Aviso, este capítulo contiene escenas explícitas, disfruten pervertidos;)
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Lisa se sentía viva, había tenido sexo con Jennie, el mejor de su vida, está vez no estaba drogada, estaba sobria y pudo sentir el hermoso cuerpo de Jennie bajo el deseo y la pasión, se sentía extasiada, eso era lo que quería, lo que deseaba.

Su cuerpo la embriagaba, necesitaba más de ella, no podía vivir ni un minuto sin Jennie, tal parecía que la había hechizado.

Lisa sentía las ganas inmensas de sentir a Jennie nuevamente, de tenerla en su cama, de acariciar cada centímetro de su piel suave y tersa.

Esa misma noche, cuando se encontraron en el cine, Jennie retomó mandarse mensajes con Lisa, pero no eran el tipo de mensajes que se enviaban antes de darse cuenta de lo que sentían, esta vez, eran mensajes subidos de tono.
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Jennie😈🔥

- Me encantó lo que hicimos esta tarde, ¿Quisieras hacerlo otra vez?👀💦-

Lisa🔥

- Me encantaría, sería un honor para mí 👅-

Jennie😈🔥

- Espero y no te aburras está vez de mí 😔

Lisa🔥

- No, jamás lo haría, me encantas y quiero tenerte conmigo, quiero estar dentro de ti siempre, y no necesariamente dentro de tu corazón😉😈-

Jennie😈🔥

- Bueno, podrías demostrarmelo ahora, mi papá está de viaje, me siento muy sola en casa:(-

Lisa🔥

- Pobre de ti, iré a hacerte compañía, ¿Que dices?-

Jennie😈🔥

- Bien, te espero aquí, no tardes, me siento sola-

Lisa🔥

- No lo haré, sé paciente;) -

Jennie😈🔥

- Te espero entonces, ven con cuidado-
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Jennie sonrió, sabía que Lisa no solo venía a hacerle compañía, venía a destrozarla, a quitarle todas las fuerzas y eso le encantaba.

Buscó entre sus cosas, hace mucho tiempo había comprado "juguetes" para divertirse, nunca los uso porque no eran necesarios, tenía relaciones muy seguido, no necesitaba darse autoplacer, pero quería jugar un poco con Lisa, quería que ella los usara en su cuerpo, quería que Lisa le diera placer, más que lo que podía ofrecer.

Sacó esa caja debajo de su cama, está contenía un vibrador y un dildo, sonrió maliciosa al verlo, seguramente se divertiría está noche.

                            ****

Lisa terminó de ver el mensaje que le había enviado a Jennie, sonrió y se levantó del sofá, donde estaba viendo una serie con Rosé, tomó su chaqueta y se dirigió a la puerta.

- ¿A dónde vas?- Preguntó Rosé, llevándose un puño de palomitas a su boca.

- Amm... ¿Yo?, Voy a... A comprar algunas cosas, ahora vuelvo- Dijo nerviosa, pues no quería que su mejor amiga se enterará de lo que iba a hacer.

- A está hora todo está cerrado, aparte, fuimos al cine y a comer, ¿Acaso no estás llena?- Soltó sus palabras con sarcasmo.

- No, tengo hambre, ya te dije que regreso rápido, no me molestes- Tomó la manija de la puerta, dispuesta a irse, pero las palabras de su mejor amiga la detuvieron un segundo.

- Jacob no es un juguete Lisa, si vas a follar con Jennie todas las noches, deberías decirle y no ilucionarlo como un pobre idiota, el tiene sentimientos- Puso el recipiente con palomitas en la mesa violentamente, haciendo que algunas cayeran al suelo- Actúa sabiamente por un maldita vez en tu vida- Murmuró subiendo las escaleras para después azotar la puerta de su habitación.

Lisa no sabía cómo actuar, Rosé tenía razón, ella debía decírselo a Jacob, pero eso sería después, ahora tenía que ir a acompañar a Jennie, después de todo, no harían nada malo, ¿O sí?.

Lisa tomó su auto y condujo hasta la casa de Jennie, estaba muy emocionada, cuando llegó, tocó la puerta, está se abrió, dejando ver a una Jennie muy sexy, llevaba su cabello suelto, un poco ondulado, su vestimenta era sencilla y un tanto desarreglada pero a ella todo le quedaba bien.

Lisa pasó saliva con dificultad, no podía resistirse a los encantos de su amante.

- Hola- Sonrió dejando ver sus dientes.

- Hola- Saludó Lisa, un tanto nerviosa.

- ¡Pasa, no te quedes ahí!- Jennie tomó de la muñeca a Lisa, jalandola hacía adentro- Vamos a mi habitación, te tengo una sorpresa- Alzó una ceja y sonrió maliciosa, sabía cuál era la sorpresa.

Lisa la siguió, cuando subían las escaleras, no pudo evitar ver su trasero, era tan hermoso y uniforme, en ese momento quería tenerlo entre sus manos.

Llegaron a la habitación, está tenía luces led, iluminaban el cuarto de un rojo intenso, ver a Jennie bajo esas tonalidades era tan sensual, que Lisa se mojó al instante.

- ¿Cuál es la sorpresa?- Lisa preguntó ingenua.

- Está- Señaló su habitación- ¿Te gusta?, El color rojo es mi favorito- Se acercó a ella, peligrosamente.

- Amm, si, es... Es muy lindo- Comenzó a retroceder, Jennie estaba cada vez más cerca.

- Tengo una sorpresa más- Caminó hacía su armario y sacó una caja, donde estaba el vibrador y el dildo, abrió la caja y le mostró el contenido a Lisa.

- ¿Sabes que es esto?- Su voz sonaba ronca, lo cual le pareció muy sexy a Lisa, ya tenía sus piernas apretadas, tratando de no caer en tentación.

- N-No, n-no se lo que es- Tartamudeo.

- Quiero que lo uses conmigo, te enseñare a usarlos- Lisa retrocedió más, Jennie se estaba acercando nuevamente a ella, sintió que su cuerpo chocó contra la pared.

- Quería que me hagas el amor Lisa - Susurró Jennie en el oído de su contraria, la pelinegra deslizó su mano por todo el abdomen de Lisa, hasta llegar a su marte baja y frotarla por encima de la tela.

Lisa echó su cabeza hacia atrás, no lo soportaba más, tenía que probar a Jennie nuevamente.

La pelinegra colocó su pierna en medio de las piernas de Lisa, frotando su húmeda cavidad, se sentía halagada, aún no hacía nada y Lisa ya estaba mojada, se sintió orgullosa de si misma.

- ¡Al demonio!- Se dijo así misma Lisa, había caído en las redes de Jennie, cayó una vez más en el placer.

- ¿Quieres que te ame?- Lisa tomó del cabello a Jennie, echando su cuello para atrás, haciendo que Jennie soltara un pequeño quejido, pero después sonrió al ver el juego de su amante.

- Lo quiero, más que nada en este mundo- Murmuró.

( La canción perfecta para las Jenlisa cuando hacen el delicioso 😏)

Lisa alzó a Jennie en su cintura para llevarla a la cama, la recostó ahí y desesperadamente le quitó el pantalón que tenía, deslizandolo lentamente por sus piernas, dejando pequeños besos.

Con necesidad, Jennie atrajo a Lisa hasta su boca y la atrapó en un beso, mordía su labio con fuerza, causando un pequeño ardor.

El calor comenzaba a subir, Lisa estaba encima de Jennie, eso la exitaba, se veía tan imponente, eso le encantaba a la pelinegra.

Tomó de la nuca a Lisa, obligandola a besarla más fuerte, ella bajó poco a poco, besando su cuello y clavícula, después de dirigió a su oreja, mordiendo el lóbulo.

Lisa se deshizo de la playera de Jennie, dejando ver si hermoso brasier de encaje, lucía espectacular, le encantaba su cuerpo, era perfecta.

Quitó el brasier y con su mano, comenzó a masajear el pezón de uno de sus pechos, el cual ya estaba erecto, lo llevó a su boca y lo succionó, Jennie enredó sus dedos en las finas sábanas, las apretaba de placer, amaba como Lisa la hacía sentir.

Después de que Jennie y Lisa quedaron completamente desnudas, Lisa abrió las piernas de su contraria, para después introducir su lengua en la cavidad de Jennie.

Esta enredó sus dedos en el cabello de la tailandesa, gemía de placer, se sentía como estar en el cielo.

- Estás tan mojada- Murmuró Lisa, introduciendo un dedo en la vagina de Jennie.

- Ah... Si Lisa, follame carajo- Movía sus caderas con la intención de conseguir más.

Lisa entendió el juego e introdujo un dedo más, Jennie casi grita de placer el sentirla, la acercó a su boca y la besó nuevamente, gimiendo en su boca para que sintiera placer.

Se separó del beso y habló.

- Saca los objetos de la caja, me quiero divertir- Sonrió, respirando agitada.

Lisa asintió y con dificultad, se paró de la cama, yendo a por los objetos.
Lisa los cogió y Jennie comenzó a explicarle para que servía cada uno, Lisa se sorprendió pero definitivamente tendría una buena noche.

- ¿Cuál quieres usar primero?, Soy toda tuya- Jennie se recostó en la cama, aquello le pareció muy sensual a Lisa, Jennie era como una diosa desnuda.

- ¿Toda mía?, Eso significa que puedo hacer lo que quiera contigo?- Lisa gateo hasta donde Jennie, quedando a pocos centímetros de sus labios.

- Lo que quieras- Miró sus ojos y después su vista bajó a sus labios, insinuando que la deseaba.

En ese momento, la pasión cegó a Lisa, cayó en los encantos de Jennie, la tomó de los hombros y la empujó a la cama, lo cual hizo sonreír a su contraria.

Los dejaré calientes>:)

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