"¡ Cómo las tumbas entregan sus muertos,

Y cómo el horroroso aire nocturno crece

Con chillidos !"

«Varney the Vampire» (1845)

Una brisa serpentea por los barrios abandonados de Corea del sur para luego morir contra la ventana. Despertando en penumbras y silencio. Pensamientos acuden a la mente como fantasmas de vidas pasadas y recordando donde estaba.

Las pupilas danzan investigando la habitación que lentamente comienza a mostrar sus huesos.

Allí, tendido en el suelo, decidiendo echar un vistazo, La superficie fría del suelo lo tranquilizaba. Girando el cuello de un lado a otro y sin distinguir a nada ni a nadie. Comenzando a mover las manos y los pies mientras la sangre obediente circula por los dedos.

Los objetos de la habitación se van transformando en siluetas y mientras que los ojos se fijan en la puerta de entrada, donde un armario de madera continúa bloqueando el acceso. Satisfecho, se puso de pie. Tras dar un paso, contemplaba la mesa donde lo espera un cuaderno.

Pensando que El cuaderno no se va a marchar a ningún sitio, decideAvanzas percibiendo con sus manos lo que le rodea. En la manta donde descansabase encuentra una pistola H&K Standard (cortesía de un policía en vías deputrefacción). Agarrándola y decidiendo continuar. A pocos centímetros está la ventana y por debajo dos cubos de plástico.

Se encentraba palpando el escritorio cuando su rodilla choca con algo metálico. Reprimiendo un grito y comprobando que ha encontrado el radiador. Sus instintos le piden que contraataque... pero sabe bien que sus enemigos no son objetos inanimados. Sonríe y sigue adelante.

Llegando a la puerta. Frente a esta, un armario de madera de metro noventa impide la entrada o salida. Sus manos acarician la superficie del mueble para luego empujarlo con la punta de los dedos. Su rigidez lo tranquiliza. Bajo sus pies, una alfombra soporta el peso del armario.

Se da la vuelta complacido y su mirada recae, una vez más, sobre el escritorio.

Sentándose en la silla y frunciendo el rostro al sentir el respaldo de metal. A continuación, toma el mechero y enciende una vela. La zona se ilumina de inmediato al ritmo de la llama.

Algo dentro del surge un deseo de expresarse, de contarlo todo. Cree oír un coche a la distancia pero el ruido desaparece tan rápido que no se da ocasión a pensar en él.

Estirando la mano sobre la mesa y agarrando el único bolígrafo que le queda. El cuaderno parece exigirle que dé explicaciones. Ayer estuvo horas frente al endemoniado objeto; hoy, sin embargo, la batalla parece decantarse en su favor. Tras dar un profundo suspiro, decide escribir:

-Mi nombre es Kim Seok jin. El reloj en mi muñeca me indica que son las 04:13 de la madrugada. La electricidad se ha convertido, irónicamente, en un lujo del pasado.- haciéndose la pregunta.

-¿Por dónde empezar?..-. Haciendo una breve pausa recordando de cómo empezó todo esto dando inicio a escribir.

-Antes de que Seúl se convirtiera en una nube de putrefacción y gritos pasaba la mayor parte de mí tiempo en estudiar, esa era la única manera de triunfar en el mundo. Los estudios de grado, la maestría, posgrados, cursos...etc. y antes de que las luces de la ciudad se extinguieran estaba a punto de conseguir mi título en Medicina. Por en a aquel entonces vivía en un piso en el sureste de corea Busan con mi pareja.

Mientras escribo y te pienso, Ken-, a la distancia escucha unas turbinas rugen en el cielo...- Los ilusos aún creen que pueden retomar la ciudad. ¿Para qué, Ken, para qué?- y de repentes escucha Otra explosión más, demasiado cerca.

El mismo polvo de yeso que respiro rodea ahora estas palabras. -Y ¿para qué? Habría que bombardear toda la ciudad. Me siento como Anna Frank; me siento como ella pero sin sus ganas de vivir.- ya con un nudo en la garganta y los ojos en humedecer aguantando las ganas de gritar y llorar decide seguir con la escritura,- Si tan solo estuvieses tú, el hombre de mi vida a mi lado-... decidiendo tomar un ligero y profundo suspiro después duna pauta necesaria, se le vienen a la mente esas palabras que de seguro le diría sin pensar -¿Que hable con Kitty? ¡Tú y tus ideas! Muy bien...-

¿Qué quién es Kitty? ¿Que dónde está Ken ahora? ¡Eres curioso o curiosa! Te lo contaré querido viajero (a) te lo contare todo pero será mejor que empiece por el principio. Por el día en el que corea se fue al infierno.

-Recuerdo como si fuera ayer, yo viajaba en el metro y...-

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