¿Encontraste la palabra?, ¿todavía?, ¿por qué?...

Igual me lo pregunto. ¿dónde está?, esa para describir lo que sientes. Sé que no lo puedes soltar, lo tienes a punto de saltar, quizás quiera dar su primer vuelo, pero eso... ¿sabes lo que es?.

Yo tampoco, en serio que yo tampoco, es tan frustrante, ¿no?. Quería escribir muchas cosas.

Tengo que hablar contigo... Pero te quedas ahí, con las piernas temblando, no sabes cómo formar oraciones, es como si no hablaras español. Entonces se marchan y sigues estaciones formando lo que querías mostrar, cuando te des cuenta te vas arrepentir de no haberlo pensado tanto.

Porque pensamos mucho, utilizamos palabras mucho más complejas para que la gente nos preste mucha más atención, por desgracia se te olvida y te quedas una vida intentando buscarle el significado en el diccionario, aunque en el espejo lo habías ensayado hasta en sueños. Tus ojos parpadean y ya no está, otra persona se lo pudo explicar mejor, y después te das cuenta que esa otra persona es mejor que tú.

¡Já!, digo... Una persona que no trata de impresionar con sus sentimientos es mejor que cualquier cosa normal y típica de éste tonto planeta. Claro, a las personas normales les gusta las cosas simples, sin rodeos y sin chiste, y claramente tu deformidad de explicar tus sentimientos es agobiante.

Y así pasa el momento, pasa tu vida, pasan mejores oportunidades y... Tú enganchado en una gran ola que has creado. Cuando la ola te deja, te quedas sin oxígeno y al volver a la normalidad, te das cuenta que estás en una isla desierta, ahí estás tú, con la palabra desierta. Tienes media vida para pensar mientras pasan los días y poco a poco te mueres de deshidratación. ¿Por qué elegiste ésto en vez de buscar auxilio?.

No te culpo, yo también soy así, todos somos así, somos testarúdos y mientras más dolor suframos más nos atrae, y aún así, aunque estemos en la boca de un gran tifón a punto de comer nuestras entrañas como si fueran gusanos de gomita tú todavía estás como una persona desquiciada buscar una palabra poco común para hablar como si fueras una persona que vivió en la realeza doscientos años atrás. Pero claro, te vuelves un bebé balbuceando y terminas como almuerzo de una criatura imaginaria.

Pues ese es tu cerebro antes de que ocurra. Sí, de nuevos estás pensando mucho, muchísimo, pero tampoco te culpo, no te culpo por ser así, porque culparía hasta cada pequeño ser humano que habita en éste asqueroso planeta... Ya que todos pensamos mucho, y eso no nos gusta, por eso preferimos las cosas simples, porque nosotros sabemos lo complicado que se nos pone nuestra cabeza.

Esa cabecita sólo quiere saltar, pero tú de nuevo piensas mucho, piensas que está saltando en un gran vacío, u otra cosa similar que nuestra paranoica mente nos hace creer. ¡Oh!, ¡De nuevo estás pensando mucho!.

Hagas lo que hagas siempre será así, esa cabecita buscará escapar siempre y hasta que logre saltar sabrás si tu mente estaba en lo cierto...

Ten, ¿por qué no utilizas esto?, a ver si funciona.