Ella se vistió como la estudiante de diseño y aprendiz de modelo que es, me acordé de esas figuras pasando por la pasajera con un público sofisticado que me obligaba mi mamá a ver cuando estábamos aburridos, esas modelos que con una mirada y su — no tan simple —, caminata dominan el mundo. Se veía hermosa.

Se acercó a mí con esa aura atrayente, me sonrió, y nos besamos.

A pesar de igualarnos a una película romántica, lo único que yo veo es mentiras, filtros y personas que no son lo que se muestran.

Como yo, por ejemplo.

Fingir me ha dado beneficios, uno de ellos es que nadie sabe realmente como soy, nadie sabe si es que soy real contigo, o de quién estoy enamorado.

Nadie sabe absolutamente nada de mí, y a veces me causa gracia que hagan como que sí.

Pero también me ha dado desventajas, ya que, podría explotar por dentro, pero ninguna persona lo notara, nadie me ayudaría, porque nuevamente fingiría una sonrisa.

Dicen que siempre existe la excepción y no puedo estar más de acuerdo. Contigo logro ser yo mismo, Jimin.

No necesito un filtro o una máscara que cubra mis imperfecciones, porque sé que, aunque tal vez no me amas, tú siempre me aceptas, tal y como soy. Aceptarás sin reproche a ese chico que le encanta jugar videojuegos, que ama a los superhéroes de Marvel, que no siempre se baña, que ama los animes, las series, que logra hacerte sonreír, y que la mayoría de las veces... quiere besarte.