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6






Alexia se despertó desorientada, unos ruidos fuertes estaban provocando su despertar. Intentó tocar su cabeza, que le dolía horrores, pero se dio cuenta de que sus manos estaban atadas y fue entonces que se despertó de golpe. 

Miró a su alrededor para encontrarse metida en una jaula de su tamaño, Leeds le estaba dando golpes a la jaula para despertarla y al ver sus ojos abiertos sonrió. Alexia mojó sus labios secos y notó el sabor metálico que salía de su nariz, seguramente del golpe que le dieron para dejarla inconsciente. 

—Es una lástima. — miró hacía arriba para encontrarse a la mujer inclinada en la jaula. —¿Por qué tendrías que ponerte a husmear? — Alexia miró a los matones de Leeds, quienes la miraban con burla. — Menos mal que convencí a Thorpe para que pusiera a Brody. 

—¿Thorpe?

—¿No te has enterado de esa parte todavía? — Alexia intentó alejarse lo más posible del matón, quien había abierto la jaula y ahora se acercaba a ella. — Que le soborné e hice que despidiera a Mitch y pusiera un inútil al mando. Él pensó que una mujer sería la mejor en el cargo, ya sabes, es un machista. 

—Que me vas a contar. —puso los ojos en blanco pero su mirada de terror volvió al escuchar un arma, el otro matón de Leeds la estaba apuntando por si decidía escapar. 

—Bueno, ahora veremos cuanto aguantas la respiración. 

Con eso, el matón que tenía más cerca le puso una mordaza en la boca, la cual se había dado cuenta de que había estado llevando todo este tiempo en el cuello. Alexia empezó a protestar e intentó gritar, pero la mordaza amortiguaba todos su gritos y los llamaos de auxilio. Pudo ver a Leed empujar con su tacón la jaula y con ella cayó Alexia. 

La chica se dio un golpe cuando la jaula giró bruscamente, mientras se hundía, intentó con todas su fuerza deshacerse de las ataduras de sus muñecas, pero le era imposible. Cuando la jaula tocó el fondo, Alexia se golpeó contra las paredes por el impacto, pero no dejó que eso le impidiera seguir buscando una salida. 

Pudo quitarse la mordaza, cosa que no le solucionó gran cosa. Podía aguantar un poco más debajo del agua, pero hace poco había estado debajo del yate casi cuatro minutos y ahora no tenía fuerzas para seguir aguantando. Fijó su vista en el barco de Leeds, que se iba con gran velocidad lejos de la escena del crimen y con sus últimas fuerzas pateó la jaula varias veces de la rabia, pero no hizo absolutamente nada.

Dejó de pelear contra el destino y apoyó todo su cuerpo en el fondo de la jaula, aceptando que moriría de la peor forma. Una socorrista muerta por ahogamiento, mal titular para cualquier periódico. 

Seguía con los ojos abiertos, viendo como sus últimos alientos de aire se convertían en burbujas e iban a la superficie. Escuchó un chapoteó y pudo ver una gran figura nadar hacía ella, no podía distinguir quien era por la falta de aire, pero logró sacarla de la jaula. 

Notó unas grandes manos agarrando sus mejillas y ella cerró los ojos pensando que era un espejismo, pero sus labios tocaron los de la otra persona y se sintió como el paraíso. Alexia aceptó el aire que le estaba proporcionando a través de los besos y abrió los ojos solo para ver a Mitch. 

La chica se sorprendió tanto que dejó escapar una exclamación, seguido de una sonrisa de Mitch. Él la abrazó y no dejó que diera ninguna patada para subir a la superficie, todo lo hizo él mientras ella se agarraba a su gran cuerpo. 

Los dos abrieron la boca para recibir el aire y Mitch la hizo subir al bote para que se siente y respirara mejor. El hombre abrazó sus piernas desde el agua y apoyó su cabeza en el regazo de la chica, ella no lo sabía, pero Mitch no pensaba ir con ellos hasta que escuchó por la radio que tenían a Alexia en una jaula, él había estado muy preocupado de llegar tarde. 

—Joder. —volvió a respirar la chica. — Gracias. Pensé que moría. 

—No mientras esté aquí. 

—Técnicamente no estabas.  —respondió ella con una sonrisa burlona y pasó sus manos, aún atadas, por la cabeza de Mitch para tranquilizarlo. 

—¿Dónde está Leeds?

—Creo que va a escapar en helicóptero. — señaló el barco que se veía a lo lejos. — Desde la torre de pirotecnia. 

—No si podemos evitarlo. 

Con eso dicho, Mitch se impulsó y subió al bote de salvamento junto a la chica, la cual lo miró confundida.

—¿He estado a punto de morir y quieres que vuelva a estar en una situación parecida?

—No te preocupes por eso. — Mitch agarró un walkie talkie de su bolsa y habló. —Ronnie, contesta. 

¡Joder, Mitch, la has salvado! — se escuchó del otro lado la voz feliz de Ronnie. 

—Tengo a Alexia. — la chica se estaba tumbando en la cubierta bastante alterada, aún intentaba tomar el aire necesario. Mitch apoyó su mano en el muslo descubierto de la chica y empezó a acariciarlo. — Esta viva. Pero necesito que encuentres alguna manera de controlar los fuegos artificiales. 

Entendido. 

Mitch se levantó al igual que Alexia para empezar a ir detrás de Leeds, la chica se apoyó en la consola de mando viendo a lo lejos el barco. Le indicó a Mitch cual era y él aceleró el bote mirando de reojo a la chica. 

—¿Has ido así a la fiesta? — la chica miró su atuendo, ahora estaba empapado y se le pegaba al cuerpo marcando su figura y pezones erectos. 

—Como puedes ver si ¿Por qué?

—No, es que... — volvió a mirarla intentado no fijarse en sus tetas que se marcaban. — Es que se me hace raro que sabiendo que ibas a bucear no tuvieras ropa interior, o un bikini. 

Fue entonces cuando Alexia volvió a mirar su atuendo para darse cuenta de sus tetas redondas marcadas y de las aberturas que se veían a los costados de su cuerpo, se podía notar a la perfección que no llevaba nada debajo de el. 

—Te suene extraño o no era el único vestido limpio que tenía. — se encogió de hombros la chica mientras estiraba una pierna. —No podía ir con ropa interior con este vestido, quedaría muy mal. 

—Pero todos sabrían que no llevas nada. 

—Y la única persona que quería que lo supiera no estaba. 

La chica dejó de mirarle y estiró la otra pierna solo que esta fue capturada por le hombre. Giró su cabeza para ver que él ya la estaba mirando y con gran destreza Mitch enganchó la pierna de la chica en su cintura y se acercó con un solo paso. 

Tenía a la chica acorralada contra el timón y él estaba tan cerca que sus respiraciones lograron mezclarse, pero no por mucho tiempo. Mitch bajó la vista a los labios de Alexia y con un tirón logró unirlos al fin. El besó fue corto y sin movimiento, pero Alexia llevaba tanto tiempo esperando que alzó sus manos para que no se aleje y saltó para enganchar su otra pierna.

Alexia abrió los labios y Mitch aprovechó para invadir su boca sin pudor. Su lengua se mezcló con la saliva de la chica y ella copió sus movimientos mientras jadeaba. Mitch tenía a Alexia agarrada por la cintura, hasta que una mano bajó a su culo para darle un buen apretón. 

Los dos se separaron en el momento en el que notaron que estaban cerca del barco de Leeds y a regañadientes, Alexia se bajó del hombre justo cuando los disparos comenzaron. Mitch obligó a la chica a agacharse mientras él seguía navegando y escucharon el helicóptero acercándose. 

—Ronnie, cuando quieras. —habló Alexia por el aparato mientras Mitch seguía navegando, intentando esquivar las balas. Tenía una mano en el timón y la otra en la cabeza de la chica para mantenerla agachada. 

Si, si, ya voy. 

Alexia empezó a salir del barco en el momento en el que se acercaron a su destino. Mitch iba detrás de ella agarrando su cintura para que no se caiga. 

—Joder, hay erizos por todos lados. — se quejó la chica, ya que iba descalza. 

—Cuidado por donde pisas. 

Empezaron a subir las escaleras para entrar a la torre, justo cuando Alexia recibió ayuda de Mitch para subir el último escalón, alguien les empezó a disparan. 

—¡Mierda!

Mitch protegió a Alexia con su cuerpo mientras se movían juntos por la superficie y así evitar los disparos. Había barras de metal por todos lados, lo que provocaba que le fuera difícil al que disparaba poder acertar alguno de los disparos. 

De repente un fuego artificial salió de uno de los tantos cilindros que tenían a los lados, provocando que el helicóptero tuviera que retroceder para poder esquivarlo. 

—Bien, creo que es momento de separarnos. — exclamó Alexia en el momento justo en el que otro fuego salió. 

Mitch estaba a punto de agarrar del brazo a Alexia para mantenerla a su lado, pero ella ya estaba de camino al matón que les disparaba. Mitch, entonces, se dirigió directamente a donde estaba Leeds, mientras que Alexia caminaba y esquivaba las balas. Los fuegos volvieron y fueron justo por el lado del matón a por el que iba la chica, lo cual le sacó una sonrisa. 

Corrió en el momento justo para agarrarse a una barra de metal y hacerle un barrido al hombre, esté cayó y se posicionó en el mismo nivel que Alexia. La chica volvió a agarrarse de una barra para impulsarse y, antes de que el hombre se pusiera de pie, Alexia ya estaba dándole una patada que le provocó tropezar y caer al mar. 

La chica soltó un suspiro y se pasó la mano por la frente bastante cansada, no había pensado que iba a tener tanta acción en una noche. 

Escuchó gemidos y gruñidos un piso más arriba, así que aceleró el paso para empezar a subir. En el momento justo en que pisó el piso correspondiendo oyó un disparo. Alzó la vista para ver a Leeds con un arma y a Mitch con una mano en su hombro. 

—¡Mitch! —gritó la chica aterrorizada, pensó que iba a estar bien, pero de repente Mitch dio unos pasos hacía atrás y se tiró al agua. —¡Mitch, no!

La chica no se permitió llorar en esos momentos y fue directa a por la mujer, justo al llegar pudo ver que mató a uno de los suyos y después la apuntó a ella. 

—No te molestes, está muerto.—habló Leeds después de que Alexia mirara el agua para ver si veía a su hombre. 

—Por tu culpa. 

—Pues claro que por mi culpa. —obvió ella. — ¿Te das cuenta de que tengo un arma?

A la chica le importó muy poco y se acercó para que la pistola le apuntara al pecho, Leeds se burló de ella, pero no tardó mucho en borrar la sonrisa. 

—¡Leeds!

Alexia giró con prisas la cabeza para mirar a Mitch, ahora la sonrisa la tenía ella y en sus ojos se formaron varias lágrimas sin derramar. 

—¡Joder! ¿Por qué no mueres? — la mujer agarró a la chica y la puso delante suyo apuntando la pistola a su sien. 

—Deja que se vaya. —habló Mitch mirando a Alexia, a quien solo le importaba Mitch. 

Alexia seguía teniendo una sonrisa en la cara aunque le apuntaran con la pistola. Pensó que el hombre al que amaba estaba muerto y al verlo vivo no le importaba nada más. 

—Esta historia no acaba así, Mitch. — habló ella acercando a Alexia más. —En el fondo estas enfadado porque ella se besó con Brody, así que la matarás, pero no antes de que ella te mate en defensa propia. 

—Estas loca. — murmuró Alexia con una mueca de asco. 

—No sé yo. —habló Mitch. —Eso parece un poco complicado. 

—Estoy de acuerdo, parece rebuscado. 

Leeds empezó a subir por una escalera para llegar al helicóptero, entonces la pistola pasó a estar detrás de la cabeza de Alexia. 

—¡No te saldrás con la tuya! — gritó Mitch. 

—Ya lo he echo. — contestó ella apretando la pistola contra la chica. —¿Sabes que es lo mejor de ganar? Que puedes escribir tu propia historia. ¿Verdad, socorrista?

—Que te follen. — contestó Alexia al saber que estaba hablando con ella. 

—Paso. 

El helicóptero empezó a acercarse a ellos, cosa que preocupó a Alexia. 

—Es hora de morir. —miró a la chica a la que apuntaba. 

—¡No! 

Alexia soltó un suspiro de alivio, no estaba lista para morir. 

—¡He nacido del mar!— las dos mujeres le miraron confundidas. — ¡Como corales de fuego y meo agua salada! Me rasco la espalda con la polla de una ballena — Alexia miró a los lados con confusión pensando que era algún tipo de broma, su cara de asco lo demostraba. — y me froto el pecho con su escroto. 

—¿Qué coño dices? — preguntó Leeds divertida. 

—¡Moriré cuando la marea pare y la luna se ahogue! — Alexia solo pensaba que con ese discurso estaba retrasando su muerte y eso le provocó un escalofrío. —Hasta entonces...

De repente, Mitch pisó algo que hizo que tuviera un fuego artificial en la mano, Leeds no dudó en apuntarle pero Alexia empujó su brazo para que la última bala se perdiera. 

—Soy el puto Neptuno, hija de puta. 

Con eso dicho, el fuego artificial se disparó e impactó de lleno en Leeds. Alexia de apartó de golpe y cayó a un lado mientras veía los fuego artificiales en el cielo, mientras que la mujer que los amenazaba no estaba por ningún lado. 

—¡Mitch, la has matado! — señaló el cielo la chica con una sonrisa orgullosa. 

—Si, además, estoy colocadísimo de erizo. — correspondió a su sonrisa y se llevó una mano a su nuca para arrancarse un erizo de allí. 

—¡Qué cojones! — exclamó preocupada la chica y corrió a donde Mitch para sujetarle en el momento justo en el que se caía. —¡Estás loco! — le gritó a la cara mientras seguía consciente, la chica colocó la cabeza de Mitch en su regazo. —¿En que mierda pensabas?

—En salvarte. 

Alexia estuvo a punto de gritarle cuatro cosas bien dichas por el acto suicida, pero un tacón aterrizó al lado de ellos y provocó un pequeño susto en Alexia. 

—Podría haber sido peor. — habló ella viendo con indiferencia el tacón, hasta que un pie salió de la nada y aterrizó en su brazo. —¡Hostia puta! — Alexia gritó por la inesperada aparición de un pie sangrante en su brazo, pero provocó la risa de Mitch. 

—Quédatelo. — señaló el pie. — Da buena suerte. 

—Cállate. 





🏖️🛟







Salieron por el muelle y Alexia se puso con prisas un guante para evitar que siga saliendo sangre de la herida de bala de Mitch, evitaba la salida de esta junto a una gasa. Caminaban todos los socorristas juntos para luego hacer sentar a Mitch y que Summer le administrara un suero para evitar la muerte por el erizo. 

—Oye. — Ellerbee se acercó a ellos hablando para Mitch, quien acariciaba con cariño la mano libre de Alexia, la cual había colocado en su regazo. —Me cuentan que tenías razón desde el principio. Y te debo una disculpa, si. 

Mitch se levantó junto a Alexia, quien le decía que vaya con cuidado por su herida. Ellerbee parecía nervioso, pero todos los presentes sabían que era por la presencia de cierta mujer. 

—No es necesario. — contestó él. — Hemos salvado la bahía. Así que puedes llamarnos por una caracola las veces que quieras. 

Todos soltaron una ligera risa y Mitch alzó un puño para que el policía se lo chocara, lo cual hizo. Entonces Ellerbee se giró a la chica que miraba la herida de Mitch. 

—Oye, Alexia. — la chica levantó la mirada e hicieron contacto visual, acción que provocó que Ellerbee apartara la mirada. — Quería saber si... aceptarías una cita conmigo. 

La chica saltó en su sitio sorprendida, todos al rededor soltaron una exclamación de sorpresa, menos Mitch, quién miraba al policía pensando en si romper su pacto de paz a puñetazos. Alexia se había congelado y al intentar decir algo una mano se paseó por su cintura para luego agarrarla fuerte y acercarla a su costado. 

—Lo siento tío, pero es mi chica. —habló Mitch encogiendo su hombro bueno. 

Eso mismo sorprendió mucho más a los presentes, quienes ahora maldijeron sorprendidos por la confesión que ni Alexia sabía. Los dos amantes conectaron miradas y Mitch la tranquilizó con una sonrisa. 

—¡Eh! —la magia del momento se desvaneció cuando vieron a su jefe acercándose a ellos. — ¿Que parte de estás despedido no entiendes? Lárgate de mi playa o haré que te arresten. 

Antes de que se diera cuenta, Alexia ya había pedido a CJ que la sustituyera para la herida de Mitch. La chica se quitó el guante mientras se acercaba a su jefe y le sonrió, Thorpe la miró sin entender hasta que un gran puñetazo impactó contra su nariz y le hizo caer al suelo.

—Esta es nuestra playa. —habló Mitch mirando orgullosa a su chica. — Y estas detenido. 

Alexia se giró y miró a Mitch con una sonrisa. 

—Dios, que sexy a sonado eso. — la chica se acercó a Mitch y se enganchó de su cuello antes de darle un beso, el cual incluía algo de lengua. Los dos sonrieron felices después de separarse y Alexia apoyó su cabeza en el hombro de él. 







































FIN



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