13.
Jennie estaba en su habitación, había salido corriendo de su escuela al ver a Jacob besar la mejilla de Lisa, Jisoo la había perseguido, pero en ese momento, Jennie no quería escuchar a nadie, quería estar sola.
Apagó su teléfono y lo lanzó dios sabe dónde, se recostó en su cama y con la música a todo volumen, los vidrios de las ventanas sonaban de vez en cuando, se sentía sola, ¿Porque nadie se queda a mi lado?, ¿Porque nadie se fija en mi?- Pensó.
Jennie tenía muchos pretendientes detrás suyo pero ella aún se sentía sola, odiaba el echo de que todos la quisieran solo por su dinero y físico, estaba harta de eso, solo quería que alguien la amara por lo que fuera, por su personalidad y lo que tenía que ofrecer, pero nadie se fijaba en ella por eso.
Jennie se levantó de golpe, sacó esa pequeña bolsita que contenía dos cuadritos con figuras en el, la guardaba debajo de su cama.
Recordó aquel día en el que estaba en un antro y un hombre con apariencia extraña, digna de cualquier criminal, se acercó a ella ofreciéndole esa bolsa.
- Flashback -
- Te vas a divertir está noche si pruebas esto, la primera vez es gratis, después tendrás que pagar, disfrútala pequeña, aquí está mi número por si necesitas más de eso- Señaló el contenido en la bolsa transparente- Nos vemos- Aquel hombre giñó el ojo y después desapareció entre la multitud.
- Fin del flashback -
Jennie abrió aquella bolsita, colocó uno de los cuadros en su lengua y espero a que esté se decisiera, se recostó en la cama y la música resonaba por toda la habitación, la canción You know you're right de Nirvana, sonaba a todo volumen, cerró los ojos y se dejó llevar.
Permaneció así por unos minutos, cuando abrió los ojos, su alrededor estaba lleno de colores, todo se movía en forma de espiral, se sentía relajada, algo que nunca antes había sentido, por un momento olvidó lo mierda que era su vida, olvidó ese beso entre Jacob y Lisa, olvidó los golpes de su padre, la muerte de su madre y su corazón totalmente destrozado.
La paz se hizo presente, todo le daba vueltas y reía sin razón, era una sensación extraña pero se sentía bien, se sentía bien alejarse del mundo por un momento, lo que Jennie no sabía, es que ese sería el comienzo de un sufrimiento y una perdición eterna, de la cuál, no podría salir tan fácilmente.
*****
Lisa estaba emocionada, cada día avanzaba más con Jacob, almorzaban juntos, el la invitaba a ver sus prácticas, era cariñoso y atento y pasaban la mayor parte del día hablando, definitivamente Lisa estaba enamorada.
Jacob se sentía feliz, pues por primera vez encontraba a alguien que lo hiciera sentir completo, lleno de vida y que no lo admirara solo por jugar fútbol y ser popular, Lisa lo admiraba por lo que era, por sus sentimientos y la forma de tratarla.
Rosé se la pasaba con Jisoo, Lisa no veía muy seguido a su mejor amiga, pero estaba feliz por ella, al fin había encontrado a alguien bueno para su vida.
Faltaban dos horas para la cita con Jacob, Lisa no conseguía respuesta de Jennie, le había enviado mil mensajes de texto pero no respondía, ¿Y si se arrepintió?- Pensó, sacudió su cabeza para evitar malos pensamientos.
Jennie le prometió que si le daba clases extra, ella la arreglaría, Lisa había cumplido con el trato, le había dado clases extra y se las seguiría dando hasta que fuera necesario, no había roto ninguna regla, siguió cada una de las indicaciones al pie de la letra.
Una hora antes...
Jennie escuchaba música en sus audífonos, caminaba por las frías calles de Seúl, estaba reconsiderando el trato que tuvo con Lisa, ella prometió ayudar a la pobre tailandesa a cambiar su apariencia, pero Jennie no quería hacerlo, había dos razones: La primera era porque Jennie quería a Lisa para ella, no quería verla con alguien más.
Y la segunda: Porque Lisa es hermosa sea como sea, ¿Acaso no puede verlo?.
Estaba decidida, no la ayudaría, o eso pensó.
Su teléfono comenzó a sonar como loco, llegaban mil notificaciones, Jennie solo quería ver el paisaje y distraerse un poco de toda la mierda que tenía en la cabeza, y es que desde el día en el que probó aquella droga, no podía quedarse tranquila, quería más de esa cosa para poder olvidarse de todo, eran pocos los minutos de paz, pero con eso se confirmaba, después de años de no tenerla, unos pequeños momentos eran más que suficientes.
Salió de sus pensamientos, cuando su celular vibró por encima vez, lo sacó de su bolsillo y ahí estaba otro mensaje de Lisa.
Lili❤️
- Jen, estoy a punto de llegar a tu casa, espero no molestarte:) -
Jennie suspiró al ver aquel mensaje, no quería ayudarla pero al final, siempre terminaba accediendo a todo lo que le dijera, no podía resistirse a esa chica, era su mayor debilidad.
En los últimos días, Jennie había estado alejada de todo el mundo, almorzaba sola y en las prácticas de porristas, trataba de no acercarse a nadie, sabía que la cuestionarían por el echo de estar con Lisa, no quería problemas y mucho menos quería que la vieran con Lisa, eso terminaría con su reputación.
Al pasar de los minutos, Jennie llegó a su casa, Lisa esperaba pacientemente en la entrada de está, la pelinegra revisó su reloj, notó que faltaba media hora para la cita de Lisa, no le alcanzaría el tiempo para hacer un gran trabajo, una parte de ella se puso feliz, aquel idiota no la vería más hermosa de lo que ya estaba, con suerte y Jacob dejaría a Lisa por no se lo suficientemente linda para el y Jennie tendría la oportunidad de quedarse a su lado.
- ¡Jennie!, ¡Hola!- Exclamó Lisa levantandose de golpe.
- Hola- Dijo una no tan animada Jennie.
- Amm...- Lisa rascó su nuca nerviosa- Estoy aquí por...- Fue interrumpida por Jennie.
- Tu cambio de look, lo se, pasa- Abrió la puerta de su casa y dejó que la más alta ingresara primero.
- Ven, sube conmigo, te haré algo sencillo y te prestaré algo de ropa, no nos dará mucho tiempo, así que tengo que hacerlo rápido, ¿Bien?- Explicó la pelinegra subiendo las escaleras junto con Lisa.
- Está bien, confío en ti- Dedicó una sonrisa a Jennie, quién se sonrojó al escuchar aquello.
Llegaron a la habitación de Jennie, la cuál estaba echa un desastre, no había limpiado en días, sentó en la cama a Lisa, buscó la bolsa de maquillaje que siempre llevaba consigo, sacó un outfit de su armario y ya todo estaba listo.
Comenzó a revolver varias bases para llegar al tono de piel de Lisa, quién solo estaba con los ojos cerrados, esperando a que Jennie hiciera su magia.
La coreana estaba dando los últimos toques, esos ojos la volvían loca, la suave y delicada piel de Lisa, no ayudaban a qué Jennie se sintiera más tranquila, la ponían nerviosa.
Cuando llegó el momento de poner el lápiz labial de un color rojo cereza, su pulso era acelerado, con ya solo ver esos labios gruesos, la mente le volaba, miles de ideas del que podía hacer con ellos, venían a su mente.
Quedó un tiempo admirandolos hasta que se dió cuenta de que Lisa comenzaba a abrir los ojos para saber porque se detenía, con cuidado tomó la barbilla de la tailandesa, aplicó aquel cosméticos y vio una gran oportunidad, con su dedo pulgar, delineó el labio inferior.
Lisa, al sentir aquel toque, se sobresaltó un poco, abrió los ojos y vio a una Jennie sonriente, aquel toque había echo que Jennie confirmara lo que pensaba, los labios de aquella chica eran tan delicados, definitivamente tenía que probarlos.
- Ahora ponte esto- Jennie le dio unos Jeans sueltos, un top negro y una camisa negra transparente-
- ¡¿Que?!, ¡De ninguna manera!, Jennie, esto está... Es mucho para mí- Lisa negó con la cabeza, sabía que no podía ponerse eso, tenía muchas inseguridades y usar eso sería un suicidio.
- Escúchame, si quieres ir presentable, tendrás que ponértelo, es algo lindo y combina con tu estilo- La pelinegra revisó a Lisa de arriba hacia abajo.
Lisa lo dudó un poco pero quería impresionar a Jacob, quería que pensara que no solo era un chica nerd sin amigos, quería que pensara que podría ser más que eso, quería que se enamorara como ella lo está.
Entró al baño donde Jennie le indicó que podía cambiarse, cuando entró se miró al espejo y no podía creer lo que veía, estaba muy diferente, para empezar, las gafas no estaban en su rostro, lo cual se le hizo extraño, Jennie había puesto lentes de contacto, después miró su cabello, estaba ligeramente ondulado, le quedaba bien.
Sintió un extraño vacío dentro de su pecho, y es que la Lisa que veía ahora mismo, no era ella, sentía que se estaba cambiando a si misma solo para agradarle a un chico, una de las peores cosas que puedes hacer.
Comenzó a desvestirse, primero quitó su Boogie, dejando solo su brasier, después bajó su pantalón, dejando ver su braga blanca, del mismo color que su sostén.
Vio sus pequeños senos, su cintura tan pequeña, sus piernas tan largas y delgadas y su estúpido abdomen tan plano, odiaba su cuerpo, no le agradaba en lo absoluto, ¿Y si a Jacob tampoco le agrada?.
Una lágrima comenzó a caer por su rostro, la cuál, se convirtió en dos, tres, diez, treinta, simplemente comenzó a llorar como nunca, se veía al espejo y noble gustaba el reflejo, se sentía asqueada consigo misma, no pida verse desnuda al espejo porque quería romper el cristal en ese mismo momento, se odiaba.
Jennie estaba curiosa, quería entrar al baño y ver cómo estaba quedando Lisa, hasta que escucho unos pequeños sollozos en aquel lugar, sin pensarlo dos veces, se dirigió al baño, tocó la puerta, y al ni recibir respuesta, decidió entrar.
Ahí están Lisa, sentada en el frío suelo, se abrazaba de sus rodillas y escondía su cara en estás, podía oírse que estaba llorando.
Jennie se agachó para quedar a la altura de está, se puso nerviosa, ya que Lisa estaba en ropa interior y nunca la había visto así, pero a pesar de eso, se armó de valor y acarició su cabello con delicadeza.
- ¿Que pasa?, ¿Estás bien?- Lisa subió la mirada para encontrarse con los ojos comprensivos de Jennie.
- Me odio, eso pasa- Dijo en un hilo de voz, mientras se limpiaba las lágrimas.
- ¿Porque te odias?- Jennie comenzó a sentirse identificada con Lisa, ella también se odiaba, solo fingía estar bien.
- No lo sé, soy un desastre, no sirvo para nada, todos me ven como una maldita máquina sabelotodo- Su voz sonaba irritada.
- Ven, párate- Jennie hizo lo mismo, la dio la mano a Lisa para que seguiera su indicación.
Lisa se puso de pie dudosa, Jennie estaba detrás de ella y ahora, ambas veían el espejo.
- Mírate, eres perfecta Lisa- Jennie tomó los hombros de la tailandesa- Cada centímetro de ti es arte, con todo y tus defectos debes aprender a amarte, porque si no te amas a ti misma, no podrás amar a nadie más- Acariciaba lentamente los hombros de la chica.
Lisa sintió que la angélical voz de Jennie se metió por sus tímpanos, produciendole una extrema paz interior, su voz la calmó, algo que nadie nunca más logró, a parte de Rosé.
- ¿En serio crees que soy perfecta?- Lisa sostuvo la mano de Jennie, la cuál que escontraba en sus hombros.
- No lo creo, estoy segura- Afirmó.
Lisa se giró, quedando frente a frente con ella, podía sentir su respiración chocar con su piel, Lisa era más alta, por lo tanto, la cara de Jennie quedaba justo a la altura de su pecho, haciendo que la piel de Lisa se erizara sintiendo aquel contacto.
Jennie comenzó a sentirse muy nerviosa, no podía quitar su mirada del cuerpo semidesnudo de Lisa, su sueño se había vuelto realidad
¿Que creen que pasé en el siguiente capítulo?:0
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