que todos los alumnos esperan.

Me mude a Derry hace dos meses, podría decir que el cambio nos ha sentado bien, Papá obtuvo un buen trabajo, Mamá optó por quedarse en casa; Una casa verdaderamente bonita y amplia, el vecindario parece ser muy tranquilo o al menos lo era antes de que empezarán las misteriosas desapariciones, por las cuáles se nos obliga a tener un toque de queda, fuera de ese tema, en la escuela me adapte muy rápido, es decir en las clases me puse al corriente de inmediato y de ser incluida por algún grupo de amigos.
No fue posible teniendo al bravucón detrás.

Por más que lo ignoró no planea dejarme en paz. Es una verdadera molestia.

Se supone que con este cambio de entorno esperaba encajar del todo y permaneciendo sola no es estar lograndolo. Hasta este punto. Mi vida no suena tan mal, pareciera que he tenido una buena vida, pero no es así.

La razón de la mudanza hacia este pequeño pueblo, fue por un suceso atroz que me marco de por vida, aún suelo tener secuelas producto de esa noche y es que, es algo de lo cuál no planeo hablar ni siquiera mis Padres desean hablarlo. Prefieren aparentar que estamos iniciando una nueva vida en dónde nada a pasado y es por eso que ahora cargo con un secreto oscuro.

El timbre me hace salir del recuento de vida en mi cabeza y me apresuró en salir del salón como el resto de mis compañeros.
Voy por los pasillos en busca de mi casillero para poder vaciarlo e irme a casa. Justo cuando lo hago, veo a un grupo de Chicos que siempre andan juntos, víctimas del bullying provocado por el grupo de bravucónes, se habla de que son un club de perdedores, yo no lo veo así, me llama la atención los problemáticos que están instalando miedo y analizan cuál será su víctima para pasarsela bien entre ellos.

Cierro el casillero deprisa, aseguró la mochila antes de colgarmela y camino a los baños en la espera que se vayan o arruinaran mi día.

—— ¿Estas ahí tú sola Beverly o con la mitad de los chicos de la escuela?
He, zorra. Se que estas ahí pedazo de mierda, ¡Te puedo OLER! Por eso no tienes amigos. —— Grita Gretta llena de maldad frente a la puerta de un cubículo.

Esa chica es odiosa y necesita que le marquen un alto.

—— Decídete Gretta. ¿Soy una zorra o un pedazo de mierda?. Piensa bien lo que dices. —— Habla Beverly dentro de ese cubículo.

Comparto clases con la pelirroja metida ahí. Gretta se enfurece más de oírla inafectada por su persona, les hace señas a sus amigas o debería decir sus perras que con tal de no ser su objetivo la siguen y obedecen.

—— Eres un asco, solo queríamos recordártelo. —— Gretta hace la señal para que le pasen una bolsa de basura que han llenado con agua y que planean lanzar por arriba.

Sin perder tiempo, arrebató la bolsa de la mano de la rubia de cabello corto con una media coleta alta y la atención de centra directo en mí. De acuerdo.

Ha llegado el momento de hacer algo en lugar de solo mirar y permanecer ajena a la situación.

—— ¿Qué mierda haces metiéndote?. —— Cuestiona Gretta fulminandome con los ojos.

Sigo manteniendo el agarre en la bolsa y cuido la postura de no intimidarme.

¿Que más da que vengan en montón por mí? Ahora es cuando se agradece las clases de defensa personal que mis Padres insistieron pagarme.

—— ¿Qué crees que hago? Evitó que hagas una de las tuyas. —— Dije con evidente obviedad.

Gretta aprieta los dientes y se acerca.

—— Sabes que por ser la Chica de Bowers te has ganado inmunidad.
Pero te recomiendo no meterte en mis asuntos o me encargaré de regresartelo sin que nadie lo sepa. Ten cuidado.
Nos vemos, ¡Boverly!. —— Grito lo último y se fue con su séquito.

Me relaje.

Había tenido el cuerpo tenso en espera de una pelea, la cuál por lo visto hoy no se llevará a cabo, dejo la bolsa en su sitio y tocó suavemente la puerta del cubículo ocupado por la pelirroja.

—— Puedes salir cuando quieras, ellas se han ido y dudo que regresen. —— Le aviso.

Camine para retirarme.

—— ¡Espera!. —— Pide Beverly abriendo la puerta.

Giro en su dirección y la veo salir.

—— Gracias por tu ayuda. —— Dijo Beverly sonriendo.

—— No es nada. Estaba harta de ver y no hacer algo por detener el abuso. —— Dije encogiendo los hombros.

Ella extiende su brazo y veo que me ofrece la palma de su mano.

—— Soy Beverly Marsh. —— Dijo presentándose.

Acepte su mano gustosa y le sonreí.

—— Aleshka Black. Tú nombre es lindo. —— Dije como cumplido.

Eso pareció divertirle.

Nos soltamos las manos.

—— El tuyo es muy original. —— Dijo Beverly.

—— Mis Padres compraron un libro de nombres para poder encontrar el mío. —— Expliqué ese dato meramente curioso.

Beverly Marsh.
Podrá ser mí primera amiga.