ᴊɪ-ᴇᴜɴ
Amar sin ser correspondido es como vivir en un mundo oscuro en el que el sol nunca brilla.
Los veía todo el tiempo a mi alrededor.
Te vi a ti, mi novio, darle la atención y amor que no me dabas a mí.
Caí en cuenta de que no me amabas. No fue una sorpresa. Fue dolorosamente normal verte de esa manera con él.
Realmente siempre lo supe. Pero no podía dejarte. No cuando era contigo cuando me sentía viva.
¿No me quieres? ¿No me deseas? ¿Por qué ilusionarme? ¿Por qué decirme que me amabas? ¿Podrías explicarme? Quiero entender ese comportamiento.
Me quedé contigo pensando tantas cosas.
Me quedé contigo creyendo que lograrías amarme.
Me quedé contigo dando todo de mí.
Me tienes a mí, pero pareciera que lo prefieres a él.
¿Siquiera estás esforzandote?
¿Por qué no puedo ser yo?
¿Qué quieres lograr manteniéndome a tu lado?
¿Por qué me quedo a tu lado?
Cuando te conocí jamás pensé que llegaríamos a ser algo más que amigos, no había manera que pasara algo entre nosotros, pero tu aparente interés y tu real esfuerzo en que nuestra relación pase a mayores cambió todo... y creo que es ahí donde está nuestro error.
Tú al pedirme ser algo y yo al aceptarlo.
¿Por qué engañarnos?
Es algo que me he estado preguntando seguido.
¿Por qué mentirnos?
Es evidente que aquí no hay nada, ni para ti, ni para mí.
¿Por qué seguimos?
El daño está hecho y sigue pasando el tiempo.
¿Por qué seguir fingiendo?
Ambos somos actores, Jungkook. Puedo notar tu secreto.
Quise fingir al igual que tú.
Quise poner esa sonrisa en mi rostro al igual que tú lo hacías con el tuyo.
Quise evadir mis temores.
Quise esconderme del daño creyendo que nunca llegaría a encontrarme.
Quise alejarme del dolor creyendo que nunca lograría atraparme.
Pero siempre estuvo ahí. Estaba a mi lado. Eras tú.
Tú eras esa espina en mi corazón. Esa que me hacía llorar, pero que no siempre dolía.
Los ojos son el libro de la persona. Siempre lo he dicho. Y yo siempre te he leído.
Tus mentiras solo eran un juego para mí. Tus mentiras era tan solo mi soporte. Mi motor para seguir. Las deseaba porque no quería llegar a la maldita realidad.
No quería. Por supuesto que no.
Soy una chica que lucha por llegar a donde quiere, haciendo todo lo posible para lograrlo.
Todos me alaban. Todos de aman. Todos quieren besarme. Todos quieren usarme.
Creí que, por primera vez, sería amada. Pensé que contigo todo sería diferente. Creí que finalmente sería la protagonista de una historia de amor.
Pero no fue así.
Me utilizaste y, aunque sabía que era mentira, lo dejé pasar. Tus palabras falsas fueron el pañuelo que había estado esperando durante mucho tiempo.
Aunque sabía que la dura realidad pronto me golpearía, prefería fingir que no lo sabía, actuando como si no me doliera, forzándome a ser feliz.
Una mierda.
Me criaron para ser perfecta, para encontrar a la pareja perfecta. Un hombre perfecto. Pero resultó que ese hombre no me amaba, solo me usaba, y yo lo permitía.
Vaya suerte la mía.
Antes me preguntaba: ¿Por qué debería sentirme celosa de alguien que solo es tu mejor amigo?
¿Quizás por la forma en que lo miras? ¿O por la sonrisa que aparece en tus labios, las palabras que salen de tu boca o el brillo que te envuelve cada vez que está a tu lado?
Te gusta tu amigo y yo lo sé.
Te gusta tu amigo y aún así acepté.
Te gusta tu amigo y yo me cegué.
Te gusta tu amigo y fingí no saber.
Yo, una persona que siempre fue complaciente con los demás, te conocí a ti, el único hombre con el que pude realmente ser feliz.
Verás mi alegría al saber que podía estar contigo.
Verás mi gran decepción al saber que no me querías como hubiera deseado.
Verás mi llanto al caer en cuenta que solo me estabas utilizando.
En cada lágrima se refleja el vacío que dejaste en mi corazón
Pero no podía perderte. No quería perderte.
¿Por qué perder a lo único que me hacia feliz?
¿Qué podía hacer para ser feliz sin ti?
Y así, te acepté a ti, ilusionándome con la esperanza de que todo estaría bien. Ingenuamente, creí que con el tiempo, lograrías enamorarte de mí. Pensé que olvidarías su existencia y comenzarías a recordarme a mí.
Imaginé que dejarías de mirarlo a él y, finalmente, dirigirías tu mirada hacia mí. Soñé con que tu corazón, a pesar de las dificultades, comenzaría a palpitar emocionado cada vez que estuviéramos juntos.
Sin embargo, sabrás que eso nunca sucedió, ni estuvo cerca de ocurrir. Las noches fueron testigos de mis lágrimas mientras recordaba cómo me mirabas con tanto anhelo a él, aquel que siempre afirmaste que solo era tu mejor amigo.
— Jimin y yo...
Y de nuevo una historia de los dos.
Siempre fue él. Me repetía a mí misma cada vez que soltabas mi mano para acariciar su cabello.
Siempre será él. Me repetía cada vez que me mirabas a los ojos y se reflejaba en ellos la culpa y tristeza que sentías cuando estábamos juntos.
Nunca seré yo. Murmuraba cada vez que me ignorabas y fingías de manera patética que estabas enamorado de mí.
Los celos me consumían. Las lágrimas amenazaban con brotar. Sentía una profunda impotencia al darme cuenta de que, a pesar de estar a tu lado, no era yo quien recibía tu amor. Mi mundo se desmoronaba al no poder tener algo tan simple como un beso cargado de afecto. Era como si se desvaneciera ante mis propios ojos. Ni siquiera fui merecedora de un beso tuyo que se acercara mínimamente al cariño que anhelaba...
Nunca me diste nada
Nunca recibí nada
¿Por qué? ¿Por qué yo? ¿Acaso me querías siquiera como amiga?
Y nunca obtuve respuesta.
¡Dime que te enamorarás de mí! ¡Dime que no debo rendirme contigo! ¡Dime que todo estará bien y que, por primera vez, me besarás como si estuvieras enamorado!
Pero eso tampoco sucedió, porque justo cuando sentí que algo comenzaba a cambiar, te acercaste y simplemente dijiste:
— No puedo seguir así, Ji-eun.
Dolor.
Sentí que todo el aire se iba de mis pulmones. Eso finalmente estaba ocurriendo. Finalmente, estaba pasando.
Y no pude más que aceptar ese destino.
— Lo sé.
Mi destino, ese que no era junto a ti.
— Nosotros... de verdad ya no puedo más con esta maldita farsa.
Una farsa, es cierto.
Una farsa, eso es lo que era.
Nuestra relación... nunca fue real. Y yo...
— Lo sé.
¿Por qué tenía que ser tan débil? ¿No podía guardar mis lágrimas para más tarde? ¿Por qué debo llorar frente a él?
— Terminemos.
Lo expresaste de forma tan simple, sin que te causara dolor alguno. Mientras tanto, era yo la que sufría, ¿por qué tenía que ser así?
— ¿Por qué me estás haciendo esto?
Estas son las primeras palabras coherentes que salen de mi boca, la pregunta que ha estado presente en mi mente durante mucho tiempo.
— Ji-eun, joder, yo... siempre supiste que nada de esto fue real.
— Yo sí te amaba, yo sí fui real contigo, ¿por qué no pudiste quererme? Yo... Yo...
Yo te amaba. Yo te amo. Yo lo di todo po ti. Yo puedo seguir esperando. Yo te extraño. Por favor... si tan solo esperas un poco más verás que esto si puede funcionar. Yo...
— No fue tu culpa — tu voz sonaba tan plana, sin vida —. Perdóname... solo puedo pedirte perdón. No puedo seguir forzando sentimientos que no están ahí.
Nunca hubo sentimientos de su parte, eso era cierto.
Siempre fui yo y solo yo. Dios, ser tonta parecía ser una especialidad ahora.
— Terminemos.
Amarte fue mi mayor fuente de alegría y, al mismo tiempo, mi más profundo sufrimiento.
Aquella palabra brotó de mi boca, marcando el final, un final que solo te pertenecía a ti, porque yo seguía aquí, llorando por ti.
Me rompiste el corazón en pedazos, pedazos que aún te aman.
Mierda, ojalá supiera como olvidarte.
...
este sería el punto de viste ji-eun de toda la situación, desde jk enamorado de jm hasta el por que aceptó ser su novia a pesar de saberlo, para quienes no comprendan ._.
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